Authors: Brian Weiss
Yo podía percibir mensajes similares cuando meditaba, pero las palabras adquirían un sentido más profundo cuando provenían de mis pacientes. Sabía que tenía que confiar más en mis propias capacidades como oyente para recibir y percibir los mismos conceptos procedentes de las mismas fuentes.
—Recuerda —dijo la voz—. Recuerda que siempre eres amado. Siempre estás protegido. Nunca estás solo. Tú también eres un ser de luz, de sabiduría y de amor. Y nunca serás olvidado. Nunca se te ignorará. No eres tu cuerpo, no eres tu cerebro, ni siquiera eres tu mente. Eres espíritu. Lo único que debes hacer es conseguir que tu memoria vuelva a despertar, a recordar. El espíritu no tiene límites, ni los límites del cuerpo físico ni los del intelecto o la mente...
»A medida que la energía vibratoria del espíritu va disminuyendo para que pueda vivir experiencias en ambientes más densos como vuestro plano tridimensional, el espíritu se va cristalizando y se va transformando en cuerpos cada vez más densos. El nivel de mayor densidad equivale al estado físico. En este estado, el ritmo vibratorio es el más lento, y el tiempo transcurre muy rápido, porque está en relación inversamente proporcional al ritmo de la vibración. Conforme éste aumenta, el tiempo transcurre más despacio. Esto explica por qué resulta difícil escoger el cuerpo apropiado y el momento oportuno para regresar al estado físico: se debe a la irregularidad del tiempo. Hay muchos niveles de conciencia y diferentes estados vibratorios. Pero no es primordial que conozcáis todos los niveles.
»El primer nivel de los siete existentes es el más importante. Es fundamental que experimentéis el primer plano en lugar de teorizar sobre los planos superiores. A la postre tendréis que experimentarlos todos... Tu tarea es la de enseñar l;>asándote en la experiencia. Selecciona todo lo que es creencia y fe y transfórmalo en experiencia para que el aprendizaje sea 'completo, porque la experiencia trasciende la creencia. Enséñales a experimentar. Acaba con sus miedos. Debes enseñarles a amar y a ayudarse mutuamente. Esto implica el libre albedrío de los demás. Pero trata de llegar a ello con amor. Extiéndeles una mano con compasión, para ayudarles. Esto es lo que debéis hacer en vuestro plano.
»Los humanos siempre piensan que son los únicos seres del universo. Esto no es cierto. Hay muchos mundos y muchas dimensiones; muchas, muchas más almas que recipientes físicos. Además, el alma puede separarse en dos partes si lo desea y vivir más de una experiencia al mismo tiempo. Esto es posible, pero se requiere un nivel de crecimiento que muchos todavía no han alcanzado. Al final, veréis que sólo hay un alma, como una pirámide, y que toda experiencia se comparte simultáneamente. Pero por ahora, no es así.
»Cuando mires a los ojos a otra persona, a cualquiera, y veas tu propia alma reflejada, entonces sabrás que has alcanzado otro nivel de conciencia. En este sentido la reencarnación no
existe, porque todas las vidas y todas las experiencias son simultáneas. Pero, en el mundo tridimensional, fa reencarnación es tan real como el tiempo, las montañas o los océanos. Es una energía como cualquier otra y su realidad depende de la energía de quien la percibe. Mientras una persona perciba los cuerpos físicos y los objetos materiales, la reencarnación será real para ella. La energía se compone de luz, amor y conocimiento. Aplicar con amor este conocimiento conduce a la sabiduría... Actualmente existe una gran falta de sabiduría en vuestro plano.
Elizabeth dejó de hablar. Al igual que Catherine, recordó los detalles de sus vidas físicas anteriores; en cambio, no se acordaba en absoluto de los mensajes provenientes del estado intermedio entre dos vidas. Ambas mujeres se hallaban en un trance profundo cuando transmitieron esos mensajes. Muy pocos pacientes llegan a un nivel tan profundo como para sufrir amnesia. Elizabeth, al igual que Catherine, podía ayudar a corregir con sus mensajes «la falta de sabiduría en nuestro plano».
Antes de que Elizabeth terminara su tratamiento, recogimos muchos más datos.
Mi contacto con la sabiduría de los Maestros fue escaso, porque la terapia de Catherine finalizó cuando ella se recuperó. Sin embargo, voy recibiendo más información de un sueño esporádico, increíblemente auténtico, casi lúcido, tal y como he explicado en las conferencias transcritas al final de mi libro
Muchas vidas, muchos maestros.
En algunas ocasiones, los mensajes vienen a mí cuando me encuentro en un estado parecido al sueño, de meditación profunda. Por ejemplo, se me reveló un método de psicoterapia para el siglo XXI, de naturaleza psicoespiritual, que podría reemplazar en el futuro las anticuadas técnicas tradicionales.
Los mensajes y las imágenes se acumulaban en mi cerebro a gran velocidad y con una claridad brillante y fugaz a la vez. Lamentablemente, no podía grabar en una cinta a mi mente, la estación receptora. Así, pues, las ideas son como piedras preciosas, pero mis palabras, tratando de explicar y definir esos veloces pensamientos, son como la escoria. El comienzo fue un claro mensaje:
«Todo es amor... todo es amor. Con el amor llega la comprensión. Con la comprensión llega la paciencia. Y entonces el tiempo se detiene. Y todo es ahora.»
Comprendí al instante la autenticidad de estos pensamientos. La realidad es el presente. Morar en el pasado o en el futuro es insano y doloroso. La paciencia detiene el tiempo. El amor de Dios lo es todo.
Enseguida caí en la cuenta de que estos pensamientos estaban dotados de un poder terapéutico. Empecé a comprender.
—El amor es la respuesta primordial. No es una abstracción, sino una energía real, o una gama de energías, que tú mismo puedes crear y conservar dentro de tu ser. Se trata simplemente de amar. Estás empezando a alcanzar a Dios dentro de ti. Siente el amor, y exprésalo.
»El amor hace que el miedo se desvanezca. No puedes sentir ningún temor si sientes amor. Como todo es energía y el amor abarca todas las energías, todo es amor. Ésta es la clave de la naturaleza de Dios.
»Cuando amas y no tienes miedo, eres capaz de perdonar. Puedes perdonar a los demás y también perdonarte a ti mismo. Así empiezas a ver las cosas desde la perspectiva apropiada. El sentimiento de culpabilidad y la rabia son reflejos del mismo temor. La culpa es una rabia sutil que diriges hacia dentro. Perdonando disuelves la culpa y la ira, que son sentimientos innecesarios, emociones nocivas. Perdona. Es un acto de amor.
»El orgullo es un obstáculo para el perdón, una manifestación del ego, que es el yo falso y transitorio. Tú no eres tu cuerpo, ni tu cerebro, ni tu ego. Eres más poderoso que todos ellos. Necesitas que tu ego sobreviva en el mundo tridimensional, pero sólo la parte que procesa información. El resto, el orgullo, la arrogancia, la desconfianza, el miedo, son sentimientos totalmente innecesarios. Estos aspectos del ego te alejan de la sabiduría, de la felicidad y de Dios. Has de trascender el ego y encontrar tu verdadero yo, que es permanente, la parte más profunda de ti, tu parte sabia, llena de amor, la que te proporciona confianza y te da felicidad.
»El intelecto es importante en el mundo tridimensional, pero la intuición lo es aún más.
»Lo que creéis que es la realidad es una ilusión, y viceversa. La realidad es el reconocimiento de vuestra inmortalidad, divinidad y eternidad. La ilusión es vuestro mundo tridimensional y transitorio. Esta inversión de los términos es perjudicial para vosotros. Ansiáis la ilusión de la seguridad en lugar de desear la seguridad de la sabiduría y el amor. Anheláis ser aceptados cuando, en realidad, nunca podéis ser rechazados. El ego crea espejismos y encubre la verdad. Debéis disolverlo y dejar que la verdad salga a la luz.
»Con el amor y la comprensión llega la perspectiva de la paciencia infinita. ¿De qué sirve tener prisa? De todas maneras, aunque tú no lo veas así, el tiempo no existe. Cuando no vives en el presente y te dejas absorber por el pasado Q te preocupas por el futuro, te apenas y te afliges a ti mismo. El tiempo también es una ilusión. Incluso en el mundo tridimensional, el futuro es sólo un sistema de probabilidades. Entonces, ¿por qué te preocupas?
»Puede hacerse una terapia para el yo. Comprender forma parte de ella. El amor es la terapia fundamental. Los terapeutas, los maestros y los gurús pueden ayudarte, pero sólo durante un tiempo limitado. El camino verdadero es la introspección, y tarde o temprano deberás recorrerlo sin ayuda de nadie. Aunque, en realidad, nunca estás solo.
»Cuando sea necesario, mide el tiempo, pero hazlo en lecciones aprendidas y no en minutos, horas o días. Puede curarte en ,cinco minutos si alcanzas el nivel de entendimiento adecuado. O puede tardar cincuenta años. Da lo mismo.
»Debes recordar el pasado y después olvidarlo. Déjalo atrás. Este proceso es útil tanto para los traumas de la infancia como para los de vidas anteriores, y también sirve para cambiar de actitud, para aclarar los malentendidos, para modificar los sistemas de creencias que se nos han inculcado y para renovar todo tipo de viejas ideas. De hecho, puede aplicarse a toda clase de pensamientos. ¿Cómo podrás ver las cosas con claridad y frescura si reina el caos en tu mente? ¿Y si necesitas aprender algo nuevo? ¿Y si has de adoptar una nueva perspectiva?
»Los pensamientos crean la ilusión de la división y la diferencia. El ego la perpetúa y esta ilusión conduce al miedo, la angustia y un profundo sufrimiento, que a su vez, producen rabia y violencia. ¿Cómo puede haber paz en el mundo cuando predominan estas caóticas emociones? Hay que desenmarañadas, volver al origen del problema, a los pensamientos, a los viejos pensamientos. Dejad de preocuparos y emplead vuestra sabiduría intuitiva para sentir el amor otra vez. Meditad. Sed conscientes de que todo está entrelazado y relacionado entre sí. Concentraos en la unidad, no en las diferencias. Fijaos en vuestro yo verdadero. Contemplad a Dios.
»La meditación y la visualización os ayudarán a detener el caudal de vuestros pensamientos y a empezar vuestro viaje de regreso al pasado. Así se producirá la curación. Empezaréis a utilizar vuestra nueva mente. Veréis. Comprenderéis. Vuestra sabiduría crecerá. Entonces habrá paz.
»La relación que mantienes contigo mismo es similar a la que mantienes con los demás. Has vivido en muchas épocas y en distintos cuerpos. Por consiguiente, pregúntale a tu yo actual por qué tiene tanto miedo. ¿Por qué te asusta correr riesgos razonables? ¿Acaso te preocupa tu reputación o lo que los demás piensen de ti? Estos miedos te condicionan desde la infancia o incluso desde antes.
»Hazte estas preguntas: ¿Qué tengo que perder? ¿Qué es lo peor que puede ocurrir? ¿Quiero vivir el resto de mi vida en estas condiciones? Comparado con la muerte, ¿esto es tan arriesgado?
»En tu evolución, no tengas miedo de encolerizar a otras personas. La cólera sólo es manifestación de su inseguridad. El hecho de tener miedo de su ira puede frenar tu progreso. La rabia sería algo simplemente estúpido si no generara tanto sufrimiento. Transfórmala en amor y perdón.
»No permitas que la depresión o la angustia obstaculicen tu desarrollo. Cuando te deprimes, pierdes la perspectiva, olvidas y das las cosas por sentado. Agudiza tu atención. Recapacita sobre tus valores. Recuerda qué es lo que no debes dar por hecho. Cambia tu punto de vista y no olvides lo que es importante y lo que no lo es. Evita caer en la rutina. No pierdas la esperanza.
»Cuando te angustias, te sientes perdido dentro del ego, sin límites que te protejan. Se despierta en ti un vago recuerdo de falta de amor, una herida en tu amor propio, una pérdida de paciencia y de serenidad. Recuerda que nunca estás solo.
»Ten el valor de correr riesgos. Eres inmortal. Nadie puede hacerte daño.
A veces los mensajes no son tan psicológicos y parecen proceder de una fuente más tradicional, más didáctica.
El estilo es algo diferente, casi como si se tratara de un dictado.
—Existen varios tipos de karma, de deudas por saldar. El karma individual corresponde a las propias obligaciones de la entidad, que sólo le pertenecen a ella. Pero también hay un karma colectivo, las deudas del grupo, y existen diversos grupos: religiones, razas, nacionalidades, etc. En un nivel más amplio, está el karma planetario, que afecta al destino del planeta y sus consecuencias. En el karma colectivo, no sólo hay deudas individuales acumuladas y sedimentadas, Si no que sus consecuencias terminan por atribuirse al grupo, al país o al planeta. La aplicación de este karma colectivo determina el futuro del grupo o del país. Pero también se aplica al individuo que se re encarna dentro del grupo o del país, o al mismo tiempo y en relación con ese grupo o país aunque no pertenezca a él, o en una época posterior...
»La acción se convierte en una acción correcta cuando se lleva a cabo a lo largo del camino, a través del sendero que conduce a Dios. El resto de caminos acaban siendo falsos senderos o espejismos, y la acción que se lleva a cabo a lo largo de ellos no es la acción correcta. Así pues, la acción correcta estimula la espiritualidad de la persona y su recuperación. Toda acción que favorezca la justicia, la misericordia, el amor, la sabiduría y todos los atributos que denominamos divinos o espirituales es inevitablemente una acción correcta. Los frutos de las acciones que se llevan a cabo por los otros caminos son transitorios, ilusorios y falsos. Son frutos tentadores y engañosos, pero no son lo que realmente deseamos. Los frutos de una acción correcta abarcan todos nuestros objetivos y anhelos y todo lo que necesitamos y deseamos.
»La fama es un buen ejemplo. Todo aquel que persigue la fama como una meta en la vida, probablemente la obtendrá durante un tiempo. Pero esta fama será pasajera e insatisfactoria. Sin embargo, si la fama llega de un modo espontáneo,
como resultado de la acción correcta, de la acción llevada a cabo por el camino, se conservará y será verdadera, aunque para la persona que se halla en el camino, esto no será importante. He aquí la diferencia entre el deseo egoísta de fama, por parte de la persona, y la fama no buscada y no deseada, que es el resultado de la acción correcta. La primera es ilusoria y efímera. La segunda es real y duradera, y es fiel al alma. En el primer caso se acumula el karma, y es necesario saldado; en el segundo, no. .
A veces los mensajes se suceden como destellos y son muy concisos:
—El objetivo no es ganar sino explorar.