Empieza a derramarse la gasolina, sin que el viento deje de amenazar a los protagonistas con su incesante ulular.
Ahora es el cartel del cine Galaxy, una flecha puntiaguda de neón, el que se estrella contra la furgoneta, provocando una serie de chispazos.
Melissa hunde el rostro en el hombro de Bill. Súbitamente, el viento amaina…, pierde velocidad…, y finalmente se detiene. Bruscamente, se produce un profundo silencio. Entonces Melissa se aparta de Bill y baja la mirada. A sus pies, un tapacubos gira cada vez más y más despacio, hasta que finalmente cae al suelo. Melissa levanta la mirada.
Lo que hay por encima de ellos
Los dos vehículos destrozados. El goteo de la gasolina. Un silencio fantasmagórico que envuelve el lugar. Bill se decide a subir, rodeando los coches.
Interior del garaje. Después, Noche
Momento en que Bill y los demás salen del foso, uno tras otro, en silencio. La furgoneta de Tim ha sido agujereada tantas veces por los diferentes fragmentos voladores de metal, que parece el coche de Bonnie y Clyde.
Bill se adelanta. Una pared del garaje ha sido derribada por el coche que golpeó el de Tim, y por el agujero abierto vemos en el exterior los aparatos extractores de la gasolinera, con las luces titilantes, y un Cadillac volcado junto a ellos, con las ruedas arriba, del que intenta salir con dificultad su conductor, un hombre bastante obeso. Sonido distantes de sirenas.
Aturdidos, Bill y los demás salen al exterior a través de la pared abierta.
MELISSA
: Ha sido horrible.
BILL
: Hemos tenido mucha suerte. Ha sido un tornado de fuerza menor, con pequeñas explosiones
(señala hacia la carretera).
Afortunadamente, no nos hallábamos en medio de su trayectoria.
Jo sale precipitadamente, preocupada por su familia.
JO
: ¿Qué dirección lleva?
Exterior de la zona del garaje. Noche
Jo corre hacia el centro de la carretera, el paisaje ha quedado transformado. La hamburguesería se inclina en un ángulo extraño, distorsionada, como si una mano gigantesca la hubiera empujado. La pantalla del cine ha desaparecido. Gentes aturdidas salen para comprobar el estado de sus coches.
La oficina del motel aparece cubierta de montones de escombros, de entre ellos sale el mozo del mostrador y su padre, que se cubre la frente con una mano, pero parece estar bien.
JO
: ¡Dusty! ¡Pon la radio! ¡Quiero saber qué dirección ha seguido!
Dusty echa a correr hacia uno de los coches y enciende la radio. Jo lo mira fijamente por un momento. Entonces un coche de la policía y una ambulancia pasan a toda velocidad, con las luces y sirenas encendidas.
Ella corre hasta el vehículo.
Dusty en el coche
Con la radio en la mano.
DUSTY
: Se dirige hacia el norte.
JO
(echa a correr)
: ¡Noooo…!
Todos suben a los coches y siguen al de la policía que acaba de pasar.
Exterior Guthrie. Noche
La bonita y pequeña ciudad duerme sumida en la oscuridad de la noche, sólo se ven en el cielo los fogonazos ocasionales de los relámpagos. Súbitamente, empiezan a sonar las sirenas de alarma.
Poco a poco, se encienden las luces en las casas.
Interior de la casa de los Wilder.
Dormitorio de los padres. Noche
Las sirenas continúan sonando, cuando Jim enciende la luz y él y su mujer se levantan y se ponen batines. Vista de la habitación. Jim se acerca a la ventana y mira afuera. Margaret, medio adormilada, coge el reloj de la mesita de noche y se acerca a su marido.
MARGARET
: ¿Lo ves?
JIM
: Sí.
Él se aparta de la ventana cogiendo a Margaret de la mano, mientras el sonido se hace más agudo y las cortinas se agitan azotadas por el viento.
Interior de la cocina de los Wilder. Noche
No encienden las luces. Caminan, iluminados tan solo por los rayos, hasta llegar a la puerta del sótano, que abren y se disponen a descender por la escalera. En lo alto de la escalera, Jim se detiene para mirar.
JIM
: ¿Dónde está la linterna? Siempre hay alguien que la cambia de sitio.
MARGARET
: Vamos, no es momento para refunfuñar.
Jim encuentra la linterna y la enciende. El viento arrecia. Desenchufa el horno y cierra la llave del gas.
MARGARET
(voz)
: ¡Jim! ¡Ven!
En ese momento estallan a un tiempo todos los cristales de las ventanas de la cocina y los pedazos salen volando por todas partes.
Exterior. Conduciendo por la carretera. Noche
Siguiendo al coche de la policía, con las luces encendidas, que se dirige a Guthrie.
Interior del coche de Jo
VOZ PRIMERA
(por la radio)
: La cuña avanza hacia el norte, noreste, pasa ahora por Guthrie…
VOZ SEGUNDA
(por la radio)
: La veo desde la carretera ochenta…
VOZ TERCERA
(por la radio)
: Sigue siendo muy fuerte. Justo junto a la carretera ochenta… Es muy estable y se mantiene.
VOZ PRIMERA
(por la radio)
: Parece que en Guthrie lo van a pasar bastante mal…
¡Clic!
Jo apaga la radio. Se hace el silencio en el coche, que en ese momento sale de la carretera para tomar la secundaria que llega hasta la ciudad.
Exterior coche de Bill. Noche
En el momento en que salen de la carretera para dirigirse hacia Guthrie, el cielo aparece iluminado por luces de incendios Incluso a esa distancia, se intuye la acción devastadora del tornado en la pequeña población.
La carretera
Los bomberos rocían con sus mangueras los postes de teléfono ardiendo y los maderos que yacen desperdigados como palillos sobre la carretera.
Exterior Guthrie. Conducción lenta. Noche
La oscilación de la luz de los faros ilumina casas derruidas, convertidas en montones de escombros Los equipos de rescate trabajan para sacar a los supervivientes de entre las ruinas.
Familias aturdidas caminan por la calle, contemplando la escena apocalíptica.
Hay coches de policía y ambulancias; se ven destellos de luces por todas partes.
Brillo de los focos de las cámaras de televisión
Un grupo de periodistas entrevista a Jonas.
JONAS
: Era un tornado F cuatro o F cinco. Ustedes mismos pueden comprobar la terrible destrucción y sufrimiento que ha causado Esto es exactamente lo que deseo evitar mediante la creación de un adecuado sistema de alarma, que tengo la intención de supervisar.
Coche de Bill
El avance se hace difícil. En algunos lugares la calzada está bloqueada por maderos y cascotes, postes de conducción eléctrica derribados, que lanzan chisporroteos. Sólo pueden continuar a marcha lenta.
Los bomberos iluminan un árbol, donde vemos la bicicleta de un niño, y nada más.
En el coche
Melissa está aturdida. Jo intenta reprimir las lágrimas.
JO
: Se elevó aquí.
Siguen avanzando. Pasan junto a unas lámparas de acetileno que iluminan la acción: miembros del equipo de rescate abren un coche aplastado como si fuera una lata de refresco.
Una calle residencial. Noche
Casas apisonadas, otras inclinadas; un automóvil volcado, con los faros encendidos, ilumina un árbol al otro lado de la calle: en sus ramas, convertidas en lanzas, hay un hombre empalado. Un perro gime a sus pies.
Bill rodea el árbol, entra en el jardín de una casa y luego regresa a la calzada.
JO
: Derecha, gira a la derecha. Está ahí delante.
Doblan la esquina, pero no pueden continuar porque un montón de escombros bloquea el camino.
Jo no puede soportarlo por más tiempo; baja del coche y echa a correr. Bill aparca, sale del vehículo y va tras ella. Melissa sale aturdida.
Exterior parte delantera de la casa de los Wilder.
Noche
El buzón de correos aparece ladeado, casi tocando el suelo. Mientras Jo recorre el camino de acceso, vemos la casa parcialmente apisonada. Aún se puede reconocer la planta baja, pero el primer piso ha quedado hundido, como aplastado por un puño gigantesco.
Exterior patio trasero de los Wilder. Noche
La mesa del jardín donde estuvieron cenando esa misma noche, ha sido lanzada contra un lado de la casa, del que sobresale, todavía con el mantel puesto. Hay escombros esparcidos por todo el jardín, amontonados cerca de la casa. Jo sigue corriendo.
JO
: ¡Mamá! ¡Papá!
Se abre camino entre los cascotes, para llegar hasta la puerta de la cocina, pero, llegado un momento, no puede continuar, porque no tiene suficiente fuerza para apartar unas vigas que bloquean el camino. Bill llega entonces con una linterna.
BILL
: Por aquí.
Salta el montón de escombros, que se mueve precariamente. Entra en la casa por la ventana, con Jo tras él.
Interior de la casa de los Wilder. Noche
Bill llega al dormitorio de atrás, totalmente destrozado. La casa cruje amenazadoramente,
BILL
: ¡Jim! ¡Margaret!
Escuchan voces débiles, rítmicas; parecen provenientes de alguna radio encendida. Bill se adelanta. Jo aparece por la ventana, detrás de él.
En la cocina
El agua cae desde la rebosante pila al suelo inclinado.
Alguien o algo parece estar arañando el suelo de la primera planta. Una lámpara cae y se rompe en mil pedazos.
Bill levanta la mirada. El techo se ha desprendido, por lo que podemos ver el dormitorio de arriba. Todos los muebles están volcados y amenazan con caer sobre nosotros en cualquier momento. Bill dirige el haz de luz hacia arriba para ver mejor lo ocurrido.
Una mesita de noche se desliza por el suelo en pendiente y cae a la cocina. Varias revistas agrícolas y diferentes objetos quedan desparramados.
Bill se acerca al fregadero y cierra los grifos. Hay una radio sobre el mármol de la cocina:
RADIO
: …y un peligroso tornado de fuerza estimada F cuatro ha afectado a la ciudad de Guthrie hace unos pocos minutos. Según los informes llegados a nuestra redacción, ha habido importantes daños materiales y varios muertos. La policía y las ambulancias de los pueblos y ciudades vecinos…
Una viga desprendida cae y aplasta el aparato. Bill se aparta a tiempo. Jo entra y se queda detrás de Bill.
JO
: ¿Mamá? ¿Papá?
VOZ DE JIM
: Jo, ve con cuidado…
Ella alza la mirada. La voz llega de detrás de un aparador volcado. Hay platos rotos esparcidos por el suelo. Con dificultad, debido a la inclinación del suelo, ella y Bill apartan el mueble.
La casa vuelve a crujir. La estructura puede desmoronarse en cualquier momento.
El dormitorio superior
Arriba todavía quedan muebles pesados —la cama, la cómoda, un aparato grande de televisión—, que se desplazan ligeramente.
La cocina
Jo se asoma al piso inferior, llamando a gritos:
JO
: ¿Papá? ¿Estás bien?
(No hay respuesta.)
¿Papá?
VOZ DE JIM
: Creo que sí.
JO
: ¿Cómo está mamá?
Jim no contesta. Por detrás del aparador, la puerta que conduce al sótano ha desaparecido. Sólo hay un gran hueco abierto. Ella se adelanta.
JO
: ¿Papá? ¿Dónde está mamá?
JIM
: Jo…, no hay escalera.
Ella mira a Bill y tiende las manos. En la coge y, sosteniéndola por los brazos, la baja hasta el sótano.
BILL
: ¿Estás bien?
JO
: Sí.
La suelta. Se oye de nuevo ruidos amenazadores de muebles deslizándose. Bill mira hacia arriba. La cómoda se estrella en la cocina, pero él logra saltar a tiempo para evitar que le caiga encima. Después la aparta y baja al sótano.
Arriba
El pesado televisor empieza a moverse, y luego se detiene.
En el sótano
Jo tose, mira alrededor. Se acerca a su padre, que está agachado junto a su madre. Margaret está atrapada entre la pared y la nevera, que ha caído desde arriba.
JIM
: No puedo sacarla yo solo.
JO
: ¿Bill? Te necesitamos.
BILL
(que desciende)
: Ya estoy aquí.
JO
(a su madre)
: Mamá…, te sacaremos de ahí.
Su madre no dice nada y se limita a hacer un débil gesto de asentimiento.
Empujan la nevera, y cuando logran apartarla, vemos que Margaret tiene una herida sangrante en el hombro.
J
O
: No deberíamos moverla.
BILL
: Tenemos que hacerlo. Tráeme esa tabla de planchar.
Justo sobre sus cabezas, visible desde donde están, se encuentra el dormitorio. Una lámpara de pie cae hacia ellos como un proyectil.
El dormitorio de arriba
El televisor se desliza un poco más, pero lo frena el cordón del enchufe.
En la cocina
Suben a Margaret tendida sobre la improvisada camilla hecha con la tabla de planchar. Jim y Jo están arriba, pero Bill permanece todavía abajo, empujando. Margaret se encuentra en medio del hueco, entre la cocina y el sótano, justo debajo del televisor a punto de caer. Bill se da cuenta y empuja con más fuerza.
El televisor
El aparato se mueve y queda colgado del cordón durante un breve instante. Finalmente cae como una bomba.
La cocina
Margaret ya está arriba, a salvo. Bill se hace a un lado en el momento en que el televisor se estrella contra el suelo de la cocina y sigue su descenso por el agujero, hasta el sótano, haciéndose añicos justo donde un instante antes estaba Bill. Jo mira horrorizada.
El sótano
El polvo oscurece nuestra visión. Bill se levanta con dificultad. Está bien. Sube encima del televisor destrozado para alcanzar el borde del agujero y salir de allí. La casa cruje de nuevo.
Melissa fuera de la casa
Corre hacia una ambulancia que llega en ese momento.
CONDUCTOR
: ¿Señora? ¿Se encuentra bien?
MELISSA
(señala hacia la casa de los Wilder)
: Hay alguien ahí dentro.