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Authors: Eduardo Mendoza

Sin noticias de Gurb (5 page)

BOOK: Sin noticias de Gurb
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23.30
El Liceo es sin duda el
primer
coliseo de España y uno de los mejores de Europa. Padece, sin embargo, una crisis financiera endémica de la que a menudo se resiente la calidad de los eventos musicales que en él se celebran. Esta noche, según informaba cabalmente el programa de mano, la orquesta y coros no han podido actuar por falta de nómina. La tuna de ingenieros, que los reemplazaba, ha hecho lo humanamente posible, pero el
Boris Godunov
ha quedado algo deslucido.

24.00
Regreso a casa. Todavía sin noticias de Gurb. Pijama, dientes, Jesusito de mi vida y a dormir.

DÍA 16

07.00
Ayudo al señor Joaquín a subir la persiana metálica y a poner bien las sillas. Distribuyo por la barra las cajas de servilletas de papel y unos cilindros semitransparentes llenos de pajitas, que pueden extraerse, no sin esfuerzo, a través de un orificio practicado en el extremo superior del aparato. Mientras trabajo, me intereso por la señora Mercedes, a la que me extraña no ver en su puesto. El señor Joaquín me informa de que su esposa, también llamada la señora Mercedes, ha pasado la noche del
loro
y se ha ido temprano al dispensario. Teme que haya hecho otra vez alguna
piedra
. Hago votos por su pronto y total restablecimiento. Hoy, en vez de tortilla de berenjena, pan con tomate y fuet. Pregunto: ¿hay algún mensaje para mí? No, no hay ningún mensaje para mí.

09.00
Hojeo la prensa y la comento con la clientela que ha ido llegando. Preocupación general por el asunto de Salou-Vilaseca. Un cliente de cierta edad recuerda el tristemente célebre corredor de Danzing y lo que de él se siguió. Otro señala que la misma existencia de armas nucleares hace impensable una conflagración, pese a que la actitud de ambos municipios parece harto enconada. Otra opinión: la gente es muy bestia. Otra: las armas las carga el diablo. Algunos términos útiles: yunque de platero, tas; son de las islas Canarias, isa.

09.10
Llega la señora Mercedes en un taxi, pálida, pero sonriente. A la espera de lo que digan las radiografías que se ha de ir a hacer mañana, el diagnóstico es optimista: quizá se trate sólo de una arenilla. Quiere ponerse a fregar los platos, pero se lo prohibimos. Lo que le conviene es reposo, reposo y reposo. Me pongo el delantal y friego los platos, tazas y vasos. Rompo dos.

10.00
Regreso a Barcelona. Realmente, las chicas que van en el metro están más buenas que el
pan
. Estoy por dirigir la palabra a varias, pero me abstengo. No quiero que me tomen por un
frescales.

11.00
Visito las obras del Anillo Olímpico, del Palacio Nacional, del Segundo Cinturón. Detecto cierto malestar en algunos sectores de opinión, porque, según dicen, el gasto superará lo previsto en los presupuestos iniciales. Con los ingresos no sucederá otro tanto. Los seres humanos no han aprendido a introducir el factor tiempo en sus operaciones aritméticas, con lo cual éstas, por más que digan, no sirven para nada. Bien poco les costaría corregir el error, si fuesen conscientes de él. Por ahora, no obstante, son incapaces de entender un problema elemental como éste. Si una pera vale 3 pesetas, ¿cuánto valdrán 3 peras el año 3628? Solución: 987365409587635294736489 pesetas. De todas formas, la discusión, en el caso de las obras Olímpicas carece de interés, porque antes de año 2000 los Bancos centrales habrán abandonado el patrón oro y lo habrán sustituido por el chocolate Elgorriaga en sus tres modalidades: con leche, sin leche y con avellanas.

15.00
Pescadito frito en la Barceloneta. Tarta al whisky, café, copa y Farias. Luego, a casa. Alka Seltzer.

19.30
Me despierto de la siesta a tiempo para ver la semifinal de baloncesto en TV2. El Barça juega mal, con muchos nervios, pero acaba ganando por los pelos en el último minuto. Acción de gracias. Temperatura, 22 grados centígrados; cielos despejados; humedad relativa, 75 por ciento; vientos suaves de componente sur; estado de la mar, llana.

23.00
Salgo de bares, a tantear el terreno. Si se presenta la ocasión, no la dejaré escapar. Antes de salir adopto la apariencia de Frascuelo Segundo. Si lo que quieren es
marcha
, la tendrán.

23.30
Cubata en bar de moda, Bonanova; premio FAD de interiorismo. Pocas chicas y acompañadas.

00.00
Cubata en bar de moda, Ensanche; premio FAD de interiorismo. Bastantes chicas; todas acompañadas.

00.30
Cubata en bar de moda, Raval; premio FAD de interiorismo (ex aequo). Muchas chicas; todas acompañadas.

01.00
Cubata en bar de moda, Pueblo Nuevo; premio FAD de restauración de espacios urbanos. Ninguna chica: creo que me he equivocado de local.

01.30
Cubata en bar de moda, Sants; finalista premio FAD de interiorismo. Chicas sueltas, pero de las que pegan.

02.00
Cubata en bar de moda, Hospitalet; sin premio. Mucha chica suelta. Ambiente guay. Música en vivo. Subo al estrado, me hago con el micro y canto. La letra de la canción es mía. La he compuesto para la ocasión. Dice así:

Enróllate, tío

Enróllate, tío

Enróllate, tío

Enróllate, tío

Enróllate, tío

Si te quieres enrollar

Enróllate, tío

(al refrán)

Enróllate, tío

Enróllate, tío (etc.)

Como intuyo que gusta, repito la canción varias veces. Suben al estrado unos individuos fornidos y me invitan a abandonar el local. En la última semana ya he tenido dos encuentros con la poli, así que opto por aceptar su invitación.

04.21
Vomito en un parterre de la plaza Urquinaona.

04.26
Vomito en un parterre de la plaza Cataluña.

04.32
Vomito en un parterre de la plaza Universidad.

04.40
Vomito en el paso de peatones del cruce Muntaner-Aragón.

04.50
Paro un taxi; le digo que me lleve a casa; vomito en el taxi.

DÍA 17

11.30
Me despierto en mi cama. No sé cómo he llegado hasta aquí. Todavía llevo puesto el traje de luces, aunque he perdido la montera, el estoque y una oreja que me habían concedido, si no recuerdo mal. Trato de levantarme, pero no puedo. De la cabeza, mejor no hablar. Decido quedarme en la cama
remoloneando
. De todas formas, hoy es domingo y el bar de la señora Mercedes y el señor Joaquín estará cerrado. Todavía sin noticias de Gurb.

14.00
Me visto y salgo a dar un paseo. El tiempo es cálido y hay poca gente en la calle. Muchas familias se han ido a pasar el fin de semana en el campo en su
segunda residencia
. Todo está cerrado a cal y canto: las tiendas, por supuesto, y también los bares y los
restaurantes
. A mí, plim. Tal como tengo el estómago, soy incapaz de comer nada.

14.20
Encuentro abierta una tiendecita de artículos deportivos que durante los días laborables no vende una escoba. Quizá por esta razón abre los domingos y alquila bicicletas. Alquilo una bicicleta. Es un aparato muy simple de concepción, pero sumamente complicado de manejo, pues requiere el uso simultáneo de
las dos piernas
, a diferencia del andar, que permite dejar una pierna muerta mientras se avanza la otra. A este gesto o fracción de gesto (según se mire) se da el nombre de
pisar
. Si al andar se va colocando el pie izquierdo a la derecha del pie derecho y luego, en el gesto o fracción de gesto siguiente, se procede del modo inverso, esto es, colocando el pie derecho a la izquierda del pie izquierdo, la resultante se llama pisar
con garbo
.

15.00
Como la calle dispone de una pendiente pronunciada, el paseo en bicicleta se subdivide en dos partes bien distintas entre sí, a saber
a)
bajar,
b)
subir. La primera parte (bajar) es una gozada; la segunda (subir), una tortura. Por suerte, la bicicleta lleva adosados a ambos lados del manillar sendos frenos. Los frenos, al ser accionados, impiden que la bicicleta adquiera una velocidad creciente o acelerada en la bajada. En la subida, los frenos impiden que la bicicleta se vaya hacia atrás.

17.30
Devuelvo la bicicleta. El ejercicio me ha abierto el apetito. Encuentro abierta una churrería y me como un kilogramo de churros, un kilogramo y medio de buñuelos y tres kilogramos de pestiños.

18.00
Me siento en un banco de la calle a hacer la digestión. El tráfico, que hasta ahora era prácticamente inexistente, se va densificando por momentos. Esto sucede porque todo el mundo está volviendo a la ciudad. En los accesos a la ciudad se producen
retenciones
, que a menudo alcanzan el grado de
importantes retenciones
. Algunas de estas retenciones, sobre todo las denominadas
importantes retenciones
, duran hasta el próximo fin de semana, de modo que hay personas desafortunadas (y familias enteras) que se pasan la vida yendo del campo a la retención y de la retención al campo, sin llegar a pisar nunca la ciudad en la que viven, con el consiguiente menoscabo de la economía familiar y la educación de los niños.

La densidad del tráfico es uno de los problemas más graves de esta ciudad y una de las cosas que más preocupado tiene a su alcalde, también llamado Maragall. Éste ha recomendado en varias ocasiones el uso sustitutivo de la bicicleta y ha aparecido en los periódicos montado precisamente en una bicicleta, aunque, la verdad sea dicha, nunca lleva trazas de ir muy lejos. Quizá la gente haría más uso de la bicicleta si la ciudad fuera más llana, pero esto tiene mal arreglo, porque ya está casi toda edificada. Otra solución sería que el Ayuntamiento pusiera bicicletas a disposición de los transeúntes en la parte alta de la ciudad, con las cuales éstos podrían ir al centro muy deprisa y casi sin pedalear. Una vez en el centro, el propio Ayuntamiento (o, en su lugar, una empresa concesionaria) se encargaría de meter las bicis en camiones y volverlas a llevar a la parte alta. Este sistema resultaría relativamente barato. A lo sumo, habría que colocar una red o colchoneta en la parte baja de la ciudad para impedir que los menos expertos o los más alocados se cayeran al mar una vez efectuado el trayecto descendente. Quedaría pendiente, claro está, la forma en que la gente que hubiera bajado al centro en bicicleta volviera a la parte alta, pero esto no es cosa que deba preocupar al Ayuntamiento, porque no es función de esta institución (ni de ninguna otra) coartar la iniciativa de los ciudadanos. Otro invento: un preparado químico y un dispositivo de ignición que permita encender los puros pulsando la vitola. Temperatura, 21 grados centígrados; humedad relativa 75 por ciento; brisas moderadas; estado de la mar, llana.

19.10
Regreso a casa. En el portal encuentro a la vecina del tercero primera y a su hijo. Han dejado el coche en doble fila mientras ella descarga bolsas y paquetes. Su hijo, demasiado pequeño para ayudar a su madre en este menester, aguarda en la acera hurgándose la naricita. La vecina viste pantalón corto y camiseta ceñida, dos prendas que solazan a quien las ve.

19.15
Después de mirar un rato a la vecina escondido detrás de un árbol, me avergüenzo de mí mismo y me ofrezco a ayudarla en la descarga y transporte de bolsas y paquetes. Rehúsa mi ayuda. Me informa que cada fin de semana es la misma
tabarra
y de que ya está acostumbrada. Insisto y me permite cargar una bolsa de plástico llena de embutidos. Le pregunto si los ha fabricado ella misma. Respuesta: no; los he comprado en un pueblecito próximo a La Bisbal, donde tengo casa. Pregunta: ¿y por qué se los viene a comer aquí? Respuesta: no entiendo la pregunta.

19.25
Finalizada la descarga y transporte de bolsas y paquetes del coche
al
ascensor, subimos
en el
ascensor. Aprovecho la proximidad para calibrar las medidas corporales de mi vecina. Estatura de mi vecina (de pie), 173 centímetros; longitud del pelo más largo (zona occipital), 47 centímetros; del más corto (zona supralabial), 0,002 centímetros; distancia del codo a la uña (dedo pulgar), 40 centímetros; distancia del codo izquierdo al codo derecho, 36 centímetros (en posición de firmes), 126 centímetros (con los brazos en jarras).

19.26
Sacamos bolsas y paquetes
del
ascensor y los depositamos en el descansillo o rellano del tercer piso. Mi vecina me agradece la ayuda prestada y añade que me invitaría a pasar, pero que el niño está agotado. Se ha de bañar, cenar y meter en la cama pitando, porque mañana hay cole. Le digo que no quiero causarles ninguna molestia y que, de todos modos, ya tendremos ocasión de volvernos a ver, puesto que vivo en el mismo inmueble. Mi vecina responde que ya lo sabía, pues la portera le ha hablado de mí. ¿La habrá puesto al corriente de mis costumbres licenciosas?

20.00
Entretenido con la vecina, llego por los pelos a misa de ocho. Sermón largo, pero muy interesante. No confiéis en aquellos que os engañan; confiad más bien en aquellos que
no
os engañan.

21.30
Llego a la churrería cuando ya están echando el cierre. Me llevo todas las existencias.

22.00
Me como todo lo que he traído mirando la televisión. Decididamente, me gusta mi vecina. A veces uno busca lejos lo que tiene bien cerca. Es una cosa que nos sucede a menudo a los astronautas.

23.00
Pijama, dientes. ¿Y si me comprara una moto?

23.15
Leo
Medio siglo de peluquería en España
, tomo I (La República y la Guerra Civil).

00.30
Oraciones. Todavía sin noticias de Gurb.

DÍA 18

07.00
Me persono en el bar de la señora Mercedes y el señor Joaquín y encuentro a ambos, es decir a la señora Mercedes y al señor Joaquín,
cerrando
la persiana metálica. ¿A qué obedece esta inversión de las costumbres? Mejor dicho, ¿a qué obedece esta alteración de las costumbres? Explicación: la señora Mercedes ha vuelto a pasar la noche con un loro y ahora el señor Joaquín la acompaña al dispensario para que la reconozcan. Por esta causa han de cerrar el establecimiento al público, cosa que induce al señor Joaquín a
fruncir el ceño
. Les propongo hacerme cargo del local hasta su regreso. El señor Joaquín y la señora Mercedes se niegan. No quieren ocasionarme ninguna molestia. Les convenzo de que no es ninguna molestia; antes al contrario.

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