Capítulo VI
[1]
Sobre el tema de especial interés son M.C. Jacob, Living the En-lightement, Oxford, 1991, y D. Mornet,
Les origines intellectueles de la Révolution francaise
, París, 1933.
<<
[2]
En ese sentido, véase el análisis profunda y documentadamente sugestivo en P. Gaxotte,
La revolución francesa
, Madrid, 1975.
<<
[3]
J. A. Ferrer Benemeli,
La masonería española en el siglo XVIII
, Madrid, 1974, pp. 301 ss.
<<
[4]
Sobre este aspecto, véase: C. Vidal,
Paracuellos-Katyn
, Madrid, 2004, c. I y II.
<<
Capítulo VII
[1]
Sobre el tema, véase: Tuckett, «Napoleón I and Freemasonry» en AQC, 8, 188 y 27, 115.
<<
[2]
Chevallier, 2, p. 48.
<<
[3]
Chevallier, 2, 36 ss.
<<
[4]
Sus nombres eran Daroca, Florit, Moreno, Zurita y Reyes. Los dos últimos eran franciscanos.
<<
[5]
Recepción de la logia Santa Julia en 1811.
<<
[6]
He abordado el tema de manera novelada en C. Vidal, El año de la libertad, Madrid, 2002.
<<
Capítulo VIII
[1]
La misiva de 23 de mayo de 1833 puede encontrarse en J. Q. Adams,
Letters on the Masonic Institution
, pp. 163-165.
<<
[2]
C. G. Finney,
Why I Left Freemasonry
, varias ediciones.
<<
[3]
Sobre el tema, con bibliografía, puede verse C. Vidal,
Lincoln
, Madrid, 2002.
<<
Capítulo IX
[1]
J. M. Mateos,
Historia de la masonería en México, México
, 1884, pp. 10 ss.
<<
[2]
Sobre el tema, véase: D. Aponte, «Bolívar, masón y revolucionario»,
Mediodía
, 24 de julio de 1983; P. A. Barboza de la Torre, «Simón Bolívar francmasón»,
Mediodía
, 24 de julio de 1983; A. Cacua Prada,
Los hijos secretos de Bolívar
, Bogotá, 1992; A. Carvicelli,
La masonería de la independencia de América
, Bogotá, 2 vols.; E. E. Stolper, «Más luz sobre Bolívar francmasón»,
Mediodía
, 24 de julio de 1983.
<<
[3]
La obra de J. Pacífico Otero,
Historia del libertador general San Martín
, comenzó a publicarse en 1932 y es una de las obras de referencia obligada para el estudio del prócer argentino.
<<
[4]
Las obras de Enrique Gandía,
Historia crítica de los mitos de la conquista americana
, Buenos Aires, 1929;
Historia de la conquista del Río de la Plata
, 1931;
Bolívar y la libertad
, 1959, y San Martín.
Su pensamiento político
, Buenos Aires, 1964, resultan prácticamente indispensables.
<<
[5]
Sobre el tema, véase: G. Furlong,
El general San Martín. ¿Masón, católico, deísta?
, Buenos Aires, 1920, y A. Tonelli,
El general San Martín y la masonería
, Buenos Aires, 1944.
<<
[6]
Reproducida en B. Vicuña Mackenna,
El ostracismo del general O'Higgins
, Valparaíso, 1860.
<<
[7]
Seal-Coon, «Spanish-American Revolutionary Masonry» en AQC, 94, 98-103.
<<
[8]
Sobre Brown, puede consultarse Levi-Castillo, «Admiral William Brown» en AQC, 102, 16-24 y, muy especialmente, H. R. Ratto, Almirante Guillermo Brown, Buenos Aires, 1961.
<<
Capítulo X
[1]
En el mismo sentido, J. A. Ferrer Benimeli, Masonería española contemporánea, Madrid, 1980, p. 134.
<<
[2]
Sobre el tema, véase: M. Lafuente,
Historia de España
, t. V, p. 335; AGP,
Papeles reservados de Fernando VII
, t. 66.
<<
[3]
B. Pérez Galdós,
Episodios Nacionales
, Madrid, 1981, t. II, p. 452.
<<
[4]
Ídem, p. 448.
<<
[5]
Ídem, p. 420.
<<
[6]
Ídem, p. 435.
<<
[7]
Ídem, p. 436.
<<
Capítulo XI
[1]
Chevallier, ob. cit., vol. II, pp. 255 ss y 283 ss.
<<
[2]
Chevallier, ob. cit., pp. 355 ss.
<<
[3]
Chevallier, ob. cit., vol. II, p. 441.
<<
[4]
Chevallier, ob. cit., pp. 492 ss.
<<
Capítulo XII
[1]
Citado en B. Larson, ob. cit., p. 309.
<<
[2]
Las citas al respecto son claras. Por ejemplo, «No os volváis a los encantadores ni a los adivinos; no los consultéis, contaminándoos con ellos» (Levítico 19, 26) o «
No sea hallado en ti quien haga pasara su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortilegio, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con el Señor cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones el Señor tu Dios echa estas naciones delante de ti
. Perfecto serás delante de el Señor tu Dios. Porque estas naciones que vas a heredar, a agoreros y a adivinos oyen; mas a ti no te ha permitido esto el Señor tu Dios» (Deuteronomio 10, 8-14).
<<
[3]
D. O. McKay,
Gospels Ideals
, Salt Lake City, 1953, p. 85.
<<
[4]
John A Widtsoe,
Joseph Smith-Seeker After Truth
, Salt Lake City, 1951, p. 19.
<<
[5]
Improvement Era
, julio de 1961, p. 490.
<<
[6]
Jerald y Sandra Tanner,
The First ision Examines
, Salt Lake City, 1969. La obra constituye un clásico en el estudio de las fuentes de la secta.
<<
[7]
F. C. McElveen,
The mormon illusion
, Ventura, 1977, pp. 24-25.
<<
[8]
F. C. McElveen, Véase:
Messenger and Advocate
, vol. I, pp. 78-79.
<<
[9]
Journal of Discourses
, Salt Lake City, 1966, vol. 13, pp. 65-66.
<<
[10]
Pearl of Great Price
, Salt Lake City, 1958, p. 48, §17.
<<
[11]
Bruce R. McConkie,
Doctrines of Salvation
, Salt Lake City, 1954, vol. I, p. 4.
<<
[12]
D. Whitmer,
An Address to All Believers in Christ, searcy,
1960.
<<
[13]
Estudios sobre el tema en A. Budvarson,
Book of Mormon, True or False?
, Concord, 1959; M. W. Cowan,
Mormon Claims Answered
, ed. autor, 1975, y J. y S. Tanner,
Mormonism, Shadow or Reality
, Salt Lake City, 1975.
<<
[14]
Cf. F. C. McElveen, ob. cit., pp. 48 ss.
<<
[15]
Times and Seasons
, vol. I, p. 81;
Elders Journal
, p. 59;
Senate Documents
, 189, pp. 6, 9.
<<
[16]
Smith,
History of the Church
, vol. 3, p. 232.
<<
[17]
Una reproducción fotográfica de las minutas judiciales origi-nales en J. y S. Tanner,
Joseph Smith's 1826 Trial
, Salt Lake City, 1971.
<<
[18]
J. y S. Tanner,
Mormonism Shadow or Reality
, Salt Lake City. 1975, p. 57.
<<
[19]
Dialogue: A Journal of Mormon Thought, «Mormons and Archaeology: An Outside View», verano de 1973, pp. 41-42, 46.
<<
[20]
Dialogue, ob. cit., verano de 1969, pp. 77-78.
<<
[21]
Una narración más extensa del mismo en Ed. Decker y D. Hunt,
Los fabricantes de dioses
, Minneapolis, 1987, pp. 78 ss.
<<
[22]
Durante años se ha defendido la tesis de que el Libro de Mormón no fue siquiera obra de Joseph Smith, sino que éste la plagió de un tal Solomon Spaulding. Al parecer, éste había escrito una novela histórica sobre una familia judía que emigraba al Nuevo Mundo. Esta explicación del origen del
Libro de Mormón
es, a nuestro juicio, la más satisfactoria por tres razones. Primero, explica la utilización de la Biblia del Rey Jaime de 1611. Es lógico que un protestante del siglo XIX la utilizara para citar de las Escrituras al ser la de mayor difusión en las naciones de habla inglesa. Segundo, explica la falta de base histórica ya que se trata sólo de novelar y no de historiar. Tercero, la tesis viene apoyada por multitud de testigos que afirmaron haber leído o escuchado fragmentos de la obra de Spaulding que eran idénticos a la que Smith presentaba como
Libro de Mormón
. No hace falta decir que de ser cierta esta teoría, el profeta Smith saldría aún peor parado en sus pretensiones, pero ése no es un problema para el investigador imparcial.
<<
[23]
Los egiptólogos fueron A. H. Sayce, de la Universidad de Oxford, William M. E Petrie, de la Universidad de Londres, A. C. Mace, del departamento de egiptología del Museo Metropolitano de Nueva York, J. Peters, director de la expedición babilónica de la Universidad de Pennsylvania; S. A. B. Mercer, del Western Theological Seminary de Chicago, E. Meyer, de la Universidad de Berlín, y B. V. Bissing, de la Universidad de Munich.
<<
[24]
Dee Jay Nelson,
The Joseph Smith Papyri
, part. 2, y
The Eye of Ra
.
<<
[25]
The Contributor
, vol. 6, n. 4, enero de 1885, p. 131.
<<
[26]
Historical Record
, p. 15, una fuente mormona da por verídico el dato.
<<
[27]
Reproducida en E. Decker y D. Hunt, ob. cit., p. 139.
<<
[28]
Cf. E. Decker y D. Hunt, ob. cit., pp. 139 ss.
<<
[29]
Dr. Wyl,
Mormon Portraits
, 1886, pp. 70-72.
<<
[30]
Tal como fue el caso de un tal H. B. Jacobs.
<<
[31]
Cf.
No man knows my story
, Fawn M. Brodie, 1945.
<<
[32]
Carta fechada el 22 de julio de 1844 de Sarah Scott en la que se describen las pretensiones de Smith.
<<
[33]
History of the Church
, vol. 6, p. 408.
<<
[34]
Ídem, vol. 5, p. 467.
<<
[35]
Ídem, vol. 6, p. 78.
<<
[36]
Citado por J. y S. Tanner,
Mormonism — Shadow or Reality?
, pp. 415-416.
<<
[37]
L. Gentry,
A History of Alter Day Saints in Northern Missouri form
1836-1839, UBY, 1965, p. 32.
<<
Capítulo XIII
[1]
E. G. White,
The Great Controversy
, 1911, p. 317.
<<
[2]
Ídem, p. 318.
<<
[3]
J. White,
Life incidente
, 1868, p. 223.
<<
[4]
E. G. White,
The Great Controversy
, 1911, pp 360-361.
<<
[5]
Ídem, p. 362.
<<
[6]
Véase E. G. White,
Early Writings
, pp. 74-75.
<<
[7]
Ídem, p. 368.
<<
[8]
La obra clásica al respecto sigue siendo Francis D. Nichol,
The Midnight Cry
, pp. 457 ss.
<<
[9]
J. White,
Life incidente
, 1868, p. 192.
<<
[10]
B. Blandre,
Les Témoins de Jéhova
, París, 1985, pp. 13 ss. Cf del mismo autor,
Des Adventistes a Russell
, París, 1985.
<<
[11]
Uno de estos autos de fe celebrado en España bajo la presidencia del actual presidente de la secta en España, Carlos Puyo1, se halla recogido en
Revista Adventista
, marzo de 1979, p. 18.
<<
[12]
Citado en W. Rea,
La mentira White
, Zaragoza, 1989, pp. 98-99.
<<
[13]
E. G. White,
Selected Messages
, vol. 1, p. 37.
<<
[14]
E. G. White,
Testimonies for the Church
, vol. 4, pp. 147-148.
<<
[15]
Dem, vol. 5, p. 66.
<<
[16]
E. G. White,
Selected Messages
, vol. 1, p. 27.
<<
[17]
E. G. White,
Early Writings
, p. 64.
<<
[18]
E. G. White,
Selected Messages
, vol. 1, p. 27.
<<
[19]
E. G. White,
Christian Experience and Teachings. Mountain View.
1922, pp. 13-19.
<<
[20]
Adventist Currents
, vol. 3, n.1, 1988.
<<
[21]
Citado en Martin Gardner,
The New Age
, Nueva York, 1988.
<<
[22]
W. Rea,
La mentira White
, Zaragoza, 1989, p. 46.
<<
[23]
Comité de Glendale, «Ellen G. White and Her Sources», cin-tas 28 y 29, enero de 1980.
<<
[24]
W. Rea,
La mentira White
, Zaragoza, 1989, p. 46.
<<
[25]
Ídem. pp. 142 ss.
<<
[26]
Declaración firmada de M. G. Kellogg.
<<
[27]
Statement regarding the experiences of Fannie Bolton in relation to her work for Mrs. Ellen G. White
, Washington, p. 8.
<<
[28]
Vesta J. Farnsworth a Guy C. Jorgensen, 1 de diciembre de 1921, pp. 33-34.
<<
[29]
«An authentic interview between Elder G. W. Amadon, Elder A. C. Bourdeau and Dr. Hohn Harvey Kellogg in Battle Creek, Michigan, on October 7th, 1907», pp. 23-39.
<<
[30]
Testigos de Jehová en el propósito divino
, Brooklyn, 1959, pp. 8 ss.
<<
[31]
Watchtower
, 1916, pp. 10-11.
<<
[32]
Página 170 de la versión inglesa.
<<
[33]
Página 129 de la edición en inglés.
<<
[34]
César Vidal,
El infierno de las sectas
, Bilbao, 1989, pp. 67 ss.
<<
[35]
Studies
, vol. VII, p. 53.
<<
[36]
Ídem.
<<
[37]
Atalaya
del 1 de noviembre de 1917, p. 6159
<<
[38]
Atalaya
del 15 de febrero de 1918, p. 6212.
<<
[39]
Atalaya
del 1 de mayo de 1922, p. 132.
<<
[40]
Atalaya
del 15 de septiembre de 1910, p. 4685.
<<
[41]
Atalaya
del 15 de septiembre de 1911, p. 4885.
<<
[42]
Idem.
<<
[43]
Atalaya
del 15 de septiembre de 1910, p. 4685.
<<
[44]
Los Testigos de Jehová en el propósito divino
, p. 17.
<<
[45]
B. Blandre,
Les Témoins de jéhova
, pp. 39 ss.
<<
[46]
Existe transcripción de las actas del proceso, pero puede hallarse un estudio profundo sobre el mismo en el artículo de R. Toupin, «Le dossier du pasteur Russell»,
Sciences Ecclesiastiques
, octubre de 1958, pp. 497-519.
<<
[47]
El interrogatorio recogido en G. Hebert,
Los Testigos de Jehová
, Madrid, 1973, p. 39.
<<
[48]
La narración más completa de este proceso se halla en
The Hanilton Spectator
de 9 de diciembre de 1912, 7 de febrero de 1913, 17 de marzo de 1913 y 18 de marzo de 1913.
<<
[49]
Página 279 de la edición española del libro de 1964.
<<
[50]
Studies
, vol. 2, primeras ediciones, pp. 76-78.
<<
[51]
Studies
, vol. 2, pp. 98-99.
<<
[52]
Studies
, vol. 2, primeras ediciones, p. 101.
<<
[53]
Studies
, vol. 3, p. 126.
<<
[54]
Studies
, vol. 3, p. 153.
<<
[55]
Studies
, vol. 3, p. 228. Edición de 1913.
<<
[56]
Studies
, vol. 3, p. 342. Edición de 1903.
<<
[57]
Sermons
, p. 676.
<<
[58]
Atalaya
del 15 de julio de 1894, p. 1677.
<<
[59]
Studies
, vol. 2, pp. 98-99. Ediciones posteriores.
<<
[60]
Studies
, vol. 2, p. 101. Ediciones posteriores.
<<
[61]
Studies
, vol. 3, p. 342. Edición de 1923.
<<
[62]
Studies
, vol. 7, p. 128.
<<
[63]
Studies
, vol. 7, p. 398.
<<
[64]
C. Vidal,
El infierno…
, 1989, pp. 72 ss.
<<
[65]
Atalaya
de 1916, p. 338.
<<
[66]
Ídem. Cf. También
Los Testigos de Jehová en el propósito divino
, p. 64.
<<