Comentarios psicológicos sobre las enseñanzas de Gurdjieff y Ouspensky Volumen II (9 page)

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Authors: Maurice Nicoll

Tags: #Autoayuda, #Esoterismo, #Psicología

BOOK: Comentarios psicológicos sobre las enseñanzas de Gurdjieff y Ouspensky Volumen II
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Desde cierto ángulo, el estudio del choque en el punto 6 es el estudio de cómo acrecentar la conciencia. Es denominado con el término Recuerdo de Sí pero toda la aplicación del Trabajo recae también sobre ese punto. El Trabajo debe ser dirigido hacia las impresiones que provienen del exterior. Esto no puede hacerse a menos que uno esté en un desacostumbrado estado de conciencia, un estado que difiere del ordinario. Entre el segundo estado de conciencia y el tercero hay muchas gradaciones. Examinemos el diagrama de los 4 estados de conciencia. Podemos señalar una diferencia de grado entre el llamado estado de vigilia y el estado de Recuerdo de Sí.

Supongamos que se tiene el propósito de no ser negativo con determinada persona. Es preciso mantenerse despierto en todo momento para lo que uno se propone y para el propio estado interior. Esta es una clase de Recuerdo de Sí, Cuando se recuerda uno a sí mismo habría que recordar ese propósito. Desdichadamente no podemos vivir mucho tiempo en ese estado de conciencia acrecentada porque toda la energía disponible para dicho estado se agota. La conciencia, como todas las otras cosas, se pesa y se mide. Hay tan sólo cierta cantidad de conciencia. Al cabo de un tiempo acrecentamos nuestra conciencia gradualmente, y entonces, en lugar de caer en un profundo sueño después de nuestros intentos de ser más conscientes, como muchas veces sucede, retenemos alguna percepción o memoria de nosotros mismos, alguna continuidad en nuestra vida interior. Pero nuestras ganas de dormir son muy fuertes, de modo que la tentativa de darnos el choque en el punto 6 a menudo nos agota momentáneamente. Nos sentimos como si hubiéramos trabajado demasiado. Ahora bien, no cuesta nada dormir porque el Trabajo no es necesario para la vida. Si supiéramos que deteniendo un minuto el "recuerdo de sí" nos íbamos a morir, entonces sería muy difícil caer en el sueño. Pero afortunadamente, o desdichadamente, una persona suele identificarse desde el mismo momento en que se levanta por la mañana, con su charla interior, y se queda dormida todo el día. Cuando se sorprende uno en ese estado de sueño, comprende lo que significa darse el choque en el punto 6. Quiero decir, que uno ve la diferencia entre un estado mecánico de sueño y un estado de mayor conciencia. El Recuerdo de Sí no puede explicarse con palabras porque es una experiencia, de mayor o menor intensidad. No es posible explicar una
experiencia,
Pero hay una descripción fundamental de lo que significa el Recuerdo de Sí, y ahora me referiré a ella y la compararé con el choque de respiración.

El choque de respiración consiste en un movimiento hacia fuera y un movimiento hacia dentro, o si se prefiere, un movimiento hacia dentro y un movimiento hacia fuera. Existen la inspiración y la expiración, y el acto completo de respirar o ciclo de respiración incluye a las dos. Pero no hay contradicción en los movimientos opuestos porque juntos forman un ciclo completo. Hacemos unos 20 ciclos por minuto. Recordarán que en la Tabla de Tiempo de los diferentes Cosmos, donde se dice que el "Tiempo es Respiración", se calcula el tiempo de respiración del Hombre en 3 segundos. Les pido que reflexionen sobre estas dos direcciones —hacia dentro y hacia fuera. ¿Cómo corresponde esto al acto psíquico del Recuerdo de Sí? ¿No recuerdan acaso el diagrama con las dos flechas que apuntaban en diferentes direcciones?

Esto es, por así decirlo, el diagrama del Recuerdo de Sí, y verán, en apariencia, una dirección doble o contradictoria.

Representemos ahora el primer choque de la respiración por medio de dos flechas:

Estas direcciones representan la respiración hacia dentro y la respiración hacia fuera. Ahora bien, el triángulo en el centro del Eneagrama tiene tres puntos, numéricamente llamados 3, 6 y 9, y cada punto representa un lugar de choque. El choque en el punto 3 es el de la respiración. Me pregunto si algunos de ustedes ha pensado que el segundo choque en 6 tiene —a saber, cierta correspondencia con el primero, es decir, que de algún modo se verifica "dentro y fuera" y "fuera y dentro". Es fácil ver examinando el diagrama del Recuerdo de Sí que primero va hacia una dirección y luego hacia la otra, dentro y fuera, fuera y dentro, del mismo modo que lo hace la respiración. Para aquellos que desean reflexionar sobre esta enseñanza y tener de ella una confirmación intelectual, llamaré la atención sobre el extraordinario triángulo situado en medio del Eneagrama y luego sobre la naturaleza del primer choque de Aire —esto es, el movimiento hacia dentro y hacia fuera de la respiración. Entonces les preguntaré: "¿Creen que el segundo choque en el punto 6 (el primer choque que se da conscientemente) no está relacionado por su carácter con el primer choque que se da mecánicamente en el punto 3?" El diagrama del Recuerdo de Sí nos demuestra que está relacionado.

Quiero que reflexionen sobre esas dos direcciones o movimientos psíquicos relacionados con el Recuerdo de Sí, que son distintos de las dos direcciones físicas o movimientos de la respiración. En el Recuerdo de Sí un hombre debe mirar hacia fuera y hacia dentro al mismo tiempo. Cuando una persona lo está haciendo basta mirarla a los ojos para no tener duda alguna, pues la expresión de los ojos cambia. Para recordarse a sí mismo es preciso mirar hacia dentro y hacia fuera. Se debe ver lo exterior y verse a sí mismo en relación con lo exterior. Pero en realidad nadie puede ver hacia dentro y fuera al mismo tiempo de igual modo que una persona no puede inspirar y expirar el aire al mismo tiempo. La atención de una persona debe ir hacia dentro y luego hacia fuera alternativamente, y si lo comparamos con la respiración cabe decir que el acto de Recuerdo de Sí es un movimiento hacia el interior y hacia el exterior, no un movimiento interior
ni
un movimiento exterior. El acto de Recuerdo de Sí es un movimiento doble como el acto de la respiración. Y así cabe pensar en el Recuerdo de Sí como si fuese un movimiento de vaivén, psicológico por su naturaleza, que tiene que ser llevado a cabo conscientemente —esto es, con cierta presión de la atención que es producida por el propósito o por el sentimiento del Trabajo. Por ejemplo, me fijo en una persona, y luego en mi reacción a la luz de mi propósito, luego exteriormente otra vez en la persona, luego interiormente en mi reacción, y así sucesivamente. De este modo la identificación se hace imposible.

Volveremos luego a estudiar el choque en el punto 6, pero agregaré lo siguiente. A menos que se llegue a comprender que el Trabajo, y toda la
psicología
esotérica, se ocupa de los estados interiores y trata de las
reacciones
a los otros que actúan sobre uno mismo, todo parecerá vago, fantástico e innecesario. La observación de Sí, el punto de partida de este Trabajo, finca en llegar a tomar conciencia de los estados interiores. La evolución es una evolución de los estados interiores. El desarrollo de sí es un desarrollo de los estados interiores. Sólo
uno
puede conocer sus propios estados interiores: sólo uno puede separarse de los estados inútiles, negativos o dañinos. Repito que es imposible llegar a ser más consciente, imposible darse el choque en el punto 6, a menos que se perciba qué clase de cosas se tiene dentro de sí y qué cosas tienen lugar en uno, y para que esto suceda es preciso ante todo que la atención se interiorice y observar las propias reacciones hacia lo exterior, pero al mismo tiempo es menester tener en cuenta lo exterior. Es preciso descubrir qué significan lo externo y lo interno y cuál es el sentido de ese movimiento hacia fuera y hacia dentro, porque estar
únicamente
en lo interno o
únicamente
en lo externo es estar equivocado. Estoy
yo
y está el
mundo exterior,
que
me
es transmitido por los sentidos. Está el mundo y están las propias reacciones ante él. Si no se puede hacer la distinción entre uno mismo y el mundo externo, no se puede aplicar el Primer Choque Consciente. Luego me ocuparé más extensamente de este tema.

Birdlip, 11 de marzo, 1944
El Eneagrama VI

Proseguiremos hablando del choque que es dado en el punto 6 en el Eneagrama. Les recordaré brevemente que éste es el Primer Choque Consciente, llamado en general el choque del Recuerdo de Sí, y este choque no tiene lugar mecánicamente en el Hombre. Repito estas nociones porque es importante captarlas. Toda la idea de la Psicología Esotérica y lo que más la distingue de la Psicología Occidental radica en el hecho de que no considera al hombre como si fuera consciente. La Psicología Esotérica contempla al Hombre como si estuviese en un estado de sueño en el cual todo le sucede, un estado en el que imagina estar consciente, un estado en el que imagina que tiene Voluntad, que tiene un Ego permanente y que puede actuar. La Psicología Esotérica nos enseña que todo eso es ilusión y que el Hombre se atribuye a si mismo lo que no posee. La primera etapa necesaria para poseer dichos atributos pertenece al choque en el punto 6 al que nos hemos referido desde diferentes ángulos. Algunas personas creen que un choque es sólo una experiencia súbita y desagradable. Por cierto, algunos choques son de esa clase y muy a menudo son útiles. Pero se necesita tener un concepto mucho más amplio del choque en el punto 6. Aquí es donde se introduce un cambio completo de perspectiva, un cambio completo de mente. Es preciso comprender realmente qué significa ver que las cosas no son lo que parecen ser. Hemos de comprender en verdad que nosotros y los demás estamos dormidos, y que no podemos actuar ni tenemos verdadera Voluntad ni tampoco un Ego permanente. Llegar a entenderlo produce un choque, un choque lento y, a veces, un choque súbito. Ya han oído en una etapa preliminar de la enseñanza una definición del Recuerdo de Sí en que se lo define como comprensión de nuestra mecanicidad. Cuando empezamos a entender que no somos nosotros quienes hacemos sino que es
Ello
el que hace, empezamos a saborear cierta clase de Recuerdo de Sí. Pero es preciso que comprendan que si no les es posible separarse de sí mismos, nunca llegarán a captar lo que significa darse cuenta de la propia mecanicidad. Dirán a todo 'Yo', y éste es uno de los mayores pecados que se puede cometer contra si mismo y contra los otros. En verdad somos una legión de 'Yoes' y nos tomamos como si fuéramos un solo 'Yo' y nos comportamos hacia las otras personas como si cada una fuera un solo 'Yo'. Cuando se observa uno imparcialmente y con sinceridad durante un período, se comprende hasta qué punto se es mecánico y se advierte que no se tiene derecho a decir "Soy yo quien ha hecho esto", sino que es preciso decir "Es Ello quien ha hecho esto". Y se da uno cuenta de que se cede a Ello y, por así decirlo, se lo llama 'Yo', si bien este no es un proceso consciente, sino una suerte de auto- justificación que obra en el trasfondo. Así, por ejemplo, un hombre cree que su charla interior es él mismo y en realidad son los 'Yoes' los que están hablando y las cosas que dicen las dicen en su propio nombre aunque uno cree que es uno mismo. Luego, de súbito, un 'Yo' más consciente, un 'Yo' del Trabajo, suele decirnos: ¿Por qué no estás en el Trabajo? Y entonces todo cambia completamente, la charla se detiene y todos los 'Yoes' que estaban charlando huyen y se esconden.

Ahora bien, no podrán darse un choque en el punto 6 si siempre hacen lo que les place o tratan de salirse con la suya. Salirse con la suya equivale siempre a permanecer dormido, a seguir siendo mecánico, a no ser más que una máquina. Cuando una persona se sale con la suya, cuando las cosas parecen andar sobre rieles, no va en contra de sí misma y no es consciente. Cuando dos cosas se cruzan, logramos un ligero momento de conciencia. Nos despertamos un poco, por un momento. Si nunca oponemos el Trabajo a la vida, no habrá lucha alguna, en amplio sentido, porque el Trabajo y la vida siguen direcciones diferentes, y esta lucha no puede compararse con las pequeñas luchas de la vida cotidiana. Una vez que esa lucha empieza a formarse en un hombre, permanece y se siente todo el tiempo. Es sabido que no se puede hacer lo que se quiere, a veces más distintamente y a veces menos distintamente, pero se sabe siempre, y se lo conoce, que si las cosas parecen fáciles es imposible engañarse pretendiendo que esto es lo que se quería. La realidad del Trabajo llega a ser una realidad más importante que las realidades de la vida. Cuando las cosas son fáciles en la vida, cuando las relaciones que se tienen con la vida son momentáneamente buenas, ello no impide que la presencia del Trabajo permanezca siempre detrás. La vida puede procurarnos satisfacciones y el Trabajo también, pero son diferentes por el sabor. Todo esto se refiere a lo que dije acerca del Primer Choque Consciente, en el sentido de que debemos conocer la diferencia entre estar dormido y estar despierto por su sabor interior aun antes de conocer de qué modo nos daremos el choque.

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