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Authors: Roberto Bolaño
Tags: #Poetry, #General, #Caribbean & Latin American
PORTRAIT IN MAY, 1994
My son, representative of the children
on this coast abandoned by the Muse,
today you enthusiastically and tenaciously turn four.
Roberto Bolaño’s self portraits
fly ghostly as gulls in the night
and fall at your feet like dew falling
on the leaves of a tree, representative
of all we could have been,
strong and rooted in the unchanging.
But we didn’t have faith, or we had it in so many things
finally destroyed by reality
(the Revolution, for example, that prairie
of red flags, fields of fertile pasture)
that our roots were like Baudelaire’s
clouds.
And now Lautaro Bolaño’s self-portraits
are the ones dancing in the blinding
light.
Light of dream and wonder, light
of wandering detectives and of boxers whose courage
lit our solitudes.
Light that says:
I am the one who does not ward off solitude, but I am also
the singer of the cave, the one who drags
parents and children toward beauty.
And in that I trust.
UN FINAL FELIZ
Qué tiempos aquéllos, cuando
vivía con mi padre y no veía la televisión.
Las tardes eran interminables en la
Colonia Tepeyac, cerca de la Villa, exactamente a dos cuadras de la Calzada de la
Villa.
Tardes dedicadas a traducir a los poetas franceses de la Generación
Eléctrica, sentado en la cama, junto a la ventana del patio de cemento.
Las palomas
que mi padre se comía los domingos, cantaban, es un decir, los jueves y los viernes,
y ensanchaban la zanja.
¡Las palomas en el palomar de cemento!
¡Y sin el zumbido de
la televisión!
Un final feliz
En México
En casa de mi padre
O en casa de mi madre
Un minuto de soledad
La frente apoyada
En el hielo de la ventana
Y los tranvías
En los alrededores
De Bucareli
Con muchachas fantasmales
Que se despiden
Al otro lado de la ventana
Y el ruido de los automóviles
A las 3 a.m.
Y los timbres
Y los paisajes de azotea
En México
Con 21 años
Y el alma aterida
Helada
A HAPPY ENDING
Those were the days, when I
was living with my father and didn’t watch TV.
The afternoons were endless in
Colonia Tepeyac, next to la Villa, exactly two blocks from the road to la Villa.
Afternoons dedicated to translating French poets of the Electric Generation, sitting
on the bed, next to a window that looked out on the cement patio.
The doves my
father ate on Sundays would sing, or so they call it, on Thursdays and Fridays and
dig their own ditch.
Doves in the cement dovecote!
And without the buzz of TV!
A happy ending
In Mexico
In my father’s house
Or in my mother’s house
A minute of solitude
Forehead pressed against
The icy window
And the streetcars
On the outskirts
Of Bucareli
With phantom girls
Waving goodbye
Through the window
And the sound of cars
At 3 a.m.
And bells
And rooftop landscapes
In Mexico
21 years old
And soul numb
Frozen
MUSA
Era más hermosa que el sol
y yo aún no tenía 16 años.
24 han pasado
y sigue a mi lado.
A veces la veo caminar
sobre las montañas: es el ángel guardián
de nuestras plegarias.
Es el sueño que regresa
con la promesa y el silbido.
El silbido que nos llama
y que nos pierde.
En sus ojos veo los rostros
de todos mis amores perdidos.
Ah, Musa, protégeme, le digo,
en los días terribles
de la aventura incesante.
Nunca te separes de mí.
Cuida mis pasos y los pasos
de mi hijo Lautaro.
Déjame sentir la punta de tus dedos
otra vez sobre mi espalda,
empujándome, cuando todo esté oscuro,
cuando todo esté perdido.
Déjame oír nuevamente el silbido.
Soy tu fiel amante
aunque a veces el sueño
me separe de ti.
También tú eres la reina de los sueños.
Mi amistad la tienes cada día
y algún día
tu amistad me recogerá
del erial del olvido.
Pues aunque tú vengas
cuando yo vaya
en el fondo somos amigos
inseparables.
Musa, adondequiera
que yo vaya
tú vas.
Te vi en los hospitales
y en la fila
de los presos políticos.
Te vi en los ojos terribles
de Edna Lieberman
y en los callejones
de los pistoleros.
¡Y siempre me protegiste!
En la derrota y en la rayadura.
En las relaciones enfermizas
y en la crueldad,
siempre estuviste conmigo.
Y aunque pasen los años
y el Roberto Bolaño de la Alameda
y la Librería de Cristal
se transforme,
se paralize,
se haga más tonto y más viejo
tú permanecerás igual de hermosa.
Más que el sol
y que las estrellas.
Musa, adondequiera
que tú vayas
yo voy.
Sigo tu estela radiante
a través de la larga noche.
Sin importarme los años
o la enfermedad.
Sin importarme el dolor
o el esfuerzo que he de hacer
para seguirte.
Porque contigo puedo atravesar
los grandes espacios desolados
y siempre encontraré la puerta
que me devuelva
a la Quimera,
porque tú estás conmigo,
Musa,
más hermosa que el sol
y más hermosa
que las estrellas.
MUSE
She was more beautiful than the sun
and I wasn’t even 16 years old.
24 have passed
and she’s still at my side.
Sometimes I see her walking
over the mountains: she’s the guardian angel
of our prayers.
She’s the dream that recurs
with the promise and the whistle.
The whistle that calls us
and loses us.
In her eyes I see the faces
of all my lost loves.
Oh, Muse, protect me, I say to her,
on the terrible days
of the ceaseless adventure.
Never pull away from me.
Take care of my steps and the steps
of my son Lautaro.
Let me feel your fingertips
once more over my spine,
pushing me, when everything is dark,
when everything is lost.
Let me hear the whistle again.
I am your faithful lover
though sometimes dreaming
pulls me away from you.
You’re also the queen of those dreams.
You have my friendship every day
and someday
your friendship will draw me out of
the wasteland of forgetfulness.
So even if you come
when I go
deep down we’re
inseparable friends.
Muse, wherever I
might go
you go.
I saw you in the hospitals
and in the line
of political prisoners.
I saw you in the terrible eyes
of Edna Lieberman
and in the alleys
of the gunmen.
And you always protected me!
In defeat and in triumph.
In unhealthy relationships
and in cruelty,
you were always with me.
And even if the years pass
and the Roberto Bolaño of la Alameda
and the Librería de Cristal
is transformed,
is paralyzed,
becomes older and stupider
you’ll stay just as beautiful.
More than the sun
and the stars.
Muse, wherever you
might go
I go.
I follow your radiant trail
across the long night.
Not caring about years
or sickness.
Not caring about the pain
or the effort I must make
to follow you.
Because with you I can cross
the great desolate spaces
and I’ll always find the door
leading back
to the Chimera,
because you’re with me,
Muse,
more beautiful than the sun,
more beautiful
than the stars.
[Notas del autor, sin
título]
Las siete primeras secciones de
La Universidad Desconocida
están fechadas entre 1978 y 1981.
Una Barcelona que me asombraba e instruía aparece
y desaparece en todos los poemas.
TRES TEXTOS
son de alguna manera una suerte de prólogo
a
GENTE QUE SE ALEJA
.
Nel, majo
quisiera ser el punto de
encuentro de dos visiones, la mexicana y la española.
Nel, en argot mexicano,
significa «no».
Nel, «majo»: No, guapo: No, poeta.
Escribí
GENTE QUE SE ALEJA
en 1980 mientras trabajaba
de vigilante nocturno en el camping Estrella de Mar, en Castelldefels.
El poema,
como es evidente, es deudor de mis entusiastas lecturas de William Burroughs.
ICEBERG
: los tres poemas corresponden a 1981 y 1982.
La pelirroja
es un intento de escribir a lo Raúl Zurita –las musas me
perdonen–, pero en el territorio de las fotografías pornográficas.
El Chile de
La pelirroja
es el país que nombra, pero también es, en caló del
Distrito Federal, el órgano sexual masculino.
PROSA DEL OTOÑO EN GERONA
está escrito en 1981
durante mi primer año de estancia en la ciudad tres (¿o dos?) veces inmortal.
MANIFIESTOS Y POSICIONES:
La poesía chilena es un gas
es de 1979 o 1980.
El
Manifiesto mexicano
de 1984.
Horda
, de 1991 y
La poesía latinoamericana
de
1992.
Los
POEMAS PERDIDOS
, como su nombre indica, son poemas
perdidos.
Las pulsaciones de tu corazón
está fechado en 1981.
Encontré el
resto en un cuaderno que me regalaron en 1987.
Los
NUEVE POEMAS
son de 1990, después de mucho tiempo
sin escribir poesía.
Mi hijo tenía unos pocos meses y la vida discurría como en
Las puertas del paraíso
, de Jerzy Andrzejewski.
MI VIDA EN LOS TUBOS DE SUPERVIVENCIA
es de 1992, con
algunos poemas de 1991 y de 1993.
Los neochilenos
es el último poema que he
escrito para
La Universidad Desconocida
.
UN FINAL FELIZ
es de 1992.
Como en algunos poemas de la
sección precedente es México, la nostalgia de México y un Chile quimérico, el que
ahora aparece y desaparece en todos los poemas.
Blanes, julio de 1992 — mayo de 1993
Biblioteca
y
Lee a los viejos
poetas
fueron escritos inmediatamente después de salir del Hospital Valle
Hebrón, en Barcelona, en el verano de 1992, o tal vez cuando aún estaba allí, con
los viejos de hígados destrozados, con los enfermos de sida y con las muchachas que
ingresaron por una sobredosis de heroína y a partir de entonces –el pabellón estaba
lleno de predicadores de todo pelaje– reencontraron a Dios.
Son dos poemas muy sencillos, bastante torpes en la ejecución y con
voluntad de claridad en el significado.
El destinatario original del mensaje es mi
hijo Lautaro –estas palabras, en el fondo, también son para él.
Ambos poemas recogen
no sólo buenos deseos y buenos consejos.
Desesperado con la perspectiva de no volver
a ver a mi hijo, ¿a quién encargar de su cuidado sino a los libros?
Es así de
simple: un poeta pide a los libros que amó y que le inquietaron, protección para su
hijo en los años venideros.
En el otro poema, por el contrario, el poeta pide a su
hijo que cuide de los libros en el futuro.
Es decir que los lea.
Protección
mutua
.
Como el lema de una banda de gángsters invicta.
Blanes, enero de 1993