Sex code (27 page)

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Authors: Mario Luna

Tags: #Autoayuda

BOOK: Sex code
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De los perdedores, ¿qué podríamos decir?

Lo que yo creo es que, a diferencia de los ganadores, los hay de muchas clases. Desde personas que no son capaces de decidir lo que persiguen en la vida, pasando por individuos que se engañan con respecto a lo que quieren o a cómo conseguirlo o que dejan que otros decidan por ellos, hasta aquellos que saben lo que quieren y cómo alcanzarlo pero que, llegado el momento de entrar en acción, son incapaces de perseverar, pagar el precio o simplemente dar el primer paso.

Ahora bien, ¿qué tiene que ver todo esto —te preguntarás— con el éxito con las mujeres? ¿Qué tiene que ver con la atracción?

Mi respuesta al respecto sería que, a lo largo de nuestra larga evolución como especie, a las mujeres —o a sus genes para ser exactos— les ha interesado mucho más aparearse con ganadores, pues su VSR era mucho mayor.
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¿Quiere esto decir que los ganadores son más Alfa? Eso es exactamente lo que quiere decir.

Recuerda, pues, que tu existencia debe apuntar y avanzar en alguna dirección, con o sin el beneplácito de ninguna mujer concreta. Si no es así, no estará de más que revises la vida que has diseñado y consideres la creación de otra nueva, porque es muy probable que no hayas adoptado una actitud ganadora todavía.

Pero esto, como todo aquello a lo que afecta este manual, también es corregible.

A continuación puedes encontrar algunos consejos que te ayudarán a proyectar de una forma más eficaz este espíritu ganador del que te hablo.

CAPACIDAD DE LIDERAZGO

En nuestra especie, la capacidad para influir en las comunidades y ser respetado y apreciado por ellas ha sido siempre un factor decisivo a la hora de sobrevivir y dejar una gran descendencia. Si hay algo realmente Alfa en los seres humanos, algo que permita diferenciar de inmediato a un ganador de un perdedor, es su capacidad de liderazgo.

Después de todo, un hombre que sabe proyectar inteligencia social está proyectando, a la vez, una enorme maestría a la hora de hacer que sus genes sobrevivan y se repliquen.

Por eso, no existe principio, técnica o consejo capaz de sustituir este rasgo esencial. Y no me refiero tanto a nuestra posición social en un círculo o situación concretas como a nuestra voluntad y habilidad para generar Valor Social rápidamente en cualquier situación en que queramos hallarnos.

La buena noticia es que dicho arte puede desarrollarse.

¿Mi consejo? Que empieces, en tus relaciones sociales esporádicas, a cultivar la destreza de convertirte en el centro de atención de cualquier grupo y aprender a sentirte a gusto en dicho rol
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. Hazlo desde ya.

QUE TE ENVIDIE

Uno de los modos más directos para parecer un ganador ante una mujer, es lograr que esta nos envidie.

Aunque podría usar la palabra «admiración», lo cierto es que prefiero hablar de envidia a mis alumnos. Se trata de una palabra clara, sencilla y que no da lugar a malentendidos.

Cuando conseguimos, por ejemplo, poner roja de envidia a una mujer sabemos a ciencia cierta que nos codicia con toda su alma. Por decirlo sin tapujos: si puedes lograr que te envidie, puedes hacer que se acueste contigo.

Y es que, si te envidia, es difícil que a la vez no te atribuya un alto Valor. No hay mejor DAV.

Infiere lo que quiere, lo que busca, lo que parece necesitar, aquello que codicia secreta o abiertamente pero que nunca ha disfrutado. Presta atención a todas sus señales y fórmate una idea de qué es. Y, sea lo que sea, sabrás que se trata de algo de lo que no te vendrá mal aparentar que a ti te sobra.

Por cierto, recuerda que debe parecer que te deleitas con ello precisamente de la misma forma en que ella se imagina que lo haría si lo tuviese.

O TE SIGUE O SE PIERDE ALGO

Por supuesto que todos somos libres. Todos decidimos si queremos o no hacer algo. Y ella, como todo ciudadano con libertades y derechos, tiene la posibilidad de aceptar o rechazar una propuesta tuya.

Ahora bien, da la casualidad de que tú eres un Hombre Alfa, un Ganador. Así, si ella rechaza una invitación tuya, se está convirtiendo nada menos que en toda una perdedora.

Esto, que puede ser verdad o no, debe al menos hallarse arraigado entre las más profundas de tus convicciones. Debe estar implícito en tus palabras, en tu tono, en tus gestos, en la clase de invitaciones o propuestas que haces, en cada cosa que ofreces. Debe, por así decirlo, ser su consecuencia lógica.

Recuérdalo, grábalo a fuego en tu espíritu: eres un ganador, tienes un camino que vale la pena recorrer. Por tanto, los que no te siguen están acabados. Cuando no aceptan, se pierden algo.

Créelo, pero además sugiérelo.

Jamás permitas que se vaya con la sensación de que ha dado puerta a un perdedor. Al contrario, esmérate por que lo haga con el ponzoñoso remordimiento de haber perdido una buena oportunidad.

Recuérdalo: eres un ganador. Tienes un camino único y valioso. Si ella no te sigue, ella pierde.

OPCIÓN TUYA O EL RIDÍCULO

¿Nunca has rechazado una invitación de alguien realmente guay, de una de esas personas que siempre has percibido como ganadoras?

Puede que tuvieras una buena razón para hacerlo, una razón que justificase en tu fuero más interno el que no aceptaras. Una razón legítima.

Pero, pese a ello… Si esa persona era lo suficientemente guay, si era alguien social que percibías con un alto Estatus, si lo ha hecho con la suficiente desenvoltura y naturalidad, con suficiente encanto… Dime la verdad: ¿no te has sentido algo ridículo? ¿No te has sentido un poco idiota siquiera, algo así como que estabas dando una nota innecesaria?

¿No te has sentido, incluso, como en deuda con esa persona, como si necesitases demostrarle que no eres un asocial que no aprecia su detalle y la consideración que ha tenido contigo?

Pues bien, por lo general las mujeres son mucho más vulnerables a esta clase de presión social que los hombres.

¿A dónde quiero ir a parar? Sencillamente, a que si además de hacerlas sentirse como perdedoras cuando te rechazan eres capaz de hacer que se sientan ridículas, tienes mucho adelantado.

Puede que te rechacen una o dos veces, pero por lo común considerarán —además de que se han perdido algo— que están quedando como imbéciles. Entonces experimentarán la necesidad de demostrarte que no son así. Algo que tú podrás aprovechar.

ERES MÁS GUAY QUE ELLA

Desde luego, eres más guay que ella. Ya puestos, eres el más guay. Pero, sobre todo, eres más guay que ella.

¿Por qué digo esto?

El instinto femenino lleva a las mujeres a sentirse atraídas por las personas de alto Estatus, y ya hemos visto que ser guay es una forma interesante de conseguirlo. Pues, en nuestra cultura, Alfa equivale en gran medida a guay. De hecho, resulta prácticamente imposible ser percibido como Alfa si no se es al mismo tiempo un poco guay.

Por ello, si le dejas claro que eres más guay que ella, puede incluso que se encuentre demasiado ocupada intentando demostrarte que no es así o tratando de ganar tu reconocimiento en busca de Validación como para pararse siquiera a valorar tu Estatus general dentro del grupo.

Eso sí: no excesiva o remotamente más guay. No a años luz de ella, no. Sencillamente, un poco por encima de ella, algo más guay.

De lo contrario, corres el riesgo de que te vea como algo demasiado remoto, irreal o de que simplemente sea incapaz de seguirte o entenderte. Tu misión consiste, pues, en entender primero su nivel para situarte a continuación un poco por encima de este.

TEN SIEMPRE UNA RESPUESTA MEJOR
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Para prácticamente cualquier comentario, apunte o apreciación con los que puedas encontrarte, siempre existe una respuesta mejor. A menudo se trata de una mera cuestión de tiempo o atención, ya que pocas veces dedicamos a este tema el esfuerzo necesario para marcar una diferencia.

Y, aunque no es una destreza que puedas adquirir de la noche a la mañana, puedo asegurarte que si le dedicas una buena parte de tu atención a partir de ahora, no puedes sino progresar. Además, si te apuntas las buenas respuestas que se te vayan ocurriendo, pronto comprobarás que muchas mujeres se sirven de patrones similares al tratar con el sexo opuesto. Esto se traduce en que dichas respuestas podrán servirte para más de una ocasión, pasando a formar parte de tu repertorio de —así lo llamamos— Material Enlatado
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.

Por último, solo decirte que las buenas respuestas suelen ser breves e ingeniosas. Desconfía, pues, de las parrafadas largas, que pueden ser interpretadas como DEVs.

¿Por qué? Porque denotan un cierto esmero, dependencia y necesidad de atención o aprobación. Además, cuentan con la desventaja adicional de requerir que la otra persona permanezca un buen rato frente a ti y esté dispuesta a escucharte.

ATESORA TU PODER: NO TE EXPONGAS

Hemos hablado de la importancia de ser autónomo e independiente, así como de diferenciarse del resto de los competidores de un modo positivo.

Sin embargo, aun cuando conserves claramente tu independencia y te diferencies atractivamente del resto, puedes resultar pésimo en el juego si te pasas de claro, directo, abierto y dejas que tu poder se te escape como agua de las manos.

De hecho, hacerlo es por lo general un atentado contra el juego.

La razón es simple, al destapar todas tus cartas sobre la mesa haces que el reto, el misterio y el poder se desvanezcan.

Y recuerda: para la TB, el Hombre Alfa huele a reto, a misterio, a poder, en tanto que la ausencia de los mismos es siempre sospechosa para sus instintos y merma en ella la atracción.

Exponerte, desnudarte o entregarte por completo equivale por lo general a entregarle tu poder. Se trata de algo así como brindarle tus testículos en una bandeja de plata para que haga con ellos lo que guste. Casi, equivaldría a decirle: «mira, conmigo ya lo tienes claro, así que ahora puedes dedicar tu pensamiento a otro».

Dicho esto, debo aclarar que ninguna ley es independiente de su contexto. De hecho, todos conocemos casos de hombres que obtienen un cierto éxito con las mujeres pese a exhibir menos poder que ellas o ser claros y directos desde un primer momento.

Ahora bien, las cosas no siempre son lo que parecen y por lo general se trata de hombres ocupados, con una gran seguridad en sí mismos y cuyo Estatus la mujer suele percibir por encima del suyo desde un primer momento. En otras palabras, se trata de personas que ya juegan de antemano con alguna ventaja adicional.

Sea ese o no tu caso, te recomiendo que saques el máximo partido de tu situación y te aproximes cada vez más a realizar tu potencial como Aven. Mi consejo es, por lo tanto, que aprendas a jugar bien el juego antes de plantearte si quieres o no saltarte algunas reglas.

Las que siguen te guiarán a la hora de no exponerte y guardar tu poder para ti.

NO REGALES

Hay cosas que pueden lograr que aumentes tu Valor ante sus ojos, pero de poco te servirán si le regalas la partida antes de empezar.

Pues bien, no regales. No regales tu interés ni tu poder, pues el poder es sinónimo de atracción. Cada vez que le das un claro IDI, le estás ofreciendo control sobre ti y la situación.

A menos que el Objetivo sienta que se ha cualificado de algún modo para obtenerlos
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o se ofrezcan con un fin muy específico, los IDIs son muy peligrosos. Así, cada vez que te veas tentado a ofrecer gratuitamente uno de esos odiosos Indicadores de Interés, pregúntate: «¿haría lo mismo si la persona que tengo en frente fuese una obesa peluda y con mal olor?».

Si la respuesta es «no», ¿por qué hacerlo con ella?

En general, debes ofrecer solo lo mínimo que te permita pasar al siguiente Nivel, y nada más. Todo aquello que alimente su ego y no haga prosperar la interacción es considerado como un regalo innecesario. Y, con toda probabilidad, contraproducente.

Como dice un buen amigo mío: al enemigo, ni agua.

MUÉSTRATE MÁS PODEROSO QUE ELLA

Todo lo Alfa es poderoso. Y el poder, en sus infinitas formas, es probablemente el mayor afrodisíaco que existe para la mujer.

El dinero, la fama, la popularidad, la influencia, la belleza, la fuerza física, la sofisticación, la inteligencia, la cultura, el dominio de algún campo concreto de saber, la autosatisfacción, la comunicación eficaz, etc., son todos ellos modos de expresar poder, alguna clase de poder.

Por supuesto, es más que posible que la mujer en cuestión con quien interactúas te supere en muchas de estas áreas. Tu obligación como Aven es centrar el juego en aquellas en las que tú eres más poderoso que ella
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.

DESÁRMALA DE SU ATRACTIVO

Una de las formas más rápidas de renunciar a tu poder es mostrar al Objetivo que su atractivo la hace poderosa frente a ti. Si consientes que esto ocurra, te estás convirtiendo en uno de los innumerables mosquitos que caen redondos ante su belleza. En el siguiente Frusco, inofensivo y vulnerable.

Tu obligación es desarmarla.

Todo en ti y en tu conducta debe hacerle ver que no es así. Dale a entender que su aspecto no te intimida y que, si quiere demostrarte su valía, deberá despojarse de su coraza de TB y empezar a mostrarte aquello que la convierte en una persona real y digna de tu respeto.

Si es necesario, desármala por completo usando alguno de los Desarmadores enlatados que encontrarás más adelante. Déjale claro que vives en un lugar donde la belleza es algo común y vulgar, que estás harto de tratar con TBs, que necesitas algo más o que cualquier otra cosa al margen de su atractivo es lo importante
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.

NO PONGAS EL CUELLO BAJO EL HACHA DEL VERDUGO: NO AL «NO».

Hemos dicho que hay que estar por encima del «no» cuando quiera que nos enfrentemos a él. Ahora bien, en general y salvo contadas excepciones, este no debe producirse. Entre otras razones, porque puede generar Inercia Adversa
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y viciar
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la Interacción.

El Aven experimentado sabe que la mayor parte de los rechazos pueden prevenirse, por lo que rara vez cae en la trampa del «no». Sabe que brindarle la oportunidad de que nos dé un rechazo sonado equivale a fallar uno de sus Tests.

Además, a menos que una mujer esté tremendamente colada por uno o decidida a cazarlo, es como tentarla con algo irresistible.

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