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Authors: Eduardo Mendoza

Sin noticias de Gurb (4 page)

BOOK: Sin noticias de Gurb
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15.00
Apagón. Algo falla en los generadores de la nave. Me doy una vuelta por la sala de máquinas para ver si localizo la avería. Aprieto botones y muevo palancas por si acierto a componer la cosa por pura casualidad, porque yo de mecánica no entiendo nada. Gurb era el que se encargaba de hacer funcionar y, en su caso, de reparar estas mierdas. En el recorrido descubro varias goteras, que consigno en pliego aparte.

16.00
He debido de tocar algo que no había de tocar, porque se extiende por la nave un hedor insoportable. Salgo al exterior y advierto que por error he invertido el funcionamiento de una de las turbinas. Ahora, en lugar de expulsar la energía resultante de la desintegración del cadmio y el plutonio, la turbina está succionando el alcantarillado del pueblo.

16.10
Adopto la apariencia (y virtudes) del almirante Yamamoto e intento achicar la nave con un cubo.

16.15
Renuncio.

16.17
Abandono la nave. Por si a Gurb se le ocurre volver durante mi ausencia, dejo esta nota enganchada en la puerta: Gurb, he tenido que abandonar la nave (con honor); si vienes, deja dicho dónde se te puede localizar en el bar del pueblo (señor Joaquín o señora Mercedes).

16.40
Me persono en el bar del pueblo. Le digo a la señora Mercedes (el señor Joaquín se está echando una siesta) que si viene un ser
de la apariencia que sea
, o incluso un ser sin apariencia alguna, preguntando por mí, que tome el recado. Yo iré viniendo. Más no puedo hacer.

17.23
Me traslado a la ciudad en un transporte público denominado Ferrocarril de la Generalitat. A diferencia de otros seres vivos (por ejemplo, el escarabajo de la col), que siempre se desplazan del mismo modo, los seres humanos utilizan gran variedad de medios de locomoción, todos los cuales rivalizan entre sí en lentitud, incomodidad y peste, aunque en este último apartado suelen resultar vencedores los pies y algunos taxis. El mal llamado metro es el medio que más utilizan los fumadores; el autobús, aquellas personas, por lo general de avanzada edad, que gustan de dar volteretas. Para distancias más largas existen los llamados
aviones
, una especie de autobuses que se propelen expulsando el aire de los neumáticos. De esta forma alcanzan las capas bajas de la atmósfera, donde se sostienen por la mediación del santo cuyo nombre figura en el fuselaje (Santa Teresa de Ávila, San Ignacio de Loyola, etcétera). En los viajes prolongados, los pasajeros del
avión
se entretienen mostrándose los calcetines.

18.30
Debo buscar un sitio para pasar la noche, porque nada me garantiza que no vayan a caer chubascos tormentosos como el de ayer. O pedrisco. Por otra parte, aunque el cielo se mantenga despejado, mi experiencia de las calles de la ciudad me indica ser de todo punto desaconsejable permanecer en ellas más tiempo del estrictamente necesario.

19.30
Llevo una hora recorriendo hoteles. No hay una habitación libre en toda la ciudad, porque, según me informan, se está celebrando un Simposio sobre Nuevas Formas de Rellenar los Pimientos del Piquillo, y han acudido expertos de todos los países.

20.30
Otra hora de búsqueda y cierta práctica en el arte de dar propinas me proporcionan habitación con baño y vistas a una obra pública de cierta envergadura. Con ayuda de un megáfono, el recepcionista me asegura que por la noche se interrumpirán los trabajos de perforación y derribo.

21.30
En un local cercano al hotel pido e ingiero una hamburguesa. Es un conglomerado de fragmentos procedentes de varios animales. Un análisis somero me permite reconocer el buey, el asno, el dromedario, el elefante (asiático y africano), el mandril, el ñu y el megaterio. También encuentro, en un porcentaje mínimo, moscardones y libélulas, media raqueta de badminton, dos tuercas, corcho y algo de grava. Acompaño la cena con una botella grande de Zumifot.

22.20
Regreso al hotel dando un paseo. La noche es tibia y perfumada. Temperatura, 21 grados centígrados; humedad relativa, 63 por ciento; brisa suave; estado de la mar, llana. Me meto en el bar del hotel en busca de compañía. En el bar está sólo el barman haciendo buches en la coctelera. Pido la llave y me recojo.

22.30
Me pongo el pijama. Veo un rato la televisión autonómica.

22.50
Me meto en la cama. Leo las memorias de don Soponcio Velludo,
Cuarenta años en el catastro de Albacete.

24.00
Cesan los trabajos en la vía pública. Rezo mis oraciones y apago la luz. Todavía sin noticias de Gurb.

02.27
Sin causa aparente revienta el minibar. Dedico media hora a recoger botellines.

03.01
De resultas de los trabajos efectuados en la vía pública se ha producido un escape de gas. Los clientes del hotel somos evacuados por la escalera de incendios.

04.00
Reparada la avería, los clientes del hotel regresamos a nuestras habitaciones respectivas.

04.53
Se produce un incendio en las cocinas del hotel. Los clientes del hotel somos evacuados por la escalera principal, pues la escalera de incendios está envuelta en llamas.

05.19
Hace su aparición el cuerpo de bomberos. En un santiamén sofocan el incendio. Los clientes del hotel regresamos a nuestras habitaciones respectivas.

06.00
Las máquinas excavadoras entran en funcionamiento.

06.05
Liquido la cuenta del hotel y dejo libre la habitación. La ocupa un viajante de productos alimenticios que ha pasado la noche al raso. Me cuenta que la empresa a la que él representa ha conseguido criar pollos
sin huesos
, lo que los hace muy apreciados en la mesa, pero algo desgarbados cuando aún están vivos.

DÍA 14

07.00
Me persono en el bar de la señora Mercedes y el señor Joaquín cuando la señora Mercedes está subiendo la persiana metálica. La ayudo a bajar las sillas que el señor Joaquín ha subido la noche anterior sobre las mesas para facilitar el barrido del establecimiento. Me dice que nadie le ha preguntado por mí. Le encarezco que se mantenga ojo avizor. Me hace una tortilla de berenjenas (mi favorita) y me la tomo con dos rebanadas de pan con tomate y una caña de cerveza, mientras ojeo la prensa matutina. Parece que ya está decidida la selección que jugará en Italia: Zubizarreta, Chendo, Alkorta, Sanchis, Rafa Paz, Villarroya, Michel, Martín Vázquez, Roberto, Salinas, Butragueño, Bakero, ¡menudo equipazo! Leo atentamente los anuncios para ver si puedo alquilar un piso. La cosa está peluda. Mejor comprar.

09.30
Me persono en una agencia inmobiliaria. Para causar una impresión favorable he adoptado la apariencia del duque y la duquesa de Kent. Soy conducido a una sala donde guardan turno varias personas.

09.50
Leo en un
¡Hola!
un amplio reportaje sobre la boda de un tal Balduino y una tal Fabiola. Compruebo que se trata de un número atrasado.

10.00
Entra en la sala una señorita y nos hace formar en tres grupos:
a)
el de los que quieren comprar un piso para
habitarlo
,
b)
el de los que quieren comprar un piso para blanquear dinero negro y
c)
el de los que quieren comprar un piso en la Villa Olímpica. Una pareja con lactante y yo formamos el grupo
a
.

10.15
Los integrantes del grupo
a
somos conducidos a un despacho sobrio. A la mesa se sienta un caballero de barba blanca, cuyo aspecto rezuma probidad. Nos explica que la coyuntura es difícil, que hay más demanda que oferta y viceversa, que no debemos hacernos ilusiones. Nos insta a renunciar al engañoso binomio calidad-precio. Nos recuerda que esta vida no es más que un valle de lágrimas de alto standing. A medio sermón se le desprende la barba postiza, que arroja a la papelera.

11.25
Visito el piso que acabo de comprar. No está mal. Hay que hacer cocina y baños, pero esto no me inquieta porque no sé cocinar y no me baño
jamás
. Advierto con alegría que el dormitorio dispone de un amplio armario empotrado. Entro en el armario empotrado y éste se pone en movimiento. Desilusión: era el ascensor del inmueble.

14.50
Obtengo la cédula de habitabilidad, me doy de alta de agua, gas, electricidad y teléfono, suscribo un seguro contra incendio y robo, pago la contribución territorial.

16.30
Compro una cama, un plegatín (para invitados), un tresillo, aparador, mesa y sillas. Temperatura, 21 grados; humedad relativa, 60 por ciento; vientos flojos; estado de la mar, rizada.

17.58
Compro cubertería y vajilla.

18.20
Compro ropa de casa, visillos.

19.00
Compro aspirador, horno microondas, plancha de vapor, tostadora, freidora, secador de cabello.

19.30
Compro detergente, suavizante, abrillantador, limpiacristales, escoba, bayeta, estropajo, gamuza.

20.30
Me instalo en casa. Me hago subir una pizza y una botella familiar de Zumifot. Me pongo el pijama.

21.30
Decido prescindir (sólo por hoy) de mi lista de lecturas y me meto en la cama con una novela de misterio de una escritora inglesa que goza de gran predicamento entre los seres humanos. El argumento de la novela es harto simple. Un individuo, al que, para simplificar llamaremos A, aparece muerto en la biblioteca. Otro individuo, B, intenta adivinar quién mató a A y por qué. Después de una serie de operaciones carentes de toda lógica (habría bastado aplicar la fórmula 3(x2-r)n±0 para solucionar el caso de entrada), B afirma (erróneamente) que el asesino es C. Con esto el libro concluye a satisfacción de todos, incluido C. No sé lo que es un
mayordomo.

01.30
Rezo mis oraciones y me dispongo a dormir. Todavía sin noticias de Gurb.

04.17
Me despierto y no logro volver a conciliar el sueño. Me levanto y recorro mi nuevo piso. Falta algo, pero no sé lo que es.

05.40
Vencido por el cansancio, vuelvo a dormirme sin haber despejado la incógnita que me atormenta.

06.11
Me despierto repentinamente. Ya sé lo que falta para que el piso sea un verdadero hogar. Pero ¿encontraré alguna chica dispuesta a compartir mi vida?

DÍA 15

07.00
Ayudo a la señora Mercedes a subir la persiana metálica del bar y a enchufar la cafetera. El señor Joaquín, ronca que roncarás. La señora Mercedes lo pone de vuelta y media. Destaca la diferencia que media entre el señor Joaquín, a quien califica de
piernas
, y un hombre como yo, madrugador, laborioso y cumplido. Le pregunto si, en su opinión, me costaría mucho echarme novia. Me pregunta si voy con intenciones serias o sólo pretendo pasar el rato. Hago protestas de seriedad. Me dice que, en tal caso, me van a sobrar las pretendientas. Asegura que hay que ver cómo está el
patio
. Le pregunto, para cambiar de tema, si ha llegado alguna comunicación para mí y responde en sentido afirmativo. Me da un vuelco el corazón. ¿Serán noticias de Gurb?

09.15
La señora Mercedes me trae mi tortilla de berenjenas y mi caña y un mensaje cifrado. Decepción: no es de Gurb, sino de la Junta Suprema de Investigación Espacial, desde la Estación de Enlace AF, en la constelación de Antares. Decido dejar el mensaje para más tarde y me como la tortilla y me bebo la cerveza.

09.30
Un eructito.

09.35
Me encierro en el aseo de caballeros para descifrar el mensaje con toda tranquilidad.

09.55
La descodificación del mensaje reviste ciertas dificultades. Un parroquiano en apuros aporrea la puerta.

10.40
Mensaje descifrado. La Junta Suprema quiere saber por qué Luisito Suárez no ha seleccionado a Luis Milla. Imposible responder sin el instrumental, que se ha quedado en la nave.

11.00
Regreso a casa en metro. Durante el trayecto voy mirando a las chicas que suben y bajan. Elegir una entre tantas no resulta fácil, porque ello implica renunciar a las demás, y mis preferencias están muy repartidas.

13.00
Decido dedicar la tarde a estudiar el tema.

15.00
A efectos metodológicos, decido agrupar las dificultades en tres grupos o apartados
a)
dificultades biológicas,
b)
dificultades psicológicas,
c)
dificultades prácticas. Todas se me antojan insalvables.

15.30
Algunas precisiones útiles: el órgano reproductor de los seres humanos se divide en dos partes, denominadas, respectivamente la cámara alta y la cámara baja. Esta última posee un apéndice o pedúnculo denominado Pons.

17.05
Bajo al quiosco y adquiero el calendario Playboy. Subo corriendo a casa con el calendario Playboy escondido bajo la americana.

17.15
Me pregunto si la peculiar anatomía de las señoritas que aparecen fotografiadas en el calendario Playboy les permitiría soportar una presión de noventa mil atmósferas.

19.00
Dedico buena parte de la tarde a documentarme sobre algunos asuntos pertinentes al tema. Pregunta: ¿Cuándo debe un caballero respetar a una dama? Respuesta: cuando a ella la hagan acreedora sus cualidades morales, su condición social, su decoro en el vestir y su higiene personal. En los demás casos, el recurso a la violencia es opcional. Otros detalles que debo memorizar: ¿Cuándo deben enviarse y cuándo
no
deben enviarse flores a un entierro? ¿Es lícito el tuteo? El sombrero, los guantes y el bastón. Ante la pila de agua bendita: un momento delicado. Bocadillos, canapés y petifurs. ¡Esas posturitas!

20.00
Ensayo ante el espejo algunas posibles apariencias. A las mujeres hay que
entrarles por los ojos
y la primera impresión cuenta muchísimo. Manuel Orantes, Viriato, Giorgio Armani, Eisenhower.

20.30
Decido dar una vuelta para despejarme. Temperatura, 18 grados centígrados; humedad relativa, 65 por ciento; brisa moderada; estado de la mar, llana.

20.55
Pocas ciudades en la Tierra pueden ufanarse de tener una oferta cultural tan variada como la de Barcelona. Por desgracia, el horario de los espectáculos no siempre coincide con la conveniencia de los ciudadanos. Por ejemplo, la orca Ulises sólo actúa a determinadas horas de la mañana; y así sucesivamente. Por suerte, mis pasos me han conducido a las Ramblas cuando está a punto de empezar la representación del Liceo.

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