Bocetos californianos (30 page)

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Authors: Bret Harte

BOOK: Bocetos californianos
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De-Hinchú debió ser feliz aquellos breves meses, ricos en promesas que no vimos cumplidas. Tenía para su pequeña amiga la misma supersticiosa adoración, aunque no el mismo capricho, que para su dios pagano, de porcelana. Sentía una inefable dicha en caminar tras de ella hasta el colegio, llevándole los libros, servicio siempre acompañado de algún cachete, debido a las pequeñas manos de sus hermanos de raza mogol. Construía para ella los más maravillosos juguetes, recortaba de zanahorias y de nabos las más sorprendentes flores y figuras, hacía de pepitas de melón, gallinas como naturales, construía abanicos y cometas, y era singularmente diestro en cortar para las muñecas fastuosos vestidos de papel. Ella, por su parte, jugaba también con él; le enseñaba canciones y lindezas, diole para su trenza una cinta amarilla, la que mejor sentaba a su color; leíale cuentos y narraciones y lo llevaba consigo a la clase del domingo; en oposición a los precedentes de la escuela y a manera de las mujeres mayores, triunfaba en esta innovación. Sería mi deseo poder añadir que consiguió que se convirtiera y que lo hizo abandonar su ídolo de porcelana; pero estoy contando una historia verdadera. La niña se contentaba con inspirarle su cristiana bondad, sin dejarle ver que estaba ya convertido. De modo que hicieron muy buenas migas la niña cristiana con su dorada cruz colgando de su blanca garganta, y el amarillo idólatra, con su horrible deidad de porcelana escondido en las profundidades de su vestidura.

El año de 1869 se recordará por mucho tiempo en San Francisco; durante dos días, una turba de sus ciudadanos se arrojaron sobre extranjeros indefensos, los mataron porque eran extranjeros y de otra raza, religión y color, y porque ofrecían su sudor al precio que podían obtener de él. Magistrados hubo tan pusilánimes, que se figuraron que había llegado el fin del mundo; hubo hombres de Estado, eminentes, cuyos nombres me avergüenzo de escribir aquí, que dudaron de que el artículo de la Constitución que garantiza a todo ciudadano extranjero la libertad civil y religiosa, era un principio moral incontrovertible. Sin embargo, no faltaron hombres no tan fáciles de asustar, y que en veinticuatro horas arreglaron las cosas de manera que los tímidos pudieran estrecharse las manos con seguridad, y los eminentes estadistas proferir sus dudas sin dañar a nada ni a nadie. Por aquellos días, recibí una esquela de Hop-Sing rogándome que fuese en seguida a verlo.

Su almacén estaba cerrado y defendido contra los ataques posibles de los revoltosos por numerosa policía. Hop-Sing me recibió con su habitual e imperturbable tranquilidad, pero, según me pareció, con mayor gravedad que de ordinario. Con el mayor silencio, me tomó de la mano y me condujo al fondo de la habitación y de allí por las escaleras al sótano. Reinaba en su interior casi una completa oscuridad, pero se distinguía algo tendido en el suelo, cubierto por un chal. Cuando me acerqué retiró el chal bruscamente y descubrió a De-Hinchú, el idólatra, ¡tendido allí exánime!

¡Muerto, mis queridos amigos, muerto!… ¡Maltratado hasta morir en las calles de San Francisco, en el año de gracia de mil ochocientos sesenta y nueve, por una banda de colegiales cristianos!… ¡niños de su edad!…

Con el corazón conmovido puse mi mano sobre su pecho, sentí algo que se desmenuzaba bajo su blusa y miré interrogativamente a mi acompañante. Hop-Sing introdujo su mano entre los pliegues de seda, y con la única sonrisa de amargura que vi jamás en el rostro de aquel caballero pagano, retiró un objeto de porcelana.

Era el ídolo de De-Hinchú, hecho trizas por una piedra de aquellos iconoclastas cristianos.

NOTAS

1
: Bolsa de Smith.

2
: San Francisco.

3
: Diminutivo de Alejandro.

4
: Dique arenoso.

5
: Dase el nombre de
flats
a los depósitos de aluviones.

6
: Árbol del país.

7
: Canal formado con tablas de madera, por donde se dejan correr, disgregadas con agua, las tierras auríferas pasando sobre mercurio donde se amalgama el oro.

8
: Partidario del Convenant.

9
: El supuesto jugador.

10
: En inglés,
borrico
.

11
: Nombre humorístico que se da a los inmigrantes chinos.

12
: Por
bureau
.

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