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Authors: David Bravo

Copia este libro (5 page)

BOOK: Copia este libro
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El plagio parece tan evidente que hasta los Simpsons se han permitido gastar alguna broma al respecto. En uno de sus capítulos, Lisa ve una nube con la forma de Encías Sangrantes. Junto a él está Mufasa, padre de Simba, que, desde los cielos, dice:
«debes vengar mi muerte Kimba, ehh… digo, Simba»
.

Las acusaciones de plagio no impiden a Disney ser, al mismo tiempo, una tiránica defensora de su cortijo particular. En 1991, tres años antes de que Simba devorara a Kimba en todos los cines del mundo, Disney obligó a madres de un pueblo neozelandés a retirar las imágenes de Pluto y del Pato Donald que pintaron en un patio de recreo porque vulneraban sus derechos de copyright.

Microsoft
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Las tácticas para proteger la propiedad intelectual que usa este mastodonte no son las más limpias. Según Informativos Telecinco, la estrategia seguida recientemente en España consiste en que un detective que se hace pasar por cliente, entra en tu tienda de informática y te plantea el dilema legal: «Te compro este PC si me instalas Windows pirata». El 41% de las tiendas españolas cae en la tentación y acepta el trato. Una segunda visita te da la oportunidad de redención pero, aún así, muchos vuelven a dejarse llevar por el diablo, que porta tarjeta de crédito en lugar de tridente.

Así funciona el método «comprador misterioso» y que debería suponer el despido inmediato de su ideólogo. No solo porque su nombre es estúpido, sino también porque su procedimiento se parece peligrosamente a lo que se define como inducción al delito.

Cuatrocientos comercios españoles tendrán que rendir cuentas en los tribunales por haberse dejado llevar por las malas compañías. Si este fue el procedimiento y se prueba, serán los jueces los que decidan si el diablo es el que tienta o el tentado.

ACAM (Asociación de Compositores y Autores de la Música)
.

La web de la Asociación de Compositores es un lugar de referencia para todos los aficionados al humor. La visión de los derechos de autor que tiene esta asociación es tan ultraprotectora que, en su sitio de Internet, puedes encontrar artículos que aseguran que prácticamente es delito respirar el mismo aire que Alejandro Sanz. Todo eso de que el Derecho Penal se basa en el principio de proporcionalidad o de intervención mínima, importa muy poco para los que quieren defender su coto privado caiga quien caiga. El principio jurídico de que la cárcel es esa cosa desagradable de los barrotes, las duchas compartidas y los jabones resbaladizos, y que, por lo tanto, solo se recurre a ella para casos realmente graves, es absolutamente despreciado por quienes han decidido que están librando una guerra nada menos que contra la sociedad.

Las interpretaciones que hacen de las leyes penales son tan alocadas y expansivas que no hay ciudadano que se libre de ser un delincuente o de encubrir a uno. A veces no son artículos propios, sino que hacen referencia y transcriben todos aquellos que, por ridículos que sean, defiendan las tesis de esta asociación.

Según un artículo reproducido sin rubor en esta web, «hacer una copia de un CD para dársela a otra persona (a un amigo) o mandarle las canciones por e-mail sí es una práctica penalmente perseguida. […] Asimismo, tampoco está permitido difundir la música sin permiso del autor. Podría castigarse penalmente, por ejemplo, poner CD 's grabados en una fiesta». Como puede comprobarse, no se refiere a una fiesta que tenga necesariamente un fin lucrativo, sino que tu fiesta de cumpleaños podría valer para asignarte una celda a pensión completa. Como saben los que algo saben de Derecho Penal, si una práctica es generalizada no puede ser nunca delictiva. Los Códigos Penales que no han sido escritos por el Tercer Reich no se encargan de excluir a sectores sociales completos, sino que solo están previstos para esos pocos que deciden hacer lo que la sociedad ha resuelto considerar como claramente repudiable.

ACAM se ha ocupado de representar el lado duro de la defensa de la propiedad intelectual. Algunos artículos de sus colaboradores se pasean por el filo de los límites de la libertad de expresión con insultos gratuitos sin ningún contexto que los justifiquen. «Pandilla basura» es como llama una colaboradora de esta asociación a un grupo de personas que actualmente tienen la mala costumbre de expresar con asiduidad sus ideas sobre propiedad intelectual en Internet.

Quizás porque son conscientes de la dureza con la que suelen calificar a muchos internautas, ACAM tiene probablemente la cláusula de exención de responsabilidad más ridícula de toda la Red. En ella dicen que ACAM y acam.es no solo no tienen por qué estar de acuerdo con los artículos ajenos que reproducen en su web, sino que tampoco «tienen por qué estar necesariamente de acuerdo con las opiniones y artículos propios». Magnífica forma de eludir responsabilidades la de insultar y simultáneamente avisar de que puede que no estés de acuerdo contigo mismo.

Con interpretaciones legales que dibujan un mundo chiflado donde los actos más comunes te llevan a la cárcel y con unas formas no mucho más educadas que las de un tertuliano de Crónicas Marcianas, ACAM ocupa el puesto de una de las asociaciones más odiadas por los internautas que siguen más de cerca los conflictos con los derechos de autor. De tanto insulto, la web de la Asociación de Compositores solo es apta para los ciudadanos con una úlcera a prueba de bombas o para los autores que han aceptado como buena estrategia la de perseguir a sus fans con un palo. Conocedor quizás de estas características, el presidente de ACAM, Teo Cardalda, define a su asociación como el «brazo armado de los derechos de autor».

Vale Music y el disco
No a la Piratería
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Puede que la contraportada de
No a la Piratería
, CD presentado esta semana en Madrid apoyado por Vale Music y la Oficina de la Defensa de la Propiedad Intelectual, sea dura. Pero muy dura es, también, la situación por la que están pasando la música y los que la hacen posible en España.

[…]

Por todo esto, los que estamos en contra de la piratería cultural, aquella que conseguirá impedir si no lo paramos que la Cultura llegue a las manos de la sociedad, apoyaremos cualquier acción, como la del CD
No a la piratería
, encaminada a recordar a propios y extraños las auténticas raíces de este mal.

ACAM, el 11 de Junio de 2004, en su artículo
Nos roban, lo venden y lo compran en la calle y quieren que nos callemos
en respuesta a las protestas de muchos internautas por la contraportada del disco
No a la Piratería
.

Tras la presentación del CD la semana pasada los internautas que defienden de forma más radical la «derogación», entre otros derechos contemplados en la Ley de Propiedad Intelectual, de la copia privada (sic) arremetieron contra SGAE y Fundación Autor acusándoles de xenófobas.

[…]

acam.es ha podido saber que SGAE ordenará, hoy mismo, la inmediata retirada del CD de las tiendas si no desaparece la polémica contraportada. Asimismo emitirá un comunicado en el que pronunciará su desacuerdo con el contenido del mencionado texto. Solo queda felicitarse por la rápida decisión de la entidad de gestión […].

ACAM el 23 de Junio de 2004

La discográfica Vale Music en una nueva muestra de que todo está permitido en su cruzada particular, lanzó un compacto titulado
No a la Piratería
que presentó en la sede de la SGAE. La contraportada del disco arremetía contra prácticamente todo el planeta tierra. El texto señalaba con el dedo a los «grandes aliados del negocio de la piratería discográfica» que eran «la permisividad de la justicia, la tibieza de la policía, la ineficacia de la política y la inconsciencia de los consumidores».

Pero fueron los inmigrantes los que se llevaron la peor parte. Gracias al disco nos enteramos de que el mantera es «un pobre hombre inmigrante» y de que ya está «por todas partes». De hecho, dicen, «hay calles donde es dificil caminar sin pisarlos». Además «los inmigrantes ya saben que España es un chollo. Pueden vender en la calle y no les pasará nada. Cada vez vienen más».

Todos protestaron. Para CCOO esas expresiones acariciaban el racismo y entidades como FACUA y SOS Racismo pidieron también la retirada inmediata del disco por los mismos motivos. La SGAE cedió y solicitó a Vale Music que hiciera desaparecer el texto porque algunas de sus frases eran «poco afortunadas». Pero lo que más parecía haber pesado en la decisión es que hubiera generado malestar en una asociación «de tanto prestigio como SOS Racismo». Es posible que tú, lector, también protestaras por aquello y es probable que así estuvieras durante casi dos semanas. A pesar de eso no te hicieron caso, pero, seamos serios, ¿tú tienes prestigio ni nada?

En realidad mentiría si dijera que fue unánime la crítica negativa. De hecho la página neonazi
Nuevo Orden
mostró todo su apoyo al texto desde su sección «la invasión que no cesa». Desde esta página puedes además bajarte el libro
Mi Lucha
de Adolf Hitler (el famoso serial killer) y leer artículos que terminan con el pegadizo eslogan de «Resistencia Blanca».

Obviamente, que un nazi muestre su acuerdo contigo en tu perspectiva sobre la inmigración en un punto muy concreto, no te convierte en uno de ellos, pero sí es una buena alarma para ir replanteándose algunas posturas.

ASCAP (Sociedad Americana de Compositores, Autores y Editores)
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Las Girl Scouts son esas adolescentes que, según nos cuentan las películas de sobremesa, visten uniforme verde, dan la murga vendiendo galletas de puerta en puerta y se reúnen alrededor de una hoguera para cantar juntas algunas canciones. La ASCAP, el equivalente a la SGAE en Estados Unidos, decidió que entonar esas obras en los campamentos era como un concierto en miniatura, así que habría que pagar para poder interpretarlas de forma legal. Las Girl Scouts, que son unas gorronas y se quedan con toda la pasta que sacan de la venta de magdalenas, no pagaban un centavo por cantar esas canciones así que ASCAP concluyó que se estaban vulnerando sus derechos. Uno de los abogados de esta asociación ofrecía el siguiente razonamiento: «[Los campamentos de Girl Scouts] compran papel y otros materiales para sus manualidades, también pueden pagar por la música [que utilizan]… Si siguen cantando [nuestras canciones] sin pagar, los demandaremos si es necesario».

En la actualidad las Girl Scouts pagan un canon anual para poder cantar en los campamentos.

MPAA (Motion Pictures Association of America)
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No vamos a llevar a cabo acciones legales contra usuarios que descarguen archivos de forma ilegal como ha hecho el sector de la música. No creemos que este modelo sea eficaz. Pensamos que es más adecuado realizar campañas educativas y promover descargas legales de películas de calidad a buen precio.

Motion Picture Association of America el 9 de Agosto de 2004 en referencia a los usuarios de P2P.

Quienes han robado nuestras películas creen que son anónimos en Internet, sin arriesgarse a ser responsables por sus actos. Se equivocan. Sabemos quiénes son, e iremos tras ellos, como lo probarán estas demandas

Motion Picture Association of America el 5 de Noviembre de 2004 en referencia a los usuarios de P2P.

Jack Valenti, el que fuera presidente de la MPAA durante 38 años, es probablemente el mayor defensor del endurecimiento de las leyes de copyright que ha existido nunca. Como dijimos, la propiedad intelectual tiene varios límites que pretenden hacer posible su función social, y, uno de ellos, es el límite temporal. Al contrario que el resto de propiedades que son eternas excepto en determinados casos como la prescripción, los derechos patrimoniales de la propiedad intelectual tienen un límite en el tiempo. En EEUU, el primero de estos límites se fijó en 14 años. Por supuesto, los propietarios siempre han luchado por ampliar ese margen y, también por supuesto, siempre lo han conseguido. Estas ampliaciones, que protegen a los propietarios frente a todos los demás, no le bastan al bueno de Jack. Él quería que la propiedad intelectual fuera «para siempre». Cada vez que le ponen un micrófono cerca, el trastorno obsesivo compulsivo de Jack le obliga a soltar lo de «para siempre». Sin embargo, le contestaron que eso es imposible porque la Constitución prohíbe expresamente esa posibilidad. Nunca se vería en las leyes del copyright un «para siempre». Los ciudadanos también tenían derechos y es incompatible con el acceso a la cultura un monopolio eterno. Jack acató la decisión e hizo una nueva proposición acorde con la exigencia constitucional: pidió que la propiedad intelectual fuera «para siempre menos un día». Un tipo listo.

Interpretando las restrictivas leyes de su país de forma aún más restrictiva, Jack llega a la conclusión de que es ilegal enviar a un amigo por correo electrónico la copia de una obra intelectual… aunque se mande a una dirección que no existe.

La MPAA, que durante casi 4 décadas dirigió Valenti, ha demandado a decenas de personas que intercambian películas en Internet. Esta campaña de marketing, que usa como espacio publicitario el cuerpo de los jóvenes demandados, va acompañada de una moraleja impresa en diarios y carteles que dice: «si crees que puedes salir airoso después de traficar ilegalmente con películas, piensa de nuevo».

El nuevo presidente de la MPAA, Dan Glickman, sigue así la cruzada iniciada por su predecesor y no tiene problemas en declarar la guerra a los usuarios de P2P en un país donde hay más usuarios de P2P que votantes de George Bush. «Los que intercambian archivos deben comprender que pasan cosas malas cuando robas material con derechos de autor. Estas demandas son sólo una de esas cosas malas», dice Dan, demostrando que sabe cómo tratar a los criminales.

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