Read The Unknown University Online
Authors: Roberto Bolaño
Tags: #Poetry, #General, #Caribbean & Latin American
GITANOS
Insoportablemente libres, dice la voz.
Detrás del paisaje cercado, en la curva,
Junto a los matorrales, justo en ese hueco
Tuve el sueño de los cadáveres.
Algo
Muy sencillo.
Un montón de fiambres
En el atardecer.
Pero entonces uno de ellos
Dijo: no te asustes, soy el libro de
Los gitanos, voy a revelarte dos cosas
Antes de seguir por la línea.
Te lo resumo: la libertad y la pobreza
Eran una bandera.
La bandera de quienes
Cayeron en la curva.
GYPSIES
Unbearably free, says the voice.
Behind the fenced off landscape, at the bend,
Next to the bushes, right there in that hole
I had the dream about the corpses.
Nothing
Fancy.
A bunch of stiffs
At dusk.
But then one of them
Said: don’t be afraid, I’m the book of
The gypsies, I’m going to show you two things
Before moving on down the line.
I’ll summarize: freedom and poverty
Were a flag.
The flag of those
Who fell off the bend.
BRUNO MONTANÉ
CUMPLE TREINTA
AÑOS
Vi pasar a B.
M.
por la veintena
Lo vi amar y caminar
Lo vi emborracharse y ser generoso
Lo vi meter sus ojos azules en el balde del terror
Y ver el paso rápido de la luna
Como si estuviéramos otra vez en una calle mexicana
Y oí sus ruegos por la felicidad
De una muchacha desaparecida
Aunque no puedo afirmar a quién se refería
Tal vez a Alejandra
Más posible: Inma
BRUNO MONTANÉ
TURNS THIRTY
I saw B.M.
move through his twenties
I saw him love and walk
I saw him get drunk and be generous
I saw him plunge his blue eyes in the bucket of terror
And see the moon’s swift passage
As if we were once more on a Mexican street
And I heard his pleas for the happiness
Of a disappeared girl
Though I can’t say for certain to whom he referred
Maybe Alejandra
More likely: Inma
EN ALGÚN LUGAR SECO Y ENORME, 1949
Tú y yo vestidos confortablemente observando la línea recta
mientras en el cielo las nubes corren como en la película
que a veces sueñas hacer Tú y yo sin hijos observando
la línea recta entre dos amarillos que antes fueron
la masa amarilla y que nunca sabremos en qué demonios se
convertirán (¡ni nos importa!) Tú y yo en una casa alquilada
sentados junto al ventanal la verdad dices es que podría
llorar toda la tarde la verdad es que no tengo hambre y sí
un poco de miedo a emborracharme otra vez sentados junto
a un ventanal recto ¿no?
mientras a nuestras espaldas
los pájaros saltan de rama en rama y la luz de la cocina
parpadea Tú y yo en una cama ¡allí estamos!
observando
las paredes blancas —dos perfiles que se continúan—
ayudados
por la luz de la calle y por la luz de nuestros corazones fríos
que se niegan a morir
IN SOME ENORMOUS DRY PLACE, 1949
You and I comfortably dressed observing the straight line
while clouds race through the sky like in the movie
you sometimes dream of making You and I childless observing
the straight line between two yellows which were once
the yellow mass and we’ll never know what the hell they’ll
turn into (nor do we care!) You and I in a rented house
sitting by the bay window the truth is you say I could
cry all afternoon the truth is I’m not hungry and yes
I’m a little scared of getting drunk again sitting by
a tall bay window, right?
while behind us
birds jump branch to branch and the kitchen light
flickers You and I in a bed, there we are!
observing
the white walls — two silhouettes that carry on —
assisted
by the light of the street and by the light of our cold hearts
that refuse to die
LA SUERTE
Él venía de una semana de trabajo en el campo
en casa de un hijo de puta y era diciembre o enero,
no lo recuerdo, pero hacía frío y al llegar a Barcelona la nieve
comenzó a caer y él tomó el metro y llegó hasta la esquina
de la casa de su amiga y la llamó por teléfono para que
bajara y viera la nieve.
Una noche hermosa, sin duda,
y su amiga lo invitó a tomar café y luego hicieron el amor
y conversaron y mucho después él se quedó dormido y soñó
que llegaba a una casa en el campo y caía la nieve
detrás de la casa, detrás de las montañas caía la nieve
y él se encontraba atrapado en el valle y llamaba por teléfono
a su amiga y la voz fría (¡fría pero amable!) le decía
que de ese hoyo inmaculado no salía ni el más valiente
a menos que tuviera mucha suerte
LUCK
He was coming back from a week of work in the country
at the home of a real asshole and it was December or January,
I don’t remember, but it was cold and on arriving in Barcelona the
snow
began to fall and he took the metro and rode to the corner
where his friend lived and called her on the phone so she’d
come down and see the snow.
A beautiful night, without a doubt,
and his friend invited him to have a cup of coffee and then they made
love
and talked and much later he was asleep and dreamt
he was arriving at a house in the country and the snow was falling
behind the house, behind the mountains, the snow was falling
and he found himself trapped in the valley and calling his friend
on the phone and the cold voice (cold but friendly!) told him
from this immaculate grave not even the bravest could leave
unless he were very lucky
NUEVE POEMAS
NINE POEMS
Procura no dormir, Roberto, me digo .
.
.
Aunque el
sueño te cierre
los párpados, procura no quedarte dormido .
.
.
Recuerda imágenes
felices,
los cromos de México D.F., los poetas de hierro en el Café La Habana .
.
.
Pero no te duermas .
.
.
No dejes que el sueño cierre la puerta .
.
.
Piensa en películas de
terror: Freddy,
Jason, Norman, ¡el Demonio!
.
.
.
Pero no te duermas .
.
.
Piensa en
Drácula,
en Frankenstein, en el Doctor Sinuoso .
.
.
Las sombras que
recorrían
los párpados de aquella muchacha .
.
.
Tirada sobre un sofá-cama .
.
.
Y sólo
un biombo de seda la separaba de los Ojos .
.
.
Recuerda adolescentes
vagando
por los alrededores de Guadalupe: los tacos de carnita, el manto
de Juan Diego, los implorantes de rodillas .
.
.
¿Qué hacías allí?
Mirabas .
.
.
El tráfico de mota, los autobuses repletos, las tiendas de
electrodomésticos,
los bares .
.
.
Como entonces, haz un esfuerzo y vence al sueño .
.
.
No dejes
que las sombras cierren (o abran) las puertas .
.
.
Try not to sleep, Roberto, I tell myself .
.
.
Even
if sleep closes your
eyelids, try not to stay asleep .
.
.
Remember happy images,
Mexico City trading cards, the iron poets in Café La Habana .
.
.
But don’t fall asleep .
.
.
Don’t let sleep close the door .
.
.
Th
ink of horror flicks:
Freddy,
Jason, Norman, the Devil!
.
.
.
But don’t fall asleep .
.
.
Think of
Dracula,
of Frankenstein, of the Crooked Doctor .
.
.
Shadows traversing
the eyelids of that girl .
.
.
sprawled on a sofa bed .
.
.
And
only
a silk screen between her and the Eyes .
.
.
Remember teenagers
wandering
Guadalupe’s outskirts: tacos de carnita, Juan Diego’s
cloak, beggars on their knees .
.
.
What were you doing there?
You
were watching .
.
.
Pot dealing, packed buses, appliance stores,
bars .
.
.
Like you did back then, make an effort and defeat sleep .
.
.
Don’t let
the shadows close (or open) the doors .
.
.
La muerte es un automóvil con dos o tres amigos
lejanos.
Rostros
que no puedo olvidar: cerúleos, fríos, a un paso tan sólo del
atardecer.
La muerte es un automóvil en marcha por las avenidas de Ciudad de
México
buscando inútilmente tu casa: una estela de carbón, una cola de
carbón, unos dedos de carbón que se hunden en la oscuridad.
La
muerte
son los labios de R.
B.
y L.
J.
en el asiento posterior de un pesero:
ahora sé
que de esas avenidas no escapa nadie.
Te lo dejo como prenda:
el final de mi infancia.
Death is an automobile with two or three distant
friends.
Faces
I can’t forget: cerulean, cold, just one step away from dusk.
Death is an automobile out driving the avenues of Mexico City
uselessly searching for your house: a carbon trail, a carbon
tail, carbon fingers sinking into darkness.
Death
is R.B.
and L.J.’s lips in the backseat of a minibus: now I know
no one escapes those avenues.
I’ll leave it as collateral:
the end of my childhood.
La vi caminar calle abajo.
El viento pasaba por
encima de ella: movía
las hojas de los árboles y la ropa tendida, pero su pelo parecía
el de una estatua.
Calle abajo, con pasos regulares, en línea
recta
hacia el azul del cruce.
Luego ya no la vi más.
Cerré los ojos y
recordé
a una muchacha tirada sobre una estera en el rincón de un cuarto
oscuro, como un garaje .
.
.
Hola, dije, acabo de llegar y no conozco
a nadie
en este pueblo encantador .
.
.
El viento golpeó la puerta, removió
las ventanas:
su sombra, como una peonza, se perdió en el cruce, imperturbable.
Sólo
entonces
me di cuenta de que había llegado a la Ciudad Fantasma.
Helado,
cerré
los ojos y volví a verla .
.
.
Reina de los reflejos .
.
.
Reina de
las calles que descienden .
.
.