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Authors: Colleen McCullough

Tags: #Histórica

El primer hombre de Roma (131 page)

BOOK: El primer hombre de Roma
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Athesis, río. El actual Adigio.

 

atrium. El recibidor de las mansiones romanas; fundamentalmente constaba de una abertura rectangular en el techo y de un estanque. En principio, el propósito del estanque era tener agua para el uso doméstico, pero en la época de Cayo Mario este estanque se había convertido en un simple elemento ornamental.

 

Atalo III. Ultimo rey de Pérgamo y monarca de la mayor parte de la costa del Egeo hasta la Anatolia occidental y Frigia. Murió en el 133 a. JC., bastante joven y sin herederos, salvo los habituales primos. Su testamento fue llevado a Roma y en él dejaba todo su reino a Roma. Siguió una guerra que dirigió Manio Aquilio en 129-128 a. JC. Cuando Aquilio organizó el legado de la provincia romana de Asia, vendió la mayor parte de Frigia al rey Mitrídates V del Ponto por una suma de oro que él mismo se embolsó.

 

auctoritas. Término latino de difícil traducción, ya que significa mucho más que el vocablo "autoridad"; implica preeminencia, prestigio, jefatura, importancia pública y privada y, sobre todo, la capacidad para influir sobre los acontecimientos por simple fama pública o personal. Todos los magistrados poseían auctoritas como algo inherente a su cargo, pero la auctoritas no era exclusiva de los magistrados; el príncipe del Senado, el pontífice máximo, el rex sacrorum, los consulares y algunos particulares también poseían auctoritas.

 

augur. Sacerdote cuyo cometido era la adivinación más que el pronóstico. Formaba con sus colegas el Colegio de augures que, en tiempos de Cayo Mario, eran unos doce, seis patricios y seis plebeyos. Hasta que Cneo Ahenobarbo aprobó la lex Domitia de sacerdotiis en el 104 a. JC., los augures eran elegidos por los propios miembros del Colegio, pero después se eligieron públicamente. El augur no predecía el futuro, ni dictaba los augurios a su antojo, sino que examinaba unos determinados objetos o signos para saber si lo que se iba a realizar contaba con la aprobación de los dioses, ya fuese una asamblea, una guerra, la propuesta de una ley o cualquier otro asunto estatal. Existía un auténtico manual de interpretación, por lo que nadie tenía que arrogarse poderes psíquicos para ser nombrado augur. De hecho, el Estado romano desconfiaba de los que pretendían tener "poderes" y prefería "atenerse al texto". El augur vestía la toga trabea (véase ese articulo) y portaba un báculo llamado lituus.

 

auxiliares. Legión incorporada al ejército romano sin que sus tropas tuviesen la categoría de ciudadanos de Roma; los que formaban este tipo de legión recibían el nombre de auxiliares, término que también se aplicaba al cuerpo de caballería. En la época de Cayo Mario, la mayor parte de la infantería auxiliar era de origen itálico, mientras que la caballería auxiliar era de la Galia, Numidia o Tracia, países en los que los soldados montaban a caballo, cosa que no hacía el soldado romano.

 

ave atque vale. "Salve y adiós."

 

 

 

Baetis, río. El actual Guadalquivir, en la Hispania Ulterior; según Estrabón, el valle del Baetis era el más fértil y rico del mundo.

 

Bagradas, río. El actual Mellégue; el más importante de la provincia romana de Africa.

Baiae. Pequeña ciudad de la bahía del cabo Misenum, promontorio norte de lo que hoy se denomina bahía de Nápoles. No era un lugar de recreo famoso en tiempos de la república, pero si que eran célebres sus criaderos de ostras.

 

basilica, basilicae (basílica). Edificio importante para uso público, tal como tribunales o dependencias comerciales y despachos. La basílica se iluminaba por una lucerna cenital y durante la república se erigía a costa de algún noble romano de buen talante cívico, generalmente de rango consular. La primera de las basílicas fue construida por Catón el censor y estaba en el Clivus Argentarius, junto al Senado; se llamaba basílica Porcia, albergaba casas de banca y la sede del Colegio de los tribunos de la plebe. En la época de Cayo Mario, existían ya las basílicas Sempronia, Emilia y Opimia, todas en las inmediaciones del bajo Foro.

 

belgae. La temible unión de tribus que habitaban al noroeste de la Galia próxima al Rin. De origen racial mixto, los belgae eran probablemente, más germánicos que celtas; entre ellos se contaban los pueblos de los tréveros, los aduatucos, los condrusos, los belovacos, los atrebates y los batavos. Para los romanos de la época de Mario, eran más legendarios que reales.

 

biga. Carro de guerra tirado por dos caballos.

 

Bitinia. Reino contiguo al Propontis, en la parte asiática, que se extendía por el este hasta Patagonia y Galacia, al sur de Frigia, y hasta Misia por el sudoeste. Era una tierra fértil y rica en la que reinaba una dinastía de origen tracio. Su tradicional enemigo era el Ponto.

 

Boiohaemun. Bohemia, en la actual Checoslovaquia.

 

boni. Literalmente, "los hombres buenos". Aparecen mencionados por primera vez en una comedia de Plauto titulada Los cautivos, y el término se utilizó con implicaciones políticas en tiempos de Cayo Graco, quien recurrió a él para referirse a sus seguidores, pero también sus enemigos Druso y Opimio hicieron igual. Luego pasó gradualmente al lenguaje popular y en tiempos de Cicerón los boni eran los senadores de tendencias ultraconservadoras.

 

Bononia. La actual Bolonia.

 

Borysthenes, río. El actual Dniéper de Ucrania.

 

Breno (1). Rey de los galos (o celtas). Fue Breno quien saqueó Roma y casi llegó a apoderarse del Capitolio durante un asedio, de no haber sido por los gansos sagrados de Juno que graznaron hasta despertar al consular Marco Manlio, que descubrió el punto por el que los asaltantes escalaban el acantilado y los rechazó; Roma no perdonó a los perros (que no ladraron) y a partir de entonces honró a los gansos. Al ver su ciudad reducida a humo y escombros bajo sus propios ojos y sin tener nada que comer, los defensores del Capitolio aceptaron finalmente pagar a Breno por salvar la vida y el precio fue mil libras de oro; cuando le llevaron a Breno el montón de oro al Foro, lo mandó volver a pesar en balanzas manipuladas y alegó que querían engañarle. Los romanos le contestaron que era él quien trataba de engañarlos; tras lo cual desenvainó la espada y la arrojó despectivo sobre el platillo de la balanza, exclamando: "¡Ay de los vencidos!" (Vae victis!) Pero antes de que pudiera matar a los romanos por su audacia en reprocharle el engaño mientras le compraban sus vidas, el recién nombrado dictador Marco Furio Camilo apareció en el Foro con un ejército y se negó a consentir que Breno tomase el oro. En un primer combate en las calles de Roma, los galos fueron expulsados de la ciudad, y en el segundo combate, a ocho millas de la urbe, en la Via Tiburtina, Camilo aniquiló a los invasores. Por esta hazaña (y por su discurso persuadiendo a los plebeyos para que no abandonasen Roma para asentarse en Veii) Camilo fue llamado segundo fundador de Roma. Livio no cuenta lo que fue del rey Breno. Todo esto sucedía en el 390 a. JC.

 

Breno (2). Otro rey de los galos (o celtas), que a la cabeza de una federación de tribus celtas invadió Macedonia y Tesalia en el 279 a. JC., venció a los griegos en el paso de las Termópilas y saqueó Delfos, batalla en la que resultó herido. Luego entró en el Epiro y saqueó el recinto sagrado lleno de riquezas del templo de Zeus en Dodona y de Otros muchos templos, como el de Zeus en Olimpia. Tuvo que retirarse ante la decidida resistencia de guerrilla de los griegos, regresó a Macedonia y allí murió a causa de su antigua herida. Sin el aglutinante de la jefatura de Breno, los galos vagaron sin rumbo; algunos (los tolistobogios, los trocmi y parte de los volcos tectosagos) cruzaron el Helesponto para pasar a Asia Menor y se asentaron en una región llamada Galacia a partir de entonces. Los volcos tectosagos que no pasaron a Asia Menor regresaron a la región de la que procedían en torno a Tolosa, al sur de la Galia, llevando consigo el botín de la campaña de Breno, del que quedaron depositarios hasta el regreso del resto, ya que el oro pertenecía a todos.

 

Brundisium. La actual Brindisi. Era el puerto más importante del sur de Italia y el mejor de toda la costa adriática. En el 244 a. JC. se convirtió en colonia con derechos latinos, pues Roma deseaba proteger el tramo recién ampliado de la Via Apia entre Tarentum y Brundisium.

 

Burdigala. La actual Burdeos. El gran oppidum galo de los aquitanos.

 

 

 

caballeros. Los equites, pertenecientes al ordo equester. Su origen se debe a cuando los reyes de Roma alistaron a los ciudadanos más distinguidos en un cuerpo de caballería pagado por el Tesoro público. En aquel entonces, en Italia, los buenos caballos eran muy escasos y costosos. Ya en la época de la joven república había mil ochocientos jinetes, repartidos en dieciocho centurias. Con el auge de la república aumentó el número de caballeros, pero ya todos ellos adquirían por su cuenta el caballo y lo mantenían; los mil ochocientos caballeros con "montura pública" eran entonces los veteranos del ordo equester. No obstante, en el siglo II a. JC., Roma ya no les facilitaba los caballos y el ordo equester se convirtió en una entidad social y económica que poco tenía que ver con la cuestión militar. Entonces los caballeros eran definidos por los censores según consideraciones económicas y, mientras que las dieciocho primitivas centurias con sus caballos públicos se mantuvieron en la cifra de cien hombres, el resto de las centurias de caballeros (setenta y una, aproximadamente) aumentaron en contingentes, de modo que todos los que reunían las condiciones para ser censados como caballeros quedaron incluidos en la primera clase. Hasta el 123 a. JC. los senadores seguían formando parte del ordo equester; fue Cayo Braco quien los dividió, formando una orden aparte de trescientos hombres. No obstante, sus hijos varones no senadores siguieron siendo clasificados como caballeros. Como requisitos para ingresar en el censo de caballeros (que se efectuaba ante un tribunal especial en el Foro Romano), había que tener propiedades o rentas superiores a 400.000 sestercios. Aunque esto no siempre se observaba, algunos censores insistieron en que se celebrase un desfile para comprobar que jinetes y corceles se mantenían en buen estado. El desfile de caballos públicos (cuando se celebraba) debía tener probablemente lugar en los idus de julio; los censores tomaban asiento en un tribunal en lo alto de la escalinata del templo de Cástor y Pólux, en el Foro, y los caballeros iban pasando ante ellos con sus corceles. Desde la época de Cayo Graco hasta el final de la república, los caballeros dominaron unas veces y otras perdieron el control de los tribunales que juzgaban a los senadores por traición menor o extorsión en provincias, y con bastante frecuencia andaban a la greña con el Senado. Nada podía impedir que un caballero que reuniera los requisitos económicos para ser senador ingresase en el Senado; el hecho de que, en general, no aspirasen a entrar en él, se debía simplemente al gusto de los caballeros por el comercio y los negocios, cosa que a los senadores les estaba vedada. El ordo equester (no se llamó así oficialmente hasta después de la época de Cayo Graco) prefería las emociones del foro de comercio a las del foro político.

 

cabriolé. Vehículo de dos ruedas tirado por dos o cuatro animales, generalmente mulas. Era muy ligero y elástico, dentro de las limitaciones de los vehículos de la antigüedad -no existían muelles ni amortiguadores-, y era el medio de transporte idóneo para un romano con prisa por ser fácil de conducir y veloz, aunque, evidentemente, en función de los factores atmosféricos. Su nombre latino era cisíum y el coche ligero cerrado de dos ruedas se llamaba carpentum.

 

Calabría. Nombre que se presta a confusión para los que conocen la Italia actual. Hoy, Calabria es la punta de la bota, pero en la época antigua era el tacón.

 

Campania. La rica y fértil cuenca, con suelo de origen volcánico, entre los Apeninos de Samnio y el mar toscano (Tirreno); se extendía desde Tarracina al norte hasta un punto justo al sur de la actual bahía de Nápoles. Regada por los ríos Liris, Volturnus, Calor, Clanius y Samus, en ella crecía todo mejor, más grande y en mayor cantidad que en cualquier otra región de Italia. Colonizada en origen por los griegos, cayó bajo el dominio etrusco y luego se confederó con los samnitas para acabar siendo vasalla de Roma. Los elementos griegos y samnitas de la población fueron motivo de rencor y siempre mostró proclividad a la insurrección. Las ciudades de Capua, Teanum Sidicinum, Venafrum, Acerrae, Nola y Interamna eran centros importantes tierra adentro, mientras que los puertos de Puteoli, Neapolis, Herculaneum, Surrentum y Stabiae eran los mejores de la costa occidental italiana. La cruzaban las vías Campania, Apia y Latina.

 

campus, campi. Llanura, campo abierto o explanada.

 

Campo de Marte. Situado al norte de la muralla serviana, el Campo de Marte estaba limitado por el Capitolio al sur y la colina Pinciana al este; el resto lo cerraba la gran curva del Tíber. En el Campo de Marte acampaban los ejércitos en espera de que los generales celebrasen el triunfo, se efectuaban ejercicios, militares y de instrucción para los jóvenes, estaban los establos de los caballos que corrían en las carreras de carros, se celebraban las asambleas de Comitia centuriata y había mercados de plantas y parques públicos. La Via Lata (Via Flaminia) cruzaba el Campo de Marte en dirección norte.

 

canilleras, O grebas. Piezas metálicas para proteger la pantorrilla; se sujetaban con correas por detrás de la rodilla y el tobillo y no las llevaba cualquier romano, salvo los centuriones, para quienes eran un distintivo profesional.

 

Cannas. Ciudad de la Apulia sobre el río Aufidius, en la que, en el 216 a. JC., Aníbal con su ejército cartaginés se enfrentó a un ejército romano al mando de Lucio Emilio Paulo y Cayo Terencio Varro, al que aniquiló. Hasta Arausio, en el 195 a. JC., constituyó el mayor desastre militar de Roma. En la batalla perecieron entre treinta mil y sesenta mil hombres, y a los supervivientes se les hizo pasar bajo el yugo (véase ese artículo).

 

capíte censí. Literalmente "censo por cabezas". Los capite censi eran los ciudadanos romanos cuya pobreza les impedía pertenecer a una de las cinco clases económicas, por lo que no podían votar en las asambleas centuriadas. Como en su mayoría eran de origen urbano y domiciliados en Roma, pertenecían casi todos a las tribus urbanas, que eran cuatro de las treinta y cinco que había; esto significa que tenían poca influencia en las asambleas de las tribus, del pueblo o de la plebe (véase también proletarii).

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