[10]
Sólo después de medianoche podía andar. La idea de que los juguetes cobran vida de noche, o cuando nadie los ve, aparece en muchos relatos, como «El soldadito de plomo», de Hans Christian Andersen (1838) y «La muñeca de cera», de E.H. Knatchbull-Hugessen (1869).
[11]
En el primer original mecanografiado Rover estaba marcado a «cuatro peniques». Esta cantidad fue cambiada por la de «seis peniques» en el segundo original mecanografiado; tal vez se debió a una reflexión del autor sobre la subida de los precios durante los años que transcurrieron entre uno y otro texto.
[12]
Alrededor de las cuatro de la tarde, momento en el que se sirve un pequeño alimento integrado básicamente por té, pan, pastas, etc.
[13]
La madre es por supuesto Edith (esposa de J.R.R. Tolkien), y los tres hijos son John, Michael y Christopher. Michael es al que «le gustaban de manera especial los perros pequeños».
[14]
Envuelto en papel plegado en las puntas para la entrega al cliente.
[15]
Las hadas epónimas de
Silvia y Bruno
(1889-1893), de Lewis Carroll, que Tolkien leyó con deleite, hablan con fluidez el lenguaje canino.
[16]
En el primer borrador de esta parte (primer texto mecanografiado) a Rover lo puso en una «cómoda». Posiblemente Tolkien pensó que esto significaba una altura excesiva para que Rover saltara, incluso hasta la cama, para explorar la casa; además a la mañana siguiente habría tenido que trepar hasta allí. Después de todo, Rover era un perro de juguete, y muy pequeño (aunque a veces parezca más grande). La frase de la página 11 «[el niño] vio a Rover en la cómoda» es una reminiscencia del borrador anterior, a la que Tolkien añadió la explicación, un tanto forzada, «donde lo había puesto mientras se vestía». Además se mantiene la referencia de la página 97 «volvió a casa, donde una vez se había sentado en la cómoda».
[17]
Es posible que la idea sea original de Tolkien, pero tiene una sorprendente similitud con la «brillante senda de la luna que se extiende desde la tierra oscura... hasta la luna», que aparece en
The Garden behind the Moon [El jardín detrás de la luna]
del escritor y artista estadounidense Howard Pyle (1895). El principal personaje de esta obra camina desde la costa por un sendero de luz y visita al Hombre de la Luna. En
Roverandom
Rover no camina por la senda de la luna sino que es transportado por encima de ella; véanse también págs. vii-viii.
[18]
Michael, segundo hijo de Tolkien.
[19]
En el primer texto (manuscrito) se dice que el hechicero de la arena es un Psammead, palabra tomada directamente del «hada de la arena» que aparece en
Five Children and It
[Cinco niños y ello] (1902), y
The Story of the Amulet
[La historia del amuleto] (1906), de E. Nesbit. Como el psamatista de Tolkien, el psammead de Nesbit tiene una personalidad ruda y extravagante y no hay nada que le guste tanto como dormir en la arena caliente. En el primer borrador mecanografiado Tolkien a veces escribió samyad por psammead, y muy esporádicamente llamó a Psámatos nilbog (goblin, duende, escrito al revés). En el segundo borrador mecanografiado Psámatos es llamado por su nombre o simple mente «el psamatista».
[20]
Tanto Psámatos y Psamátides como Psamatista contienen la raíz griega psammos, que significa «arena». De acuerdo con su etimología, Psámatos significa, pues, «arena del mar». Psamátides contiene además el patronímico -ides, que significa «hijo de», mientras que el sufijo -ista de Psamatista se refiere, como en otras muchas palabras, a la persona que se dedica a una actividad, intelectual o no; por lo tanto, podemos decir que Psámatos Psamátides significa, grosso modo, «Arenoso hijo de Arenoso» y Psamatista, «experto en arena».
[21]
Las «largas orejas» del psamatista eran «cuernos» en todas las versiones, hasta que la palabra fue cambiada en el texto final. El personaje de Nesbit tiene ojos «con largos cuernos como ojos de caracol».
[22]
Véase también pág. 13: «organizaba un gran alboroto a propósito de la pronunciación correcta». Tolkien juega con las palabras Psámatos, Psamátides y Psamatista. En inglés, lo correcto sería no pronunciar los sonidos P y Ps, según el Oxford English Dictionary.
[23]
Un nombre muy apropiado para el brujo, dado su país de origen (véase la nota siguiente), compartido por tres reyes de Persia de los siglos V y IV a.C. y por el fundador de la dinastía Sasánida en el siglo III a.C.
[24]
Pershore es un pequeño pueblo de cerca de Evesham, en Worcestershire. Evidentemente, Tolkien juega con las palabras
Persia y Pershore,
de pronunciación similar en inglés; pero también es significativo que el valle de Evesham sea conocido por sus ciruelas (incluida la variedad amarilla Pershore), y que Hilary, hermano de Tolkien tuviera un huerto de árboles frutales y una huerta de hortalizas cerca de Evesham y durante muchos años cultivara ciruelos... «Hábil recolector de ciruelas» sugiere que Artajerjes sabía quedarse con lo mejor o más selecto.
[25]
En Inglaterra, bebida alcohólica hecha con zumo fermentado de manzana. Algunos dicen que la mejor sidra proviene del oeste de Inglaterra, incluido el valle de Evesham.
[26]
Aunque en este y otros libros de Tolkien aparece como nombre propio, esta palabra significa gaviota, como
gull sea gull.
[27]
Cerca de Filey se encuentran Speeton y Bempton, conocidos por sus altos acantilados (120 metros de caída), donde anidan innumerables aves marinas; pero éstos son acantilados de creta, no negros. A lo largo de las costas septentrionales de Gran Bretaña abundan las islas con acantilados y colonias de aves.
[28]
La Isla de los Perros es en realidad una franja de tierra que penetra en el río Támesis, al sur de Londres. Es posible que el nombre, con el que ahora juega Tolkien, se deba a que Enrique VIII e Isabel I tenían allí sus perros, cuando residían en Greenwich.
[29]
Esto concuerda con algunas tradiciones. Así, en
Sueño de una noche de verano
V, i, Shakespeare dice: «Y aquí, el de la lámpara, perro y espino / será Luz de Luna».
[30]
En «El cuento del Sol y la Luna», de
El libro de los Cuentos Perdidos I
(pág. 237) Tolkien habla de un barco de la luna que navega a través del cielo, y en el que «un viejo Elfo de cabellera cana subió sin ser advertido a la Luna y se escondió en la Rosa, y allí vive siempre desde entonces..., y ha levantado una torrecilla blanca en la Luna a la que sube a menudo y vigila los cielos o el mundo de abajo... Algunos en verdad lo han llamado el Hombre de la Luna». En el poema «Por qué el Hombre de la Luna bajó demasiado pronto» (publicado en 1923) Tolkien dice que el hombre vive en un «pálido minarete / vertiginoso y blanco en la altura lunar / en un mundo engarzado de plata»; véase
El libro de los Cuentos Perdidos I,
págs. 251-253. En el libro
J.R.R. Tolkien: artista e ilustrador
(pág. 49), de Wayne G. Hammond y Christina Scull, se reproduce una ilustración de esta escena, en la que el Hombre se desliza hacia la tierra a lo largo de un «cabello finísimo» (véase también
Roverandom,
pág. 29, «hilos y cuerdas de plata» tejidos por las arañas de la luna.)
[31]
Cuando Roverandom oye estas palabras de boca del perro de la luna entiende: «Entonces te llamas Rover en mi honor». Pero después, cuando dice «por lo tanto, ¡a ti te tuvieron que poner el nombre de Rover después de mí!» el perro de la luna habla en sentido cronológico.
[32]
Para este pasaje véanse pág. xvii, y
El libro de los Cuentos Perdidos I
(págs. 266-267), "La Luna no se aventura a la completa soledad de la oscuridad exterior... y viaja todavía por debajo del mundo».
[33]
Semejante prohibición, combinada con un consejo, es característica de los cuentos de hadas tradicionales, la recomendación al Hombre de la Luna es repetida de varias maneras y posteriormente encuentra eco en las palabras de la señora Artajerjes: «No os preocupéis de los peces de fuego», etc. (pág. 71).
[34]
En realidad, nunca llegamos a saber por qué Psámatos envió a Rover a la luna. El texto del primer borrador dice: «[Rover] nunca lo averiguó, pues los brujos tienen a menudo profundas razones que no son des cifradas por generaciones de gatos, y mucho menos de perros, y lo que efectivamente averiguó le costó mucho tiempo».
[35]
Aquí nos vienen a la memoria la «mosca caballo de madera», la «mosca dragón voraz» y la «mosca pan y mantequilla» que aparecen en el libro
A través del espejo
(1872), de Lewis Carroll. Véanse también las palabras «moscardones», pág. 32, y «escara bajos diamantinos» y «alevillas como rubíes», pág. 44.
[36]
Alusión a las famosas cincuenta y siete variedades de alimentos envasados de Heinz Co.
[37]
La música contribuye en gran medida a crear la atmósfera de Roverandom: la ejecuta la flora del lado blanco de la luna, los ruiseñores y los niños del jardín del lado oscuro (pág. 45) y los habitantes del mar (pág. 67). Los nombres florales (reales e imaginarios) de este párrafo evocan la música y los instrumentos musicales: campanas, silbidos, trompetas, cuernos, violines, metal, dulzainas (instrumentos de lengüeta). Polifonías alude a un mismo tiempo a polipodios (helecho del género Polypodium) y a polifonía, término de la música contrapuntística. La palabra lenguas de bronce sugiere el helecho lenguas de ciervo, a la vez que nos trae a la memoria el pasaje de la primera Epístola a los Corintios, 13, 1: «Aunque hable en todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo caridad, he venido a ser bronce resonante y platillo chillón».
[38]
Más adelante, dentro del mismo año, todos los árboles se llenaban de flores doradas. Se trata posiblemente de una anticipación de los árboles de Lothlórien de
El Señor de los Anillos
(Libro 2, capítulo 6): «Pues en otoño sus hojas no caen, aunque amarillean».
[39]
Posiblemente se trata de una alusión al caso de sir Paul Neale, investigador del siglo XVII que pretendía haber descubierto un elefante en la luna y en realidad se trataba de un ratón que se había introducido en su telescopio.
[40]
Tanto Birmingham, cuando Tolkien era joven, como Leeds, donde vivía con su familia cuando concibió Roverandom, eran ciudades industriales sucias y llenas de humo; ahora están mucho más limpias.
[41]
Véase El Hobbit, capítulo 4, en el que la compañía se refugió en una cueva sin explorarla completamente: «esto es lo peligroso de las cuevas: a veces uno no sabe lo profundas que son, o a dónde puede llevar un pasadizo, o lo que te espera dentro».
[42]
La leyenda cuenta que el rey británico Vortigern quiso levantar una torre cerca del monte Snowdon para defenderse de sus enemigos, pero lo que construía de día se venía abajo de noche. El joven Merlín recomendó a Vortigern que destapara un estanque que había junto a los cimientos de la torre y lo desecara. En el fondo del estanque dormían dos dragones, uno blanco y el otro rojo, que, tan pronto como despertaron, se pusieron a pelear entre ellos. El dragón rojo, dijo Merlín, era el pueblo británico, y el dragón blanco eran los sajones, que acabarían imponiéndose. Entonces el dragón rojo se pondría «muy rojo», cubierto de sangre a causa de la derrota. Se supone que esto tuvo lugar en Dinas Emrys, en Gwynedd, Gales, aquí llamado
Caerdragón,
«castillo [o fortaleza] del dragón». El manuscrito dice Caervyrddin, «fuerte de Myrddin [Merlín]» (o sea, Carmarthen Dyfed), cambiado por
Caerddreichion;
después esta palabra fue tachada y sustituida por
Caerdragón
en el primer original mecanografiado.
[43]
Del galés
Teir Ynys Prydein,
en el que
ynys
(literalmente «isla») significa «dominio», o sea, los tres dominios de Gran Bretaña: Inglaterra, Escocia y Gales.
[44]
El pico más alto de Gales (1.100 metros), situado en Snowdonia National Park, Gwynedd. La observación de Tolkien acerca de un hombre que dejó una botella en lo alto del Snowdon es una alusión a la atracción que la montaña ejerce sobre los turistas y también a las basuras que la gente deja allí. En el primer texto Tolkien decía que los visitantes de Snowdon «fumaban cigarrillos y bebían cerveza de jengibre y dejaban tiradas las botellas».
[45]
La palabra galesa
gwynfa (o gwynva)
significa literalmente «lugar blanco (o bendito)», en sentido poético «paraíso» o «cielo». No hemos sido capaces de encontrar un
Gwynfa
en la leyenda o el folklore para aplicarlo a
Roverandom;
pero su conjunción aquí con «la desaparición del rey Arturo» (en el primer texto se dice «la muerte del rey Arturo»), o sea, su traslado al otro mundo (Avalon), sugiere que Gwynfa es un lugar de esa índole, «no lejos del borde del mundo». Compárese tal vez con Gwynyd, el mundo superior, situado en el cielo, de la tradición galesa. También cabe la posibilidad de que ese «lugar blanco» sea el sitio adonde iría un dragón blanco, y que su nombre aluda a
Snowdon,
literalmente «monte nevado». La idea de que la cola de dragón es un manjar delicado aparece también (y en el borrador, más o menos de la misma época) en
Egidio, granjero de Ham
(1949): «Todavía se conservaba la costumbre de servir al rey cola de dragón en el banquete de Navidad» (pág. 27). Pero esa historia tiene lugar antes de los tiempos de los reyes sajones. Tolkien parece indicar que el dragón se marchó para evitar que le dieran caza a causa de su cola. Pero «cuando las colas de los dragones eran estimadas», etc., también sirvió para introducir en el primer borrador mecanografiado un comentario (suprimido) sobre los «reyes sajones»: «una raza feroz [la de los sajones] que algunos franceses no creen que existiera nunca». Christopher Tolkien nos sugirió que esta frase podría ser una crítica al estudioso francés Emile Legouis; y efectivamente en la historia de la literatura inglesa de Legouis y Louis Cazamian, publicada en Inglaterra el año 1926 (antes en francés) se dice que los anglosajones eran un pueblo tranquilo y aposentado (quiere decirse, no una «raza feroz»), y que es imposible encontrar en su literatura un «reflejo de la barbarie germana».