Ejército enemigo (20 page)

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Authors: Alberto Olmos

BOOK: Ejército enemigo
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Agárrate.

¡Se trata de un mail de los que quemaron la ONG hace un año! No figura ninguna dirección y parece la nota de un secuestro. No eran fachas, tío, eran unos putos pirados.

Echa un ojo y me cuentas.

Un besito,

Rosa

6

En publicidad se plagia todo el tiempo, se imitan películas y novelas, se vampirizan campañas polacas o neozelandesas, se copia a la competencia y a los becarios, se roba. Yo lo he hecho. Pero nunca me lo habían hecho. Fue la primera vez que alguien consideró que un eslogan mío merecía plagiarse. Para quemar cosas.

Leí la nota de los pirómanos con indiferencia. Incluida mi propia frase. Después, algo dentro de mí tocó el timbre, la señal de alarma, y sufrí la anagnórisis de la autoría.

«La solidaridad ha fracasado.» Santiago Serrano. Yo.

¿Cómo habían llegado mis palabras a explicar un incendio?

Daniel Mansilla. El muerto.

Me tuve que sentar aunque ya estaba sentado. Me alcé con ambas manos sobre los brazos de mi silla giratoria y me dejé caer. Varias veces.

Era fascinante ver a mi cerebro tratar de encontrar las palabras que me explicaran a mí mismo la conexión que acababa de producirse. Yo ya lo sabía, me bastó una frase y un recuerdo; pero el paisaje de mi mente se había descabalado y necesitaba encontrar todas las respuestas, afianzar todos los pilares, recuperar todos los datos y ordenarlos de una forma nueva. Mi cerebro no podía seguir funcionando si no daba un repaso a todos los hechos, a todas las palabras que los nombraban y a todas las palabras que se registraron durante esos hechos.

«La solidaridad ha fracasado» eran las cuatro palabras fundamentales. Habían sido pronunciadas por mí hacía más de un año, y entre ellas y sus gemelas ígneas podía trazarse una explicación de cientos de frases, con cientos de desvíos, hipótesis, suposiciones y callejones sin salida.

Palabras.

Busqué el cuaderno del año anterior. Encontré el día en que discutí con Daniel. Allí vi consignada la bronca y su espoleta: mi frase. Después habían pasado cuatro meses hasta que nos vimos de nuevo. El incendio se había producido en ese periodo. Dos meses después Daniel había muerto.

Una culpa injustificada empezó a mostrarme el filo de sus uñas. No había relación directa entre la muerte de Daniel y mi frase; sí entre ella y el atentado contra la ONG.

El único modo de entender el asunto era entrar de nuevo en el mail de mi amigo.

Me daba pavor.

Era como entablar una charla con un cadáver que tenía una sorpresa para mí, un cadáver al que yo volvía como si algo se me hubiera olvidado y él fuera a estar esperándome con ello, mi frase, en una mano, agitándola con sonrisa triunfal, maligna.

«Hola, Santi, mira lo que tengo para ti.»

La culpa.

Yo le di a Daniel cuatro palabras envenenadas y él me dejó en herencia una sola palabra fatal.

La escribí.

John Doe tiene el control, pensé.

Y leí.

CARPETA LSHF (LA SOLIDARIDAD HA FRACASADO)

289 mensajes

Todas las personas en sociedad, todas las camarillas… o, para ser más exactos, casi todas las personas y camarillas… imitan a los mejores. Y, ¿quiénes son los mejores? Los que no hacen nada, los que viven de sus rentas. Ellos ignoran, por lo general, lo que saben las personas que están haciendo algo en el mundo. Si escuchan una conversación sobre esas cosas, se aburren; por ese motivo, han decidido que no es educado hablar de trabajo. Y han decretado, asimismo, cuáles son los asuntos no profesionales de los que todos deben hablar, que son: las últimas óperas, las últimas novelas, los juegos de naipes, las partidas de billar, los cócteles, los automóviles, las ferias de caballos, la pesca de la trucha y del atún, las cacerías, la navegación, etcétera… y, si te fijas bien, son los asuntos que los ociosos dominan. En realidad, son sus temas de trabajo. Y lo más gracioso es que muchas personas inteligentes, y otras que podrían serlo, permiten que esa gente que no hace nada imponga su voluntad. En cuanto a mí, deseo lo mejor que un hombre tenga en su interior, aunque sea una vulgaridad o como quieras llamarlo.

Jack London,
Martin Eden

Del capitalismo, por el contrario, puede decirse ahora que desde siempre significó más que una mera relación de producción; su fuerza de troquelaje llegó siempre mucho más allá de lo que consigue designar la figura teórica «mercado mundial». El capitalismo implica el proyecto de trasladar la vida entera de trabajo, deseo y expresión de los seres humanos, captados por él, a la inmanencia del poder adquisitivo.

Peter Sloterdijk,
En el mundo interior del capital

El fascismo es el horror ante la vida cómoda.

Benito Mussolini

El electorado, el
demos
, cree que su tarea consiste en elegir al mejor hombre, pero lo cierto es que se trata de una tarea mucho más sencilla: la de ungir a un hombre (
vox populi vox dei
), no importa a quién.

J. M. Coetzee,
Diario de un mal año

La gente tiene un perro y es dominada por ese perro, e incluso Schopenhauer, en definitiva, no fue dominado en verdad por su mente sino por su perro. Ese hecho resulta más deprimente que cualquier otro. En el fondo, la mente de Schopenhauer no determinaba su pensamiento, sino el perro de Schopenhauer, no era la mente la que odiaba el mundo de Schopenhauer sino el perro de Schopenhauer. No tengo que estar loco para afirmar que Schopenhauer tenía un perro, no una mente. Los hombres quieren a los animales porque ni siquiera son capaces de amarse a sí mismos. Los que son más innobles en el fondo de su alma tienen perros y se dejan tiranizar y, finalmente, destruir por esos perros. Colocan el perro en el primer lugar y el más alto de su hipocresía, que en fin de cuentas es un peligro público. Preferirían salvar a su perro de la guillotina que a Voltaire. La masa está a favor del perro, porque en su fuero más interno ni siquiera quiere realizar el esfuerzo de estar sola, lo que realmente presupone grandeza de alma, yo no soy la masa, durante todo mi vida he estado contra la masa y no estoy a favor del perro. El llamado amor a los animales ha causado ya tantas desgracias que, si pensáramos realmente en ello con la mayor intensidad, quedaríamos al instante aniquilados de espanto. No es tan absurdo como parece a primera vista que yo diga que el mundo debe sus guerras más horribles al llamado amor a los animales de sus dominadores. Todo eso está documentado y habría que aclarar de una vez ese hecho. Esas gentes, políticos, dictadores, están dominadas por un perro y por ello precipitan a millones de personas en la desgracia y la degeneración, aman a un perro y maquinan una guerra mundial en la que, por ese perro, mueren millones.

Thomas Bernhard,
Hormigón

Veo mucho potencial, pero está desperdiciado. Toda una generación trabajando en gasolineras, sirviendo mesas o siendo esclavos oficinistas. La publicidad nos hace desear coches y ropas. Tenemos empleos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos. Somos los hijos malditos de la historia, desarraigados y sin objetivos, no hemos sufrido una gran guerra ni una depresión. Nuestra guerra es la guerra espiritual, nuestra gran depresión es nuestra vida. Crecimos con la televisión que nos hizo creer que algún día seríamos millonarios, dioses del cine o estrellas del rock. Pero no lo seremos, y poco a poco lo entendemos, lo que hace que estemos muy cabreados.

David Fincher,
El club de la lucha

Así pues, la segunda y no poco importante consecuencia de la perversión del arte es que sustenta la vida falsa de los ricos.

Lev Tolstoi, ¿
Qué es el arte
?

La policía es un humanismo.

Michel Houellebecq,
Plataforma

Además, no tengo el menor deseo de hacer carrera. Lo que para otros es lo máximo, para mí es lo mínimo. Hacer carrera es algo que, Dios es testigo, no puedo respetar. Me gusta vivir, pero no afanarme en pos de una carrera, cosa que se considera extraordinaria. ¿Qué hay de extraordinario en ello? Espaldas prematuramente encorvadas a fuerza de estar de pie ante escritorios demasiado bajos, manos llenas de arrugas, rostros pálidos, pantalones de trabajo raídos, piernas temblorosas, vientres prominentes, estómagos estropeados, cráneos pelados, ojos cargados de encono, torvos, insípidos, descoloridos, sin brillo, frentes extenuadas y la conciencia de haber sido un perfecto idiota cumplidor de sus deberes. ¡Gracias! Prefiero seguir siendo pobre pero sano, renunciar a un casa lujosa a cambio de una habitación barata, aunque dé a la más oscura de las callejuelas, prefiero los apuros económicos al compromiso de tener que elegir dónde debo ir en verano a recomponer mi arruinada salud; cierto es que sólo soy respetado por una persona: yo mismo, pero es alguien cuyo respeto es el que más me importa; soy libre y puedo, cada vez que la necesidad lo exige, vender mi libertad por un tiempo para luego ser nuevamente libre. Vale la pena ser pobre a cambio de la libertad. Tengo qué comer, porque poseo el talento de saciarme con muy poco. Me indigno cuando alguien me viene con la palabra «trabajo fijo» y los compromisos que ella supone. Quiero seguir siendo un ser humano. En una palabra: ¡me gusta lo peligroso, lo abisal, lo flotante y no controlable!

Robert Walser,
Los hermanos Tanner

Un millar de hombres desnudos no son nada ante una pistola, porque aunque es verdad que no se mata más que a uno de un disparo, ¿quién puede decir que ese uno no vaya a ser él mismo?

Henry Fielding,
Tom Jones

* * *

De: Desconocido

A: Desconocido

Nos comunicaremos por esta vía. Todos conocéis el modo de hacerlo. Nunca escribáis vuestra dirección de email. No uséis nombres. No uséis referencias de vuestro entorno. No hagáis bromas ni llenéis la acción LSHF de mensajes insustanciales, graciosos, celebrativos, quejicosos o personales. Sólo objetivos, ideas, discurso útil y reflexiones. La reunión del otro día fue la última de esa especie. No habrá más. No contéis nada de lo que hagamos a otras personas. Sed cautos, por favor. Firmad vuestros mensajes con la marca que acordamos. Tenemos que ponernos a la tarea de inmediato. Seamos precisos. No escribáis saludos ni despedidas. Confirmad. (I)

Entendido. (1)

Recibido. Ok. (a)

Confirmo. (alfa)

Asunto: Acción número 1

La première es en el cine Capri, avenida del Palacio Real número 45. El documental se titula
Mendigar soles
. Su director es hijo del industrial Capdevilla, famoso durante la dictadura por su colaboracionismo con el régimen. El director se gana la vida haciendo anuncios de coches de lujo, centros comerciales y marcas de ropa deportiva de espectro internacional. Ésta será su segunda película «comprometida». A la proyección asistirá el grueso de los agentes sociales adinerados, que disfrutarán con la aparición en pantalla de los mendigos que el director ha filmado en diversos países del mundo. Es un ejemplo más de discurso inútil, negocio con la miseria ajena y lavado de culpa de clase. Propongo boicotear la première. (I)

Estoy de acuerdo. (alfa)

De acuerdo. Conozco a un acomodador en ese cine. Espero instrucciones. (1)

Adelante. (a)

Confirma si el acomodador estará durante la première. Recaba todos los datos precisos. Propón un plan. (I)

El acomodador estará durante la première. Le he dicho que varios amigos y yo (no especifiqué número) nos queremos colar en el cine para ver la película gratis y conocer a los famosos. Le ha hecho gracia y le parece bien. Nos propone acudir con él al trabajo y quedarnos escondidos en algún cuarto de cachivaches hasta que empiece la sesión. Dice que entonces podremos entrar en la sala, que siempre hay asientos vacíos. Él estará esperándonos. No habrá problema. (1)

No necesitamos entrar en la sala, considero. No queremos armar escándalo desde unas butacas y que los guardias de seguridad nos echen y la proyección continúe. Queremos que esa proyección no se produzca. Tenemos que entrar en la cabina de proyección y robar o destruir los rollos de la película. La película no tiene que verse ese día. Esto no es una gamberrada, es guerrilla. (I)

Estoy de acuerdo. (a)

Yo también. Mi plan: iremos tres personas. Yo he de ir porque soy el contacto. Cuando nos quedemos solos entraremos en la cabina de proyección. No es difícil. No tiene llave. El tipo es un señor mayor de escasa estatura. No le haremos daño. Pero tenemos que ser rápidos, llevar un martillo y líquido abrasivo. Con eso será suficiente para deteriorar los rollos, romper el proyector, llevarnos algunas llaves: lo que sea. Puede hacerse. (1)

Yo voy. (a)

Conmigo, tres. (alfa)

Os copio la noticia del periódico. «Sergi Capdevilla vivió ayer la peor pesadilla que puede sufrir un director de cine: su película no pudo ser vista por los espectadores. La première de
Mendigando soles
fue interrumpida por problemas técnicos. Al parecer el proyector se estropeó de modo irreparable a los cinco minutos de haberse iniciado la sesión. Numerosas personalidades del mundo artístico y político hubieron de abandonar la sala sin conocer el contenido del nuevo documental de Capdevilla, uno de los cineastas más comprometidos de nuestro país. Una nueva première ha sido programada para la semana que viene. ¡A ver si hay más suerte!» No dicen más. Y mienten. No dicen nada de nosotros. (a)

Eso no nos importa. (I)

Asunto: Ejército enemigo

La intervención social que hemos iniciado tiene como premisas: a)nuestro desacuerdo evidente con el sistema del capital en el que vivimos y b)nuestra pérdida de fe en el sistema paralelo de lucha contra la desigualdad del que muchos hemos formado parte. Esta pérdida de fe no siempre fue evidente y ninguno de nosotros la vio venir. Fue la frase de un compañero la que nos puso sobre la pista de la inanidad estructural del entramado caritativo. Todos tenéis conciencia de ella: «La solidaridad ha fracasado».

En efecto, los grandes términos, las grandes palabras, las inmensas intenciones nos repugnan. Nadie aquí va a cambiar el mundo. La revolución no va a llegar. Nuestros soldados son todos traidores. La batalla no se está librando. La guerra no se ha declarado. No hay bandos suficientes para contender. Sólo hay un bando, que se ejercita luchando contra sí mismo en un espejo mediático.

Nuestro objetivo es la depuración y la dignidad. La depuración de ese hipócrita y avergonzante discurso solidario que llevamos ingiriendo desde niños, y que nuestros niños, por tanto, llevan ingiriendo desde la amniosis. De continuar este proceso de enraizamiento, todo acto, propuesta o movimiento subversivo será poco menos que una atracción más en el gran parque de atracciones del domingo. Debemos estropear los tiovivos del compromiso, averiar la montaña rusa de manifestaciones y colectas, desatornillar algunos iconos mefistofélicos de la izquierda millonaria.

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