El secreto del Nilo (125 page)

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Authors: Antonio Cabanas

Tags: #Histórico

BOOK: El secreto del Nilo
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Ídem, pág. 163.
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[38]
Ídem, pág. 188.
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[39]
Ídem, pág. 193.
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[40]
Ídem, pág. 203.
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[41]
Ídem, págs. 141-142.
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[42]
El dios Ra gozaba del título de Padre de Todos los Dioses, y dada su importancia poseía nada menos que catorce
kas
que atendían a los siguientes nombres: Hu, la alimentación; Shepes, la gloria; Nejt, la victoria; Was, el honor; Udy, la lozanía; Ayefa, la abundancia; Iry, la producción de alimentos; Aju, el estrépito; Heka, la magia; Shemes, la fidelidad; Dyehen, el resplandor; Seped, la habilidad; Pesedy, la luminosidad; y User, el vigor. Con estos
kas
se relacionaban otras cuatro divinidades: Maa, la visión; Sedyem, el oído; Sia, el entendimiento; y Hu, la palabra. Véase E. Castel,
Diccionario de mitología egipcia
, Alderabán, págs. 255-256.
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[43]
Dentro de la personalidad de Osiris se hallaba integrado, desde el Imperio Medio, un dios funerario muy antiguo del área de Abydos cuyo nombre era Jentiamentiu, «el que está al frente de los occidentales», en referencia a los difuntos que siempre eran enterrados en las necrópolis situadas al oeste del Nilo.
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[44]
Eso es lo que significa su nombre.
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[45]
Esta puerta fue levantada, finalmente, por Nectanebo I, faraón de la XXX dinastía.
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[46]
El 17 de diciembre.
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[47]
Sobre la muerte de la princesa Meketatón han circulado las más diversas hipótesis. Una de las más defendidas asegura que su fallecimiento se produjo a causa de un parto, posiblemente el de Tutankhamón, como consecuencia de las relaciones mantenidas con su propio padre, el faraón. Esta teoría parece hoy en día difícil de sostener, y como señala con acierto el egiptólogo francés M. Gabolde, Meketatón debía de tener diez u once años en el momento de su muerte y medir poco más de un metro de estatura. Demasiado joven como para poder procrear. Tanto ella como las otras dos princesas a las que nos referimos debieron de morir a causa de la epidemia que asoló Akhetatón.
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[48]
Véase N. Reeves,
Akhenatón. El falso profeta de Egipto
, Oberon, pág. 218.
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[49]
Véase N. Reeves,
Akhenatón. El falso profeta de Egipto
, Oberon, pág. 231.
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[50]
Véase N. Reeves,
Akhenatón. El falso profeta de Egipto
, Oberon, pág. 233.
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[51]
Ídem, pág. 234.
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[52]
De esta forma denominaban los antiguos egipcios a sus enemigos tradicionales.
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[53]
Véase N. Reeves,
Akhenatón. El falso profeta de Egipto
, Oberon, págs. 243-244.
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[54]
Véase el Decreto de Horemheb en el blog Egipto con vocación a la eternidad: http://egiptoeterno-herjuf.blogspot.com.es/2007/10/el-decreto-de-horemheb-ra-ser-kheperu.html.
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[55]
Véase
Diccionario de civilización egipcia
, Larousse, pág. 92.
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[56]
Véase N. Reeves,
Akhenatón. El falso profeta de Egipto
, Oberon, págs. 100-103.
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[57]
Véase N. Reeves,
Akhenatón. El falso profeta de Egipto
, Oberon, pág. 200.
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[58]
Véase N. Reeves,
Akhenatón. El falso profeta de Egipto
, Oberon, pág. 230.
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[59]
Véase N. Reeves,
Akhenatón. El falso profeta de Egipto
, Oberon, págs. 233-237.
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