Read El banquero anarquista Online

Authors: Fernando Pessoa

Tags: #Relato, #Cuentos

El banquero anarquista (6 page)

BOOK: El banquero anarquista
2.13Mb size Format: txt, pdf, ePub
ads

—Realmente —dije yo— ud. es anarquista. En todo caso, da ganas de reír, incluso después de haberlo oído, comparar lo que ud. es con lo que son los anarquistas que andan por ahí…

—Mi amigo, yo ya se lo dije, ya se lo demostré, y ahora se lo repito… La diferencia es sólo ésta: ellos son anarquistas sólo teóricos, yo soy teórico y práctico; ellos son anarquistas místicos y yo, científico; ellos son anarquistas que se agachan, yo soy un anarquista que combate y libera… En una palabra: ellos son pseudoanarquistas y yo soy anarquista.

Y nos levantamos de la mesa.

Lisboa, enero de 1922.

Apéndices

1. Fragmento escrito en inglés

(Transcrito del original, sin correcciones)

[27
2
D-15 y dorso]

[Mixto]

We had finished dining. In front of me my friend, the banker, great merchant and remarkable profiteer, was smoking in an unthinking way. Conversación, which had been dying away, lay now dead between us. I tried to cali itback to life, in a chance manner, availing myself of an idea that has crossed my meditation. I turned, smiling, to him.

—Look here: they told me a few days ago that you were once an anarchist.

—Once isn't right. I haven't changed in that respect. I
am
an anarchist.

—Good heavens! You an anarchist! How can you be an anarchist? Unless you give the word some meaning which is quite different.

—From the common one? No, I don't. I use the word in the usual sense.

—Do you mean to say then that you are anarchist in exactly the same sense as these trade unión chaps are anarchists? So there's no difference between you and these bomb or strike beggars?

—Oh, no
1
: there
isa
. difference. Of course there is a difference. But it's not the sort of difference you might suppose. You suppose, for instance, that my social theories can'tbe the same as theirs?

—Oh, I see. In theory you're an anarchist; in practice…

—In practice I'm as much an anarchist as in theory. And in practice I'm much more —oh ever so much more— of an anarchist than those chaps you mentioned. All my life shows
2
it.

—Eh?

—All my life shows
3
it, my boy. The fact is, you have never given these things a lucid attention. That's why you think I'm talking nonsense, or fooling you all the time.

—But, man, I can't make head or tail of what you're saying! Unless, unless you think your life corruptive and anti-social and think anarchism is that.

—I've told you already that I think nothing of the kind. I mean: I've told you that by anarchism I mean only what is usually meant by the word.

—All right… I'm still at sea. Look here, man: do you mean to say that there's no difference between your really anarchistic theories and the practice of your life —the practice of your life as it is now? Do you want me to believe that you have a life exactly like that of the chaps who are commonly called anarchists?

—No, that's not the point. What I mean to say is that between my theories and the practice of my life there is no antagonism, but an absolute conformity. I know, of course, that my life doesn't resemble the life of those bomb and trade unión chaps. But it's
theirlife
that is outside anarchism, outside their own ideáis. Mine isn't. In me —yes, in me, the banker, the great merchant, the profiteer, if you like— the theory and the practice of anarchism are joined and both right. You compared me to those bomb and narchism are joined and both right. You compared me to those bomb and trade unión fools just to point out that I am different from them. I am, but the difference is in this: they (yes, they and not I) are anarchists only in theory; I am an anarchist in both theory and practice. They are anarchists and fools, and I am an anarchist and not a fool. That is to say, old man, I am the real anarchist. They-the bomb and trade unión men (I was once with them, but I left them exactly because I was really an anarchist) —they are the rubbish of anarchism, the females of the great doctrine of freedom.

—Good Lord! I've never heard anything like that! That's bewildering! But how do you fit your life —I mean your life as a banker and a business man— into your anarchist theories? How do you fit it if you say that you mean by anarchist theories exactly what everybody (any common anarchist) means? And you say, on top of all that, that you're different from them because you're more of anarchist than they are, don't you?

—Yes.

—I can't under stand you at all.

—But would you like to understand?

—Of course I would.

He removed from his mouth the cigar, which had gone out, lit it slowly, stared at the waning match, put it lightly on the ash-tray; then, turning to me his head, which had sunk for a moment said: 

1
Variante superpuesta y manuscrita para "no": "yes".

2
Variante puesta debajo y manuscrita para "shows": "proves".

3
Variante superpuesta y manuscrita para "shows": "proves".

2. Textos alternativos y complementarios

(Transcrito del original, sin correcciones)

[27
2
D-1]

[M.]

Pasó la mano horizontalmente, en un g esto de vaga caricia, sobre el bigote que sería poblado si no estuviera cortado al ras
4
.

Y prosiguió hablando; y yo me distraje de él para escucharlo.

¡Le descubro
5
un deseo, hombre, le descubro
6
un deseo!… Y reímos juntos —el banquero y yo*.

[27
2
D-dorso]

[M.]

¿Cómo sería este hombre de joven? Lo miré, como tantas veces lo he mirado, pero esta vez de nuevo. Su estatura media, de hombre alto y fuerte, no se notaba, estando él sentado. La cara sería grosera si no estuviese, por encima de los ojos un poco cansados y de las cejas espesas, la amplitud de la frente. Percibí por primera vez, al fijarme en el cigarro encendido, sus manos secas, un poco más largas de lo que su tipo físico normalmente consentiría. Dejé de mirar porque él iba a hablar.

[27
2
D-2]

[M.]

Alrededor de nosotros el restaurante se callaba, ya casi desierto. Habíamos hablado mucho, y largamente, pero ahora la conversación, que se había venido enfriando, yacía inerte entre nosotros.

Intenté reanimarla con un recuerdo que de repente me surgió, con respecto a él. Erguí la cabeza y lo miré sonriendo, doblemente calmo, quieto.

Fue esto: me dijeron que en sus tiempos ud. fue anarquista.

[2
7
2
D—
3
]

[M.]

¿Sabe lo que me recuerda el estado actual de Rusia?

—¿Qué?

4
Variante superpuesta para "al ras": "pequeño".

5
Variante superpuesta para "le descubro": "descubro en ud. "

6
ídem
.

* El segundo párrafo se presenta separado del primero por una línea horizontal, a todo lo largo de la hoja, no siendo obviamente su continuación.

—Un colegio de jesuitas. Los jesuitas tienen al menos la explicación de la religión: los otros no. Los comunistas son los jesuitas sin excusa*1.

—mire que un niño come mucho—

Ni pensé en sonreír.

—¿De qué se ríe usted?

—Ese socio con el que ud. anduvo fue el tal que le dio la mano, y…

—Fue; no había otro. ¿Y entonces?

—Nada.

—¿Ud. encuentra falta de escrúpulos?

—Yo no iba a decir tanto…

—No lo iba a decir, pero ya lo estaba pensando… Pues claro que fue falta de escrúpulos.

[27
2
D-4 y dorso]

[M.]

Mire, mi amigo: las ideas que se piensan válidas, también es porque se las siente. Nada vive en este mundo —ni la más abstracta de las ideas— si no está arraigado en el corazón. ¿Amor intelectual por la humanidad? ¿Sentimiento abstracto de justicia?

Mande todo eso [a] pasear; y ni paseará porque no tiene piernas para eso
7
.

¿Noción de justicia? Todos la tenernos. ¿Y qué justicia hacernos nosotros? ¡Palabras de cura!, todos decimos eso. ¿Y cómo va nuestra caridad? Mi viejo, entre que la gente se convenza de una cosa y sentir que se convenció de ella hay una gran distancia. Y en esa distancia está todo. Está aquel todo donde no estamos nosotros…
8

Les hago un favor. Los llamo, por caridad, seudoa-narquistas. ¡Porque anarquista, mi amigo, soy yo!

Y, con un resto de gestos triunfal, pidió la cuenta*2.

[M.]

Es verdad:

—Me dijeron aquí hace días algo gracioso con respecto a ud.

—¿Qué era?
10
Algo bueno no era, naturalmente.

*1 Véase variante de este texto, 27
2
D-i2, donde, con un desarrollo mucho mayor, se retoma la referencia a la Revolución Rusa. El texto estaba destinado a ser insertado, en la versión de 1922, a continuación de la frase: "También ¿qué podía esperarse de un pueblo de analfabetos y de místicos?… " (p. 10).

7
Al comienzo de la página existe un esbozo de poema que comienza: "Concluid, señora, que el buen día es oscuro" y una referencia a Shakespeare.

8
Variante, en la secuencia de la línea y entre paréntesis rectos, para la última frase: "Está todo, sí, incluso nosotros".

9
Variante superpuesta para "resto de gesto": "gesto aún".

*2 Texto que, visiblemente, constituiría un nuevo final para el cuento.

10
Variante superpuesta: "¿Con respecto a mí?".

—Ni bueno ni malo. Simplemente, lo encontré gracioso. Me dijeron que ud. en sus tiempos fue anarquista.

—Está equivocado, pero lo que está equivocado es el "fue". Fui anarquista y soy anarquista.

—¡Eso es mejor todavía!… Entonces ud… Ah, ya comprendo: ud. es anarquista teórico. A ud. la doctrina anarquista le parece buena, pero o la halla inviable en la práctica, o por lo menos inviable para ud., en su vida de banquero y gran comerciante.

—No es nada de eso. Soy anarquista en
11
teoría y soy anarquista en la práctica. Soy banquero y gran comerciante no
a pesar de
ser anarquista, sino
porque
soy anarquista.

—Ahora sí que no entiendo nada. Ud. establece entre su anarquismo y su negocio una relación, por así decir, de causa a efecto*.

[2
7
2
D-6y
7
]

[M.]

—No es por así decir: es precisamente así. Me hice banquero y gran comerciante en obediencia, obediencia consciente y orientada
12
, a mis principios anarquistas.

Quedé boquiabierto. Me pasé la mano lentamente por la cabeza, como para quitarme un velo de asombro, y conseguí hablar.

—Pero vea: esto así es un embrollo cualquiera. Lo más natural es una cosa que muchas veces ocurre en discusiones: una cuestión de definiciones.

—¿De definiciones?

—Sí: estamos hablando de anarquismo sin definir la palabra. No nos entendemos, o por lo menos, yo no lo entiendo. Lo más seguro es que ud. entienda por anarquismo una cosa, y que yo entienda otra. Dígame ud. lo que entiende por anarquismo.

—Por anarquismo entiendo aquella doctrina social extrema que cuestiona
13
que no debe haber entre los hombres otras diferencias o desigualdades sino las naturales, ni pesar sobre los hombres otras penas u otros males sino los que la propia Naturaleza da… La abolición, por consiguiente, de todas las castas, de la aristocracia, del dinero, de todas las convenciones sociales que promueven la desigualdad. La abolición, también, de todas las convenciones sociales contra la Naturaleza, las patrias, las religiones, el casamiento… ¿No era esto lo que ud. entendía por anarquismo?

—Oh, hombre, por desgracia para mi criterio, era justamente eso. Dígame: ¿estoy loco? El banquero rió.

—¿Y ud. quiere curarse? Si quiere yo lo curo. El tratamiento es un poco largo

11
Variante superpuesta para "en": "en la".

* El texto está encabezado por el título
El banquero anarquista
, seguido de dos indicaciones: "perfeccionar el argumento de mutua influencia" y "aumentar el argumento extraído". Tal como 27
2
D-2, constituye otra variante para el primer párrafo de la versión de 1922 (p. 5), continuando en 27
2
D-6 y 27
2
D-7.

12
"orientada", palabra dudosa, con variante superpuesta: "predeterminada".

13
"cuestiona", palabra dudosa, con variante superpuesta: "proclama".

pero da resultado.

—¿El tratamiento? ¿Qué tratamiento?

—Voy, si ud. quiere, a explicarle todo eso: explicarle cómo me volví anarquista, explicarle cómo por ser anarquista me volví gran comerciante y banquero, gran comerciante y hasta, como ud. sabe, acaparador, continuo, por eso mismo y fiel a mis principios anarquistas. Lleva un rato decirlo pero ud. queda convencido. Por eso le dije que el tratamiento era un poco largo pero daba resultado. ¿Quiere escuchar?

—¡Eh, sí quiero! Diga, diga…

[27
2
D-8]

[Mixto]

—Nací, como ud. sabe, de lo que en lenguaje burgués se llama "gente humilde", esto es, de gente pobre de clase trabajadora. Cuando se es pobre pero con aire burgués se dice "buena gente". Cuando se es trabajador pero autosuficiente se dice "gente del pueblo". Yo nací como humilde.

Sonreí. Él continuó.

—Cuando digo "pobre", quiero decir realmente pobre, una familia en que no se gana lo bastante para el sustento, y mucho menos para lo también mayormente necesario, o que puede ser necesario, como remedios. Cuando se es trabajador, pero se gana lo bastante para todo eso, ya se está en lo que yo llamo autosuficiente.

—Es el sentido lógico de la palabra, pero no es el usual.

—Pues no. Es por eso que le estoy explicando.

Sacó un cigarro de la cigarrera, le cortó bruscamente la punta, lo encendió con una rápida caricia, y después de meditar abstractamente un poco, mientras exhalaba la primera bocanada, me encaró con una especie de decisión intelectual.

BOOK: El banquero anarquista
2.13Mb size Format: txt, pdf, ePub
ads

Other books

Shogun by James Clavell
Aura by Abraham, M.A.
Jubilee Hitchhiker by William Hjortsberg
At-Risk by Amina Gautier
Endless Night by Richard Laymon
The Darkest Road by Guy Gavriel Kay
700 Sundays by Billy Crystal