El primer hombre de Roma (143 page)

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Authors: Colleen McCullough

Tags: #Histórica

BOOK: El primer hombre de Roma
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Salassz. Tribu celta que habitaba el gran valle alpino del Duna Maior hasta el norte y el oeste de Mediolanum. Las incursiones romanas al valle de Salassi durante el siglo II a. JC. hicieron retroceder a este pueblo tribal, pero no sin fuerte resistencia. Lo que atrajo la atención de los romanos fue el oro aluvial que se recogía en grandes cantidades en el lecho del Duna Maior cerca de Eporedia, pero los exploradores que se arriesgaban curso arriba corrían el peligro de ser atacados por los salassi; Cayo Mario reforzó la presencia romana asentando a soldados veteranos de sus legiones en Eporedia, y poco a poco los salassi se fueron retirando hacia los Alpes, en donde dificultaban a los romanos el paso por los puertos que dominaban.

 

saltatrix tonsa. Literalmente, "bailarina con barba"; es decir, un homosexual disfrazado de mujer que vendía sus favores sexuales.

 

Salvio~ Esclavo italiano de los campos de trigo de Sicilia que organizó un ejército, se nombró rey Trifón y entre el 104 y el 102 a. JC., en que murió, trató de librar a la isla de la dominación romana. La campaña que emprendió en unión del esclavo cilicio Atenión se conoce como la segunda guerra servil de Sicilia y duró hasta bastante después de su muerte, cuya causa se desconoce.

 

samnitas, samnio. Pueblo de lengua osca que ocupaba el territorio situado entre el Lacio, Campania, Apulia y Picenum. La mayor parte. de él era accidentado y montañoso, y no muy fértil; las ciudades no eran muy prósperas y entre ellas se contaban Bovianum, Caieta y Aeclanum. Aesernia y Beneventum, las dos más importantes, eran colonias con derechos latinos implantadas por Roma. Durante toda su historia, los samnitas fueron encarnizados enemigos de Roma y varias veces durante la primera y segunda época republicana infligieron aplastantes derrotas a los ejércitos romanos, pero no tenían contingentes ni recursos económicos para sacudirse definitivamente el yugo romano. Hacia el 180 a. JC., los samnitas estaban muy agotados para rechazar a los colonos ligures que Roma trasladó desde el norte para aliviar la situación en el noroeste. Esta maniobra le pareció un acierto a Roma en su momento, pero los recién llegados se integraron totalmente en el pueblo samnita y se convirtieron también en enemigos de Roma, con lo que la resistencia samnita rebrotó.

 

Sardmnia (Cerdeña). Una de las primeras dos provincias de Roma. Gran isla del Tirreno, al oeste de la península italiana, era montañosa pero fértil y en ella se cultivaba un trigo de primera calidad. Cartago la dominó y Roma la heredó de ésta con Córcega. Asolada por bandidos y sin acabar de estar sometida durante la república, acabó siendo la posesión romana menos feliz. Los romanos detestaban a los sardos y los tildaban de inveterados ladrones, pillos y patanes.

 

Savus, río. El actual Saya, en Yugoslavia.

 

sección cesárea. El procedimiento quirúrgico al que se recurna cuando una mujer no podía dar a luz por vía pelviana, seccionando la pared abdominal, retirando el paquete intestinal y seccionando la pared del Útero para extraer el feto. Se dice que así nació el dictador Cayo Julio César y por eso la operación lleva el cognomen de su familia. He optado por no mencionar la anécdota, ya que sabemos con certeza que Aurelia, madre de César, vivió setenta años y parece que gozó de buena salud hasta el día de su muerte. La historia de la sección cesárea en los tiempos antiguos no es muy halagueña, pues, aunque era una operación a la que se recurría y con la que se conseguía salvar a veces al niño, la madre perecía inevitablemente. La primera cesárea efectuada con éxito se practicó en Pavía en abril de 1876, ocasión en que el doctor Edoardo Porro extrajo un niño sano -y el útero- a una tal Julie Covallini; madre e hijo superaron felizmente la operación.

 

Senado. Senatus en latín. Los romanos creían que el fundador del Senado había sido Rómulo con cien miembros patricios, pero lo más verosímil es que fuese una institución de tiempos menos oscuros de la monarquia romana. Cuando se instituyó la república, se conservó el Senado a guisa de consejo asesor de ancianos, por entonces ya trescientos, pero aún exclusivamente formado por patricios. Sin embargo, al cabo de unos años los plebeyos tenían también acceso a él, aunque tardaron bastante en poder ocupar magistraturas más altas.

 

Debido a su antigiledad, la definición legal de sus poderes, derechos y obligaciones fue gradual, y parcial en el mejor de los casos. El cargo senatorial era vitalicio, lo que propició que se creara en seguida una oligarquia; a lo largo de la historia, sus miembros lucharon denodadamente por conservar lo que ellos consideraban elitismo natural. Durante la república eran los censores los que otorgaban el titulo (y podían quitarlo). En tiempos de Cayo Mario se había adoptado la costumbre de exigir como requisito para el ingreso propiedades equivalentes a un millón de sestercios, aunque nunca llegó a ser una ley formal durante el período republicano.

 

Sólo los senadores podían vestir la latus clavus o laticlavia con una ancha franja púrpura; llevaban también zapatos cerrados de cuero marrón y un anillo (en su origen de hierro y des-

 

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pués de oro). Las reuniones del Senado debían celebrarse en lugares debidamente consagrados, ya que no siempre tenían lugar en su sede, la Curia Hostilia. Las ceremonias y la sesión del día de Año Nuevo, por ejemplo, se celebraban en el templo de Júpiter Optimus Maximus, mientras que las sesiones para tratar de la guerra se llevaban a cabo en el templo de Belona, fuera del pomerium.

 

Había una estricta jerarquía entre los que tenían voz en las sesiones, siendo el príncipe del Senado el decano en tiempos de Cayo Mario; los patricios siempre tenían preferencia respecto a los plebeyos de igual condición, y no todos los senadores tenían voz en la cámara. Los senatores pedarui, que se sentaban detrás de los que tomaban la palabra, sólo podían votar. No había limitaciones en cuanto a tiempo o contenido de la oratio (discurso) y de ahí la popularidad de la maniobra actualmente denominada obstruccionismo. Las sesiones podían durar únicamente desde el amanecer hasta el ocaso y no podían continuar si se reunían los comitia, si bien podían convocarse en los días reservados en el calendario a los comicios si éstos no se celebraban. Si el asunto no era importante o la respuesta totalmente unánime, el voto podía ser verbal o a mano alzada, pero el voto formal se efectuaba cuando existían discrepancias en la cámara. El Senado era un cuerpo asesor más que legislativo y promulgaba sus consulta o decretos a petición de las distintas asambleas. Si el asunto era grave, se requena quorum para llegar a la votación, aunque no se sabe qué cantidad constituía tal quorum en tiempos de Cayo Mario. ¿Quizá un cuarto? Desde luego la mayoría de las sesiones no contaban con una nutrida asistencia, ya que no había ningún reglamento que especificase la obligación de asistir a todas las sesiones.

 

Por tradición, el Senado tenía potestad suprema en ciertas cosas, pese a su carencia de poder legislativo; así era el caso en cuestiones fiscales, porque controlaba el Tesoro; en asuntos exteriores y en cuestiones bélicas. En casos de excepción, después de la época de Cayo Graco, el Senado podía suspender todos los organismos estatales, aprobando un Senatus consultum de re-publica defendenda, o decreto inapelable.

 

Sequana, río. El actual Sena.

 

servianas, murallas. Eran los muros Servii Tullii o Tulli. Los romanos creían que las murallas que rodeaban a la ciudad republicana habían sido levantadas en tiempos del rey Servio Tulio, pero la evidencia invita a pensar que fueron construida~ después del saqueo de Roma por los galos de Breno.

 

Servio Tulio. Sexto rey de Roma y el único que era latino, si no romano. Se le atribuía la construcción de las murallas servianas, lo que no es cierto, aunque probablemente sí mandó construir el Agger, las enormes dobles defensas del Campus Esquilinus. Legislador e ilustrado, Servio Tulio negoció un tratado

 

entre Roma y la Liga latina que aún se exhibía en el templo de Diana a finales de la época republicana. Su muerte fue un escándalo, pues fue su propia hija, Tulia, quien conspiró con su amante, Tarquinio Superbus, para asesinar primero a su esposo y luego a su padre. Servio Tulio fue acorralado en una calleja del Clivus Orbius y Tulia pasó varias veces con el carro sobre su cuerpo.

 

sestercios (sestertius). La moneda romana más corriente, y unidad contable, de ahí su proliferación en los textos de la época republicana. Su nombre deriva de semis tertius o dos ases y medio. En latín se representaba con la abreviatura HS y era una pequeña moneda de plata equivalente a un cuarto de denario.

 

Sibila, libros de la Sibila. Un oráculo que dictaba sus profecías en estado de trance, como casi todas las pitonisas. Esta, de gran fama, vivía en Cumas, ciudad de la costa de Campania. El Estado romano poseía una serie de profecías escritas llamadas los libros de la Sibila, adquiridos, al parecer, por el rey Tarquinio Prisco y escritas en griego en hojas de palmera (posteriormente se pasaron a papel). En tiempos de Cayo Mario, estos libros sibilinos eran tan apreciados que los guardaba un colegio formado por diez sacerdotes menores, los decenvir¿ sacris faciundis, y en momentos de crisis se consultaban para comprobar si había alguna profecía aplicable a la situacion.

 

Silanus, Silenus. Cara en piedra de sátiro -fea, impúdica y chata- por la que brotaba el agua en las fuentes públicas de Roma, según disposición de Catón el censor.

 

silla curul. En latín, sella curulis. Era la silla de marfil exclusivamente reservada para los altos magistrados; un edil curul se sentaba en ella, pero no un edil plebeyo. Pretores y cónsules tenían silla curul, y eran distintivo exclusivo de los magistrados con imperium, igual que los lictores. Era una silla primorosamente labrada con patas curvadas que se cruzaban en X y brazos muy bajos, pero sin respaldo. Los romanos, vestidos con la toga, tomaban asiento múy erectos y así la silla no impedía la armónica caída de los pliegues.

 

sinus. Curva o plegamiento pronunciado. Se empleaba el término de muy distintos modos, pero en esta obra adquiere dos significados: la característica geográfica que llamamos golfo -el Sinus Arabicus (mar Rojo), el Sinus Ligusticus (golfo de Génova), el Sinus Gallicus (golfo de Lyon)- y los pliegues de la toga, ya que salía por debajo del brazo derecho y se echaba sobre el hombro izquierdo haciendo una especie de bolsa.

 

Siracusa. Capital y principal ciudad de Sicilia.

 

smaragdus. Esmeralda. Existe polémica sobre si la piedra preciosa que los antiguos llamaban esmeralda es la actual, si bien las procedentes de Escitia debieron de serlo. Las piedras que se extraían en el mar Rojo y en algunas concesiones privadas de los reyes tolemaicos eran decididamente berilo.

 

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Sosio. Nombre vinculado al negocio librero de Roma. Dos hermanos llamados Sosio publicaron durante el principado de Augusto. He tomado este nombre, extrapolándolo a una época más pretérita, pues el comercio en Roma era eminentemente familiar y el negocio de los libros era ya floreciente en tiempos de Cayo Mario.

 

stibium. Polvo negro a base de antimonio, soluble en agua, que se usaba para pintarse celas y pestañas y perfilar los oios.

 

Subura. El barrio más pobre y populoso de Roma. Estaba situado al este del Foro Romano, en el declive entre el espolón Opiano del monte Aquilino y el Viminal. Su larga calle principal tenía tres nombres distintos: abajo, cerca de su confluencia con el Argiletum, eran las Fauces Subura; el tramo siguiente, el Subura Maior; y el tramo final, que serpenteaba por la ladera del Esquilmo, era el Clivus Suburanus. El Subura Minor y el Vicus Patricii arrancaban del Subura Major en dirección al Vi-minal. El Subura era un barrio formado totalmente por insulae con un hito importante, la Turris Mamilia; un barrio en el que se hablaban todos los idiomas y de vecinos muy liberales. La población judía era cuantiosa.

 

Suburana. Nombre de una de las cuatro tribus urbanas y una de las dos en las que podían integrarse los libertos (la otra era la tribu Esquilina). En tiempos de la república, la Suburana era una de las dos tribus, dentro de las treinta y cinco, que más miembros contaba.

 

sufecto, cónsul (consul suifectus). Cuando un cónsul electo moría en posesión de su cargo, o quedaba imposibilitado para el desempeño de sus funciones, el Senado nombraba un sustituto, llamado suifectus. El suifectus no era elegido; a veces el Senado nombraba un suifectus aun cuando el año consular estuviese casi concluso y otras no nombraba sustituto. Estas contradicciones reflejan el estado de ánimo de la c~niara en momentos concretos. El nombre del sustituto se inscribía en la lista de cónsules romanos y el nombrado tenía derecho a usar el título de consular.

 

sumo pontífice (véase máximo pontífice).

 

suovetaurilia. Sacrificio especial consistente en un cerdo (su), una oveja (ove) y un buey o toro (taur), ofrecido en ocasiones críticas a ciertos dioses: Júpiter Optimus Maximus, Marte y otros cuya identidad se desconoce. La ceremonia de la suovetaurilia exigía que las víctimas fuesen conducidas solemnemente en procesión hacia el sacrificio. Aparte de estas ocasiones excepcionales, se ofrecía en dos fechas concretas: a finales de mayo, cuando purificaban la tierra los doce sacerdotes menores llamados los "hermanos campestres", y cada cinco años, cuando los censores instalaban su garita en el Campo de Marte para efectuar el censo de todos los ciudadanos romanos.

 

tablinum. Término latino para designar el cuarto exclusivo del paterfamilias; con frecuencia es el cubículo en el que dormía y otro

 

 

 

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pequeño cubículo contiguo que utilizaba como guardarropa o armario.

 

tahalí. Correa de cuero que se llevaba sobre el hombro, pasando por debajo del brazo contrario, o en la cintura, para colgar la espada; el gladius romano o espada corta se llevaba colgada de la cintura, mientras que la espada larga germánica requería el tahalí cruzado.

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