Comentarios psicológicos sobre las enseñanzas de Gurdjieff y Ouspensky Volumen II (75 page)

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Authors: Maurice Nicoll

Tags: #Autoayuda, #Esoterismo, #Psicología

BOOK: Comentarios psicológicos sobre las enseñanzas de Gurdjieff y Ouspensky Volumen II
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Ahora bien, cada cual tiene un círculo de pequeños "Yoes" que dan vueltas. Cada uno desempeña su papel: patético, tonto, bello, serio-cómico, trágico, y varias otras partes del repertorio. Lo desdichado es que no somos nosotros quienes desempeñamos esos papeles sino que los papeles nos desempeñan. En realidad, para desempeñar un papel en el sentido del Trabajo un hombre debe ser consciente. Desempeñar un papel conscientemente es un ejemplo de lo que el Trabajo llama
hacer.
Sólo un hombre consciente puede
hacer.
Tal como somos, los papeles nos desempeñan. Por eso conviene observarlos y no identificarse con ellos —verlos actuar sobre uno mismo y sin embargo no sentir que uno es ellos— decir
silenciosamente
"Yo no soy esto". Esto es empezar a recordarse a sí mismo diferenciándose de esos "Yoes". Pero es preciso practicar el Recuerdo de Sí todos los días, primero de un modo sencillo, deteniendo todo, no haciendo nada, no conectándose con nada en la vida o en nosotros mismos tal como la vida nos ha hecho.

Recordemos ahora, un hombre identificado consigo mismo no puede recordarse a sí mismo porque por encima de él no tiene horizonte. Está limitado por sí mismo. Un hombre que hace cargos a todos, un hombre que atribuye todo a su propia persona, está identificado consigo mismo y en realidad está muerto. Recordemos los tres primeros niveles de Conciencia:

  1. Dormido en la cama.
  2. El así llamado estado de vigilia a conciencia despierta en la que las gentes viven y se matan los unos a los otros.
  3. El Recuerdo de Sí. Es sólo en este único nivel —el nivel de Recuerdo Sí— en que la ayuda puede penetrar y en realidad nos llega desde los niveles superiores del Universo de Ser, esto es, desde la Humanidad Consciente. Por eso es tan importante practicar el Recuerdo de Sí, tratar de hacerlo y gradualmente encontrar la manera de hacerlo. Si la intención es sincera y el propósito inteligente y se funda en la comprensión del Trabajo, se encontrará la manera de hacerlo.

A veces, cuando se observa a una persona uno se pregunta qué sucedería si dicha persona pudiera ver sus formas de identificarse en un destello: sus modalidades, sus vestidos, sus entonaciones, sus expresiones, la seriedad con que se contempla a sí mismo y su posición. Sí, y lo mismo se aplica a nosotros.

Les relataré una historia sobre el olvido de recordarse a sí mismo. Había una vez una isla en la que desembarcaron varias personas para ensayar una pieza de teatro. Una persona debía representar el papel de un villano, otra el de un espía, otra el de una mujer noble, otra el de un hombre valiente, otra el de un avaro, otra el de un héroe, otra el de una mujer incomprendida, otra el de un marido incomprendido, otra el de una persona que había sufrido mucho, y así sucesivamente. El primer día todas representaron la pieza y les gustó mucho y luego se rieron de los papeles que cada cual representaba. Pero esa isla tenía una propiedad peculiar. A medida que los días pasaban, cada vez que representaban esa pieza sentían cada vez más que eran en realidad los papeles que representaban. Y entonces todo anduvo mal y se quedaron en la isla y el barco desapareció, dejando sólo un botecito.

Quaremead, Ugley, 21 de julio, 1945
Nueva nota sobre el cambio de nuestro nivel de ser

En una oportunidad el Sr. Ouspensky nos dijo sin ambages: "Es preciso aprender a aislarse de la vida". Estaba refiriéndose a la formulación del Trabajo sobre las dos Terceras Fuerzas o Fuerzas Neutralizantes, en su más amplia definición, bajo las cuales podemos estar, la Fuerza Neutralizante de la vida y la Fuerza Neutralizante del Trabajo o Esoterismo. En la importante formulación de estas dos Terceras Fuerzas tan diferentes —las ideas de la vida y las ideas del Trabajo— se nos dice que la Tercera fuerza de la vida mantiene a la Personalidad activa, y a la parte real, esencial de nosotros, pasiva y así incapaz de crecer; por otra parte, se nos dice que si podemos sentir la Tercera Fuerza del Trabajo, la posición se invierte y la Personalidad empieza a ser más pasiva y la parte más esencial de nosotros, el verdadero lado de nosotros, empieza a crecer. El Hombre fue creado como un organismo capaz de desarrollo propio para poner en práctica determinado crecimiento de la Esencia, que se puede llamar, si lo prefieren, el crecimiento de la individualidad esencial. Por lo general en la vida ese crecimiento individual, que está latente en todos nosotros, no tiene lugar. En ciertas etapas de la historia sin duda las circunstancias fueron mejores para que ese crecimiento individual, pudiera producirse. Desde el punto de vista del Trabajo todas las tentativas para uniformar a la gente, todas las ideas equivocadas de igualdad, son antagónicas a la concepción fundamental que respalda nuestra Creación. La regimentación, la producción en masa, la gente mecanizada, todos estos puntos de vista son totalmente antagónicos a las ideas que respaldan generalmente el Esoterismo. El Hombre, dice el Trabajo, es una creación inacabada a la que se dejó para que se completara a sí mismo. O. acostumbraba a decir que hubo ciertos periodos de la historia en que esa posibilidad tenía más probabilidades de cumplirse, pero ahora, como es sabido, el Trabajo dice que debemos hacer frente a un movimiento general de las ideas políticas que se proponen como fin una sociedad de abejas o una sociedad de hormigas, es decir, un organismo social en el que no se permitirá individualidad alguna.

Ahora bien, hablaremos en primer lugar sobre la Tercera Fuerza de la vida y trataremos de hacernos una idea clara de lo que significa la Tercera Fuerza o Fuerza Neutralizante. La guerra, por ejemplo, es una de las Terceras Fuerzas de vida porque debemos dividir lo que el Trabajo llama la Fuerza Neutralizante de vida en muchas sub-categorías diferentes. La guerra como Tercera Fuerza tiende a unir a la gente de cierta manera. Es una cosa sabida por todos. Inmediatamente después que termina la guerra una Tercera Fuerza diferente empieza a obrar. Esta diferente Tercera Fuerza pertenece asimismo a la vida. Es una de las variantes de la Tercera Fuerza general de la vida. Todos habrán visto lo que sucedió al término de la guerra. Desde luego la guerra no ha terminado pero en su sentido inmediato ha concluido por el momento. Vieron instantáneamente como las cosas que estaban unidas se separaron y estallaron toda suerte de querellas. La gente empezó a dividirse en grupos antagónicos. Pero es siempre la misma Tercera Fuerza de vida que obra de diferentes maneras y bajo diferentes apariencias.

La Tercera Fuerza o Fuerza Neutralizante está definida en el Trabajo como aquello que pone a dos" cosas en relación. Es como un punto de apoyo o punto medio de un balancín que pone a los dos extremos en relación, o si se prefiere, hablando químicamente, un catalizador que pone en relación a dos sustancias que de otra manera serían inactivas. La fuerza de guerra pone a determinadas naciones en relación como aliadas y a otras determinadas naciones como enemigas. Si intentamos estudiar esta fuerza de vida en nuestras relaciones de unos con otros, veremos que es precisamente de la misma clase. En determinado momento somos grandes amigos de estas personas y enemigos de aquellas otras, y viceversa. A veces por medio de la observación de sí nos cansamos de nuestra parcialidad. Advertimos al cabo de un tiempo que cuando nos sentíamos llenos de entusiasmo por una persona, por lo general sentíamos un gran antagonismo por otra. Y sobre este particular hay una frase en el Trabajo: "La vida divide y el Trabajo une". Creo que todos estarán de acuerdo conmigo en que por medio de las influencias del Trabajo, que son diferentes de las influencias de la vida, son muchos los que entre ustedes se unieron y trabaron unos con otros ciertas relaciones que hubieran sido imposibles en la vida. Así retornaré a mi frase inicial acerca de aislarse de la vida. Es preciso practicar cierto auto-aislamiento de lo que ocurre en la vida, que está intentando siempre dividir a las gentes en grupos antagónicos. ¿Qué significa practicar el aislamiento de la vida? Para empezar sólo diré que si cree que la vida va a cambiar completamente y traer una era de progreso y desarrollo humano, no podrá aislarse de la vida desde la iniciación misma de su trabajo. Siempre creerá que la vida ha de mejorar pronto pese a que la historia no nos muestra que esto ocurra así, excepto en períodos muy breves, y pese al hecho de que vivimos obviamente en uno de los peores períodos de la historia. En otras palabras, si tiene esa actitud que obra mecánicamente en usted, no será capaz de aislarse de la fuerza de vida de una manera correcta. Siempre esperará que la vida sea diferente y, aunque sea cierto que la vida es diferente en diferentes momentos y períodos, es preciso tener la suficiente sutileza de entendimiento para ver que en realidad siempre las cosas son iguales. Suelen ser un poco mejores o un poco peores, pero siempre son las mismas cosas, y es esto lo que el Trabajo llama la Tercera Fuerza o Fuerza Neutralizante de vida.

Ahora bien, la Tercera Fuerza o Fuerza Neutralizante del Trabajo proviene de una fuente muy diferente y su efecto radica en un cambio de Ser que hace a la Personalidad más pasiva y a la Esencia más activa. Muchas veces he oído decir a la gente: "¿Por qué la gente no se une e impide todos esos horrores y desastres?" La respuesta es que si la vida es una Fuerza Neutralizante es imposible hacerlo. Todos creen que ya son conscientes. Todos creen, por ejemplo, que si la guerra llegara a estallar otra vez se negarían a luchar. Estamos acostumbrados a oír esto una y otra vez, primero en la guerra anterior, después en la última, y de hecho esta frase se ha repetido a todo lo largo de la historia. Pues bien, ¿por qué el hombre aparentemente no puede aprender, no puede recordar, no puede alterar las cosas e impedir la guerra de una vez por todas? La respuesta del Trabajo es que el Hombre no es aún un ser consciente sino un ser mecánico sobre el cual obran las diversas fuerzas de la Tercera Fuerza de vida. Agrega que el Hombre puede ponerse bajo otra forma de la Tercera Fuerza llamada el Trabajo o llamada generalmente el Esoterismo y que, si toda la humanidad pudiera hacerlo, la guerra cesaría. La guerra cesaría porque la Personalidad o el lado adquirido que fue enseñado a la gente o que han admitido, dejaría de ser activa en ella. Pero para que esto suceda debe obrar sobre ellos una Tercera Fuerza muy diferente —es decir, influencias muy diferentes de aquellas que siguen y a las que tratan de obedecer.

En el Trabajo buscamos en esta etapa elemental seguir influencias de una clase muy diferente de aquellas que pertenecen a la vida. Por lo general tratamos de llegar a ser más conscientes, de luchar contra aquello contra lo cual el Trabajo nos enseña a luchar: la identificación, las emociones personales, los estados negativos, las actitudes equivocadas que nos hacen hacer cuentas los unos a los otros, etc. En otras palabras, estudiamos cómo ponernos bajo las influencias de una Tercera Fuerza completamente nueva, pero nueva sólo en el sentido de que no la hemos seguido antes y ni siquiera hemos conocido su existencia. La enseñanza esotérica no es nueva. Es más antigua que la humanidad, hablando estrictamente, pero se le presta una nueva forma en cada edad y para cada nación. Lo desdichado es que las gentes no querrán trabajar sobre sí porque no desean hacerlo. Esperan que todo será mejor de lo que es y no ven que ellos mismos tienen que cambiar para que las cosas anden mejor. Pero unas pocas personas pueden trabajar y empezar a cambiar internamente las cosas para sí mismas; unas pocas personas pueden ponerse en relación con una Tercera Fuerza que no pertenezca a la vida misma. Y es esto lo que intentamos hacer. Y, como dije, pueden ver por sí mismos que esta Tercera Fuerza que intentamos localizar y difundir no tiende a destrozar a la gente, a dividirla, sino a unirla. En una ocasión O. dijo: "Para que la gente pueda conocerse, para que pueda unirse de una manera correcta, es preciso que aprendan un lenguaje común". Ahora bien, todos ustedes saben que estamos tratando de aprender un lenguaje común en este Trabajo. Estamos tratando de estudiar las mismas ideas y comprenderlas, porque el Trabajo está lleno de nuevas ideas y de instrucciones prácticas sobre la manera de trabajar sobre si. Cuando alguien conoce a una persona del Trabajo puede hablarle de una manera que no puede emplear con una persona en la vida que nunca ha oído las ideas de este Trabajo o de cualquier otra forma de Esoterismo, Todos ustedes saben que si hablan con una persona en la vida y tocan ligeramente algunas de las ideas del Trabajo, esa persona se pondrá en seguida a discutir y probablemente será muy hostil. ¿A qué se debe ello? Se debe en verdad a que esa persona en la vida se siente instantáneamente molesta. Siente que de algún modo se la ataca o se la desprecia. Es por eso por lo cual es tan peligroso hablar de este Trabajo a las gentes que carecen de Centro Magnético o que no fueron preparadas de un modo inteligente para que puedan ver algo más que sus intereses de vida inmediatos. Cada persona se lisonjea, cada persona tiene un engreimiento muy fuerte, y cada uno siente que tiene razón, prescindiendo del hecho de que suelen ser muy desdichadas. Por eso es tan difícil hablar a las gentes sobre el Trabajo porque entran fácilmente en sospechas y siempre están llenos de resentimiento. Sin embargo a no ser que se desplacen un poco de su base de vida y dejen penetrar en su mente algunas de las ideas del Trabajo, no podrán cambiar su posición fija en la vida. Pertenecen a la gran maquinaria que ha hecho de ellas lo que son. Tienen la ilusión de ser conscientes, de que pueden hacer independientemente de las circunstancias de vida, tienen la ilusión de que son una sola y única persona y no ven que son muchas personas diferentes en momentos diferentes, y tienen muchas ilusiones, que estudiaremos en este sistema de trabajo. En otras palabras, por medio de esas ilusiones, de su actitud general hacia la existencia humana en esta tierra, están completamente bajo el poder de la Tercera Fuerza de vida. No pueden apartarse de esa prodigiosa fuerza que toma tantos aspectos diferentes en diferentes momentos y empero es siempre exactamente la misma fuerza y siempre tiene exactamente el mismo sabor interior. Por esta razón no puede crecer en ellos nada adicional y así el Trabajo dice que se asemejan a semillas que viven y mueren como semillas sin experimentar ningún crecimiento. En el lenguaje del Trabajo somos parte de la Vida Orgánica que es una película sensible que rodea a la tierra y transmite ciertas influencias al brote no desarrollado de la ramilla del gran árbol cósmico que es nuestra luna. Esta pequeña ramilla formada por la tierra y la luna está creciendo. Desde el punto de vista del Trabajo la luna no es un planeta muerto, una criatura muerta, sino un planeta que crece, y es alimentado por todo el sufrimiento inútil de la tierra. Este es un pensamiento sorprendente y nos parece muy extraño. Nuestro engreimiento es tal que hasta creemos que esta tierra, esta minúscula partícula, es el único planeta habitado en el enorme Universo de Soles y Galaxias. Aun estas pocas palabras nos hacen ver cuan enormes son nuestra ingenua ignorancia y nuestro innato egotismo.

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