Read Narcissus in Chains Online

Authors: Laurell K. Hamilton

Tags: #Fantástico, #Erótico

Narcissus in Chains (34 page)

BOOK: Narcissus in Chains
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Asher miró más allá de mí en Jean-Claude.

—La última vez que los dos nos alimentamos de mi deseo, fue con Belle y contigo.

—Lo recuerdo —dijo Jean-Claude con voz baja. Tendió la mano a Asher a través del cuarto, y me acordé de él hace siglos—. Que sea de nuevo como lo era antes, pero mejor esta vez. Anita te ama como eres ahora, no como algo ideal, como una mariposa en un alfiler que se tiró a un lado si un ala se cae. Ven a nosotros, Asher, ven a nosotros dos.

Asher sonrió y dio un paso para estar al lado de mí. Me ofreció su brazo en un gesto muy anticuado. Quería tomar su brazo, para tener una excusa para frotar mi cuerpo contra el suyo mientras caminábamos, y por eso le pregunté:

—¿Qué tal el uso de tu túnica, así como la mano?

Me dio una profunda reverencia y perfecta, tan baja que su pelo casi barrió el piso.

—Eso tiene que me inducen a ofrecerte mi túnica prueba que no soy un caballero.

Se la quitó mientras permanecía de pie, y la sostuvo para mí como un abrigo. Asher es de seis pies, por lo que las mangas se cernían sobre mis manos y el dobladillo agrupados alrededor de mis pies. Empujé la manga y conseguí atar el cinturón, pero fue lo único que pudimos hacer para lo largo, era demasiado largo, pero estaba cubierta y me sentí mejor. El dulce aroma de la colonia de Asher se aferró a la túnica, y ese olor suave, masculino me hizo volver a él. Mis ojos lo buscaban. Al ver a Asher sin camisa no me hace sentir mejor. Tuve el impulso de acariciar su piel desnuda, lamer las cicatrices.

Puse mi mano en Asher, en parte porque estaba sosteniendo su mano hacia mí, y en parte porque hasta ese pequeño toque fue satisfactorio. Quería tocarlo, quise envolverme alrededor de él y responder a esa pregunta que Jean-Claude estaba tan desesperado por respuesta. ¿Fue toda esta belleza y el calor arruinado? ¿Asher es incapaz de funcionar como un hombre ahora? Cerré los ojos mientras me conducía hacia adelante, porque las imágenes eran demasiado fuertes. A través de Jean-Claude sabía exactamente lo que Asher había parecido desnudo, antes de las cicatrices. Tuve recuerdos de su cuerpo bañado en la luz del fuego mientras estaba rampante sobre una alfombra en una habitación en un país que nunca había visto.

Tropecé con el dobladillo de la túnica, y tuve que agarrarme para no caerme. Me sostuve repentinamente contra su pecho con la sensación de sus brazos sólidos contra mi espalda. Mi cara estaba de repente ladeada, como si estuviera esperando un beso, y no había uno de esos momentos cuando te das cuenta que no estás solo, y de pronto dolorosamente consciente de las posibilidades de los próximos segundos. Me levantó en sus brazos, llevándome a mí fácilmente, con suavidad hacia delante. Me han dicho que él me dejó, pero mi corazón había llenado mi garganta, y no podía hablar a su alrededor.

DIECISIETE

Asher se acercó a la cama y me recostó en ella, inclinándose sobre el cuerpo desnudo de Nathaniel al hacerlo.

Me acosté sobre mi espalda y sentí cada movimiento de la cama.

Jean-Claude se acercó a mi lado y Jason se trasladó hasta el otro lado de la cama.

Nathaniel dio la vuelta a la cama hasta que se encontró con Jason, los dos yacían juntos en la cama.

Miré fijamente a los ojos de Nathaniel, estaban carentes de alguna expresión, pero aun así me atreví a preguntarle.

—¿Quieres que Asher se alimente de ti?

—¡Oh, sí! —contestó, y por un momento me sorprendí, su voz reflejaba algo que rara vez había escuchado en él, seguridad.

Asher se deslizó hasta llegar donde Nathaniel, se colocó detrás de su espalda de modo que sus cuerpos se unieron como dos cucharas.

Me giré a tiempo para ver sobre el espejo como Jean-Claude acudía al lado de Jason. Este último se acercó a mí y me rozó el brazo, fue una leve caricia, pero lo sentí por todo mi cuerpo. Era como un fuego que me recorra quemándome y abrasándome en él.

Agarré a Jason y tiré de él hasta que su boca estuvo junto a la mía y lo besé. Lo besé apasionadamente, con mis labios, con mi lengua y mis dientes, mordiendo sus labios y tirando fuertemente de ellos.

Jason y Nathaniel se movieron a la vez, el primero se colocó en frente mí, apretándome contra Nathaniel que se había movido a mi espalda, me habían atrapado entre sus brazos y a mí en ese momento no me importaba.

Mi pierna se deslizó sobre la cadera de Jason, tocando también a Jean-Claude que estaba a su lado. Jason se colocó repentinamente sobre mis piernas, sólo la fina tela de seda de sus calzoncillos nos separaba.

Eso debería de haber sido suficiente para detenerme, pero no fue así, no podía parar lo necesitaba con todas mis fuerzas.

Nathaniel tiró fuertemente de mi pelo e hizo que saliera un brusco sonido de mi garganta.

Los dos cayeron sobre mis como dos huracanes, tocándome y mordiéndome con sus manos y bocas, era como si ellos fueran el fuego y yo la madera.

Jason se apretó contra mí y sus pantalones eran los suficientemente finos y holgados como para que me penetrara. Fue la más pequeña de las caricias, pero lo suficiente como para pararme de golpe.

Tomé varias bocanadas de aire y lo aparté de mí.

Jason se apartó mientras tomaba aire y me susurraba.

—Lo siento.

—No estoy tomando la píldora.

Todo el mundo a mí alrededor se quedó inmóvil.

Vi como Jean-Claude se incorporaba para mirar por encima del hombro de Jason.

—¿Qué has dicho,
ma petite
?

—Dejé de tomar la píldora hace seis meses. Sólo he estado tomándola durante dos semanas. No es segura hasta el mes de tomarla.

—Hiciste el amor con ese Nimir-raj.

—Lo sé.

—¿Qué ella hizo qué? —preguntó Asher, perplejo.

Jean-Claude miró hacia el otro lado de la cama donde estaba situado Asher.

—Su hambre se despertó por primera vez cuando estaba con el Nimir-raj y no pudo controlarse.

—¿Lo sabías? —le recriminó Asher.


Oui
.

Jason estaba mirándome fijamente, tuve que cerrar los ojos y tapármelos con una mano. La vergüenza ayudó a retrasar el
ardeur
, pero sólo fue un momento pasajero, volví a sentirlo como una ola golpear un acantilado.

Muy a mi pesar, empezaba a creer la palabra de Jean-Claude, cada vez era más difícil negar el poder del
ardeur
.

Jean-Claude se levantó de la cama y vi que se dirigía a una mesilla, abrió un cajón y volvió a la cama con unos pequeños y flexibles embalajes y sin decir una sola palabra se los entregó a Jason y Nathaniel.

Cuando me di cuenta de lo que se trataba me incorporé de golpe sobre la cama y fijé mi mirada en Jean-Claude.

—No, no, no. Dijiste que no íbamos a tener relaciones sexuales.

—Yo dije que no eran necesarias para alimentarse.

—Entonces no vamos a hacer nada. —Cogí la túnica y me cubrí todo el cuerpo con ella.

—Ma petite, no estoy pensando en que mantengas relaciones con ellos y no lo deseo.

Pero sabes que el
ardeur
se alimenta tanto del deseo como de Belle Morte y puede que haya un momento en que no te puedas controlar ya que no siempre se puede pensar con claridad y no deseo lamentarnos después si eso llegase a ocurrir.

—No voy a tener relaciones sexuales con Jason ni tampoco con Nathaniel —dije seriamente mientras sacudía fuertemente mi cabeza—. Olvídate de eso, ni siquiera tú estarás en la lista.

—Entiendo que estés enfadada conmigo,
ma petite
, pero también quiero que comprendas que no quiero que te quedes accidentalmente embarazada, en mi cama, con uno de ellos.

—Creo que podemos dejar la mierda de ellos —dije casi gritando con la voz cargada de furia.

—Lo sé,
ma petite
, pero también antes de esta mañana podías jurar que no tendrías sexo con un hombre extraño al que acababas de conocer.

El rubor cubrió mi cara y mi cuello, era tan fuerte que casi dolía…

—Yo no… No era mi intención… —Eso sonaba débil incluso para mí—. Yo… no podía…

—No podías controlarte a ti misma,
ma petite
, lo sé. Por eso, si pierdes el control una vez más… ¿no te gustaría tener protección?

Volví a negar fuertemente con la cabeza.

—Si no puedo controlarme mejor que esto, no vamos a hacerlo.

—¿Y si no alimentas esta noche la lujuria? ¿Cómo vas a ir al lupanar? ¿Cómo vas a volver a ver a tu amante wereleopardo sin perder el control? Y lo más importante ¿cómo vas a estar al lado de Richard y no ofrecértele a él? No quiero recordártelo
ma petite
, pero has tenido sexo con un desconocido.

—Es su Nimir-Raj —dijo Nathaniel—. Y tiene el propósito de ser tu pareja.

—Eso es lo que piensa
Pretty
—contestó Jean-Claude—, pero he sentido tu hambre
ma petite
, y te digo que no vas a ser capaz de andar entre ellos sin ser saciada antes, así que vuelvo a preguntarte ¿puedes retrasar unas noches esta reunión?

—Podría ser capaz de retrasarlo por una noche —dije.

Negó con la cabeza.

—No,
ma petite
, una noche no es suficiente. Te sientes atraída tanto por Richard como por el Nimir-Raj, y creo que será imposible que pienses con claridad a su alrededor ¿Puedes permitirte el lujo de distraerte? ¿Puedes soportar la idea de perder el control en público, delante de unos enemigos potenciales?

—Maldito seas —dije furiosa.

Asintió con la cabeza.

—Si, tal vez, pero
ma petite
¿algo de lo que he dicho es mentira?

—No, pero te odio por ello.

—Entonces permíteme tomar precauciones,
ma petite
, nuestras vidas son suficientemente complicadas sin eso.

Sabía perfectamente a que se refería con «eso», un embarazo accidental. Solamente la idea hacía que se me helase la sangre en las venas. Me derrumbé y escondí mi cara entre las manos.

—No puedo hacer esto.

—Entonces,
ma petite
, solo te queda una opción, llama a Richard y di que no puedes acudir esta noche. No puedes ir con él sin ser alimentada, ya que la necesidad empeorará en cuanto más lo niegues.

Levanté la cabeza de golpe y fijé mi mirada en su cara.

—¿Cómo peor?

Bajó su mirada y me sorprendió ese gesto en él.

—Lo suficientemente malo,
ma petite
.

Me arrastré sobre la cama hasta que llegué a su lado.

—¿Cómo de malo? —volví a preguntar.

Trató de esquivar mi mirada, su cara estaba en blanco y era imposible descifrar bajo sus escudos lo que estaba ocultando.

—Te sentirás atraída por todos los hombres que estén en esa reunión, no puedo garantizar lo que te harían,
ma petite
, o lo que te dejarás hacer…

Me quedé mirándolo.

—No, no, yo nunca…

Me acarició los labios con la punta de sus dedos.

—Ma petite, si no has «visto» mis recuerdos de mis primeros días con el
ardeur
, es una bendición. Era una cosa sin sentido antes de que me convirtiera en vampiro. Pero lo que hice y me dejé hacer cuando el primer deseo llegó a mí… El deseo me impactó de inmediato. —Tomó mis manos entre las suyas y las apretó con la carne fresca de su pecho—. Hice cosas,
ma petite
, cosas que hasta para el mayor libertino serían humillantes. Una mirada,
ma petite
, era lo único que bastaba para que me arrastrara a ellos.

—¿Belle Morte no trató de protegerte? —pregunté indignada.

—No conocí a Belle Morte hasta cinco años después de mi muerte.

—Pensé que Belle Morte era tu… lo que sea, que te hizo vampiro.

—Lissette fue mi creadora, ella pertenece a la línea de Belle Morte, ella no es un vampiro maestro, o no la definición como tal, pero en Francia es costumbre que cada beso de vampiro tiene al menos un vampiro que pertenece a cada uno de los linajes del consejo. Julian era el Maestro de la Ciudad, y él era mi verdadero maestro en primer lugar. Traía a las personas para mí, pero la gente no me hubiera elegido. Él trajo… —Jean-Claude sacudió la cabeza—. Él se divertía a mi costa, porque sabía que yo tomaría lo que él ofreciera, porque no tenía ninguna elección. Pensé que no era vergonzoso, pero él me enseñó que había cosas que ni yo quería hacer, y las hice de todos modos.

Me quedé perpleja ante sus palabras y si él no fuera tan bueno ocultando sus emociones con tanta fuerza, creo que hubiera visto en su cara reflejadas sus palabras.

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