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Authors: Douglas Coupland

Microsiervos (29 page)

BOOK: Microsiervos
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Michael, con mucha sensatez, no permite que tengamos tele por cable en la oficina y nos ha prohibido poner en el vídeo
Melrose Place
y las cintas de peleas de hockey.

Ethan ha derruido ya el edificio moderno del ayuntamiento de Palo Alto que mi padre había construido.

«Está prevista su reconstrucción», ha dicho Ethan, y mi padre, aunque algo molesto, se ha apiadado de Ethan y ha decidido no picarse.

Nos gusta nuestra oficina nueva y ya no tenemos que preocuparnos de que, al pasar los dedos sobre alguna superficie, podamos encontrar montones de partículas muertas procedentes del cuero cabelludo de Ethan. Mi padre ha puesto un Dustbuster en la pared. Además, tenemos SITIO.

Nadie tuvo éxito anoche. Susan sólo consiguió el teléfono de Phil, y Bug el del tío que trabajaba en PF Magic, aunque no está seguro de si es heterosexual o no. ¡Los noventa!

Susan está un poco cortada con nosotros porque sabe que Phil es un perdedor y sabe que nosotros lo sabemos.

Momento informático: tenemos nuestro propio territorio Internet y no dependemos de nadie. Nuestra casa está conectada directamente a la Red con un 486 que utiliza Linux en un módem 14,4 con una conexión SLIP con Little Garden (un proveedor de servicios de Internet de por aquí). Ahora soy [email protected]. La @ podría convertirse en el «Mc» o en el «Mac» del próximo milenio.

Sorpresa: mi madre me ha dicho que mi padre ha estado buscando trabajo por otro lado, y que Michael lo sabe. «Necesita estar con gente como él, hijo.»

La verdad es que hoy ha sido un día perdido en cuanto a trabajo. No he hecho nada porque me han interrumpido continuamente. Cuando empezaba a hacer alguna cosa, me distraían por otro lado, me olvidaba de lo que estaba haciendo antes y después me quedaba tan nervioso por no estar haciendo nada que aún me desconcentraba más. A veces el exceso de comunicación es un exceso de comunicación. Debería alquilar un vídeo de
Nature
y relajarme pero, en lugar de eso, esta noche hemos alquilado
La aventura del Poseidón y
hemos contemplado una y otra vez, hasta llegar a unas cincuenta, la escena en que el barco se pone boca abajo, y también hemos alquilado
Terremoto y
hemos mirado otras cincuenta veces cómo se desmoronaba LA, fotograma por fotograma.

Mi madre estaba en el rincón donde desayunamos escribiendo una carta a su hermana con una Selectric de IBM, y nos hemos puesto a discutir sobre si todavía las fabricará alguien. Quizás en Malaisia.

Miércoles

¡Dusty está trabajando con nosotros! Michael la ha contratado con la condición de que se dedique a la compañía, limite a su tiempo libre los experimentos corporales y renuncie por completo a su trabajo extra como profesora de aerobic hasta que acabemos el producto. «¡Y nada de sustancias de diseño! —ha dicho Michael—. Aunque no sea asunto mío, esas cosas convierten a la gente en diablos de Tasmania, no en Einsteins.»

«Touché
, Michelangelo —ha dicho Dusty—. Que en francés quiere decir vale tío.» Le cuesta bastante llamar a cada uno por su verdadero nombre.

Dusty se ha estado probando un nuevo biquini amarillo caléndula de exhibición que espera llevar este otoño en el concurso para la elección de la IV Rosa de Hierro en San Diego. La propia Dusty tiene la piel del color del pavo asado.

Karla y Susan han vuelto a quedarse con la boca abierta; pero, al final, se han declarado vencidas, se han acercado a ella y le han hecho preguntas minuciosas mientras tocaban su cuerpo como si fuera el monolito de
2001
. No habían —habíamos— visto nunca un cuerpo tan hiperarticulado. Me recuerda la primera vez que vi a un SGI a toda potencia.

«Toddy» se ha librado por fin de su casagee&, cerca de la salida de Shoreline, y se ha ido con Dusty a Redwood. Como se han alzado algunas cejas ante la noticia de una cohabitación tan rápida, Todd ha confesado que llevan MESES saliendo juntos. ¿Cómo ha podido guardar un secreto así en una oficina tan pequeña como la nuestra?

Look y Feel se han escapado esta tarde de su recién configurado Habitrail y se han dedicado a mordisquear el furgón de cola del tren de Lego de Michael. Así que ahora están en libertad condicional.

Hemos ido todos al Tonga Room, en Fairmont, San Francisco, para celebrar el primer día de Dusty como nuestra experta en ordenadores y como colaboradora de Michael. Ha sido una juerga increíble, como cuando estábamos en la universidad. Dusty se ha metido entre toda la gente que estaba haciendo cola para entrar y nos ha hecho señas alegremente para que fuéramos a la mesa que había conseguido. ¡Cómo mola! Es un bulldozer.

El Tonga Room estaba lleno de dentistas ricos de Dusseldorf contemplando cómo flotaba en una vieja piscina una falsa balsa a lo náufragos de teleserie, mientras rugían una lluvia y unos truenos de pacotilla, y una orquesta tocaba un popurrí de música disco. Hemos pedido de esas ridiculas bebidas con sombrillita y trocitos triangulares de fruta que tienen el centro de gravedad muy arriba, de modo que cada vez que alguien se levantaba para bailar
(¡Oye cómo va!)
, todas las bebidas se caían y las camareras querían matarnos. Hemos tenido que cambiar de mesa tres veces por culpa de la concentración de pulpa de fruta, los manteles de color ocre parecían ciénagas de vómito.

Dos cosas: Dusty ha dicho: «Me pagué la universidad trabajando como camarera. Gustaba a los chicos. Les llevaba la comida y la cerveza... y después me largaba. Son unos cerdos.»

Karla y Susan han dicho: «Amén», ante mi horror. Todas se habían puesto las sombrillitas en el pelo.

Michael ha observado que el Tonga Room utiliza cubitos de hielo que no tienen forma cúbica ni están hechos a base de zumo. «Alguien debería avisar a 7-Eleven inmediatamente. ¡Aquí hay un nicho comercial!»

Dusty ha dado a Susan unas clases sobre los mecanismos del ligue: «Las informáticas tienen todas las cartas en su mano y lo saben. Los informáticos las superan en número en una proporción de tres a uno, de modo que las mujeres pueden escoger y rechazar compañeros a voluntad. Y, francamente, a un tío le mola salir con una tía que se dedique a la informática.»

Estoy de acuerdo, aunque no lo he dicho. Las mujeres que se dedican a los ordenadores parecen más listas y maduras que los tíos (Factor de Atracción de Karla); tanto que, imagino, deben de estar hartas. El mes pasado, oí cómo Susan y Karla se quejaban de los informáticos en la fiesta de los
geeks
, y empecé a sentirme un poco inseguro. En Microsoft, los
geeks
parecían exactamente lo que eran:
nerds
, inadaptados, jugadores de Dragones y Mazmorras en sus días libres. Aquí, en el Valle, los tíos de la informática son guapos: pueden circular por el mundo «normal» sin revelar que formaron parte del equipo de matemáticas del instituto. Cuando Susan y Karla empezaban a enrollarse sobre algún tío bueno, yo decía: «Seguramente, trabajará en MARKETING.» Así me sentía mejor.

De todos modos, Susan quería saber por qué tenía tantos problemas para ligar con los tíos. Dusty le ha dicho: «Creo que tu problema es que crees que todos son bichos raros menos tú, y la verdad es que todo el mundo es un bicho raro, y tú también y, en cuanto lo aprendas, el Mundo del Ligue será tuyo.»

Pensaba que Susan se pondría como un misil balístico pero ha estado de acuerdo.

Jueves

Mi padre ha pasado el día fuera: buscando trabajo. En cualquier otro lugar del mundo que no fuera éste, el Valle, no tendría la menor oportunidad, pero aquí tal vez pueda encontrar algo.

Bug está frenético porque no es capaz de ver los estereogramas del Ojo Mágico, los pósters de los noventa. Teme que esté relacionado con una ceguera a los colores y ha telefoneado al museo Garage de San José para ver si eso significa algo malo. Se acuerda de los mapas genéticos que tenían expuestos: «¡Soy estereográmicamente ciego!»

Ethan y yo hemos salido otra vez a tomar una copa. Como se tomaba una tras otra, le he preguntado si era prudente beber tomando antidepresivos. Ha dicho: «En teoría, no, es de gilipollas, pero la bebida me permite tomar unas vacaciones de identidad.»

Le he preguntado qué quería decir eso. Ha dicho que, dado que los nuevos isómeros de los antidepresivos le están recableando el cerebro y, como está convirtiéndose en una persona nueva, cada día olvida más y más a la persona que era antes.

«Con lo que tomo, la bebida nunca me tumba —ha dicho—, y, al mismo tiempo, me permite recordar la sensación de cómo era antes y cómo me sentía.

Sólo un instante. La vida no era del todo mala entonces. No volvería nunca, pero siento nostalgia de mi vieja personalidad. Imagino que, en un universo que discurra en paralelo como una carretera que se bifurca, hay un Ethan triste y jodido que no consigue nada, se siente agarrotado y no va a ninguna parte. No lo sé. Una vez que has experimentado la versión turbo de ti mismo, no hay retroceso posible.»

Ha tomado otro Wallbanger: «Sabes, tío, quizá debería descablearme. El descableado volvería a conectarme con el mundo del tiempo natural: puestas de sol, arco iris, olas que rompen y Pitufos. —Ha tomado un último sorbo—. Nooooo...»

Susan se ha resfriado: «Por tener las bragas sistemáticamente saturadas de papilla de fruta en el Tonga Room.»

Mañana nos mudamos a la casa que nos dejan.

Antes de ir a la cama, le he contado a Karla las vacaciones de identidad de Ethan: que bebe para volver a atrapar la sensación que le producía antes su verdadera personalidad.

«El problema reside siempre en la identidad», ha dicho.

Ha dicho: «Miramos una bandada de pájaros y creemos que un pájaro es igual que otro: una unidad de pájaro; sin embargo, un pájaro mira a miles de personas, pongamos que mira un partido de los Giants en Candlestick Park, y todo lo que ve son "unidades de gente". Para ellos, somos todos tan idénticos como ellos lo son para nosotros. Así pues, ¿qué es lo que te hace diferente de mí? ¿Y a él de ti? ¿A ellos de ella? ¿Qué es lo que hace que cualquier persona sea diferente de cualquier otra? ¿Dónde termina tu individualidad y dónde empieza lo que tienes en común con la especie? El tema sigue obsesionándome. No olvides que la mayoría de los que nos hemos venido al Valle del Silicio carecemos de las estructuras tradicionales suministradoras de identidad que tienen en otros lugares del mundo: religión, política, una estructura familiar cohesiva, raíces, un sentido de la historia u otros sistemas obligatorios de creencias que descarguen a los individuos de la responsabilidad de descifrar quiénes son. Aquí uno está solo. Es mucho trabajo, pero ¡mira el flujo de ideas que surge del plástico!»

La he mirado y he imaginado que daba por hecho que yo estaba digiriendo —compilando— lo que acababa de decirme pero, en lugar de ello, todo lo que podía pensar mientras la miraba a los ojos era que ahí estaba esa entidad —Karla—, distinta de todas las demás que yo conocía, porque justo bajo la superficie de su piel se encontraba la esencia de ella misma, la persona que piensa y sueña esas cosas que me dice a mí y sólo a mí. Me he sentido como un perdedor con suerte y le he dado un beso en la nariz. Así que éste he sido yo hoy.

¡Ah...! He encontrado un montón de ejemplares viejos de la revista
Sunset
en una tienda de segunda mano. Se los he comprado a mi madre. Es fanática de
Sunset
. Mi madre los ha cogido como si fueran plumas. Ahora tiene fuerzas. Está a favor de que Dusty desarrolle su cuerpo. Ella y Dusty han estado cambiando impresiones. Es un alivio que tus amigos liguen con gente que está bien.

Viernes

Abe:

«Hoy he llamado a algunos números 1-800 y he metido bronca a las compañías por suis productos. Me he quejado en la línea directa de Matell (1-800-524-T0YS) de que los nuevos HotWhheels no molan como los que yo tenía cuando era un chaval. El único decente que tienen es un Lexus SC400. He comprado 3 (de juguete) pero, sea como sea, Mattel NO tiene disculpa. ¿Dónde están los coches Burbuja, si se puede saber? Así que esta es mi vida, Dan. C'est la vie.»

¡El karma de Mattel! A última hora de la tarde, Susan ha entrado como una fiera en la oficina después de pasar por la tienda Toys-R-Us en busca de un regalo para su sobrina. Susan también estaba furiosa con los productos de Mattel, en especial con las muñecas Barbie. Como yo era la única persona en la oficina, he recibido la totalidad de su crítica posfeminista.

«El pasillo era rosa. En serio, todo el pasillo era de ese color rosa llamativo, húmedo, de ese tono labios genitales tipo Las Vegas, y era un pasillo enorme, Dan. Decenas de miles de Barbies mirándome con aire estúpido; toda una pared de melenas de centro comercial, por todo el pasillo resonaba el eco fantasmal de los futuros vómitos provocados, de un deseo insostenible.»

Tienen el cuello más ancho que la cintura; purpurina; una incitación a los trastornos alimentarios...»

Susan no paraba de hablar, de modo que al final he utilizado la táctica que uno emplea con los niños pequeños que no quieren dejar de llorar: simplemente me he limitado a cambiar de tema.

Le he comentado lo curioso que resulta pensar que, sencillamente, por meterte en el pasillo equivocado de Toys-R-Us en el momento equivocado del desarrollo de tu hijo, puedes joderle el futuro para siempre: «Tienen todo un pasillo dedicado a los productos de los McDonald's: máquinas para hacer patatas fritas, hamburguesas, batidos... Pongamos que te saltas el pasillo de los ordenadores y, en cambio, te metes en el de McDonald's: un error insignificante y tu hijo acaba sirviendo comida en un
drive-thru
con unos auriculares empotrados quirúrgicamente en el cráneo durante las siete décadas siguientes.

»Las jugueterías son como
Un mundo feliz
. ¡Mami! ¡Papi! Escoged el pasillo adecuado. Eso es todo lo que puedo decir.»

Más tarde, he enviado este pensamiento huxleyano a Abe, que me ha contestado:

*1959*

McDonald's nº100: Fon du Lac, Wisconsin

*1968*

McDonald's nº200: Knoxville.Tennessee

*1964*

Nace el filete de pescado

*1966*

Primer McDonald's con mesas en el interior: Huntsuille, Alabama

*1970*

Primer desayuno McDonald's: Waikiki, Hawai

*1973*

Nace el Quarter Pounder

*1975*

Nace el McMuffin de huevo

*1975*

Dosempanadassolobueyespecialsalsalechugaquesopepinilloscebollasenunpanecilloconsemillas-desésamo.

*1983*

Nace el McNuggets

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