Authors: Dan Simmons
La historia del asedio de Troya (Ilión), reconstruida en un lejano futuro con elementos de ciencia ficción: los dioses son post-humanos que disponen de una "divina" tecnología cuántica, el Monte Olimpo está en Marte y los nuevos robots "moravecs" de más allá del cinturón de asteroides se interesan por la inusitada actividad que se observa en el planeta rojo. Mientras tanto, los últimos humanos en la Tierra viven una insulsa vida de "eloi" bajo la atenta vigilancia y supervisión de unos misteriosos Voynix de origen desconocido. Los elementos para la más inteligente revisión de la más clásica aventura épica humana están servidos.
Dan Simmons sorprendió a todos hace casi quince años con la reconstrucción en clave de ciencia ficción de los
Cuentos de Canterbury
de Chaucer, en esa maravillosa serie que se iniciaba con
Hyperion
. Ahora se atreve a revisitar otro clásico indiscutible como la
Ilíada
de Homero en la nueva y espectacular serie formada por
Ilión
y
Olimpo
. En la principal trama de la novela, asistimos al desarrollo del asedio de Troya guiados de la mano de erudito Thomas Hockenberry. Se trata de un personaje misteriosamente revivido y presente en este Marte del futuro cuyo Monte Olimpo se ha convertido en la morada de los post-humanos quienes, con nombres como Zeus, Palas Atenea, Ares y otros ya conocidos, se comportan como los dioses de la saga homérica. Hockenberry tiene como misión constatar si lo que ocurre ante las murallas de Troya se ajusta precisamente a lo narrado por Homero y, desde el distanciamiento del estudioso, nos proporciona, además, una sugerente lectura comentada de la
Ilíada
.
Una novela absorbente, fruto de la maestría de un escritor con múltiples registros y de inusitado talento, Ilión posee una inteligente estructura narrativa que se basa con brillantez en uno de los grandes mitos literarios de la humanidad: la
Ilíada
de Homero, pero con la presencia de continuas y sólidas referencias literarias que van desde En busca del tiempo perdido de Marcel Proust, hasta La tempestad de William Shakespeare.
Una obra única, maravillosa e irrepetible.
Dan Simmons
Ilión
ePUB v1.1
Aldog01.01.12
Título Original: Ilium
Traductor: Rafael Marín
Autor: Dan Simmons
©2004, Ediciones B
Colección: Nova Ciencia Ficción, 167, 176
ISBN: 9788466618984, 9788466615808
Esta novela está dedicada al Wabash College: a sus hombres, su facultad y su legado
Los hoy llamados
Cantos de Hyperion
, formados por
Hyperion
(1989 - Nova 41) y
La Caída de Hyperion
(1990 - NOVA 42), son ya un hito en la moderna ciencia ficción. Unos años más tarde, les siguieron
Endymion
(1996 - Nova 98) y
El Ascenso de Endymion
(1997 - Nova 120). Pero iba pasando el tiempo y Dan Simmons parecía haber olvidado esa temática de la ciencia ficción que tan brillante y satisfactoriamente supo abordar.
Profesional inteligente y polimorfo como pocos, Simmons se ha dedicado también, y siempre con gran éxito, a la novela de terror, género en el que cosechó sus primeros éxitos con
La Canción de Kali
(1985) o
Los Vampiros de la Mente
(1989) y, más recientemente incluso se ha dedicado a la novela de suspense y espionaje con
The Crook Factory
(1999) y
El Bisturí de Darwin
(2000). Sólo
The Hollow Man
(1992), con disquisiciones casi metafísicas en torno a la telepatía y la soledad, podía, en cierta forma, emparentarse con la ciencia ficción. Y debo decir que, dado el peso relativo del mercado editorial en esos otros géneros, casi me temía que Simmons no volviera a la ciencia ficción.
Afortunadamente, me equivocaba.
Si pasaron seis años desde
Hyperion
a
Endymion
, otros seis han transcurrido desde el final de esa saga hasta el inicio de otra llamada incluso a superarla.
Hyperion
venía a ser la reconstrucción de los
Cuentos de Canterbury
de Chaucer en clave de ciencia ficción, y la nueva saga, la formada por
Ilión
(2003) y
Olimpo
(2004) podría definirse, a grandes rasgos la reconstrucción de la
Ilíada
de Homero en clave de ciencia ficción. Pero sólo a grandes rasgos: cualquier obra de Simmons incluye demasiados elementos para reducirla a una única caracterización...
Por eso, si junto a los
Cuentos de Canterbury
hallábamos en
Hyperion
un análisis de diversas culturas religiosas de la humanidad y la brillante intervención de un personaje como el poeta John Keats, en
Ilión
hay también múltiples referencias a otras obras y personajes capitales de la mejor literatura de la humanidad:
En Busca del Tiempo Perdido
de Marcel Proust,
La Tempestad
de William Shakespeare, sin olvidar el papel de esos humanos de la Tierra del futuro convertidos en émulos de los «eloi» de Herbert G. Wells (
La Máquina del Tiempo
), eso sí, no enfrentados a ningún tipo de «morlock», pero sí bajo la atenta vigilancia y supervisión aquí de unos misteriosos Voynix de origen desconocido.
A partir de estos comentarios, algún lector que no conociera la obra de Simmons podría pensar que nos hallamos, con
Ilión
y
Olimpo
, ante una obra que, siendo erudita, ha de resultar pesada e incómoda de leer. Nada más lejos de la realidad: los lectores que conocen a Simmons, recuerdan (diré que con suma satisfacción) el carácter absorbente y dinámico de todas sus novelas, escritas con las mejores y atrayentes técnicas de los best-sellers más al uso, pero dotadas de una profundidad reflexiva y emotiva mucho mayor. Simmons es uno de los mejores escritores de hoy y a sus obras me remito.
La trama de
Ilión
se estructura en torno a tres grandes ejes. Por una parte está esa épica aventura del asedio y conquista de Troya (Ilión), presenciada con el distanciamiento que proporcionan los comentarios de un observador como el escolástico Thomas Hockenberry. Se trata de un personaje misteriosamente revivido y presente en este Marte cuyo Monte Olimpo se ha convertido en la morada de los posthumanos quienes, gracias a su tecnología, se comportan como los dioses de la saga homérica. Curiosamente, ahora que se ha distribuido la nueva versión cinematográfica de la historia del asedio de Troya en la película de ese título dirigida por Wolfgang Petersen, es fácil constatar que la ausencia de los dioses en el film es un grave hándicap (¿qué sería de la
Ilíada
y la
Odisea
sin las intervenciones divinas?) que, afortunadamente, no lastra la novela de Simmons. La
Ilíada
no es sólo una historia heroica, es algo más que Homero, Simmons (éste por mediación del personaje Hockenberry) no dejan de recordarnos a cada momento: los seres humanos como marionetas en las manos de unos dioses que a veces tienen comportamientos y motivaciones sumamente humanos...
Si la reconstrucción de la aventura homérica en clave de ciencia ficción puede ser el eje central de la trama, lo cierto es que Simmons proporciona otros ejes temáticos con los que enlaza con otras obras también indiscutibles de la historia de la literatura. En nuestro mismo sistema solar, más allá de los asteroides, viven los «moravec» (en claro homenaje al famoso robotista actual Hans Moravec), entidades robóticas semiorgánicas, independientes de los humanos desde hace tiempo. Conocedores del gran incremento de la actividad cuántica que se manifiesta en Marte, los moravecs inician una expedición de la que sólo algunos de sus miembros conocen su verdadero alcance. Eso permite a Simmons introducir a dos moravec obsesionados respectivamente con la obra de Shakespeare (los sonetos, primordialmente) y con
En Busca del Tiempo Perdido
de Marcel Proust.
Y todo ello sin olvidar a esos humanos de la Tierra del futuro, que parecen aceptar gozosos y tal vez inconscientes una vida insulsa y con escaso sentido al margen de todo lo que sea lúdico. Como ya se ha dicho, se trata de un nuevo homenaje literario, en este caso a los «eloi», los ociosos personajes de
La Máquina del Tiempo
de H.G. Wells. Dejo para los lectores interesados la búsqueda de las muchas otras referencias que la novela encierra. Es uno de los «bonos» añadidos de la misma.
Literatura dentro de la literatura, lo cierto es que, como ocurriera en
Hyperion
, Simmons demuestra su incuestionable maestría como narrador y su profundo conocimiento de las principales obras de los mejores escritores que le han precedido. En realidad, con un sentido casi teatral, Simmons propone un relato a tres voces que va alternando con mesura y juicio, componiendo un fresco impresionante que intriga al lector.
Como ya ocurriera con
Hyperion
, la separación de un año entre la publicación del original de las dos primeras partes parece casi un suplicio para el lector. En el caso de
Hyperion
logré evitar ese trago para el lector en español publicando en Nova, una tras otra, las dos primeras partes, pero ahora no me he resistido a lo que me parece, según se decía, «justo y necesario», y publicamos
Ilión
, incluso antes de haber podido leer
Olimpo
, la esperada continuación que ha de aparecer en el mercado estadounidense durante 2004. Aunque con Simmons, no hay ya dudas posibles: como ya ocurriera en el caso de
Hyperion
, es muy posible que la conclusión supere a este inmejorable inicio que es Ilión.
Sólo les diré, para terminar (o casi) que la premura en presentarles Ilión ha hecho que todavía no haya ganado el premio Hugo de 2004 en cuya lista de finalistas, lógicamente, se encuentra (acompañado, todo hay que decirlo, por algún que otro de los títulos que tenemos previstos en Nova...). Mi pronóstico (y creo que no es en absoluto arriesgado) es que va a ser la ganadora, pero eso sólo lo sabremos con seguridad después del verano. Por este motivo ahora sólo puedo decirles que, de momento, Ilión es una de las novelas finalistas al premio Hugo de 2004. Aunque es lógico esperar que obtenga éste y posiblemente muchos más premios.
Un comentario final. Personalmente me encuentro estos últimos años añorando ese interesante periodo de la narrativa cuando los autores se conformaban con escribir una buena novela de doscientas cincuenta o trescientas páginas. No es la moda actual. Y menos en la ciencia ficción.
Ahora cualquier libro se acerca peligrosamente al millar de páginas y algunos de los más recientes éxitos de Nova lo demuestran, desde
Tránsito
de Connie Willis a
Crisis Psicohistórica
de Donald Kinsgbury, pasando por
Un Abismo en el Cielo
de Vernor Vinge, sin olvidar el exagerado (en todos los sentidos)
Criptonomicón
de Neal Stephenson y sus dilatadas continuaciones.
Eso crea graves problemas en las ediciones en algunas lenguas que tienden a una mayor extensión que el inglés original. Y el español es una de ellas. Aunque inicialmente planeábamos publicar Ilión en un sólo volumen, al ver la extensión de la traducción hemos acabado publicando la obra en dos volúmenes al igual que se ha hecho en Italia y como, muy posiblemente, se haga también en Francia. Esa dilatada extensión y las bajas tiradas de la ciencia ficción en algunos países europeos como España explican esa mala costumbre en la que hemos incurrido la mayoría de editores europeos de ciencia ficción en concreto, al menos en los últimos años. Debo reconocer que no me gusta tener que hacerlo, pero la realidad, y sus presiones, es la que acaba decidiendo.