Read Comentarios psicológicos sobre las enseñanzas de Gurdjieff y Ouspensky Volumen II Online
Authors: Maurice Nicoll
Tags: #Autoayuda, #Esoterismo, #Psicología
Cuando se observa en uno mismo una serie de consideraciones internas es preciso prestar atención a lo que dichas consideraciones internas nos están diciendo y, si es posible, recordar que se tuvo la misma sucesión de pensamientos antes y, probablemente, como no se tardará en verlo, se lo tendrá a todo lo largo de la propia vida. Es preciso también desafiar esta sucesión de pensamientos, hacerle frente con resolución dentro de sí y entablar con los "Yoes" responsables de ellos un diálogo de este tenor: "Ahora bien, ¿qué se proponen hacer? ¿Qué están diciendo?" Y entonces, se los hace hablar. Tales diálogos son muy útiles porque hacen ver en la práctica la absurdidad de esas corrientes mecánicas de consideración interna que se les permite formar dentro de uno sin molestia alguna. Conviene mucho tener de vez en cuando una buena pelea consigo mismo. Pero lo que primero se requiere es la capacidad de observarse a sí mismo. Si un hombre no puede observarse a sí mismo y se identifica simplemente con todo lo que ocurre dentro de sí, no le será posible pelearse consigo mismo. No será capaz de separarse ni siquiera de una sola cosa en si mismo. Todo será demasiado sagrado. Será simplemente él mismo sagrada y solemnemente y se adorará a sí mismo. Quedará fijo y sin cambio alguno a lo largo de los días. Carecerá del poder de ver a qué se asemeja impersonalmente, estará identificado consigo mismo tal como es, con cada sentimiento, con cada pensamiento, con cuanto ocurre en él, y con todas sus frases y hábitos. Otorgará su pleno reconocimiento a todas esas cosas mecánicas y ni siquiera columbrará por un instante que esas cosas son exactamente las que debe observar para intentar separarse de ellas sin seguirlas, sin ceder a ellas y, como dije anteriormente, desafiándolas, esto es, preguntándoles qué están haciendo, qué verdad las respalda y qué significa su vida interior, si en verdad tiene algún sentido. Todos ustedes saben con cuánta facilidad se interpreta mal una cosa, en especial cuando una persona tiene inclinación a ser negativa. Entonces surge la consideración interna y esa persona la sigue en lugar de darse un choque consciente y decirse: "¿Qué es lo que está ocurriendo en realidad? ¿Suelen las cosas suceder así? ¿Lo qué sucedió fue hecho intencionalmente?. ¿Débese simplemente a la acción de la sospecha? Lo que nos causa tantas molestias en la vida se debe a la confusión psicológica en la que todos estamos sumergidos, debido a la falta de un cuerpo psicológico organizado. Según el parecer de G., es la causa del 80% de nuestras enfermedades físicas. ¿No comprenden ustedes que con este pensar equivocado, con este diluvio de emociones negativas, con este continuo mentir, con
esas
constantes formas interiores de auto justificación, con ese terrible engreimiento, con ese estado de sueño en lo tocante a la clase de personas que somos, es extraño que no estemos todos dementes? Nos fue dado un cuerpo físico con una maravillosa, delicada organización. El Trabajo nos enseña que debemos construir un cuerpo psicológico y que éste es nuestro verdadero destino en este planeta y el significado de nuestra creación aquí. Basta imaginarse la delicada organización del cuerpo físico gobernada por una confusión psicológica. Es increíble, por lo tanto, que en esta condición se pueda gozar de buena salud. Para que un hombre construya un cuerpo psicológico bien conectado es necesario que viva el Trabajo en sí mismo y aprenda a conocer las cosas de las cuales debe separarse, con las cuales debe luchar, con las cuales no debe identificarse. Lo importante no es tanto lo que hacemos sino la situación de nuestro estado interior. Por eso el Trabajo hace tanto hincapié en las emociones negativas, por ejemplo, porque cuando la gente se abandona habitualmente a los estados negativos sin darse cuenta del enorme daño que se hace, no tiene ninguna idea sobre la propia responsabilidad hacia sí misma. Al cabo de un tiempo en el Trabajo no se pueden prolongar los estados negativos sin comprobarlos. La Conciencia Real ya nos toca. Ahora bien, aunque nuestro cuerpo sea excelente si permitimos que nuestro estado interior se exprese sin impedimento ninguno y sin observación somos en verdad comparables a leprosos. Es esto lo que en los Evangelios significa la palabra "leproso". Esto es, padecemos de una terrible enfermedad interna. A veces esas enfermedades psicológicas obran sobre el cuerpo y se expresan a través de diversos trastornos físicos. Tal vez no ocurra esto con un hombre puramente animal, pero ocurre ciertamente en el caso de un hombre emocional o intelectual, según mi experiencia.
Ahora bien, todos los estados negativos, en los cuales incluiremos la consideración interna, porque la consideración interna nos hace negativos, nos dañan. El mayor daño que nos causan es el de apartarnos de toda ayuda, es decir, de los Centros Superiores. Recordarán que esos centros están plenamente desarrollados en nosotros y obran constantemente, pero no podemos oírlos debido al mal estado de nuestra recepción. Las tormentas de trueno de nuestras emociones negativas hacen que la recepción sea imposible. Si, ¿pero han visto alguna vez un estado negativo? ¿Tienen conciencia de ellos? Es una extraordinaria experiencia examinar una persona que es habitualmente negativa y advertir cómo no se observa a sí misma, no tiene conciencia de sí. Como habrán oído decir a menudo, no se puede trabajar sobre cosa alguna en sí mismo si no se lo ha observado antes, y todos los estados negativos carcomen y absorben la energía de un hombre. Pero ya que en nosotros hay algo que desea ayudarnos, convendría estudiar la forma de ponerse en contacto con ello. Ahora bien, las emociones negativas siempre lo impiden, siempre forman una oscura envoltura que nos recubre. Los estados negativos nos vacían simplemente de todo significado excepto de los desagradables significados con los cuales la parte negativa del Centro Emocional nos alimenta continuamente y que a veces conducen a esas inextinguibles y horribles formas de significado que derivan de la sospecha, tan próxima a la demencia. Pero tratamos de lograr significados más difíciles.
Al cabo de un tiempo, cuando una persona llega a estar a solas consigo misma y al mismo tiempo a solas con el Trabajo y sus significados, empieza a darse cuenta de que tiene derecho a no ser negativa y que no tiene pretexto alguno para serlo. Advierte entonces que tiene que encontrar la manera de salir de ello. Tal vez no sea capaz de impedir que se inicien los estados negativos, pero debe ser capaz de detenerlos. Este es uno de los significados de lo que es llamado el trabajo sobre si. Se es responsable. Conviene mucho tener una idea íntima y responsable de lo que trata el Trabajo y esto comienza cuando se empieza a aplicarlo a uno mismo y al estado en que se está en ese momento. Puede ser llamado vivir más conscientemente. También se lo puede denominar andar en lugar de permanecer acostado. G. dijo una vez: "En este Trabajo disponemos de buen cuero para vender a aquellas personas que desean caminar, pero las personas mismas deben hacer sus zapatos con ese cuero". Ahora bien, se puede hacer algo desde un "Yo" equivocado y hacer la misma cosa desde un "Yo" correcto. Andar, vivir más conscientemente, es necesario comprender esto. Todo lo que se hace desde la consideración interna o un estado negativo es inútil. No pertenece a lo que buscamos formar en nosotros mismos al establecer el Segundo Cuerpo.
El Trabajo es la fuerza más sutil, más fina, más pura que existe. Dispone todo en su orden correcto. ¿No recuerdan de qué modo se define el Trabajo en Hebreos, que es un libro gnóstico? Es llamado el
Logos
o el Verbo: "Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón".
(Hebreos IV 12.)
Todo ello significa que nada puede hacerse erradamente sin su debido pago. Citando de otra fuente, se dice que el
nous
, la mente de Dios, que es el
Logos
o Verbo de Dios, "es infinito y se rige a si mismo". Buscamos en el Trabajo ponernos bajo una disciplina que no tiene nada que ver con la disciplina física sino que es mental y emocional, y nos es enseñado en este Trabajo que en nosotros hay algo oculto llamado Conciencia y que en cuanto nos liberamos de nuestra Personalidad y de todas sus cansadoras manifestaciones y tediosas repeticiones de la misma cosa, de la misma conducta, de las mismas actitudes, de las mismas frases, nos ponemos en contacto con la Conciencia Real que proviene en verdad de los Centros Superiores. Desde ese punto de vista, es preciso comprender que son muchas las cuentas que tenemos que saldar con nosotros mismos a causa de nuestro comportamiento equivocado, de nuestro pensamiento y sobre todo, de nuestra charla equivocada. Con el tiempo todo ha de solucionarse.
Hablaré ahora brevemente sobre la idea de Recurrencia. Como es sabido, la física moderna nos dice que el Tiempo es curvo. Significa esto que es un círculo. No es una línea que se extiende al infinito, sino una línea que se dobla sobre si misma y vuelve al punto de partida. Por dicha razón el Trabajo enseña (en su enseñanza secundaria) que nuestra vida es curva y regresa al momento del nacimiento. Significa ello que si nada es cambiado en nuestra vida entraremos otra vez en el mismo círculo, haremos las mismas cosas, sentiremos las mismas cosas y nos comportaremos de la misma manera. Pero el Trabajo enseña que si tratamos de trabajar sobre nosotros mismos y de cambiar nuestro Ser, la próxima vez no tendremos exactamente la misma clase de vida. Pero esto depende de muchas cosas. Por ejemplo, de la manera en que fuimos educados, de las influencias que obran sobre nosotros desde el exterior, de nuestros padres y educadores, de la literatura de la época. Todos ustedes conocen la extraña frase del Decálogo (los 10 Mandamientos): "Yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen".
(Ex. XX 5.)
Esto significa prácticamente que si los padres cambian, los hijos pueden cambiar. Significa, en suma, que si soy un padre y cambio durante el círculo de mi vida, ayudaré a mis hijos. Por ello, cabe esperar mucho, si los padres trabajan y cambian su nivel de Ser, pues si esto sucede, los hijos nacidos otra vez en la Recurrencia no tendrán la misma clase de padres porque los padres han cambiado. Por ejemplo, si tengo un hijo que muere, en la ordinaria concepción del Tiempo que lo considera como una línea recta que conduce del pasado al futuro no seré capaz de ver cómo es posible cambiar a mi hijo. ¿No comprenden que no es posible concebir qué significa esto a menos que se comprenda el círculo de vida y la Recurrencia de las cosas? Si nadie intenta cambiar, ya sea el hijo, ya sea al padre, entonces todo será igual y se recorrerá el mismo círculo una y otra vez. ¿Creen que no pueden cambiar a su padre porque murió hace muchos años? Les aseguro que desde el punto de vista esotérico puedo cambiar a mi padre si venzo en mí mismo determinadas cosas, y mi esfuerzo no sólo me afectará a mi mismo sino a mi padre. Ahora bien, este Trabajo puede cambiar muchas cosas en la gente como ya lo habrán notado. Cuanto más fuertemente se siente el Trabajo y mejor se concibe su significado en la mente y más acusada es la distinción entre uno mismo y la vida mecánica a través de la fuerza del Trabajo, no sólo se produce un cambio en uno mismo sino también en todo lo que tiene relación con uno mismo, hasta la gente que se conoció hace mucho y que ya no se halla más en el momento actual. Por esa razón el Trabajo nos enseña que el Tiempo, tal como se lo concibe comúnmente, es una de las peores ilusiones que nos pueden dominar, porque ¿cómo podemos ayudar a la gente que hemos conocido en nuestro pasado? La respuesta radica en que, con el trabajo sobre si, no sólo se puede cambiar uno mismo sino todo, tanto en el pasado como en el futuro, porque el futuro y el pasado
existen igualmente.
No hay pasado ni futuro si el Tiempo es un círculo.
Ahora bien, algunos de nuestros círculos están interconectados con otros círculos que pertenecen a otras personas, y si quieren entender qué significa la recurrencia es preciso comprenderlo. El Tiempo no es una línea recta sino una infinidad de círculos que giran todos sobre sí mismos y de los cuales algunos se intercomunican los unos con los otros. El pasado es tan viviente como el presente y el futuro. De esta gran concepción del tiempo surge la esperanza. Cabe comprender que lo que ahora hacemos producirá determinado efecto en las otras gentes, tanto en el pasado y el presente como en el futuro. Todo cuanto dice el Trabajo está interrelacionado de tal modo que si una persona trabaja ahora sobre si y empieza a cambiar su nivel de Ser produce determinado efecto sobre la gente del pasado y del futuro. Lamentarse es inútil en tanto que el Trabajo es siempre útil. Es preciso que recuerden, cada uno de ustedes, que cuando realizan un verdadero acto de trabajo sobre sí, en este momento, cambian tanto el pasado como el futuro, y cambian el pasado en relación con todas las personas con quienes estuvieron relacionadas en el pasado. G. dijo una vez: "Si desea cambiar, es preciso que cambie a su abuelo". ¿Qué significa ello? Uno de los significados es que con el cambio de actitud hacia el propio padre y al abuelo también se los cambia, aunque estén aparentemente muertos, y así cuando se nace otra vez a la vida visible, al círculo de la propia vida, cuando uno se encuentra otra vez con el propio padre y el abuelo se los cambia.
No hablaré más sobre este difícil tema de la Recurrencia en el presente, pero todos deben recordar que cuanto hacen en relación con el trabajo sobre sí y el cambio de sí se reflejará en un millón de maneras tanto en el futuro como en el pasado. Por esa razón puede haber gente que ya no existe más en nuestro tiempo, pero todas las gentes existen en el Tiempo y repiten constantemente sus círculos. En otras palabras, no hay Tiempo, como lo conciben nuestros sentidos y todo es viviente y todo es siempre presente.
Agregaré ahora otra cosa. En el Antiguo Testamento se encuentran muchos conceptos sobre la Recurrencia. En el Eclesiastés está la idea de que el Tiempo no es una línea recta de pasado, presente y futuro, sino un círculo constantemente recurrente, que se repite siempre. Se dice: "¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará".
(Ec. I 9)
pero es preciso recordar que "lo que fue, lo mismo será" depende enteramente de si se trabaja, de sí no se identifica uno con las cosas, de sí sabe separarse de ellas, pues de lo contrario no tendrá poder sobre una persona. Entonces cambiará y todo cambiará en conexión con dicha persona.