Sin noticias de Gurb

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Authors: Eduardo Mendoza

BOOK: Sin noticias de Gurb
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Perdido en la Barcelona preolímpica, el extraterrestre Gurb pone al servicio de su supervivencia la extraña cualidad de adoptar el aspecto que le plazca. Se pierde con la apariencia de Marta Sánchez, mientras su compañero alienígena inicia la búsqueda en la jungla urbana. Por su diario personal vamos conociendo las increíbles peripecias de un extraterrestre en Barcelona. En este relato de carácter paródico y satírico, la invención de Eduardo Mendoza convierte la Barcelona cotidiana y absurda en el escenario de una carnavalada. Tras las máscaras pintarrajedas y grotescas, se revela el verdadero rostro del hombre urbano actual y, tras el estilo literario, la acerada conciencia artística del escritor.

Eduardo Mendoza afirma de esta obra que «
Sin noticias de Gurb
es, sin duda, el libro más excéntrico de cuantos he escrito. No hay en él una sola sombra de melancolía. Es una mirada sobre el mundo asombrada, un punto desamparada, pero sin asomo de tragedia ni de censura.»

Eduardo Mendoza

Sin noticias de Gurb

ePUB v1.4

Fanhoe
16.10.11

Agradecimientos a Mística, Gusix y Jugaor por su colaboración

© 1990, Eduardo Mendoza

Depósito legal: B. 41710 - 1991

ISBN 84-322-0640-7

DÍA 9

00.01
(hora local) Aterrizaje efectuado sin dificultad. Propulsión convencional (ampliada). Velocidad de aterrizaje: 6.30 de la escala convencional (restringida). Velocidad en el momento del amaraje: 4 de la escala Bajo-U 1 0 9 de la escala Molina-Calvo. Cubicaje: AZ-0.3.

Lugar de aterrizaje: 63Ω (IIβ) 28476394783639473937492749.

Denominación local del lugar de aterrizaje: Sardanyola.

07.00
Cumpliendo órdenes (mías) Gurb se prepara para tomar contacto con las formas de vida (reales y potenciales) de la zona. Como viajamos bajo forma acorpórea (inteligencia pura-factor analítico 4800), dispongo que adopte cuerpo análogo al de los habitantes de la zona. Objetivo: no llamar la atención de la fauna autóctona (real y potencial). Consultado el Catálogo Astral Terrestre Indicativo de Formas Asimilables (CATIFA) elijo para Gurb la apariencia del ser humano denominado Marta Sánchez.

07.15
Gurb abandona la nave por la escotilla 4. Tiempo despejado con ligeros vientos de componente sur; temperatura, 15 grados centígrados; humedad relativa, 56 por ciento; estado de la mar, llana.

07.21
Primer contacto con habitante de la zona. Datos recibidos por Gurb: Tamaño del ente individualizado, 170 centímetros; perímetro craneal 57 centímetros; número de ojos, dos; longitud del rabo, 0.00 centímetros (carece de él). El ente se comunica mediante un lenguaje de gran simplicidad estructural, pero de muy compleja sonorización, pues debe articularse
mediante el uso de órganos internos
. Conceptualización escasísima. Denominación del ente, Lluc Puig i Roig (probable recepción defectuosa o incompleta). Fundación biológica del ente: profesor encargado de cátedra (dedicación exclusiva) en la Universidad Autónoma de Bellaterra. Nivel de mansedumbre, bajo. Dispone de medio de transporte de gran simplicidad estructural, pero de muy complicado manejo denominado Ford Fiesta.

07.23
Gurb es invitado por el ente a subir a su medio de transporte. Pide instrucciones. Le ordeno que acepte el ofrecimiento. Objetivo fundamental: no llamar la atención de la fauna autóctona (real y potencial).

07.30
Sin noticias de Gurb.

08.00
Sin noticias de Gurb.

09.00
Sin noticias de Gurb.

12.30
Sin noticias de Gurb.

20.30
Sin noticias de Gurb.

DÍA 10

07.00
Decido salir en busca de Gurb.

Antes de salir oculto la nave para evitar reconocimiento e inspección de la misma por parte de la fauna autóctona. Consultado el Catálogo Astral, decido transformar la nave en cuerpo terrestre denominado vivienda unifamiliar adosada, calef. 3 dorm. 2 bñs. Terraza. Piscina comunit. 2 plzs. Pkng. Máximas facilidades.

07.30
Decido adoptar la apariencia de ente humano individualizado. Consultado Catálogo, elijo el conde-duque de Olivares.

07.45
En lugar de abandonar la nave por la escotilla (ahora transformada en puerta de cuarterones de gran simplicidad estructural, pero de muy difícil manejo), opto por naturalizarme allí donde la concentración de entes individualizados es más densa, con objeto de no llamar la atención.

08.00
Me naturalizo en lugar denominado Diagonal-Paseo de Gracia. Soy arrollado por autobús número 17 Barceloneta-Vall d’Hebrón. Debo recuperar la cabeza, que ha salido rodando de resultas de la colisión. Operación dificultosa por la afluencia de vehículos.

08.01
Arrollado por un Opel Corsa.

08.02
Arrollado por una furgoneta de reparto.

08.03
Arrollado por un taxi.

08.04
Recupero la cabeza y la lavo en una fuente pública situada a pocos metros del lugar de la colisión. Aprovecho la oportunidad para analizar la composición del agua de la zona: hidrógeno, oxígeno y caca.

08.15
Debido a la alta densidad de entes individualizados, tal vez resulte algo difícil localizar a Gurb
a simple vista
, pero me resisto a establecer contacto sensorial, porque ignoro las consecuencias que ello podría tener para el equilibrio ecológico de la zona y, en consecuencia, para sus habitantes.

Los seres humanos son cosas de tamaño variable. Los más pequeños de entre ellos lo son tanto, que si otros seres humanos más altos no los llevaran en un cochecito, no tardarían en ser pisados (y tal vez perderían la cabeza) por los de mayor estatura. Los más altos raramente sobrepasan los 200 centímetros de longitud. Un dato sorprendente es que cuando yacen estirados
continúan midiendo exactamente lo mismo
. Algunos llevan bigote; otros barba y bigote. Casi todos tienen dos ojos, que pueden estar situados en la parte anterior o posterior de la cara, según se les mire. Al andar se desplazan de atrás a adelante, para lo cual deben contrarrestar el movimiento de las piernas con un
vigoroso braceo.
Los más apremiados refuerzan el braceo por mediación de carteras de piel o plástico o de unos maletines denominados Samsonite, hechos de un material procedente de otro planeta. El sistema de desplazamiento de los automóviles (cuatro ruedas pareadas rellenas de aire fétido) es más racional, y permite alcanzar mayores velocidades. No debo volar ni andar sobre la coronilla si no quiero ser tenido por excéntrico. Nota: mantener siempre en contacto con el suelo un pie —cualquiera de los dos sirve— o el órgano externo denominado culo.

11.00
Llevo casi tres horas esperando ver pasar a Gurb. Espera inútil. El flujo de seres humanos en este punto de la ciudad no decrece. Antes al contrario. Calculo que las probabilidades de que Gurb pase por aquí sin que yo lo vea son del orden de setenta y tres contra una. A este cálculo, sin embargo, hay que añadir dos variables:

a)
que Gurb
no
pase por aquí,
b)
que Gurb pase por aquí, pero
habiendo modificado su apariencia externa
. En este caso, las probabilidades de no ser visto por mí alcanzarían los nueve trillones contra una.

12.00
La hora del ángelus. Me recojo unos instantes, confiando en que Gurb no vaya a pasar precisamente ahora por delante de mí.

13.00
La posición erecta a que llevo sometido el cuerpo desde hace cinco horas empieza a resultarme fatigosa. Al entumecimiento muscular se une el esfuerzo continuo que debo hacer para inspirar y espirar el aire. Una vez que he olvidado hacerlo por más de cinco minutos, la cara se me ha puesto de color morado y los ojos me han salido disparados de las órbitas, debiendo ir a recogerlos nuevamente bajo las ruedas de los coches. A este paso, acabaré por llamar la atención. Parece ser que los seres humanos inspiran y expiran el aire de un modo automático, que ellos llaman
respirar
. Este automatismo, que repugna a cualquier ser civilizado y que consigno aquí por razones puramente científicas, lo aplican los humanos no sólo a la respiración, sino a muchas funciones corporales, como la circulación de la sangre, la digestión, el parpadeo —que a diferencia de las dos funciones antes citadas, puede ser controlado a voluntad, en cuyo caso se llama
guiño
—, el crecimiento de las uñas, etcétera. Hasta tal punto dependen los humanos del funcionamiento automático de sus órganos (y organismos), que se harían encima cosas feas si de niños no se les enseñara a subordinar la naturaleza al decoro.

14.00
He llegado al límite de mi resistencia física. Descanso apoyando ambas rodillas en el suelo y doblando la pierna izquierda hacia atrás y la pierna derecha hacia delante. Al verme en esta postura, una señora me da una moneda de pesetas veinticinco, que ingiero de inmediato para no parecer descortés. Temperatura, 20 grados centígrados; humedad relativa, 64 por ciento; vientos flojos de componente sur; estado de la mar, llana.

14.30
La densidad del tráfico rodado y andado disminuye ligeramente. Todavía sin noticias de Gurb. Aun a riesgo de alterar el precario equilibrio ecológico del planeta, decido establecer contacto sensorial. Aprovechando que no pasa ningún autobús, pongo la mente en blanco y emito ondas en frecuencia H76420ba1400009, que voy elevando hasta H76420ba1400010.

Al segundo intento recibo una señal débil al principio, más clara luego. Descodifico la señal, que parece provenir de dos puntos distintos, aunque muy próximos entre sí respecto del eje de la Tierra. Texto de la señal (descodificado):

¿Desde dónde nos llama, señora Cargols?

Desde Sant Joan Despí.

¿Desde dónde dice?

Desde Sant Joan Despí. Desde Sant Joan Despí. ¿Que no me oye?

Parece que tenemos un pequeño problema de recepción en la emisora, señora Cargols. ¿Nos oye usted bien?

¿Cómo dice?

Digo que si nos oye bien. ¿Señora Cargols?

Diga, diga. Yo le escucho muy bien.

¿Me oye, señora Cargols?

Muy bien. Yo muy bien.

¿Y desde dónde nos llama, señora Cargols?

Desde Sant Joan Despí.

Desde Sant Joan Despí. ¿Y nos oye bien desde Sant Joan Despí, señora Cargols?

Yo le escucho muy bien. Y usted, ¿qué me escucha?

Yo muy bien, señora Cargols. ¿Desde dónde nos llama?

Me temo que va a ser más difícil de lo que yo suponía localizar a Gurb.

15.00
Decido recorrer sistemáticamente la ciudad en lugar de permanecer en un sitio fijo. Con ello disminuyo las probabilidades de no encontrar a Gurb en un trillón, pese a lo cual, el resultado sigue siendo incierto. Camino siguiendo el plano heliográfico que he incorporado a mis circuitos internos al salir de la nave. Me caigo en una zanja abierta por la Compañía Catalana de gas.

15.02
Me caigo en una zanja abierta por la Compañía Hidroeléctrica de Cataluña.

15.03
Me caigo en una zanja abierta por la Compañía de Aguas de Barcelona.

15.04
Me caigo en una zanja abierta por la Compañía Telefónica Nacional.

15.05
Me caigo en una zanja abierta por la asociación de vecinos de la calle Córcega.

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