—Te llevaré flores a la tumba, Malamadre.
—Te vas a pudrir aquí dentro, Calzones.
... Y se acabó, que hizo la cosa pum y yo desvié la cabeza, que juraría que me había pasao por la oreja, pero no, Tachuela, tío, que to lleno de sangre, pero el agujero no era mío y me dije ¿si no es mío...?, y allí estaba el Juan, con los ojos desorbitaos...
—Dame la mano, Malamadre.
—Toma, Calzones.
—Dime que iré con Elena.
—Sí, tío, la Elena te espera allí seguro...
—Malamadre, la quiero.
... Y le dije que sí, que a él también lo quería la Elena, pero ya no escuchaba el Juan, que la había palmao, tenía los ojos espantaos, y dije eso de descansa en paz, y tú tenías cogío al Apache y te dije de espaldas, Tachuela, y le metí tres pinchos en el culo, tres, y tú, dale en los pulmones, coño, y yo, no, Tachuela, no vamos a matar más, y entonces fue cuando llamé al Almansa, entra ya, coño, que ya está to listo, y oí la voz del Niebla diciendo adelante, y vaya ruido, vaya tela, como los peos del Costra multiplicaos por mil, ¿verdá, Tachuela?, y en un plisplás to el mundo en el suelo, los geos allí con los fusiles y venga a buscar a los vascos, y nosotros allí tan tranquis, y se viene el Almansa pa mí, ¿te acuerdas?...
—¿Y Juan?
—Muerto.
—¿Quién lo mató?
—Yo.
—¿Tú solo?
—El Tachuela me ayudó.
... Dijo el Costra mira, ahí vienen los vascos, y yo, sí, y pasaron los tíos, oye, los dos con toas sus orejas, y el Almansa, pero ¿a quién de ustés le cortó la oreja?, los tíos llevaos por los geos lo miraban como a un loco, y yo le decía al Costra ¿y la oreja, coño?, pero si estos tíos tienen las orejas, ¿de quién era la oreja?, y salía el Apache del comedor diciendo ay, y le daban con la porra en el culo to ensangrentao, y le pregunté, Apache, ¿de quién coño era la oreja?, y me dijo el tío, del Lerele, cabrón, Malamadre, me la vas a pagar, del Lerele, se había muerto el tío y el Juan le cortó la oreja, vaya arte, el Almansa se reía, vaya con el queo, me echó el brazo por el hombro y me dijo al oído gracias, Malamadre, y yo, de na, total, Tachuela, ¿verdá que lo hablamos?, el Juan estaba muerto y había sío en defensa propia, así que mi coco estaba limpio, pues qué más daba decirle una mentirijilla al Almansa y aprovechar la cosa, que hasta el Juan me hubiese animao, ¿verdá?, porque no era mala gente del to, solo que le pasó lo que le pasó, así que me dije ea, pues sí, fui yo y me ayudó el Tachuela, Almansa, de na por las gracias, y pa él la medalla...
—Calla, coño.
—¿Qué pasa, Tachuela?
—Apura la cerveza y vámonos, llaman para el embarque.
—¿Cuál es nuestro vuelo?
—El 211, Malamadre.
—Joé.
— FIN —
Francisco Pérez Gandul nació en Sevilla el 19 de septiembre de 1956. Se licenció en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y trabajó en los diarios Informaciones, Nueva Andalucía y El Correo de Andalucía antes de recalar en 1986 en Abc de Sevilla, del que fue redactor jefe. En la actualidad es articulista del citado medio. Premio Silverio Cañada a la mejor primera novela negra en la Semana Negra de Gijón de 2004 es argumentista de la película Celda 211 dirigida por Daniel Monzón. Está casado y tiene dos hijos