Sex code (69 page)

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Authors: Mario Luna

Tags: #Autoayuda

BOOK: Sex code
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»Pero… ¿dónde estaba Marcos?

»Cuál fue nuestra sorpresa cuando lo encontramos en el cuarto de Raquel. Afortunadamente, estaba vestido. Yo le miré la bragueta y también estaba subida, así que en ese momento me sentí mejor.

»Ya sabes, es que Marcos es como un padre para mí, pero a veces también lo veo como a un hijo. Extraño, ¿no?

»El caso es que —no os lo vais a creer, chicas— pero vi una extraña marca en su muñeca. Le subí la manga y… ¿adivináis lo que vi?

»¡Era una especie de texto escrito con letras de un alfabeto extraño! ¡Y todo en una especie de tinta roja brillante! ¿Imagináis cómo me quedé?

»Por suerte, llevaba conmigo esta cámara que veis aquí, y le pude sacar algunas fotos.

»La cuestión es que Marcos no decía ni «mu» sobre lo ocurrido. No había forma de sacarle nada.

»Pero Kaos y yo estábamos mosqueadísimos, porque la cosa daba mal rollo de verdad. Era como una de esas pelis chungas, tipo
The Ring
, en la que no se salva ni el bueno de la película.

»Total, que en casa de Kaos lo imprimimos todo y lo llevamos a una tienda de ocultismo… ¿Cómo se llamaba? Esa que hay a unas manzanas de tu casa… Sí, Astral
[741]
.

»Bueno, pues entramos y nada más enseñarle la impresión con la foto a la tía esta pone una expresión extraña y nos pregunta si lo hemos sacado de Internet.

»Le decimos que no, que es la foto del brazo de un amigo. La tipa se mete en la trastienda y nos saca un libro súper gordo. Lo abre y está lleno de dibujos de brazos con escrituras chungas muy parecidas a la de nuestra foto.

»—Es un hechizo de amor —nos dice—. Es para atrapar a otra persona. Aunque en el libro dice que no debería usarse a la ligera.

»Ahí se nos pasa el mal rollo, Kaos y yo nos miramos y empezamos a reír. Salimos de la tienda y nos lo pasamos de coña descojonándonos de lo grillada que está la Raquel esta.

»Sin embargo, esa noche Marcos no salió. Cuando lo llamamos, solo nos dijo que había quedado con Raquel.

»Y, a la noche siguiente, hizo lo mismo.

»Y desde entonces han continuado saliendo, hasta la fecha.

»Nosotros estamos algo preocupados por él, porque era como el alma del grupo. Ya sabes, era como el jefe y la mascota a la vez. Súper cuco.

»El caso es que no sabemos si ahí ha habido algo raro de verdad o si ya estaban secretamente liados y han decidido quedarse con nosotros. Por un lado, es verdad que el tío tiene un gran sentido del humor. Pero, por otro, está irreconocible.

»¿Qué opináis?».

POLTERGEIST (RAIND)

«¿Crees que la peli
Poltergeist
está basada en hechos reales? Mira».

Este es genial para magos aficionados o gente que conoce algún truco para hacer levitar objetos o cualquier otra cosa que pueda parecer paranormal.

Después puedes apilar otros Abridores, como EL SORTILEGIO.

ARQUETIPOS CON ÉXITO (RAIND)

«Chicas, me he quedado atascado. Mi sobrinita está haciendo un trabajo para el instituto y me ha contado algo súper interesante. El caso es que necesita encontrar dos ejemplos de tíos que sean exitosos por ser un Papaíto y un Supercalzonazos. ¿Me seguís?

»Un papaíto es alguien que gusta a las tías por ser dominante y controlador, alguien que las trata como niñas pequeñas y les dice lo que tienen que hacer. El supercalzonazos, ya sabes: es el típico que está siempre: “¿algo más, cariño?”, “¿todo bien, cariño?”, “¿estás bien, cariño, te pasa algo?”, “lo que tú digas, cariño” y “lo siento”.

»Me seguís, ¿no?

»Por ejemplo: AVENTURERO (Indiana Jones, James Bond), CHICO MALO (Mickey Rourke, Tommy Lee), SEDUCTOR (Johny Deep en
Don Juan de Marco
), ARTISTA (Kurt Cobain, Michael Jackson)».

MARÍA
[742]
(RAIND)

Este Abridor lo publiqué en un foro, dentro de uno de mis Partes de Sargeo
[743]
. Lo llamo el Abridor de MARÍA.

Pertenece a la categoría de lo que yo llamo «Abridores Complejos». En ellos utilizo muchos de los principios y recursos que puedes encontrar en este manual.

Por ello, por lo general no los enseño a mis estudiantes hasta que tienen un nivel muy avanzado. Para que veas en qué consisten, te ofrezco el Abridor de MARÍA completo, tal y como lo publiqué en aquel parte:

Los signos de invitación no se hicieron aguardar.

Primero varias ojeadas «involuntarias», como tics nerviosos. Después una larga mirada a su alrededor que estaba pidiendo a las claras que la rescatasen. Y finalmente un pequeño movimiento de acercamiento, con Frusco incluido, hacia mi Set. Un Set de funcionarias semidormidas, en el que me estaba costando Dios y ayuda inyectar algo de vida.

Yo había fingido no verla en todo ese tiempo. Había pretendido encontrarme demasiado absorto animando a las cuatro marmotías de mi Set. Por ello, aunque no se lo esperaba, supongo que no se extrañó demasiado de que abandonara mi Set y desapareciera de repente de su radio de visión.

Pero lo que en modo alguno esperaba fue encontrarme a su espalda solo unos minutos después, acariciándole una mano con la mía y usando la otra para rodearla con suavidad por la cintura. Cuando se volvió incrédula, pude observar que había logrado causar el impacto que pretendía.

No era exactamente la Apertura indirecta que enseño a mis alumnos con menos experiencia, pero la química estaba allí. Y, por suerte, soy un Aven. En otras palabras, lo tenía prácticamente todo previsto.

—¡Vaaaaya!… ¡No eres Mariiiiia!… —exclamé con una risita de sorpresa divertida. Durante esos momentos, había aprovechado para mirarla intensamente a los ojos. Pero fueron momentos cortos, pues no tardé en casi darle casi la espalda para dirigirme al obstáculo. Lo hice llevándome lentamente una mano a la cabeza, tratando de parecerle un tipo divertido y ligeramente achispado—: Tiene, gracia, ¿no? Creía que era María, así que me he preguntado: «¿Qué hace María con este chico tan curioso? Seguro que se lo quiere llevar al huerto».

No habían entendido ni papa, porque eran alemanes.

—Ok, do you speak English?

Me dijeron que sí, así que les expliqué la misma historia en inglés. Es decir, se la expliqué al obstáculo básicamente, porque a ella apenas me dirigía para hablar. Nada personal, simplemente no me parecía tan interesante o relevante como el obstáculo. O eso creía ella.

Dicho sea de paso, supongo que le chocó oír a un español con tan buen nivel de inglés. Sencillamente no era lo común. En fin, podíamos considerarlo una DAV más. La primera había tenido lugar instantes atrás: al abrir con un par de huevos y ofrecer, además, la clara impresión de que me sentía como pez en el agua.

(A partir de ahora, traduzco la conversación, para que la entiendan todos los lectores).

—Oye, y no la habéis visto por aquí, ¿verdad? —proseguí—. Es una chica así, morena, alta, más o menos como ella… —dije sin apenas darme la vuelta y alargando la mano para acabar casi metiéndole el dedo meñique en el ojo—. Mira, es inútil, mejor os enseño la foto y me decís si la habéis visto por aquí. Es una chica muy guapa —le susurré al obstáculo— y… ahora que pienso… ¿sabes? Le caerías bien… Creo que le encantan los alemanes…. ¿O eran los polacos?

Decía todo esto mientras revolvía en mi bolso de cuero en busca de mi cámara digital. En la memoria de esta guardaba explosivas marías de todos los colores y tamaños. Aparecían en actitudes lésbicas con otras chicas, con mis Alas y con gente vestida de forma tan llamativa como yo. Pero todas posaban conmigo en alguna que otra foto. Además, muy pocas marías bajaban de T8.

—No, esta no es María… Esta tampoco… Mira a Sandra, qué idiota, cómo le chupa la oreja a Pedro… Aaaaaquí… Esta sí. ¡Esta es María! ¿La habéis visto por aquí?

Obviamente María era, de todas, la más similar al Objetivo. Entre tanto, el obstáculo había estado mirando cada una de las chicas casi con cierta codicia. El Objetivo, por su parte, no había dejado de hacerme preguntas sobre las fotos que yo en su mayor parte había ignorado. De nuevo, nada personal. Es solo que soy un poco despistado y me cuesta prestar atención a dos cosas a la vez. O eso pensaría ella.

Justo en ese momento suena mi móvil. Era mi Ala, pero en letras grandes podía leerse en la pantalla de este: «MARÍA».

Mi Ala hizo lo que hace siempre en estos casos: nada. Guardaba silencio al otro lado del teléfono. De hecho, él se encontraba en la misma terraza que yo, a tan solo unas pocas decenas de metros de distancia. Sin embargo, tenía el teléfono en el bolsillo del pantalón y nadie podría haber dicho que estaba realizando una llamada con él.

(En estos casos, nunca colgamos. Al principio lo hacíamos así hasta que, un día, mientras hablaba con la supuesta María delante de una T8, el móvil me sonó en la oreja. Fue bastante embarazoso. Desde entonces, nunca colgamos.)

Me aseguré de que tanto el Obstáculo como el Objetivo vieran el nombre de María en la pantallita antes de responder la llamada y empezar con mi teatro.

—¡María! ¡So pedazo de zorra! ¿Qué haces? ¿Que qué? ¿Qué estás dónde? No, no, tía…. Yo no voy a ir allí… No, ni aunque estés en la piscinita en bolas con tu amiga, ni nada… No, no, tía, en serio, yo paso…. No, que mañana tengo que representar la obra y paso de estar cansado… No, de verdad, qué puta eres… Yo pensaba que íbamos de tranquis esta noche… Qué cerda, tía, solo me quieres para «eso»… Oye tía, que aquí no somos como en tu puto país, ¿sabes? Aquí des-can-sa-mos… Sí, claro, pues si al final no voy (porque puede que no vaya, en serio, tía, creo que hoy no me apetece), si al final no voy, ¿quién va a pintarme las uñas? —al decir esto me miraba la mano libre y proseguía—. ¡Mira cómo las tengo…!

¿El propósito de la llamada? Podría resumirse en una frase. Valor y valor y valor y más valor y valor… VALOR.

Al cabo de un par de minutos como máximo, siempre cuelgo. Entonces le pido a la persona del Set a la que le he dejado cuidando mi cámara y que normalmente ha estado curioseando con sus fotos que me devuelva la cámara. Por cierto, mientras hablo por teléfono, suelo dedicarme a calibrar las reacciones de la gente. Puedo hacerlo porque la rutina de María está completamente enlatada y no tengo que pensar.

Dicho sea de paso, igual que hay muchas marías y de muchos colores, las hay de muchas nacionalidades. En este caso, María era una americana pija con un apartamento en la costa con la que, por supuesto, me comunicaba siempre en inglés.

Lo de «puta, zorra, etc»., lo digo también siempre en un tono amistoso-jovial. Nadie piensa jamás que la trato mal o que estoy dolido con ella en modo alguno. Vamos, que María y yo nos divertimos mucho el uno al otro, hasta el punto de que insultarnos ha llegado a formar parte indispensable de nuestro juego. Somos así de guays. Además, tengo con ella una buena relación y le hablo como lo haría con un T9 de la que soy muy amigo. Una persona con la que comparto de tanto en tanto experiencias únicas de sexo salvaje solo como pasatiempo y sin que ninguno de los dos llegue a implicarse emocionalmente.

Esa era mi Realidad, simplemente. Y al que no le guste, que se joda. Por supuesto, puede que estuviese exagerando un poco, pero ya conocéis el principio: finge que lo eres hasta que lo seas.

Como digo, di por concluida la conversación telefónica. Al hacerlo, suspendí un momento la mirada sobre los ojos del Objetivo con una mueca particular. Una mueca que expresa que estás dando por sentado que la persona que tienes enfrente no va a estar a la altura de las circunstancias. Y le pregunté:

—Por cierto, ¿tienes idea de… pintar las uñas? No, en serio, no me mires así… Si no tienes cierto talento artístico, mejor que lo dejemos… Además, tienes que ser rápida. Solo tengo dos minutos, ¿sabes?

FRASES DE VALOR (FV, FA…)

En una interacción, a menudo debes usar los primeros 10 segundos para ganarte el primer minuto. Este minuto para ganarte los siguientes 15 minutos y, estos, a su vez, para ganarte el siguiente par de horas.

Las Frases o Mini rutinas son muy útiles porque puedes usarlas aun cuando el Objetivo no se encuentre preparado para invertir tiempo y atención en ti. Son rápidas, como disparos, y pueden despertar el interés necesario para poder seguir aplicando juego más elaborado. Por ello, entre otras cosas pueden servirte de introducción a otras rutinas más elaboradas.

También vienen muy bien para amenizar las interacciones, entre Rutina y Rutina, o para añadir chispa a los pequeños desafíos verbales que suelen darse durante el flirteo.

Notarás que muchas de estas frases sintonizan a la perfección con la actitud del Chulifresco Divertido y una actitud de coqueteo juguetón. Por ello, pueden venirte muy bien para demostrar Valor e, incluso, para abrir Sets cuando te decantas por un Método Directo
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.

Otras son Negas, y deben usarse a modo de Chinitas
[745]
. Es decir, lanzándolas como sin darnos cuenta y sin quedarnos a esperar su respuesta, para no darle pie a que nos ofrezca un corte.

El tipo de frase, el contexto y tu Calibraje te dirán cuándo debes provocarla y esperar una respuesta, y cuándo en cambio debes lanzarla a modo de Chinita para ignorarla y seguir con tu juego habitual.

Cuando una de ellas puede servirte además como Abridor, encontrarás las letras «A», «ADIR» o «ASIT» a continuación de su nomenclatura abreviada.

Bajo algunas de ellas escribo un comentario cuando lo considero necesario. Otras, son tan obvias, que me parece mejor evitarlo para no hacerlo pesado.

«Yo soy más divertido». (FV+ADIR)

Si continúas, puede transformarse en Abridor Directo. Por ejemplo: «Nosotros somos más divertidos. Siéntate con nosotros y deja lo que estés haciendo». Puede adaptarse a muchas situaciones.

«Si todo lo bueno fuese breve, yo hace mucho tiempo que tendría que estar muerto». (FV)

«Se mira, pero no se toca» o «La mercancía no es gratis» o «Eeeehhh… manitas fuera, ¿vale? La mercancía no es gratis» (FV)
. Cuando te toque. Puedes alternar esto con mirarla acusadoramente cada vez que te toca, llevando la vista al lugar tocado o mirando la mano que te está tocando.

«¡He…, he…., he…! Necesito Confort…, Confianza… y Conexión antes de que podamos llegar a nada parecido, ¿vale? Y ni siquiera te conozco. Así que para el carro, lobita». (FV)

Después de que te pregunte dónde vives, te alojas o algo similar que pueda malinterpretarse en tu favor.

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