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Authors: Isaac Asimov

Tags: #Divulgación científica

El Sol brilla luminoso (31 page)

BOOK: El Sol brilla luminoso
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Las ciudades-Estado guerrearon unas contra otras interminablemente en la antigua Grecia y en la Italia del Renacimiento; los Estados feudales lo hicieron también en la Europa medieval, y en los principios de la Edad Moderna en el Japón; las naciones guerrearon también en la época medieval de China y de la Europa moderna, y en todos los casos, hasta los tiempos modernos, ha habido conflictos con los bárbaros en las fronteras.

La intensidad y destructividad de los conflictos muestra un ascenso general con el avance de la tecnología, por lo que, a pesar del crecimiento en tamaño de las unidades, en lo que cabe también contar la cooperación, la competitividad siempre ha podido existir. La destrucción aún amenaza con ir más aprisa que la capacidad de recuperarse.

Vivimos ahora en una época en que el resultado aún está en la balanza. Una guerra, más de tipo general, y la civilización, probablemente, será destruida, y es muy posible que para bien…

E incluso, aunque la realización de todo esto mantenga apartada la guerra de su desencadenamiento, la existencia de un conflicto potencial acelera la mente y la energía de todas las naciones en competencia unas respecto de otras, lo mismo que con el enemigo, y
no
con los auténticos enemigos que nos amenazan: la superpoblación, la carencia de recursos y la inadecuación tecnológica.

Los tipos malos tendrán la última palabra.

¿Cómo impedirlo? Hemos alcanzado un punto en el que ya no podemos permitimos la competición armada; ni tampoco permitimos el llevar a cabo una competición que nos preocupe tanto que no podamos, verdaderamente, cooperar para resolver los problemas globales. Debe haber suficiente cooperación internacional para que sirva de equivalente a un Gobierno mundial (aunque esto debería suponer mucha autonomía local, que fuese compatible con el éxito global).

Esto no sólo es necesario para evitar la destrucción, sino para permitir que la tecnología continúe creciendo y mejorando. Ha llegado el momento en que los proyectos son posibles y deben usarse, y también cabe emplear el esfuerzo total de la economía global y de la población. Para resolver nuestros problemas, entre los que se hallan implicados la población, la energía, la contaminación (sí, incluso una tecnología pacífica tiene sus efectos indirectos destructivo s que deben corregirse), se requiere un esfuerzo global, y creo que, en todo caso, la penetración y la explotación del espacio, como esfera ampliada de las actividades humanas, también constituye algo esencial.

Tengo la creencia de que la civilización no sobrevivirá y el espacio no se conquistará sin un esfuerzo global de cooperación entre las naciones, y que es posible para los pueblos de la Tierra elegir el comprometerse en una cooperación de ese tipo. Pueden
no
elegir, pero les es posible hacerlo si lo desean. Si quieren ser unos buenos chicos, pueden serlo, y buenos chicos agradables son los que acaban primero.

Puedo mantener también lo contrario. Creo que cualquier civilización planetaria que llegue al estadio de la exploración y explotación espacial, habrá aprendido a dominar la tendencia a los conflictos destructivos que, hasta ahora, han parecido algo inseparable de la inteligencia. Habrán aprendido a ser unos buenos chicos.

Si no es así, seguirán ligados a sus superficies planetarias y decaerán. En realidad, con toda probabilidad, se destruirán a sí mismos.

Ésta es la razón de que no tema entrar en contacto con civilizaciones extra terrestres. Si las alcanzamos, seremos los más fuertes, y no tendremos nada que temer (ni tampoco ellos de nosotros, puesto que seremos personas pacíficas). Si ellos llegan hasta nosotros, y
son
fuertes,
serán
también una gente pacífica.

¿Pero, podemos estar seguros de ello? ¿No puede una civilización que haya aprendido a vivir en paz consigo misma no titubear ante el conflicto con una civilización extraplanetaria? ¿No darán por bien venida una oportunidad de ejercitar sus reprimidos deleites hacia la destrucción?

¿Y por qué deberían hacerla? Esto equivale a juzgar a una auténtica civilización desde el punto de vista de nuestro barbarismo.

Por ejemplo: Tenemos el caso de una civilización superior que ha cruzado el espacio para visitar a otra, posiblemente unos mundos que alberguen vida. Es el caso de nosotros mismos.

Nuestros instrumentos han aterrizado en la Luna, en Marte, en Venus, y hemos realizado unas grandes aproximaciones a Mercurio, Júpiter y Saturno. En el caso de la Luna, por lo menos, algunos de los instrumentos contenían seres humanos.

Y lo que es más, los intrusos, en o cerca de otros mundos, no son individuos de una civilización planetaria, sino que somos nosotros mismos,
Homo sapiens,
de un mundo lleno de conflictos, odio y destrucción.

¿Cómo nos hemos portado? Por una vez, las naciones de la Tierra, sobre todo Estados Unidos y la Unión Soviética, se han comportado con sorprendente cooperación en el esfuerzo espacial. Cada uno de ellos mantiene satélites espías y se habla (sólo se habla) de satélites asesinos, pero existe cooperación, un libre flujo de información y no hay señales de intentar hacer un daño deliberado.

¿Y cómo nos portamos respecto de la posible vida en otros mundos? Actuamos con la mayor circunspección. Esterilizamos nuestros navíos, con unos gastos enormes, para que no puedan, sin querer, introducir organismos terrestres que dañen cualquier clase de vida nativa.
Protegemos
esa vida con todas nuestras fuerzas, aunque sabemos que lo más seguro es que sea no-inteligente y primitiva, y es aún incluso lo más probable que no exista en absoluto.

Sí, lo hacemos por auto interés. Deseamos estudiar esas formas de vida para conseguir conocimientos, y tal vez para convertir dichos conocimientos en nuestro propio beneficio.

Sin embargo, esto es algo equivalente a decir que el altruismo no es más que nuestro beneficio egoísta a largo plazo, lo cual es, con toda exactitud, lo que he estado diciendo a través de este ensayo.

Los buenos chicos acaban los primeros.

La evolución biológica nos lo enseña, y la Historia humana nos lo muestra también, y si podemos aprenderlo a
tiempo
constituye la cosa más importante en este momento.

[1]
«Pompeyo y la circunstancia», en
Left Hand of the Electron
( Doubleday, 1972).

[2]
Puede ser concebible un número infinito de tales familias de leptones, cada una con su ley de conservación, pero aquí no debemos preocupamos por ello.

[3]
La mezcla se llama
agua regia
, procedente de la expresión latina
aqua regia
, porque disuelve el oro, el metal noble, aunque ningún ácido puede hacerla por sí solo, y también disuelve el platino, aunque lo efectúa con mayor lentitud.

[4]
Existen las aleaciones cobre-cinc («latón»), que son de color amarillo, pero toman una oxidación verdusca a la menor oportunidad, y que más bien llega a estropear las cosas.

[5]
El carbono, un no metal, funde a una temperatura algo mayor que la del tungsteno, y un compuesto de tantalio y carbono, el carburo de tantalio, incluso lo hace a una temperatura mayor que ningún otro, puesto que funde a los 3.800°C.

[6]
En realidad, un sol de este tamaño, posiblemente, no tendría la misma temperatura que el Sol si fuese una estrella de secuencia principal (es decir, una estrella normal, como lo son, por lo menos, el 99 % de las estrellas que observamos). Sin embargo, estamos sólo haciendo suposiciones.

[7]
No se preocupen, puesto que desdeño el hecho de que la formación de la gigante roja, probablemente, habría eliminado por completo la vida en la Tierra.

[8]
No tengo registradas todas estas propiedades. Existen estrellas mucho más voluminosas y con mayor masa y calor, y más luminosidad que Sirio, pero no en nuestra manzana.

[9]
Si Sirio es la más brillante y Alta del Centauro A/B la tercera en luminosidad, ¿cuál es la segunda? Se trata de Canope, con una magnitud visual de -0,73. No obstante, Canope está casi a unos 200 años luz de distancia, y consigue su aparente luminosidad sólo a causa de que es unas 5.200 veces más brillante que nuestro Sol y 225 veces más luminosa que Sirio A.

[10]
He empleado esa carta y un artículo, «Enigmas de Sirio», por Kenneth Brecher, en un libro titulado
Astronomy of the Ancients
(MIT Press», 1979), para lo que sigue.

[11]
Además, los párrafos más ofensivos de «¿Cuán pequeño?» han sido omitidos en esta colección.

[12]
Hemos utilizado para la traducción de este fragmento la versión de Luis Segalá y Estatella.
Ilíada
, Ediciones Orbis, S. A. – Editorial Origen, S. A. Barcelona, 1982. (
N del traductor
)

[13]
Véase la anterior nota 5. (
N del T.
)

[14]
Para la traducción de este fragmento hemos utilizado la versión de Eugenio de Ochoa.
Eneida
, Ediciones Orbis, S. A. – Ediciones Origen, S. A. Barcelona, 1982. (
N. del T.
)

[15]
Se toman otros cuatro minutos para el giro de la Tierra, a fin de ponerse al día con la posición del Sol en el firmamento, dado que, en dicho intervalo, el Sol se ha movido ligeramente con respecto de las estrellas. Así, medimos la duración del día con relación al Sol. Esto da al día una duración de veinticuatro horas.

[16]
Mi propio nombre se usó en esas nuevas ediciones. Paul French ya no apareció.

[17]
Desde que se escribió esto, las sondas han llegado ya a Saturno y nos han mostrado que el sistema de anillos es más complejo de lo que habíamos pensado, y que su campo magnético es considerablemente más débil de lo esperado.

[18]
Jano puede no existir después de todo, pero las sondas de Saturno han descubierto varios pequeños satélites cerca de los sistemas de anillos.

[19]
¿Existen aún las peonzas? No he visto a nadie jugar con una peonza desde hace varios años.

[20]
La inercia angular no se desvanece auténticamente. No puede. Queda escondida por una opuesta inercia angular, o es transferida. No se encuentra implicada aquí una inercia angular opuesta, por lo que debe ser transferida. Pero, ¿adónde? Ya explicaremos esto en el capítulo siguiente.

[21]
Sin embargo, no eliminamos esa discrepancia. Ya seguiré con el tema en un capítulo próximo.

[22]
Pues así es. Desde que esto se escribió, recibí una carta de Charles Sheffield, de Bethesda, Maryland, indicando la simplista naturaleza de mi cálculo. Un cálculo más sofisticado muestra que el período de rotación original de la Tierra hubiera estado por debajo de las trece horas.

[23]
No piense mal, Gentil Lector. Me he recuperado desde entonces.

[24]
No es que no sea una mala cosa de la que preocuparse. Newton lo hizo y, dado que una cosa lleva a la otra, acabó sentando la teoría de la gravitación universal.

[25]
La explicación derivó de los trabajos del físico japonés Hideki Yukawa (n. 1907), en el año 1935.

[26]
¿Creían que no volvería al uranio?

[27]
Aquellos de mis Gentiles Lectores que saben, que bajo ninguna circunstancia tomo un avión, no tienen por qué extrañarse. Fui a California y regresé en tren. Sí, aún corren.

[28]
Véase Counting chromosomes, F SF, junio de 1968.

[29]
Esto no es misterioso. Podemos ver una analogía en el plano social. Yo soy un individuo altamente especializado, que puedo mantenerme a mí mismo con facilidad como escritor, dado que estoy rodeado por una sociedad que funciona de una forma altamente organizada. Si se me coloca en una isla desierta, pereceré con rapidez, dado que no conozco lo más mínimo acerca de los requerimientos más simples para poder subsistir por sí solo.

[30]
Por favor, no escriban para decirme que las actividades implicadas en la reproducción sexual no son inconvenientes en absoluto, sino más bien divertidas. Lo sé mejor que ustedes, de todos modos. Lo divertido es una especie de evolutivamente desarrollado soborno, diseñado para que nos lo saltemos todo y perdonemos los inconvenientes. Si usted es una mujer, verá este punto con mayor rapidez, tal vez, de como lo haría un hombre.

[31]
De todos modos, desde que este artículo se publicó por vez primera, ya ha tenido lugar. Se ha clonado a los ratones.

[32]
Para que alguien no me pregunte «¿Qué es la verdad?», definiré la medida de «verdad», según la extensión que una concepción, teoría o ley natural se adecua a los fenómenos observados del Universo.

[33]
Dado que nunca he pretendido glorificar mi propia objetividad, puedo decirles ahora mismo que me inclino por el medio ambiente.

[34]
En baladas, relatos y películas, se muestra a Robin Hood y sus alegres hombres provistos de un arco largo, cuando éste era aún desconocido en la época del rey Juan
sin Tierra
.Lo siento…

[35]
No considero que la estadística de población en este artículo sea necesariamente exacta hasta el último dígito, ahora bien, lo que llamo 1979 representa exactamente ese año, o 1967 el año citado. Las diferentes ciudades se cuentan con diferentes grados de cuidado y exactitud, en diferentes años y estimaciones, en ausencia de unos censos fiables, por lo cual pueden también estar equivocados. No obstante, en conjunto, creo que las cifras de este artículo representan la esencia correcta de lo que ha estado sucediendo en la población durante los últimos doce años.

[36]
En la actualidad, contiene quince, pero pone en la lista «Nagoya, China», lo cual es un claro error de imprenta, por «Nagoya, Japón», y he realizado la corrección en mi ejemplar.

[37]
La verdad me obliga a admitir que, a veces, también yo soy ineducado, sarcástico e irónico en demasía en mis escritos, pero trato, incesantemente, de no serlo, y creo asimismo que esta tendencia se va desvaneciendo.

[38]
Sólo puedo recordar una ocasión en que estaba tan furioso que escribí una segunda carta aún más insultante que la primera. Y luego la eché al correo. No consiguió nada, y de esto cabe extraer una moraleja.

[39]
¿Qué puede decirse de los delfines, que son inteligentes y, sin embargo, pacíficos? Aún no los conocemos lo suficiente para estar seguros de la auténtica amplitud de una y otra características.

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