El ejército chlipukaniano se detiene. El solario arde en primer lugar, con todos los huevos, y el ganado, y luego el incendio se propaga al resto de la cúpula.
El tocón de la Ciudad prohibida se ha visto afectado desde los primeros segundos de la catástrofe. Las porteras han estallado. Unas guerreras se lanzan en un intento de liberar a la única ponedora. Pero es demasiado tarde, ésta ha muerto ahogada por los gases tóxicos.
Las alertas crepitan a toda velocidad. Alerta en 1ª fase; se lanzan las feromonas excitantes; alerta en 2ª fase: siniestro tamborileo en todos los corredores; alerta en 3ª fase: unas «locas» corren por las galerías y comunican su pánico; alerta en 4ª fase: todo lo precioso (huevos, sexuados, ganado, alimentos…) hacia los niveles más profundos, mientras que en sentido inverso las soldados suben para presentar batalla.
En la cúpula tratan de encontrar soluciones. Llegan legiones de artilleras para extinguir el fuego en ciertas zonas lanzando ácido fórmico concentrado a menos del 10 %. Estos bomberos improvisados, al darse cuenta de la eficacia de su esfuerzo, riegan a continuación la Ciudad Prohibida. Quizá humedeciéndola puedan salvar el tocón.
Pero el fuego avanza. Se ahogan con los humos tóxicos. Las arcadas de madera incandescente caen sobre la multitud embotada. Los caparazones se funden y se retuercen como plástico en una cacerola.
Nada resiste el asalto de ese calor extremo.
Episodio:
me he equivocado. No somos iguales, somos concurrentes. La presencia de los humanos sólo es un corto «episodio» en su reinado indiviso sobre la Tierra.
Ellas son infinitamente más numerosas que nosotros. Poseen más ciudades, ocupan muchos más nichos ecológicos. Viven en zonas secas, heladas, cálidas o húmedas, donde ningún hombre podría sobrevivir. Dondequiera que miremos, hay hormigas.
Estaban aquí cien millones de años antes que nosotros, y a juzgar por el hecho de que han sido uno de los pocos organismos que han resistido la bomba atómica, seguramente seguirán aquí cien millones de años después que nosotros. Nosotros no somos más que un accidente de tres millones de años en su historia. Por otra parte, si unos extraterrestres llegaran un día a nuestro planeta, no se equivocarían. Tratarían sin duda alguna de hablar con ellas. Ellas son las verdaderas dueñas de la Tierra.
Edmond Wells
Enciclopedia del saber relativo y absoluto.
La mañana del día siguiente, la cúpula ya ha desaparecido por completo. El tocón negro ha quedado erguido, desnudo, en medio de la ciudad.
Cinco millones de ciudadanos han muerto. De hecho, todas las hormigas que estaban en la cúpula y en sus inmediatos alrededores.
Todas las que tuvieron presencia de ánimo para bajar están indemnes.
Los humanos que viven debajo de la Ciudad no se han dado cuenta de nada. La enorme losa de granito se lo ha impedido. Y todo ha ocurrido durante una de sus noches artificiales.
La muerte de Belo-kiu-kiumi queda como el hecho más preñado de amenazas; al carecer de su ponedora, el Nido parece claramente amenazado.
El ejército chlipukaniano, sin embargo, ha participado en la lucha contra el fuego. En cuanto las guerreras se enteran de la muerte de Belo-kiu-kiuni, envían mensajeros a su Ciudad. Unas horas después, sobre un coleóptero rinoceronte, llega Chli-pu-ni en persona para comprobar los destrozos.
Cuando llega a la Ciudad prohibida, unas hormigas bomberos están aún regando las cenizas. Ya no hay contra qué luchar. La reina pregunta, y le cuentan el incomprensible desastre.
Como ya no hay reinas fecundas, se convierte naturalmente en la nueva Belo-kiu-kiuni y hace suyos los aposentos reales de la Ciudad central.
Jonathan es el primero en despertar y le sorprende oír la crepitación de la impresora del ordenador.
En la pantalla hay una palabra.
¿Por qué?
Así que ellas han emitido durante la noche. Quieren dialogar. Teclea la frase que precede ritualmente cada diálogo.
Humano:
Saludos, soy Jonathan.
Hormiga:
Yo soy la nueva Belo-kiu-kiuni. ¿Por qué?
Humano:
¿La nueva Belo-kiu-kiuni? ¿Dónde está la antigua?
Hormiga:
Vosotros la habéis matado. Yo soy la nueva Belo-kiu-kiuni. ¿Por qué?
Humano:
¿Qué ha pasado?
Hormiga:
¿Por qué?
Y luego la conversación se corta.
Ahora ya lo sabe todo.
Son ellos, los humanos, quienes lo han hecho. Madre les conocía. Siempre supo quiénes eran.
Y mantuvo la información en secreto.
Y ordenó la ejecución de todos aquellos que hubiesen podido desvelar el menor indicio.
Y les mantuvo, a ellos, en contra de sus propias células. La nueva Belo-kiu-kiuni contempla a su madre inerte.
Cuando la guardia viene a buscar los despojos para arrojarlos en la depuradora, se sobresalta.
No, no hay que tirar ese cadáver.
Mira fijamente a la antigua Belo-kiu-kiuni, de la que ya se desprenden olores de muerte.
Sugiere que se peguen con resina los miembros destrozados. Que se vacíe el cuerpo de su carne blanda y que se la sustituya por arena.
Quiere conservarla en sus propios aposentos.
Chli-pu-ni, la nueva Belo-kiu-kiuni, reúne a algunas guerreras. Propone que se reconstruya la Ciudad central de forma más moderna. En su opinión, la cúpula y el tocón eran demasiado vulnerables. Y asimismo hay que dedicarse a la búsqueda de ríos subterráneos, y a la apertura de canales que unan entre sí todas las ciudades de la Federación. Para ella, el porvenir está ahí, en el dominio del agua. Podrán protegerse mejor de los incendios, y también viajar con rapidez y sin peligro.
¿Y los humanos?
Emite una respuesta evasiva:
No son de un gran interés.
La guerrera insiste:
¿Y si nos atacan otra vez con su fuego?
Cuanto más fuerte es el enemigo, más nos obliga a superarnos.
¿Y los que viven bajo la gran roca?
Belo-kiu-kiuni no contesta. Pide que la dejen sola. Luego, se vuelve hacia el cadáver de la antigua Belo-kiu-kiuni.
La nueva reina inclina delicadamente la cabeza y posa sus antenas en la frente de su Madre. Se queda inmóvil durante mucho tiempo, como sumida en una CA eterna.
— FIN —
Ácido fórmico:
arma de chorro. El ácido fórmico más corrosivo está concentrado en un 40%.
Ácido indolacético:
herbicida.
Ácido oleteo:
vapor emitido por los cadáveres de las hormigas.
Alcohol:
las hormigas saben provocar la fermentación del melado del pulgón y el jugo de cereales.
Alimentación:
régimen corriente de una roja: 43% de pulgón, 41% de carne de insecto, 7% de savias de árbol, 5% de hongos, 4% de cereales.
Altura:
cuanto más elevado está un nido más busca la ciudad tener una gran superficie expuesta al sol. En las zonas cálidas, los hormigueros están enterrados por completo.
Aposentos nupciales:
lugar donde la reina pone los huevos.
Araña:
monstruo que devora a la gente a trocitos adormeciéndola entre cada amputación.
Armas mirmeceanas:
mandíbulas sables, aguijón envenenado, vaporizador de cola, vejiga de ácido fórmico, garras.
Avispas:
primas primitivas y venenosas de las hormigas. Peligro.
Ayuno:
una hormiga puede vivir seis meses sin comer en estado de hibernación.
Batalla de las Amapolas:
en el año 100.000.666, primera guerra federal que enfrentó el arma bacteriológica con los tanques.
Bel-o-kan:
ciudad central de la Federación Roja.
Belo-kiu-kiuni:
reina de Bel-o-kan.
Buche social:
órgano de la generosidad.
Cabeza;
unidad de medida mirmeceana.
Cadáver:
cutícula vacía.
Caracol:
mina de proteínas. Comestible.
Casta:
en sentido general son tres: sexuados, soldados, obreras; se subdividen en subcastas: obreras agrícolas, soldados artilleras, etc.
103.683:
soldado belokaniana.
56:
nombre de Chli-pu-ni virgen.
Cisterna:
depósito para el rocío.
Ciudad prohibida:
fortaleza que protege los aposentos nupciales. Las ciudades prohibidas pueden estar instaladas en madera, cemento e incluso en la roca.
Civilización mirmeceana:
civilización de las hormigas.
Climatización:
regulación de la temperatura en las grandes ciudades, mediante solario, excrementos, y bocas para la circulación de aire fresco situadas en la cúpula.
Chinche:
depredador de los rebaños de pulgones. Comestible.
Corazón:
sucesión de muchas bolsas con forma de pera encajadas las unas en las otras. El corazón está situado en la espalda.
Comunicación absoluta (CA):
intercambio total de pensamientos por contacto antenar.
4.000:
cazadora roja residente en Guayei-Tyolot.
Chli-pu-kan:
ciudad ultramoderna construida por Chli-pu-ni.
Chli-pu-ni:
hija de Belo-kiu-kiuni.
Densidad:
en Europa, se cuenta una media de 80.000 hormigas (contando a todas las especies) por metro cuadrado.
Depuradora:
montículo que se encuentra en la entrada de los hormigueros donde los insectos arrojan sus desechos y sus cadáveres.
Dinastía:
sucesión de reinas hijas en un mismo territorio.
Dionea:
vegetal salvaje común en los alrededores de Bel-o-kan. Peligro.
Ditico:
coleóptero marino y submarino. Comestible.
Dodecadecimal:
sistema de evaluación cifrada mirmeceano. Las hormigas cuentan en base doce porque tienen doce garras (dos en cada pata).
Dogma de las reinas:
conjunto de informaciones preciosas transmitidas de antena en antena de reina madre a reina hija.
Doríforo:
coleóptero de élitros anaranjados marcados con cinco líneas longitudinales negras. Los doríforos se alimentan por lo general de patatas. El jugo de doríforo es un veneno mortal.
Edad de la reina:
una reina roja vive por término medio 15 años.
Edad de los asexuados:
una obrera o una soldado roja vive por lo general 3 años.
Efímero:
especie de pequeña libélula con la cola en forma de horquilla. La larva vive tres años, y el individuo eclosionado entre 24 y 48 horas. Comestible.
Enanas:
principales enemigas de las rojas.
Enfermedades:
las enfermedades más corrientes entre las hormigas rojas son la «conidia» (provocada por un hongo parásito), la «ageritela» (una especie de descomposición de la quitina), el gusano cerebral (gusano parásito que anida al nivel de los ganglios subesofágicos), hipertrofia de las glándulas labiales (hinchazón anormal del tórax que aparece a partir del estado larvario), la
alternaria
(esporas mortales).
Escarabajo:
impulsor de bolas. Comestible.
Esclavistas:
especie guerrera incapaz de sobrevivir sin la ayuda de siervas.
Excremento:
el excremento de la hormiga es mil veces menos pesado que su cuerpo.
Federación:
agrupación de ciudades de una misma especie. Una federación de hormigas rojas comprende por término medio 90 nidos en una extensión de 6 hectáreas que comprenden 7,5 kilómetros de pistas de huella y 40 kilómetros de pistas olorosas.
Feromona:
frase o palabra líquida.
Frío:
sedante universal en el mundo insecto.
Fuego:
arma tabú.
Fuerza:
una hormiga roja puede arrastrar sesenta veces su peso. Desarrolla por tanto 3,2 x 106 caballos.
Glándula de Dufour
. glándula que contiene las feromonas pistas.
Glándula de veneno:
vejiga en la que se almacena el ácido fórmico.
Grado:
unidad de cuenta de tiempo-temperatura y de tiempo cronológico. Cuanto más calor hace, más se contraen los grados-tiempo; cuanto más frío hace, más se extienden.
Grano:
a las hormigas rojas les gusta el elayosoma de los cereales; es decir el fragmento más rico en aceite. Un nido mediano cosecha 70.000 granos de cereal por estación.
Guerra de los Fresales
. En el año 99.999.886, la guerra de los Fresales fue el enfrentamiento de las amarillas y las rojas.
Herbicidas:
mirmicacina, ácido indolacético.
Hibernación:
gran sueño que se prolonga de noviembre a marzo.
Hormiga enmascarada:
especie dotada para la química orgánica.
Huevo:
Hormiga muy joven.
Humanos:
monstruos gigantes evocados en algunas leyendas modernas. Sobre todo se conoce a sus animales rosa domesticados: los dedos. Peligro.
Lagarto:
dragón para la civilización mirmeceana. Peligro.
Larva de hormiga-león:
arenas movedizas carnívoras. Peligro.
La-chola-kan:
la ciudad situada más al oeste de la Federación.
Legión:
masa de soldados que maniobran de forma simultánea.
Lomechuse:
coleóptero productor de una droga mortal. Peligro.
Luciérnaga:
coleóptero productor de una luz fosforescente.
Lucha a mandíbulas:
deporte mirmeceano.