Inventario Uno (1950-1985) reúne los poemas publicados en libros por Mario Benedetti entre 1950 y 1985. En esta obra también se incluyen los poemas de Vientos del exilio y Geografías. EL lector puede reconstruir así los poemas de este autor, que giran en torno a los temas más importantes para el en su momento: la familia, el paisaje conocido, el amor a una mujer, la nostalgia que genera el exilio y lo maravilloso de cambiar la visión de una desesperanza por una ilusión y esperanza mucho más arraigada.
Mario Benedetti
Inventario uno
Poesía completa 1950-1985
ePUB v1.0
Superluper03.04.12
Inventario uno
Poesía completa 1950-1985
Publicado en 1993
Reeditado en España 2006
Primera publicación en ePub Abril 2012
Composición portada e indice Superluper
A luz
como siempre
Integran
Inventario Uno
todos los poemas que he publicado en libro entre 1950 y 1985.
Sólo mientras tanto
(1950),
Poemas de la oficina
(1956),
Poemas del hoyporhoy
(1961),
Noción de patria
(1963),
Próximo prójimo
(1965),
Contra los puentes levadizos
(1966),
Aras del sueño
(1967),
Quemar las naves
(1969),
Letras de emergencia
(1973),
Poemas de otros
(1974),
La casa y el ladrillo
(1977),
Cotidianas
(1979),
Viento del exilio
(1981) y
Geografías
(1984).
Algunos poemas que posteriormente fueron transformados en canciones figuran en sus dos textos poema y canción, cada uno de ellos incluido en el lugar y la época correspondientes.
Al igual que en las anteriores ediciones, el volumen se abre con la producción más reciente y concluye con la más antigua, quizá con la secreta esperanza de que el lector, al tener acceso a esta obra por la puerta más nueva y más cercana, se vea luego tentado a ir abriendo otras puertas a beneficio de inventario.
M.B.
1982-1984
Eso dicen
que al cabo de diez años
todo ha cambiado
allá
dicen
que la avenida está sin árboles
y no soy quién para ponerlo en duda
¿acaso yo no estoy sin árboles
y sin memoria de esos árboles
que según dicen
ya no están?
Ay del sueño
si sobrevivo es ya borrándome
ya desconfiado y permanente
y tantas veces me hundo y sueño
muslo a tu muslo
boca a tu boca
nunca sabré quién sos
ahora que estoy insomne
como un sagrado
y permanezco
quiero morir de siesta
muslo a tu muslo
boca a tu boca
para saber quién sos
Ay del sueño
con esta poca alma a destajo
soñar a nado tiernamente
así me llamen permanezco
muslo a tu muslo
boca a tu boca
quiero quedarme en vos
Patria es humanidad.
JOSÉ MARTÍ
La manzana es un manzano
y el manzano es un vitral
el vitral es un ensueño
y el ensueño un ojalá
ojalá siembra futuro
y el futuro es un imán
el imán es una patria
patria es humanidad
el dolor es un ensayo
de la muerte que vendrá
y la muerte es el motivo
de nacer y continuar
y nacer es un atajo
que conduce hasta el azar
los azares son mi patria
patria es humanidad
mi memoria son tus ojos
y tus ojos son mi paz
mi paz es la de los otros
y no sé si la querrán
esos otros y nosotros
y los otros muchos más
todos somos una patria
patria es humanidad
una mesa es una casa
y la casa un ventanal
las ventanas tienen nubes
pero sólo en el cristal
el cristal empaña el cielo
cuando el cielo es de verdad
la verdad es una patria
patria es humanidad
yo con mis manos de hueso
vos con tu vientre de pan
yo con mi germen de gloria
vos con tu tierra feraz
vos con tus pechos boreales
yo con mi caricia austral
inventamos una patria
patria es humanidad
y el silencio del mar, y el de su vida.
JOSÉ HIERRO
El silencio del mar
brama un juicio infinito
más concentrado que el de un cántaro
más implacable que dos gotas
ya acerque el horizonte o nos entregue
la muerte azul de las medusas
nuestras sospechas no lo dejan
el mar escucha como un sordo
es insensible como un dios
y sobrevive a los sobrevivientes
nunca sabré qué espero de él
ni qué conjuro deja en mis tobillos
pero cuando estos ojos se hartan de baldosas
y esperan entre el llano y las colinas
o en calles que se cierran en más calles
entonces sí me siento náufrago
y sólo el mar puede salvarme.
Palpen la espiga el cáliz el estambre
la huella dibujada por la tierra
busquen el cuerpo amado entre los cuerpos
el que no es
miren en qué baldosa de la historia
se emprende a tientas el regreso y cómo
se va reconociendo palmo a palmo
lo que no es
aprendan a olfatear el miedo huésped
la invitación del sexo / la osadía
rastreen el olor de la confianza
la que no es
oigan cómo se entiende la llamada
la impunidad del eco / su caricia
y cómo se cosecha entre las voces
la que no es
saboreen la lluvia y el durazno
los párpados del alba y la madera
tómenle el gusto al lecho de la vida
la que no es
Hubo un tiempo en que nos fijábamos en las hojas secas
en el muro de ceniza y en la noche descalza
y en la luna pálida de tantas destrucciones
y así apostábamos a la melancolía
inconscientes de que ése no era aún nuestro percance
faltaban temporadas de sistemática pobreza
laberintos privados y tristezas de medio pelo
el calvario era ajeno y quedaba lejos
el tamaño de la pena era tan módico como el deleite
nuestros dientes de hambre y nuestras lenguas en celo
funcionaban sin prisa pero funcionaban
las primaveras se nos iban de entre las manos
mirábamos el horizonte sin saber qué pedirle
el crepúsculo se henchía de gallos
azules y el aire era enigmático como un viejo sabihondo
pero una madrugada forzaron las puertas
nos allanaron el desván y la memoria
decidieron por nosotros en mitad de la duda
nos quitaron los fantasmas y los papeles
levantaron un cepo de palabras
y un corral de miedo donde abandonarnos
nos suspendieron el derecho a la tibieza
borraron los presagios con el odio
nos despojaron de la lluvia verde
y del silencio gratis y del amor cribado
nos cortaron en dos con un hacha de invierno
de ese modo tan turbio nos fue revelado
que en realidad no habíamos trajinado por el tedio
sino que éramos inadvertidamente felices
no esplendorosa sino pasablemente ávidos
de amparos lechos soledades perdones
de ese modo tan impropio nos fue dicho
que cualquier otro quebranto era menos que este azote
y tuvieron que aparecer túneles y máscaras y trampas
para que echáramos de menos el letargo cotidiano
las venas de los árboles el caballo a contraluz
¿habremos aprendido el catecismo del rencor
o la rabia se nos irá cayendo como escamas?
¿recordaremos siempre no olvidar
o las franjas de inquina se nos irán pudriendo?
¿almacenaremos para nunca los aborrecimientos
y los sacaremos de la troya a perdonazos?
es claro que ni el rayo ni el rocío tienen prisa
desahucios y bienvenidas esperan su turno
por algo estamos listos para empezar desde cero
y nadie se arrodilla sobre los pámpanos caídos
vamos a merecer cada centímetro de augurio
vamos a abrir caminos a los sobrevivientes
sin guirnaldas pero con respuestas
flamantes y accesibles
vamos a reponer lo mucho que perdimos
vamos a aprovechar lo poco que nos queda
País lejos de mí / que está a mi lado
país no mío que ahora es mi contorno
que simula ignorarme y me vigila
y nada solicita pero exige
que a veces desconfía de mis pocas confianzas
que alimenta rumores clandestinos
e interroga con cándidas pupilas
que cuando es noche esconde la menguante
y cuando hay sol me expulsa de mi sombra
viejo país en préstamo / insomne / olvidadizo
tu paz no me concierne ni tu guerra
estás en las afueras de mí / en mis arrabales
y cual mis arrabales me rodeas
país aquí a mi lado / tan distante
como un incomprendido que no entiende
y sin embargo arrimas infancias o vislumbres
que reconozco casi como mías
y mujeres y hombres y muchachas
que me abrazan con todos sus peligros
y me miran mirándose y asumen
sin impaciencia mis andamios nuevos
acaso el tiempo enseñe
que ni esos muchos ni yo mismo somos
extranjeros recíprocos extraños
y que la grave extranjería es algo
curable o por lo menos llevadero
acaso el tiempo enseñe
que somos habitantes
de una comarca extraña
donde ya nadie quiere
decir
país no mío
En las pausas insomnes
en los ojos glaciales
en el gesto ritual de la amenaza
el vocero del odio estrena sus enigmas
hinca roedor sus dientes en el humo
recobra la prudencia de su miedo impalpable
en la cábala oscura
en el martirio en cierne
en el postigo abierto a la amenaza
las larvas del odio se hacen adultas
los recientes acechos se organizan
la extenuada blasfemia nos anega
en el nuevo desvelo
en la hipótesis vieja
en la azul cicatriz de la amenaza
la provincia del odio se vuelve inhabitable
y hay delirios que copan el futuro
en el adviento de la noche mala
así y todo el absurdo resplandor
el amago presente e infinito
esa letal rampante hiedra de la amenaza
pueden ser reintegrados a su túnel de origen
si uno aprende el idioma de la muerte