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Authors: Melanie Gideon

Tags: #Romántico

Las mujeres casadas no hablan de amor (13 page)

BOOK: Las mujeres casadas no hablan de amor
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Lo que hay de malo es que, últimamente, cuando estamos juntos, es casi lo mismo que estar cada uno por su lado. Yo soy la que empieza todas las conversaciones, la que lo informa respecto a todo lo que pasa con los niños, la casa y la economía familiar, y la que le pregunta cómo le va la vida. Él casi nunca me retribuye la atención y jamás revela espontáneamente información sobre sí mismo.

—Nada, claro que no. Es genial ir los dos solos. Podemos hacer lo que nos dé la gana. ¡Será divertido! —respondo, recurriendo a mi voz exageradamente entusiasta de Mary Poppins cruzada con la de la señorita Truly Scrumptious.

Me gustaría tener una vida más plena con él. Sé que es posible. Gente como Nedra y Kate tienen una vida más plena. Hay parejas que preparan moussaka juntas, mientras escuchan jazz por un canal de radio de internet, después de hacer la compra en un mercado de agricultores. Cuando van al mercado, hacen la compra muy lentamente (la lentitud parece ser esencial para una vida plena): visitan todos los puestos, prueban la fruta, huelen las hierbas (porque saben distinguir entre limoncillo y melisa) y al final se sientan en una terraza y comen pastitas veganas. Una vida plena no tiene nada que ver con el dinero, pero tiene mucho que ver con la capacidad de apreciar las cosas mientras suceden, en lugar de pensar constantemente en lo que vendrá después.

—Mira, Alice…

Caroline entra en la cocina con un libro en la mano.

Hasta ahora, Caroline no ha tenido suerte en su búsqueda de empleo. Ha hecho un montón de entrevistas (no faltan empresas de nuevas tecnologías en el área de la bahía), pero ha obtenido pocas respuestas. Sé que está nerviosa, pero le he dicho que no se preocupe y le he asegurado que puede quedarse con nosotros hasta que consiga trabajo y disponga de suficiente dinero ahorrado para pagar la fianza del alquiler de un apartamento. Tener a Caroline en casa no es una carga. Además de ser una estupenda compañía, no hemos tenido nunca una invitada que ayudara tanto en casa como ella. La voy a echar de menos cuando se vaya.

—Mira lo que he encontrado —dice con voz cantarina—. Dramaturgia creativa.

Me da el libro y yo contengo una exclamación. Hace años que no lo veía.

—¡Este libro era mi biblia! —exclamo.

—Todavía es la biblia de mi madre —replica ella—. ¿Así que tenéis el fin de semana para vosotros solos? ¿Qué planes divertidos habéis hecho? ¿Queréis que ponga los pies en polvorosa? —pregunta, moviendo enfáticamente las cejas.

Caroline suele usar términos anticuados como «poner los pies en polvorosa». Es parte de su encanto. Imagino que se debe a que es hija de una dramaturga y a que ha visto obras de teatro antiguas demasiadas veces. Suspiro y abro el libro el azar, por la página veinticinco.

1
. Antes de empezar a escribir, hay que tener una idea.

2
. Todo es material en potencia: la barbacoa con los vecinos, una visita al supermercado, una cena… Los mejores personajes suelen estar basados en las personas con las que convivimos.

Cierro el libro y lo apoyo contra mi pecho. El solo hecho de sostenerlo entre mis manos me llena de esperanza.

—¿Dramaturgia creativa? ¿Ese libro era tu biblia? —pregunta William.

Que no se acuerde del libro ni de lo importante que era para mí (aunque estuviera en mi mesilla de noche durante cinco años, más o menos) no me sorprende en absoluto.

Mentalmente, le mando a William un mensaje de texto: «Espro dmsdo d ti.»

Después le digo a Caroline:

—Vamos a hacer unas compras. ¿Quieres venir?

37

Festiva cena marroquí

19.30 - En la cocina de Nedra

Yo
: ¡Hola, Rachel! ¿Dónde está Ross? Aquí tienes el cordero.

NEDRA
: (Retira el papel de aluminio de la fuente y frunce el ceño.) ¿Has seguido la receta al pie de la letra?

Yo
: ¡Sí, pero con un toque sorprendente!

NEDRA
: Los toques sorprendentes nunca son buenos. Al final, Linda y Bobby han podido venir.

Yo
: Creía que iban a al partido.

NEDRA
: (Huele el cordero y hace una mueca.) No podían resistirse a tu arte culinario. ¿Y los niños?

Yo
: Peter ha venido. Zoé se ha quedado en casa, haciendo sentadillas. ¿Dónde está Jude?

JUDE
: (Entra en la cocina.) Deseando estar en cualquier lugar, menos aquí.

NEDRA
: ¿Vas a cenar con nosotros, cielito? ¿No sería maravilloso que Jude cenara con nosotros, Alice?

Yo
: Desde luego que sí, Nedra. Sería maravilloso. Una auténtica maravilla.

NEDRA
: ¿Lo ves, cielo? ¿Ves lo mucho que te aprecia Alice? Di que cenarás con nosotros.

JUDE
: (Baja la cabeza y mira al suelo.)

Yo
: (Bajo la cabeza y miro al suelo.)

NEDRA
: (Suspira.) Os comportáis como niños pequeños. Haced ya las paces, por favor.

JUDE
: Me voy a casa de Fritz a jugar al Pokémon.

Yo
: ¿De verdad?

JUDE
: No, no es verdad. Me voy a mi habitación.

NEDRA
: Hasta luego, cariño. Algún día, vosotros dos volveréis a ser amigos. Será mi último deseo en mi lecho de muerte.

Yo
: ¿Es necesario que seas tan melodramática, Nedra?

JUDE
: Eso mismo. ¿Es necesario?

NEDRA
: El melodrama es un idioma que los dos entendéis.

19.40 - En el salón

NEDRA
: ¡Hombres, venid aquí! Vamos a dar comienzo a la parte del vestuario de la velada. Kate y yo os hemos traído un fez a cada uno, de nuestro reciente viaje a Marruecos.

PETER
: (Incapaz de reprimir la expresión de horror.) Preferiría no ponerme un fez. Ya llevo puesto un trilby.

NEDRA
: Sí, por eso te trajimos un fez. ¡Para que te quites de la cabeza ese condenado trilby!

KATE
: A mí su sombrero me parece mono.

WILLIAM
: Apoyo a Peter. Al ser mujeres, no estáis familiarizadas con los códigos masculinos del siglo veintiuno en lo referente a sombreros.

BOBBY
: Sí, no estamos en los años cincuenta, cuando había que descubrirse para sentarse a cenar. En el siglo veintiuno, puedes quedarte con el sombrero puesto durante toda la cena.

Yo
: O, si eres Pedro, durante todo el mes de junio.

WILLIAM
: Y si empiezas la velada con un sombrero, no te cambias y te pones otro. Los sombreros no son chaquetas.

NEDRA
: Ponte el fez, Pedro, o te las verás conmigo.

Yo
: ¿Y nosotras?

NEDRA
: Kate, Alice y Linda, no os he olvidado. ¡Aquí están vuestras chilabas!

Yo
: ¡Fantástico! Una prenda amplia, larga y con mangas anchas, que pronto estaré metiendo accidentalmente en la salsa de menta.

PETER
: Te la cambio por mi fez.

NEDRA
: (Suspirando.) ¡Qué ingratos sois todos!

20.30 - En la mesa

KATE
: ¿Qué tal en Salzburgo, Alice?

WILLIAM
: ¿Has estado en Salzburgo?

NEDRA
: Sí, comiendo palatschinken. Sin ti, por lo que se ve.

Yo
: Estuve en Salzburgo en Facebook. Contesté al cuestionario de las «Vacaciones de ensueño». Siempre he querido ir a Salzburgo.

BOBBY
: Linda y yo estamos en Facebook. Es una manera fabulosa de mantener el contacto, sin mantenerlo en realidad. ¿De qué otro modo habría podido enterarme de que piensas ir al Joshua Tree este fin de semana, Linda?

LINDA
: No te enfurruñes, Bobby. Es un fin de semana para chicas. Vosotras podéis venir si queréis.

NEDRA
: ¿Habrá tambores y hogueras?

LINDA
: ¡Sí!

NEDRA
: Entonces no.

LINDA
: ¡Eh! ¿Os hemos contado ya que estamos de reformas? Estamos remodelando el dormitorio principal. ¡Está quedando fantástico! ¡Lo estamos convirtiendo en dos dormitorios principales!

Yo
: ¿Para qué queréis dos dormitorios principales?

LINDA
: Es la nueva tendencia. Lo llaman «suite flexible».

KATE
: ¿De modo que vais a dormir en habitaciones separadas?

PETER
: ¿Puedo levantarme de la mesa? (Subtexto: ¿Puedo meterme en tu estudio y jugar al World of Warcraft en tu ordenador, Nedra?)

NEDRA
: ¿Qué? ¿No te apetece debatir sobre el uso de los dormitorios de tus padres y de los amigos de tus padres? ¡Claro que puedes levantarte, Pedro! Tienes mi permiso.

LINDA
: ¿No os parece fantástico? Será como si fuéramos novios otra vez. ¿En tu habitación o en la mía?

NEDRA
: ¿Y qué me dices de la espontaneidad? ¿Qué me dices de esos polvos salvajes en mitad de la noche, cuando los dos estáis medio dormidos?

Yo
: ¡Eso precisamente me estaba preguntando yo, Linda! ¿Qué hay de los polvos salvajes cuando estáis medio dormidos?

WILLIAM
: ¿No le llaman a eso «violación»?

LINDA
: No me apetece hacer el amor a las dos de la madrugada. Es bien sabido que, con la edad, cada vez es más difícil compartir la cama. Bobby se levanta hasta tres veces por la noche para hacer pis.

BOBBY
: Linda se despierta cada vez que muevo un dedo del pie.

LINDA
: Seguiremos compartiendo el baño, claro.

Yo
: De eso sí que me gustaría tener dos.

LINDA
: Las habitaciones gemelas volverán a encender el misterio y la pasión en nuestro matrimonio. Ya lo veréis. ¡Cómo echo de menos a Daniel! ¿No es ridículo? No veía el momento de que se fuera a la universidad y ahora no veo la hora de que vuelva a casa.

WILLIAM
: ¿Os he contado ya que hace un par de semanas el perro se orinó en mi almohada?

KATE
: Conozco un parapsicólogo que se comunica con los perros. Puedes llamarlo.

NEDRA
: Tuve un cliente que una vez se orinó en el cajón de la ropa interior de su mujer.

BOBBY
: ¿Su mujer sólo tenía un cajón de ropa interior? ¿Cuánto tiempo llevaban casados?

Yo
:
Jampo
sabe que no lo quieres. Lo percibe. Es muy sincero.

WILLIAM
: Es asqueroso. Se come su propia mierda.

Yo
: Eso mismo es lo que quiero decir. ¿Cuánto más sincero se puede ser? ¿Qué puede haber más sincero que comerse su propia mierda?

NEDRA
: ¿Por qué este cordero sabe a crema hidratante?

WILLIAM
: Por la lavanda.

NEDRA
: (Apoya el tenedor en la mesa.) ¿Esto es lo que tú consideras un toque sorprendente, Alice? La receta decía «romero».

Yo
: En mi defensa, debo decir que la planta de romero es casi idéntica a la de lavanda.

NEDRA
: Sí, excepto por las flores moradas con olor a lavanda.

21.01 - A través de la puerta del baño

PETER
: ¿Puedo hablarte en privado?

Yo
: Estoy en el baño. ¿No puedes esperar?

PETER
: (Con voz llorosa.) Tengo algo que confesarte. He hecho una cosa muy mala.

Yo
: Por favor, no lo confieses. No hace falta que me lo digas todo. Es bueno tener algunos secretos. Lo sabes, ¿verdad? Todos tenemos derecho a una vida privada.

PETER
: Tengo que decírtelo. Me pesa demasiado.

Yo
: ¿Cómo reaccionaré?

PETER
: Te sentirás muy decepcionada y quizá un poco enfadada.

Yo
: ¿Qué castigo crees que debería ponerte?

PETER
: No necesito ningún castigo. Lo que vi ya fue suficiente castigo.

Yo
: (Abro la puerta.) ¡Cielo santo! ¿Qué has hecho?

PETER
: Busqué la palabra «porno» en Google.

21.10 - En el salón

LINDA
: No sé por qué os parece tan malo que un matrimonio se haya convertido en una relación entre compañeros de habitación. Cuando dos personas llevan más de diez años casadas, es normal que sean compañeras de habitación la mayor parte del tiempo, y si no lo reconocen, están mintiendo.

NEDRA
: Kate y yo no somos compañeras de habitación.

Yo
: No, pero tampoco estáis casadas.

LINDA
: Las lesbianas no cuentan.

NEDRA
: Las que no contamos somos las lesbianas de cinco estrellas. Hay una diferencia.

Yo
: ¿Qué es una lesbiana de cinco estrellas?

KATE
: La que nunca ha estado con un hombre.

WILLIAM
: Yo soy un heterosexual de cinco estrellas.

NEDRA
: Alice, ¿alguna vez te sientes como si William y tú fuerais solamente compañeros de habitación?

Yo
: ¿Qué? ¡No! ¡Nunca!

WILLIAM
: A veces.

Yo
: ¿Cuándo?

22.10 - En el estudio de Nedra

WILLIAM
: No me puedo creer lo que estamos haciendo. ¿Por qué lo hacemos?

Yo
: Porque Peter está muy traumatizado. Tengo que averiguar lo que vio.

WILLIAM
: (Suspira.) ¿Cuál es la contraseña de Nedra?

Yo
: «Nedra.» ¿Es necesario que escribas «PORNO» con letras mayúsculas?

WILLIAM
: Supongo que da lo mismo.

Yo
: (Con la boca abierta.) ¿Eso de ahí es una calabaza apepinada?

WILLIAM
: ¿Eso es un carámbano?

Yo
: ¡Ay, mi pobre niño!

WILLIAM
: Limpia el historial.

Yo
: ¿Qué?

WILLIAM
: Que limpies el historial, Alice. ¡Rápido, antes de que la carpeta de spam de Nedra se llene de anuncios de alargamiento de pene!

Yo
: Siempre se me olvida limpiar el historial. (Una pausa.) Deja de mirar por encima de mi hombro y vete. Quiero ver mi Facebook.

WILLIAM
: Estás siendo muy grosera. Ahí fuera hay un cuarto de estar lleno de gente.

Yo
: (Le hago un gesto para que se vaya.) Voy dentro de un segundo.

(Cinco minutos después.)

Yo
: ¿Una solicitud de amistad? ¿John Yossarian quiere ser mi amigo? ¿John Yossarian? ¿De qué me suena?

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