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Authors: Geoffrey Chaucer

Cuentos de Canterbury (70 page)

BOOK: Cuentos de Canterbury
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Hablaré a continuación de los actos corporales de penitencia: oraciones, vigilias, ayunos, enseñanzas virtuosas. Pues habéis de saber que el manifestar algún piadoso deseo de corazón dirigido a Dios mediante palabras es también objeto de las plegarias. De este modo se alejan los males y se obtienen bienes espirituales y duraderos e, incluso a veces, bienes temporales.

A decir verdad, de entre todas las oraciones, Jesucristo encerró en el Padrenuestro la mayoría de sus peticiones. Sin duda, en tres privilegios radica su inigualable dignidad. Tiene por autor al mismo Jesucristo; es corta, para que pueda aprenderse y retenerse en la mente con facilidad, y así recitarla más a menudo, y de este modo el hombre se canse poco al decirla, y no tenga excusas para aprenderla: es concisa y fácil. Además, el Padrenuestro engloba en sí todas las oraciones.

Para los maestros en teología dejo la apología de esta oración tan santa, digna y excelente. Sólo diré que al pedir a Dios que perdone tus culpas así como tú perdonas las de tus deudores, cuida mucho de no estar alejado de la caridad. Esta santa oración reduce asimismo el pecado venial, y, por tanto, cae específicamente dentro del ámbito penitencial.

El Padrenuestro ha de recitarse con fe genuina y verdadera, levantando el corazón a Dios de modo ordenado, devoto y discreto, y siempre sometiendo nuestra voluntad a la divina. También debe recitarse con gran humildad y pureza de corazón, con honradez, y sin tener presente el daño al prójimo, sea hembra o varón. Y debe prolongarse con las obras de caridad. Es también útil contra los vicios del espíritu, pues, como declara San jerónimo: «El ayuno evita los pecados de la carne y la plegaria los pecados del espíritu.»

A continuación debes saber que la vigilia se encuentra entre los actos de la penitencia física. Jesucristo nos enseña: «Velad y orad para que no caigáis en tentación»
[655]
.

Debéis también saber que el ayuno consiste en tres cosas: abstenerse de las comidas y bebidas corporales, de los placeres mundanos y del pecado mortal, es decir, que uno debe precaverse contra el pecado mortal con pleno ahínco.

Compréndase que fue Dios quien ordenó ayunar. Y éste tiene cuatro requisitos: longanimidad para con los necesitados, alegría espiritual de corazón —sin estar molesto y enojado a causa del ayuno— y la moderación en el comer en las horas acostumbradas; es decir, cuando uno ayune no debe comer a deshora ni estar más tiempo en la mesa.

La mortificación, la enseñanza de palabra, por escrito o por el ejemplo, forman también parte de los castigos corporales. Igualmente se incluye el uso —por amor de Jesucristo— de cilicios, estameñas o púas a flor de piel. Pero cuida que este tipo de penitencia corporal no te haga más amargado, acre o descontento de ti mismo. Mejor será arrojar un cilicio que la seguridad en Cristo Jesús. A este efecto afirma San Pablo: «Vosotros, los elegidos de Dios, revestíos de misericordia de corazón, bondad, paciencia y de análogos atavíos»
[656]
. Esas prendas satisfacen más a Jesucristo que los cilicios, estameñas o púas.

Los golpes de pecho, las flagelaciones, genuflexiones, las tribulaciones, el sufrir con paciencia las injusticias, así como los padecimientos por enfermedad, o pérdida de bienes materiales o el óbito de la mujer, de un hijo, o de amigos, también forman parte de los castigos corporales.

Hay cuatro cosas que impiden el hacer penitencia: el temor, la vergüenza, esperanza y desespero o desesperación.

Menciono en primer lugar el temor, por el cual uno se figura que se es capaz de padecer un castigo corporal. A este temor hay que oponer el pensamiento de que los sufrimientos corporales son cortos y nimios comparados con las penas del infierno, tan duras y largas que no tienen fin.

Contra la vergüenza que siente un hombre en confesarse, y especialmente por lo que respecta a esos hipócritas que se consideran tan perfectos que no tienen necesidad de confesión contra ella, uno debería pensar que si no se está racionalmente avergonzado de obrar con indignidad, ciertamente tampoco debe estarlo de hacer buenas obras, entre las que se encuentra la confesión.

Uno debería también pensar que Dios ve y conoce todos los pensamientos y acciones. Nada hay que quede para Él escondido o encubierto. También los hombres deben recordarse de la vergüenza del Juicio Final que recaerá en los que en esta vida no hayan hecho penitencia y no se hayan confesado. Todo lo que ha permanecido oculto en este mundo se verá con claridad meridiana por todas las criaturas, las del cielo, las de la tierra y las del infierno.

Por lo que respecta a la esperanza de los que son tardos y reacios a confesarse, digamos que es de dos clases. Uno cifra la esperanza de vivir largo tiempo y adquirir muchos bienes para deleite propio; tras lo cual se confesará, pues, como él mismo afirma, sea éste el momento más oportuno de hacerlo. La otra clase radica en la confianza excesiva en la misericordia de Cristo.

Como remedio al primer error tendrá presente que no poseemos garantía alguna de vivir y también que todas las riquezas de este mundo son efímeras y se disipan como la sombra en las paredes. San Gregorio
[657]
aclara que incumbe a la inmensa justicia divina el que nunca se borre la pena de los que jamás se separaron voluntariamente del pecado, sino que siempre perseveraron en él. A una voluntad perpetua de pecar corresponde un castigo igualmente perpetuo.

La desesperación es de dos clases: una radica en desconfiar de la misericordia de Jesucristo, y la otra, en la imposibilidad de perseverar largo tiempo en el bien. La primera nace de que uno juzga haber pecado con tanta gravedad y reincidencia, que le parece imposible alcanzar la salvación. Ciertamente contra esta maldita desesperación uno debería meditar que la Pasión de Jesucristo posee más fuerza para desatar que el pecado tiene para atar.

El remedio contra la segunda clase de desesperación consiste en pensar que, mediante la penitencia, podemos levantarnos tantas veces como caemos. Pues, por tiempo que haya uno permanecido en pecado, la misericordia de Cristo está presta a acogerle y perdonarle. Contra la desesperación que juzga que no debería perseverar en el bien durante mucho tiempo, considerará que la debilidad diabólica nada puede hacer sin el consentimiento humano; y también, si así quisiera, poseerá la fuerza y ayuda divinas y de la Santa Madre Iglesia, al igual que la protección de los ángeles.

Tras lo cual conviene saber los frutos de la penitencia. Según las palabras de Jesucristo, la eterna bienaventuranza del Cielo, donde el gozo carece de contrapunto del dolor y de la aflicción. Allí se desvanecen todos los males de la vida presente y estamos a salvo de las penas del infierno. Allí gozará de la compañía beatífica de los que se alegran para siempre en la felicidad ajena. En este lugar, el otrora oscuro y mezquino cuerpo humano resplandecerá como el sol; este mismo cuerpo antes enfermizo, frágil, débil y mortal, se convierte en inmortal, tan fuerte y lleno de salud, que nada puede perjudicarle; allí no habrá ni hambre, ni frío, ni sed; al contrario, el alma vivirá repleta de la visión del perfecto conocimiento divino.

Este reino de bienaventuranza puede alcanzarse gracias a la pobreza de espíritu; la gloria, con humildad; el goce pleno, con hambre y sed; el sosiego, con esfuerzo; y la vida, con la muerte y mortificación del pecado.

Despedida del autor

Ahora ruego a todos aquellos que oigan o lean este pequeño tratado que, si hay algo en él que les complazca, que se lo agradezcan a Jesucristo Nuestro Señor de quien procede toda sabiduría y bondad. Pero si encuentran algo que no les agrade, entonces les ruego que lo atribuyan a mi incompetencia y no a mi falta de voluntad, pues con mucho gusto hubiese hablado mejor de lo que puedo. Como dice la Biblia: «Todo lo que se escribe, se escribe para nuestra enseñanza.» Tal ha sido mi objetivo.

Por consiguiente, os pido humildemente, por el amor de Dios, que recéis por mí, para que Cristo tenga piedad de mí y me perdone mis culpas, particularmente mis traducciones, y escritos de obras de vanidad humana, de las cuales me descargo en esta retracción:
Trolo y Cresida, La Casa de la Fama, La leyenda de las buenas mujeres, El libro de la duquesa, El Parlamento de las aves
, aquellos de
Los Cuentos de Canterbury
que tienden hacia el pecado,
El libro del león y
muchos otros libros si pudiese acordarme de ellos; y también algunas canciones y trovas lascivas. Que Cristo, en su gran compasión, me perdone el pecado.

En cambio, de las traducciones de la
Consolación
, de Boecio, y otros libros de leyendas de santos y obras de moralidad y devoción, de todas ellas doy gracias a Nuestro Señor Jesucristo y a su Bendita Madre y a todos los santos del Cielo, rogándoles que me envíen la gracia que me permita lamentar mis pecados y estudiar la salvación de mi alma, desde ahora hasta el día de mi muerte; y que me concedan la gracia de la verdadera penitencia, confesión y castigo en esta vida, a través de la gracia misericordiosa de aquel que es Rey de Reyes y Sacerdote sobre todos los Sacerdotes, el cual nos redimió con la preciosa sangre de su corazón. Ojalá pueda ser uno de los que se salven el día del juicio Final.
Qui cum patre et Spiritu Sanctu vivit et regnat Deus per omnia secula. Amen
.

AQUÍ TERMINA EL LIBRO DE LOS CUENTOS DE CANTERBURY COMPILADOS POR GEOFFREY CHAUCER, DE CUYA ALMA TENGA JESUCRISTO PIEDAD. ASÍ SEA.

GEOFFREY CHAUCER, Geoffrey Chaucer (Londres, Inglaterra; c. 1343 - ibídem; 25 de octubre de 1400), fue un escritor, filósofo, diplomático y poeta inglés, conocido sobre todo por ser autor de los Cuentos de Canterbury. Ampliamente considerado como el poeta inglés más importante de la Edad Media y el primer poeta sepultado en el Rincón de los poetas de la Abadía de Westminster. También alcanzó fama durante su vida como alquimista y astrónomo habiendo compuesto un tratado acerca del astrolabio para su hijo de diez años Lewis.

Entre varios de sus trabajos como los son El libro de la duquesa (The Book of the Duchess), la Casa de la fama (House of Fame), la Leyenda de las buenas mujeres (Legend of Good Women) y Troilo y Crésida (Troilus and Criseyde), Chaucer es mejor conocido por Los cuentos de Canterbury (The Canterbury Tales), conjunto de relatos en verso inspirados en el El decamerón, que debió de componer entre 1386 y 1400. El poeta escribió en realidad sólo la cuarta parte de los cuentos que planeó en un principio, aunque la muestra recoge ya casi todos los géneros de la cuentística medieval. La obra desempeñó un papel crucial en la fijación de la gramática y la lengua inglesas. Chaucer se revela como gran artista y profundo psicólogo, capaz de imprimir gran vivacidad a la narración y impregnarla de un humor malicioso y profundamente humano.

Notas

[1]
Como personaje mitológico, esposo de Flora, diosa de las flores, y padre del dios de los frutos, Carpo; como fenómeno atmosférico, viento del Oeste.
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[2]
En tiempos de Chaucer, el signo del zodiaco Aries abarcaba del 12 de marzo al 11 de abril. La mitad del camino equivaldría al 27 de marzo. Pero en los cinco primeros versos del Prólogo al
Cuento del Magistrado
, Chaucer declara que la fecha es el 18 de abril (segundo día de la peregrinación). Luego, el primero sería el 17; esta fecha pertenece a Tauro, que empieza el 12 de abril. Skeat precisa que el año era 1387.
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[3]
Santo Tomás Becket, arzobispo de Canterbury, fue asesinado en 1170 y canonizado en 1173.
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[4]
Barrio londinense situado al sur del Puente de Londres.
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[5]
Referencia a la guerra de los Cien Años y a las luchas feudales.
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[6]
El rey Pedro de Creta la conquistó en 1365.
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[7]
Antes de sus correrías anuales por Rusia, los Caballeros Teutones se congregaban en Prusia para diversas celebraciones.
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[8]
Zona de Marruecos donde habitaban los benimerines.
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[9]
Ayar y Atalia eran ciudades turcas (Asia Menor), conquistadas, respectivamente, en 1361 y 1367.
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[10]
Los ingleses lucharon (1363) al lado de los partidarios del Papa Urbano VI contra los franceses, que respaldaban a Clemente VII de Aviñón.
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[11]
El ruiseñor simboliza el amor; como duerme poco, es testigo potencial de las escenas amorosas.
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[12]
Santo francés del siglo vi, patrono de joyeros y cortesanos.
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[13]
Así debía entonarse el canto gregoriano.
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[14]
Abadía situada en las afueras de París. Esta priora hablaba francés anglonormando.
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[15]
Referencia a la
Égloga
de Virgilio: El amor todo lo puede.
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[16]
Aunque en este prólogo se mencionan tres, sólo un sacerdote (sección séptima) relata un cuento después.
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[17]
Benito fundó la Orden Benedictina en Montecasino (Italia) el año 529. San Mauro fue su discípulo predilecto.
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[18]
Dominicos, franciscanos, carmelitas y agustinos.
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[19]
Primero eran sus amantes; luego, las casaba.
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[20]
Este poder de absolución era causa de numerosos conflictos entre los párrocos y frailes.
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[21]
Juan
I, 1. Fórmula rutinaria para bendecir.
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[22]
Orwell, puerto inglés próximo a Ipswich. Middleburgh, puerto holandés en la isla de Walcheren; durante el periodo 1384-1388 estuvo autorizado a importar lana inglesa.
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[23]
Había estudiado el
trivium
(Gramática, Retórica y Lógica). Seguía el cuadrivium (Aritmética, Geometría, Astronomía y Música).
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[24]
El ocupar uno de estos veinte puestos de magistrado significaba alcanzar la cumbre de la carrera de Derecho. Eran designados por el rey.
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[25]
quí, concretamente, el porche de la catedral de San Pablo, donde los magistrados encontraban a su clientela.
<<

[26]
Duque de Normandía que derrotó a los ingleses en Hastings (1066) y se proclamó rey.
<<

[27]
Los sanguíneos se caracterizaban por su tez rubicunda, síntoma de un exceso de sangre. Según la medicina medieval, a los cuatro temperamentos: sanguíneo, colérico, flemático y melancólico, correspondían los cuatro líquidos o humores: frío, caliente, húmedo y seco, de un modo variable.
<<

[28]
Patrono de la hospitalidad.
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[29]
Como miembro del Parlamento.
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[30]
Todos estos indicios recalcan su posición acaudalada. A señalar que ninguno de estos personajes narra un cuento.
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[31]
La de más calidad y precio.
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[32]
Puerto de Devonshire, famoso por ser nido de piratas y contrabandistas.
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[33]
Desde Hull, en la costa inglesa de Yorkshire, hasta este puerto mediterráneo español.
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[34]
Para practicar el contrabando.
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[35]
Los tratamientos y medicamentos dependían del horóscopo de cada persona.
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[36]
Esculapio, Dioscórides, Rufo y Galeno eran griegos; Hali, Serapio, Rhazes, Avicena, Averroes y Damasceno, árabes; el resto, ingleses.
<<

[37]
La peste diezmó a la población inglesa durante las plagas de 1348, 1361, 1369 y 1376.
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[38]
Probablemente S. Michael's, suburbio de Bath, donde se ubicaban los telares.
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[39]
El santuario de los Tres Reyes Magos.
<<

[40]
El tener los dientes separados era signo de lascivia.
El Prólogo
al cuento de
la Comadre de Bath
corrobora este supuesto.
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[41]
Wycliffe se rebeló contra esta clase de excomunión.
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[42]
Los mercenarios eran sacerdotes que se sustentaban a base de celebrar misas.
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[43]
Compendio del cristianismo. (Cfr.
Mateo, XXII
: 37-39.).
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[44]
Los goliardos eran clérigos vagabundos de baja reputación.
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[45]
Chaucer tuvo relaciones profesionales con esta zona de Inglaterra.
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[46]
Los rostros de los miembros de esta Orden angélica son muy rubicundos.
<<

[47]
Según la ciencia medieval, alimentos afrodisíacos y causantes de pústulas.
<<

[48]
Abreviatura de Walter; era la palabra típica que se enseñaba a las cotorras.
<<

[49]
«La cuestión es ¿qué apartado legal se aplica?».
<<

[50]
Las palabras que encabezaban un oficio de excomunión eran: «Significavit nobis venerabilis pater.».
<<

[51]
Hospital en Charing Cross (Londres), que dependía de la Orden de Nuestra Señora de Roncesvalles (Navarra).
<<

[52]
Popular canción de amor.
<<

[53]
Desde un extremo de Inglaterra al otro, a saber, desde Berwick-on Tweed (Edimburgo) hasta Ware (Londres).
<<

[54]
Nombre de un famoso —y legalizado— prostíbulo londinense de aquel tiempo.
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[55]
Timareus
.
<<

[56]
Arteria comercial de Londres.
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[57]
Arroyo a dos millas de Londres.
<<

[58]
Los 2.250 versos de Chaucer condensan los 10.000 de
II Teseide
, de Boccaccio. Chaucer enfoca su atención en la historia de amor y en los dos personajes que se disputan el favor de Emilia.
<<

[59]
Región al norte del mar Negro.
<<

[60]
Posiblemente, una referencia a la tormenta que la reina Ana soportó al llegar a Inglaterra para casarse con Ricardo II.
<<

[61]
La Fortuna se representaba como una rueda giratoria que hacía variar la suerte de los mortales.
<<

[62]
Uno de los siete que sitiaron Tebas.
<<

[63]
Gobernante de Tebas y prototipo de tirano.
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[64]
El maléfico influjo de Saturno provocará la muerte de Arcite.
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[65]
Boecio
III, m. 12,55.
<<

[66]
Los síntomas que siguen pertenecen a la
maladie d'amour
, descrita en los tratados médicos medievales.
<<

[67]
El cerebro se dividía en tres compartimentos. En el frontal residía la unaginación; en el central, la razón, y en el posterior, la memoria. La melancolía se ubicaba en la parte central.
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[68]
Mercurio adormeció a Argos, el de los cien ojos. (Cfr.
La Metamorfosis
de Ovidio, 1, 714 y ss.).
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[69]
En esta misma fecha, 3 de mayo, el zorro captura a
Chantecler
. (Cfr.
Cuento del Capellán de monjas
.) Era una fecha de desgracias.
<<

[70]
De Tebas (Egipto).
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[71]
Diosa del amor y la fertilidad. El viernes es su día.
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[72]
Legendarios fundadores de Tebas.
<<

[73]
Aunque tal es la traducción literal del original medieval inglés, Chaucer tenía probablemente
in mente
a Ovidio:
Metamorfosis
11, 846 y ss. («Ninguno de los dos tolera rivales.»).
<<

[74]
Exageración evidente.
<<

[75]
Diosa de la caza.
<<

[76]
El color amarillo representa a la envidia.
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[77]
Chaucer confunde aquí esta montaña con la isla de Citerea, donde Venus surgió del mar.
<<

[78]
Se enamoró de su propio reflejo.
<<

[79]
Cfr.
I Reyes 11
. El amor y la envidia de Deianira le ocasionaron la muerte.
<<

[80]
Medea, la hechicera que ayudó a Jasón. Circe fue la hechicera que en
La Odisea
, 10-12, convierte a los hombres en cerdos.
<<

[81]
Turno, adversario de Eneas, murió por culpa de su amor a Lavinia.
<<

[82]
Rey de Lidia.
<<

[83]
El texto inglés es también un italianismo de Boccaccio.
<<

[84]
Robinson, en su
The Works of Chaucer
, pág. 677, proporciona una detallada narración del método de adivinación basado en el número y la organización de puntos. Las formas asignadas a Puella y Rúbeo son12 Puella Rúbeo.
<<

[85]
Al perder Calistopea su virginidad a manos de Júpiter, la convirtió en una constelación, la Osa Mayor, y luego en la Estrella Polar.
<<

[86]
Para huir de Apolo se transformó en un laurel.
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[87]
Dio muerte al jabali, herido anteriormente por Atalanta, de quien estaba enamorado.
<<

[88]
El dios de ultratumba.
<<

[89]
Juno otorgó este título a Diana, como diosa del nacimiento.
<<

[90]
Autor de la obra en la que Boccaccio se inspiró para escribir
Tesaide
.
<<

[91]
Esta diosa aparece en tres formas: la Luna (en el cielo), Diana (en la tierra) y Hecate (en las profundidades marinas).
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[92]
Durante la época de Chaucer se creía que la órbita de este planeta era la mayor.
<<

[93]
Alusión evidente a la revuelta campesina de 1381.
<<

[94]
Cuando está en Leo, el poder maléfico de Saturno se evidencia en el demunbamiento de edificios.
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[95]
Allí Acteón fue devorado por su propia jauría (
Metamorfosis
II, 155 y ss., de Ovidio).
<<

[96]
En la zona del norte de África ocupada por los benimerines.
<<

[97]
En la obra de Boccaccio, los esponsales se celebran unos días después del entierro de Arcite, y no transcurridos varios años.
<<

[98]
La traducción original sería «con voz de Pilatos», es decir, con la voz utilizada por el subdiácono al cantar las palabras de Pilato en el Evangelio en las misas solemnes.
<<

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