James Potter y La Maldición del Guardián (67 page)

BOOK: James Potter y La Maldición del Guardián
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Los preparativos para El Triunvirato también aceleraron el paso. Los utilleros de Jason Smith estaban trabajando el doble de tiempo, teniendo que construir la mayoría de los escenarios y elementos de atrezo, incluyendo una enorme máquina de viento accionada a pedales. Gennifer Tellus comandaba fervorosamente su equipo de vestuario, haciendo todos los ajustes, alteraciones y detalles de último minuto. Josephine Bartlett se había recobrado de su maldición de vértigo lo suficiente como para subir al escenario, aunque no podía aproximarse al borde sin marearse. No obstante, un contingente de chicas Ravenclaw habían empezado una campaña bastante irritante para reinstaurar a Josephina en el papel de Astra. A este efecto, habían pintado un montón de carteles y colocado peticiones en varios tablones de anuncios. Las peticiones no habían acumulado muchas firmas, sin embargo, y con la excepción del cortejo de Josephine, incluso el resto de los Ravenclaws parecían apoyar en silencio a Petra para el papel. Por su propia parte, James quedó impresionado al comprender que se había aprendido casi todas sus frases. Hubo un tiempo en el que lo hubiera considerado casi imposible, pero los persistentes ensayos y lecturas nocturnas aparentemente habían funcionado. Noah y Petra parecían por turnos cariñosos y fríos durante los ensayos, obviamente reflejando el tumultuoso desarrollo de su relación. James todavía no había practicado su escena del beso con Petra, aunque habían leído las frases una docena de veces. La profesora Curry asumía que no habría necesidad de un beso real, sino que se inclinarían uno hacia el otro y se tocarían mejilla con mejilla. Estarían a contraluz para la audiencia, y las luces se apagarían en el momento del beso, terminando así el tercer acto. Para gran desilusión de James, sin embargo, se veía obligado a obedecer las directrices de Tabitha Corsica siempre que la profesora Curry no estaba alrededor. Esta parecía sentir un perverso placer al obligar a James a recitar sus monólogos una y otra vez, criticándole constantemente y ninguneándole delante de los demás actores y equipo. Mientras James sudaba por el brillo de las luces del escenario, releyendo su discurso por novena vez, su aversión a la hermosa y arrogante cara de Tabitha se intensificaba hasta el punto de un brillante odio intenso.

La temporada de Quidditch había terminado finalmente con una aplastante victoria de Hufflepuff contra Gryffindor, dando como resultado días de implacable burla por parte de los Hufflepuffs y hoscas respuestas de los Gryffindors. Para conmemorar la primera temporada de Albus como Buscador Slytherin, Tabitha al parecer le había regalado la escoba con la que había volado toda la temporada, la misma escoba misteriosamente maldita que había causado tantos problemas a James, Ralph y Zane el curso pasado. James apenas podía creer que Tabitha hubiera renunciado a la escoba, pero también sabía que el propósito de todo el asunto era unir más a Albus con sus colegas Slytherins. Además, si Tabitha regalaba algo tan poderoso como esa escoba, sólo podía ser porque tenía algo más poderoso aún en su poder.

Y entonces, esa misma mañana, James recibió finalmente una respuesta por carta de su padre. La leyó en el desayuno con Ralph y Rose pegados y asomándose sobre su hombro.

Querido James
,

Lamento lo tardío de la respuesta, pero he estado terriblemente ocupado con este nuevo departamento de Aurores. Hemos llamado a Kingsley para que nos eche una mano con él, y ha sido de gran ayuda organizando y preparando el equipo de campo con el que contará. Lo creas o no, incluso K. Debellows ha ofrecido su ayuda. Resulta que los Harriers se enfrentaron una vez a una colmena similar de Dementores en Hungría. Viktor tiene a su escuadrón preparado, solo por si acaso, así que es un alivio.

Eso nos lleva al asunto de ese Guardián. Nuestros investigadores en el Ministerio ya han comenzado a reunir detalles. Tenemos al viejo Dung Fletcher en custodia preventiva, y él nos ha comunicado por escrito que la gente que orquestó la conspiración del año pasado perseguía algo grande como esto. Tenemos bastante confianza en que toda esta historia de "La Maldición del Guardián" no sea más que un intento de asustar a la población. El E.P. todavía está trabajando para desestabilizar en secreto el mundo mágico, ¿y qué mejor forma de hacerlo que inventar una nueva y grave amenaza que el Ministerio no es capaz de contener, eh? No te preocupes. Tenemos a los mejores en ello, incluyéndome a mí. Aún así, no vamos a arriesgarnos, ¿verdad? Si realmente hay algo detrás de esto aparte de un montón de Dementores rebeldes, lo averiguaremos.

En lo referente a la Piedra R, siempre puedes preguntarme todo lo que quieras, James. Di a tu amigo Cameron que recuerdo bien a su tío y que tiene razón sobre la piedra. Después de utilizarla en el Bosque aquella noche, la dejé caer. Ya no la necesitaba, y estaba mejor perdida para siempre para el mundo mágico. Supongo que todavía está ahí fuera en alguna parte, pero probablemente ni yo podría volver a encontrarla otra vez. Te recomiendo fervientemente que no la busques. Solo traería problemas. Deja que siga perdida, ¿vale?

Con amor
,

Tu padre

PD. No, todavía no hay ni rastro de los desaparecidos, pero honestamente, no he tenido mucho tiempo para buscarlos. Mamá y la abuela envían saludos. La abuela se queda en la habitación de Albus, así que no tienes nada de qué preocuparte. ¡Te veré en unas semanas!

James llegó a la oscura biblioteca y vagó a través de los pasillos y estanterías hasta que encontró a Ralph y Rose, que estaban absortos en una profunda conversación. Dejó caer su cartera sobre la mesa y se sentó junto a Rose.

—Hemos hablado con Zane hace un rato —anunció Ralph—. Apareció aquí mismo en la biblioteca. Hizo que la profesora Herefore enrojeciera diez tonos de rabia. Ella se negó a dejarnos lanzarle ningún hechizo para mantener su proyección, pero pudo pasarnos un rápido mensaje.

James se inclinó hacia adelante.

—¿Cuál era?

—Al parecer fue a ver a Madame Delacroix en persona —dijo Rose en voz baja—. Está bastante chiflada, pero le sacó alguna información útil sobre lo que podrían hacer las personas equivocadas con tu muñeco vudú.

—¿Qué? —preguntó James ansiosamente—. ¡Cuenta!

—Exactamente esto —replicó Ralph, curvando la mano hasta que tomó la forma de un cero.

—Más o menos —añadió Rose, mirando fijamente a Ralph—. Tu padre tenía razón, James, cuando dijo que el vudú no funciona como en las películas de los muggles. Al parecer es principalmente psicológico. Pinchar un muñeco vudú en el corazón no mata al sujeto, pero puede hacer que se sienta triste o solitario.

—O que le dé un ataque al corazón —dijo Ralph sarcásticamente.

Rose puso los ojos en blanco.

—La cuestión es que nadie puede hacerte daño físicamente con un muñeco vudú. Puede hacer que creas que sientes dolor, o ciertas emociones, pero eso es todo.

James exhaló un enorme suspiro.

—Bueno, eso es un gran alivio, supongo.

—Aún así —preguntó Ralph—, ¿quién crees que podría tenerlo?

—Probablemente nadie —respondió James—. No estaba con la Capa o el Mapa. Estaba simplemente en la mesilla de noche de mi madre. Probablemente solo se perdió en casa, como dijo mi padre.

—¡Tal vez lo tenga Tabitha! —susurró Rose conspiradoramente—. ¡Tal vez no sabe que no puede hacerte daño con él! ¡Probablemente se esté volviendo loca preguntándose por qué no funciona!

James sacudió la cabeza.

—Eso es una idiotez, Rose. Tabitha no hubiera tenido forma de conseguirlo ni siquiera si hubiera sabido que existía. Nunca hablé de él a nadie aparte de a vosotros y a Zane. Además, Tabitha no necesita un muñeco vudú para llegar a mí. Podría haber peleado conmigo esa noche en el pasillo. Obviamente no tiene intención de atacarnos con magia o algo así.

—Al menos aún no —masculló Ralph. De repente, un silbido bajo atravesó el aire. No era particularmente ruidoso, pero lo suficiente como para perturbar a los que estudiaban cerca. En la mesa de al lado, Ashley Doone levantó la mirada con curiosidad, buscando la fuente del silbido.

—¿Qué es eso? —jadeó Rose—. ¡Ralph, creo que viene de tu mochila!

Ralph se volvió en el asiento, recuperando su mochila. Tan pronto como la abrió, el ruido se hizo más alto.

—¡Es el Chivatoscopio de Trenton! —dijo Ralph, sacando el instrumento de su mochila. El ruido se incrementaba en tono y volumen.

—¡Señor Deedle! —llamó estridentemente una voz. James se volvió y vio a la profesora Heretofore aproximándose por el pasillo, con sus rasgos afilados pellizcados en un ceño—. ¿Cuántas veces va a insistir en desestabilizar esta biblioteca?

—Lo siento —dijo Ralph, todavía manoseando el Chivatoscopio—. Debe estar estropeado. ¡No veo como apagarlo!

La profesora Heretofore sacudió la cabeza con desdén. Sacó su varita y la ondeó hábilmente. El Chivatoscopio emitió un graznido repentino y se quedó en silencio.

—Ya está —dijo venenosamente—. Apagado. Ahora, por favor abandonen los tres la biblioteca. Si los vuelvo a ver aquí durante lo que queda de día, serán deducidos diez puntos a sus Casas, incluso si es usted miembro de mi casa, señor Deedle. Ahora fuera.

—Estúpido pedazo de basura —masculló Ralph mientras se dirigían hacia la puerta. Embutió el Chivatoscopio en su mochila y se la colgó al hombro.

—No estaba funcionando mal —dijo una voz. James levantó la mirada cuando Scorpius se colocaba junto a ellos, saliendo de la biblioteca—. Hacía exactamente lo que tenía que hacer.

—¿Conseguir que nos echaran de la biblioteca? —preguntó Ralph burlonamente.

Scorpius bajó la voz.

—No, Deedle. Alertarte de la presencia de gente que no es de confianza.

James frunció el ceño hacia Scorpius.

—¿Qué quieres decir?

—Aquí no —dijo Scorpius—. Seguidme. Os contaré lo que pueda por el camino.

Durante varios minutos, Scorpius condujo a James, Ralph y Rose a través de corredores silenciosos. Finalmente, llegaron a la parte vieja del castillo que raramente se utilizaba. Olía vagamente a moho. No se encontraron con nadie más en los pasillos.

—Tengo entendido que tuviste una conversación muy reveladora con "Tabby" —dijo finalmente Scorpius, mirando a James mientras caminaban.

—¿Cómo sabes eso?

—Oigo cosas —replicó Scorpius vagamente—. Tabitha de algún modo se ha convencido de que soy un Slytherin disfrazado. Cree que os detesto a todos y que por consiguiente estoy de su lado.

—También me tuviste engañado a mí durante un tiempo, ¿sabes? —admitió James—. Mi cama todavía tiene grabado "ESTÚPIDO POTTER LLORICA".

—¿Adónde vamos, Scorpius? —preguntó Rose suspicaz—. Parece como si nos dirigiéramos al mismo lugar donde encontramos el Espejo de Oesed.

Scorpius asintió con la cabeza.

—Ahí vamos, Weasley. No se te pasa ni una.

—Scorpius —dijo James, entrecerrando los ojos—, si no te conociera bien, diría que estás nervioso.

Scorpius se detuvo de repente en el pasillo. Se giró de cara a los otros tres.

—Lo que voy a hacer, va en contra de mi buen juicio —dijo con voz baja y seria—. Si mi abuelo supiera lo que estoy a punto de mostraros, probablemente me mataría, y no es una exageración.

—¿Qué, Scorpius? —preguntó James, bajando su propia voz para igualar a la del chico pálido—. ¿Sabes algo?

Scorpius apartó la mirada.

—¿Recuerdas cuando os dije que no había visto a mi abuelo en más de un año? ¿Que se escondía, incluso del resto de la familia?

James y Rose asintieron. James dijo.

—¿No es cierto? ¿No está escondido?

—Sí, está escondido. Pero no es cierto que no le haya visto. Le he visto bastante.

Scorpius suspiró y miró a James, Ralph y Rose.

—Empezó el año pasado. Yo odiaba la forma en que mi padre estaba volviendo la espalda a su educación. La razón de que empezara a estudiar a los fundadores fue para averiguar la verdad sobre Salazar Slytherin. Él había sido criado creyendo que Slytherin era un pensador revolucionario y un héroe, pero cuanto más estudiaba mi padre, más empezaba a creer que Slytherin había sido simplemente un loco vicioso y ávido de poder. Mi padre y el abuelo empezaron a tener peleas muy serias al respecto. A mí me disgustaba que mi padre renegara de su herencia familiar. Una vez el abuelo desheredó a mi padre y se mudó a una localización oculta, decidí unirme a él y probar mi lealtad. Mi madre me ayudó a localizar al abuelo Lucius. Él se alegró bastante de que le visitara en secreto. Me habló de sus planes. Sí, sé lo del Guardián y como llegó a descender sobre el mundo. Sé que mi abuelo cree que llevará a cabo la solución final de Salazar Slytherin, dando a luz finalmente a un mundo de perfección sangrepura. Pero cuanto más escuchaba a mi abuelo, más comprendía que se había vuelto completamente loco. Él y su socio, Gregor Tyrranicus. Gregor fue una vez de la realeza mágica en Rumanía, pero perdió poder y le echaron a patadas de su propia familia. Él y mi abuelo Lucius harán lo que sea para recuperar ese poder, y más aún. Realmente pretenden controlar un nuevo reino de sangrepura con el Guardián como su brazo fuerte.

—Así que realmente creen poder controlarlo —jadeó Rose—. ¡Están locos!

—Están locos, sí —respondió Scorpius—. ¿Pero quién dice que no puedan controlarlo? Si pueden hacerse con las dos mitades de la Piedra Faro, pueden de hecho ser capaces de protegerse a sí mismos y a su reino del Guardián, aunque este les odiará más aún por ello, y les destruirá rápidamente si se descuidan.

—¿Entonces qué quieres mostrarnos? —preguntó James, reafirmando la mandíbula—. ¿Qué es lo que tu abuelo no quiere que sepamos?

Scorpius parecía estar luchando consigo mismo. Sus ojos estaban fijos en James, sus labios apretados. Finalmente, el chico asintió ligeramente con la cabeza.

—Vamos —dijo, y se dio la vuelta rápidamente.

Caminaron un poco más hasta que llegaron a una enorme y pesada puerta. Scopius sacó una llave de latón deslustrada y la giró en la cerradura.

—Mi padre me dio esta llave para que pudiera ayudarte a volver a través del espejo, Potter —explicó Scorpius, empujando la pesada puerta—. No sé cómo llegó a estar en su posesión, pero sospecho que tuvo algo que ver con una de las menos conocidas tiendas de una oscura esquina del Callejón Knockturn. Aún así, dudo que ni siquiera mi padre supiera a qué más me daría acceso esta llave.

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