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Authors: Betty Dodson

Tags: #Autoayuda, Ensayo, Erótico

Sexo para uno (13 page)

BOOK: Sexo para uno
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Hacia el final de los años setenta, apareció la cocaína. Durante un año sólo esnifaba de vez en cuando, porque estaba de moda. Pero cada vez me era más fácil conseguirla, y no tardé mucho en hacerme adicta. Me recordaba a mi obsesión con el alcohol, sólo que ahora no creía que tenía controlada la situación. Me metía toda la coca hasta que no quedaba nada, y me consolaba pensando que Freud probablemente hacía lo mismo. Escribí un libro en diez meses. Lo tiré, porque me había vuelto tan arrogante que no tenía juicio crítico. La cocaína me había destrozado en un solo año. Estaba tan paranoica que volví a unirme al grupo de gente que me había ayudado con el alcohol. Quería volver a sentirme como entonces. Llegué a la conclusión de que para pasarlo bien con las drogas hay que pagar un precio demasiado alto. Dejé de tener colocones y empecé a tener libertad.

Siempre he estado obsesionada por conseguir el placer, pero esto era mucho más serio y más perjudicial para mi salud. Las drogas me alejaban de mi propia vida y no permitían que evolucionara. Una adicción podía acabar conmigo del todo, dejarme estancada en el mismo sitio, o si me enfrentaba a ella, servir para conocerme mejor. Con cada droga aprendí una lección. El alcohol me enseñó lo que es la desesperación, con la marihuana alcancé el éxtasis, y con la cocaína aprendí lo que ocurre cuando se hace mal uso del poder y del dinero. Para poder mantenerme alejada de las drogas necesitaba un apoyo y tener una actitud tolerante hacia los principios espirituales. No necesitaba creer en un dios formal, pero sí en algo superior a mi misma. Al principio esa fuerza superior fue el grupo con el que compartí todas mis adicciones, y al final era yo misma la diosa en la que tenía que creer.

Después de dejarlo y volver a empezar muchas veces, acabé definitivamente con los cigarrillos, mis eternos compañeros durante cuarenta años. Fue muy importante para mí, porque era la última adicción. Siempre me había parecido que los que no fumaban ni bebían eran unos fanáticos religiosos o algo parecido, y cada vez que me encendía un pitillo me sentía maravillosamente humana. Nadie podía decir que estaba obsesionada con la salud. Fue mucho más duro el proceso de dejar de fumar que todos los demás. Cuando superé el mono de nicotina, me tuve que enfrentar con la sensación de inseguridad que tenía al no poderme refugiar detrás de una cortina de humo. Si se está pensando en implantar la pena de muerte para los traficantes de droga, pueden empezar con los ejecutivos de las compañías tabacaleras.

No me tenía que haber preocupado por estar totalmente
limpia
. Dejé la nicotina, pero era adicta al café, al azúcar y a la sal. El azúcar y la sal son otras dos drogas duras. En cuanto me paso un poco con lo dulce, me da un
subidón
. Pero dura muy poco y enseguida viene el
bajón
. Todavía hay veces que no puedo resistir la tentación y me meto un chute de patatas fritas. Como la sal retiene el líquido, al día siguiente me levanto con los ojos hinchados y me duelen las articulaciones. Luego pienso que ser adicto a la sal y al azúcar no está condenado moralmente, y además, no se puede ser perfecto.

Muchas de las drogas más peligrosas son legales y las recetan los médicos para dormir, para relajarse, para perder peso o para aliviar el dolor. Nunca he sido adicta a ninguna pastilla, pero en mí opinión los barbitúricos y los tranquilizantes son como el alcohol en forma de pastilla, y las anfetaminas son cocaína pura. Las pastillas para adelgazar son la maldición de las mujeres. Dentro de esos cuerpos delgados y femeninos hay un sistema nervioso destrozado, que produce una confusión mental y emocional. Todos los días hay millones de personas que se hacen adictas a las pastillas que les ha recetado el médico. Uno abusa de las pastillas, y las pastillas terminan abusando de uno.

He pasado los primeros treinta y cinco años de mi vida corriendo de un médico a otro, buscando soluciones que ellos no tenían. Al final he decidido ser mi propio médico. Además de cambiar mi alimentación por completo, he probado toda clase de remedios naturales, hierbas, lavativas, etc. Hay muchas formas de alimentarse y cuidarse la salud, y siempre digo lo mismo que en el sexo: no existe una forma
correcta
de hacerlo.

Mi cambio de dieta consiste en deleitarme cada vez mas con productos naturales en vez de alimentos creados por el hombre. Soy vegetariana. Desde que dejé de comer carne y productos lácteos, me ha mejorado la artritis y ya no tengo catarros. Las hormonas y los antibióticos que se administran a los pollos, y los productos que se utilizan para conservar la carne de los animales son muy dañinos. Casi todas las enfermedades degenerativas no son el resultado de un proceso natural del cuerpo humano, sino de llevar una vida sedentaria y de comer productos no naturales. Los aditivos y conservativos crean adicción y la mayoría son cancerígenos. Durante el invierno sigo un régimen macrobiótico a base de pescado, legumbres, verdura hervida y ensaladas. También como mucha fruta y verdura tal y como se coge del huerto. Para dar sabor a las ensaladas utilizo hierbas, zumo de limón, pimienta y ajo molido. El ajo es un
antibiótico natural
. Purifica la sangre y ayuda a hacer la digestión.

De vez en cuando me someto a unas curas drásticas que consisten en tomar sólo líquidos. Es una forma de darle un respiro al cuerpo. Suelo hacerlo durante tres días. Para un periodo más prolongado necesitaría saber más sobre cómo romper el ayuno luego. Comer demasiado es probablemente el enemigo número uno de la salud pública, y en segundo lugar está el estreñimiento. La solución para los dos problemas es el ayuno, las lavativas y la irrigación del colon.

Para el estrés, lo mejor es un buen par de manos. Voy con regularidad a que me den un masaje. He probado los masajes suecos, los Shiatsu, unos especiales para revitalizar los tejidos, y muchos otros, La combinación de sauna y masajes es mucho mejor que cualquier tranquilizante. Me encantan todos los tipos de baños, de calor húmedo o seco, baños fríos o calientes, baños de sol, de barro y baños termales. Son técnicas de curación de la Antigüedad. La forma mas importante que tiene el cuerpo de eliminar toxinas es a través de la piel. Cada vez hay más organizaciones y clubs de la salud, porque la gente quiere estar sana —el auténtico afrodisíaco es la salud.

Una tarde, cuando estaba en la sauna, una mujer me contó que se sentía muy sola porque su novio se había ido a un viaje de negocios. Por las noches llegaba a su piso e intentaba consolarse viendo la televisión. Estaba empezando a engordar y cada día estaba más deprimida. Le dije que yo, aunque vivía sola y estaba muy ocupada, procuraba siempre tener tiempo para estar conmigo misma. Tener una tarde para mí sola era fantástico. Le hablé de mis rituales de amor en solitario. Le gustó tanto la idea que estaba deseando llegar a su casa y empezar a tener un romance consigo misma. El amor en solitario es fundamental para la salud, y la masturbación también. El orgasmo y los rituales de placer sirven para curar muchos males.

Las adicciones afectan al cuerpo a la mente y al espíritu. Me encuentro cada vez mejor a medida que avanzo en mi proceso de desintoxicación. Tengo que agradecérselo al amor en solitario, que me proporciona más placer en el sexo que antes. Tengo mejor salud gracias a que hago ejercicio y tengo una alimentación sana. Sigo practicando la meditación para entender mejor las fuerzas superiores del universo. Esto es lo que me permite decir si o no a las adicciones.

Cómo hacer el amor en solitario

Todos pasamos por épocas en que nos odiamos, no nos gusta nuestro cuerpo y no tenemos las ideas muy claras respecto al sexo y al placer. Por eso recomiendo a las personas que mantengan una relación apasionada consigo mismas. Lo primero que hay que hacer para curar cualquier problema sexual es aprender a excitarse, descubrir fantasías sexuales y tener mucho amor en solitario y muchos orgasmos.

Sigamos los pasos de un ritual de amor en solitario, que incluye: un baño muy sensual, la aceptación del cuerpo, un masaje, una exploración genital y un baile delante del espejo para practicar los movimientos del sexo. Termina con un orgasmo en un escenario erótico que usted elija. Se pueden hacer variaciones al gusto de cada uno. Que usted lo pase bien.

Primer paso: Quererse a uno mismo

Empiece desde ahora. Mírese al espejo y diga en voz alta: «Te quiero». Sonría. Diga «Te quiero» y luego diga su nombre. Le parecerá raro e incluso se sentirá ridículo y avergonzado, ¡pero hágalo! Si se desmoraliza, párese a pensar en las cosas buenas de la vida. Conviene darse un abrazo de vez en cuando. Diga: «Te quiero tal y como eres». Haciendo este ejercicio tan sencillo durante dos semanas, empezarán a ocurrir pequeños milagros. Le acabará gustando.

Segundo paso: El baño sensual

Para empezar una sesión de amor en solitario lo mejor es darse un baño caliente. Hay veces que el único sitio donde se puede tener un poco de intimidad es en el cuarto de baño. Se puede convertir en un escondite romántico sólo con poner unas velas.

Hay que tener a mano un buen jabón, un gel de baño y aceite de coco, para que el baño de espuma sea perfecto. También es buena idea cantar, o poner la radio. Métase en el agua caliente y respire profundamente. Relájese.

Acaricie su cuerpo con suavidad. Piense en alguna experiencia sexual que le haya gustado, o en una escena de una película. Cuente alguna historia de sexo, y no se olvide de decir todas las cosas que le gustan. Deje volar su imaginación —nadie le oye. La fantasía no tiene límites. Mientras piensa todo esto, ponga la mano sobre sus genitales; muévala hacia arriba y abajo; sentirá la sensualidad del agua y el aceite de coco en su clítoris o su pene. Respire. Vaya más rápido o más lento. Juegue un poco.

Tercer paso: La aceptación del cuerpo

Después del baño hay que volverse a colocar delante de un espejo a la luz de una vela (mejor que no haya luz eléctrica muy fuerte). Observe su imagen con compasión. Olvide los defectos —ya se los sabe de memoria. Busque las partes buenas. Si estuviera viendo a su amante, le diría cosas bonitas sobre su cuerpo. Sea igual de generoso consigo mismo. No se compare con nadie. Cada persona es única. Si es grande, aprenda a querer su grandeza. Si es pequeño, también. Sea una ninfa o un fauno. El cuerpo es una obra de arte.

Cuarto paso: El masaje

Una buena forma de continuar la sesión es dándose un masaje delante del espejo. Es toda una aventura descubrir nuestro cuerpo. Con un poco de aceite es más agradable. Vaya tocándose con firmeza y luego con suavidad, mientras descubre las zonas que más necesitan sus cuidados. Abra la boca todo lo que pueda, saque la lengua, y abra mucho los ojos. Luego contraiga los músculos de la cara. Es una manera de combatir la tensión de la cara y la mandíbula.

Mueva la cabeza y respire fuerte. Presione sobre los músculos del cuello. Ponga los dedos sobre la nuca y luego dése un masaje por toda la cabeza. Otra forma de relajarse es tirando suavemente del pelo. Mueva los hombros hacia delante y hacia atrás en sentido circular, y luego haga presión con los dedos en todos los músculos que pueda.

Mientras se da un masaje en el pecho, pellízquese los pezones con cuidado. Cuando se pongan firmes, tóquelos con suavidad, son focos de placer. Debe querer a sus pezones. Hágase cosquillas palpándose muy levemente la caja torácica por los lados. Relaje los músculos del estómago y dése un masaje en sentido circular. Quiera a su tripa. Puede darle unas palmaditas y luego sujetarla con las dos manos. Ahora contraiga los músculos, y meta tripa. Repita el ejercicio varias veces.

Deje los genitales para el final. Vaya bajando por los muslos agarrando la carne como si fuera masa de pan. Póngase un poco de aceite entre los dedos de los pies. Presione con los nudillos en la planta del pie. No hay nada como un buen par de manos pata curar cualquier mal.

Quinto paso: La exploración genital

1. Para las mujeres

Para este paso es necesario un espejo pequeño que se pueda mantener de pie solo, porque hay que tener las manos libres. Cualquier espejo que se pueda apoyar contra la pared servirá. Después hay que ponerse cómodo en un sitio donde haya buena luz, quizá bajo una lámpara o cerca de una ventana. También puede usarse un espejo que tenga aumento.

Debe poner el mismo interés que cuando se mira la cara detalladamente. Aparte los labios mayores y el vello púbico. Mire con atención. Colóquese los labios menores de forma decorativa alrededor de su apertura vaginal. Los genitales femeninos son variadísimos, de modo que puede que sus labios sean insignificantes, pequeños, grandes o medianos, lisos o rugosos, simétricos o uno completamente diferente del otro. Todas estas variedades son normales y todas son preciosas. ¿Cómo es la suya? ¿Sus labios interiores están unidos a la base del clítoris o hacen un arco por encima de él?

Observe detenidamente la piel que cubre el clítoris. Échela hacia atrás para que se pueda ver la punta del clítoris. ¿Es de un color diferente? ¿Parece una perla pequeña como una semilla o más bien una joyita de color rosa? El tamaño y la forma no tienen nada que ver con el funcionamiento sexual del clítoris. ¡Tiene que querer a su clítoris! Tóqueselo con el dedo mojado en aceite de coco y descubra las diferentes sensaciones al acariciarse la punta. Si no se lo puede ver, ponga los dedos a los lados y muévalos de arriba abajo. A lo mejor con este movimiento sobresale un poco mas. Mire con atención para ver si cambia de color y de tamaño.

Lo siguiente que hay que hacer es meterse el dedo en la vagina lentamente. Tóquese las paredes vaginales. Intente tocar la punta del útero. Siga con el dedo dentro y respire con fuerza. Relaje los músculos de la mano, del brazo, de la vagina y del ano. Respire otra vez. Ahora relájese mientras está dentro de sí misma. Disfrute de su vagina. No se empeñe en buscar el
punto G
, dedíquese a explorar y a sentir las diferentes sensaciones. Si mueve los dedos verá que aumentarán sus jugos vaginales y podrá oír los ruidos que hacen estos.

Ahora saque el dedo lentamente y mire su flujo con una mentalidad abierta. ¿Es transparente o es opaco? No importa cómo sea. ¿Tiene un sabor salado, neutro o metálico? ¿Tiene un ligero aroma a almizcle o a levadura? Debe conocer el aspecto, el sabor y el olor de su vagina y como cambia ésta de un día para otro.

A veces puede oler parecido al aliento por las mañanas —un poco rancio y amargo. Es el proceso natural de las células cuando mueren. Nuestros cuerpos no huelen a rosas por naturaleza. Hay diferentes fragancias de lubricante y esperma. Hay quien prefiere un olor fuerte y natural, a otros les gusta mas un cuerpo perfumado. Cada uno es responsable de sus rituales de limpieza y de sus preferencias. No olvide que las legañas, la cera de los oídos, los mocos, las pelotillas del ombligo, el flujo y el esperma son elementos naturales del cuerpo.

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