Trilogía de la Flota Negra 3 La Prueba del Tirano (45 page)

BOOK: Trilogía de la Flota Negra 3 La Prueba del Tirano
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—Sí. Esta noche las luces de los despachos de la Flota estarán encendidas hasta muy tarde.

—El general nunca lo permitirá —dijo Drayson—, y tendrá toda la razón del mundo al hacerlo. Así pues, mayor, debemos ser creativos y averiguar qué más podemos hacer desde aquí para mejorar nuestra situación actual.

La combinación de la falta de obstáculos y los ocho kilómetros de longitud del navío insignia yevethano hizo que el plato sensor excepcionalmente sensible instalado en la parte superior del
Halcón Milenario
no tuviera ninguna dificultad para localizar al
Orgullo de Yevetha
entre las muchas naves que orbitaban N'zoth.

Pero determinar la órbita del navío insignia yevethano con la precisión suficiente para que un microsalto hiperespacial dejase al
Halcón
a sólo mil metros de él requería algo más que un mero sondeo. Chewbacca necesitaba conocer no sólo la trayectoria orbital del navío insignia, sino también las trayectorias de cualquier nave que se encontrara cerca o estuviera yendo hacia él. La tarea resultaba muy complicada debido a las distancias involucradas, naturalmente, porque cuando examinaba los datos de seguimiento, Chewbacca estaba viendo acontecimientos que habían ocurrido hacía ya varios minutos. El presente y el futuro eran dos enigmas sobre los que sólo podía hacer conjeturas, y un error significaría el fracaso..., e incluso la muerte súbita.

No había ninguna respuesta perfecta. Cuanto más cerca estuvieran de N'zoth, más actuales serían los datos de seguimiento, pero también habría más probabilidades de que el
Halcón
fuera detectado. Cuanto más tiempo esperasen, más completos serían los datos de seguimiento de que dispondrían pero, por las mismas razones que antes, también habría más probabilidades de que el
Halcón
fuera detectado.

La impaciencia natural que provocaba en Chewbacca todo lo que no fuese un ataque frontal directo sólo servía para agravar el problema. El wookie tenía que recordarse a cada momento las lecciones aprendidas en el Bosque de las Sombras, y la diferencia existente entre el acecho y el cobrar la presa.

Durante los primeros minutos después de su llegada al sistema de N'zoth, Chewbacca estuvo solo en la cabina. Lumpawarump estaba en la torreta inferior, y Jowdrrl montaba guardia en la superior. Mientras tanto, Shoran y Dryanla estaban comprobando el equipo que había ocupado el lugar de los módulos de huida desmontados en el Risco de Esau.

El módulo de estribor había sido sustituido por un lanzador de minas cargado con dieciséis minas de alta potencia explosiva. El módulo de babor había sido sustituido por un anillo cortador para cascos, una herramienta de uso tradicional tanto entre los piratas como entre la policía. Los dos aparatos eran vitales..., si no para la misión, por lo menos sí para que pudieran confiar en que sobrevivirían a ella.

Cuando Dryanta se hubo convencido de que el anillo cortador estaba preparado para operar, fue a la sección de la tripulación e inició una concienzuda comprobación del armamento del grupo de abordaje. Esperaban encontrarse con una fuerte resistencia, por lo que los arcos de energía habían cedido su sitio a los rifles desintegradores Draggis y las granadas cortadoras de fusión.

Cuando Shoran hubo acabado de armar las minas, fue a reunirse con Chewbacca en la cabina de control.

[Todo está preparado], dijo.

La réplica de Chewbacca fue interrumpida por un doble trino electrónico surgido del tablero de comunicaciones que les avisaba de que iban a recibir un mensaje. La Transmisión codificada iba acompañada por un sello de prioridad y estaba precedida por un corto encabezamiento holográfico.

[Formayj], dijo Chewbacca. [Qué curioso...]

—Chewbacca, mi impulsivo amigo —dijo jovialmente el traficante—. Estaba rebuscando en mis archivos y he encontrado algo que tal vez te resulte útil. No lo te voy a cobrar, ¿de acuerdo? Me conformo con que le digas a Solo que recuperaré lo que vale quitándole el dinero en una mesa de sabacc.

Cuando los datos unidos a la transmisión acabaron de ser introducidos en el sistema, Dryanla ya había sustituido a Lumpawarump en la torreta inferior, y el joven se reunió con su padre en la cabina de control.

[¿Qué estás mirando?], se apresuró a preguntar.

[Un amigo me ha enviado algo bastante interesante], dijo Chewbacca.

[¿Puedo verlo?]

Chewbacca señaló la pantalla de datos con un gesto de la mano y se echó un poco hacia la izquierda para que Lumpawarump pudiera inclinarse hacia adelante entre él y Shoran.

Lo que vio el joven wookie fue un plano de ataque estándar del departamento de Inteligencia de la Flota que mostraba la estructura de un Súper Destructor Estelar, con un esquema tridimensional completo de la nave en el que estaba indicada la situación de los bloques de detención, cuáles eran los mejores sitios para llevar a cabo una penetración y cuáles eran los caminos más cortos que llevaban de unos a otros.

[Ahora sí que podemos estar seguros de que conseguiremos encontrarle, ¿verdad?], preguntó Lumpawarump, visiblemente excitado. [¿Cómo se las arregla Formayj? ¿De dónde saca su información?]

[Es justo lo que iba a preguntar], dijo Shoran. [Chewbacca, este regalo me preocupa. ¿Confiarías en Formayj para que te cubriera la espalda?]

[Esa pregunta no me preocupa en lo más mínimo], replicó Chewbacca.

[Formayj puede ganar mucho más dinero engañando a sus clientes que matándolos. Lumpawarump, di a los demás que salgan de las tórrelas...

Estoy preparado para iniciar el salto. Quiero que todo el mundo estudie esto durante nuestra entrada en el sistema. Shoran, lanza la primera ristra de minas.]

[Sí, padre], dijo el joven wookie, yéndose a toda prisa.

[Sí, primo], dijo Shoran. Inclinándose sobre los controles.

Chewbacca no se molestó en explicarles que, a diferencia del material que Formayj le había entregado en el Risco de Esau, el plano de ataque no podía haber salido de ninguna mina de datos o archivo de traficante de información..., porque el sello temporal del documento indicaba que tenía menos de cuarenta horas de antigüedad.

«Me pregunto para quién dibujaron este mapa —pensó Chewbacca mientras introducía las coordenadas del salto—. Y me pregunto qué habrá sido de ellos...»

[Minas lanzadas.]

Chewbacca empujó las palancas de aceleración hacia adelante, creando una brecha de vacío entre el
Halcón
y las minas. Cuando estuvieron a quinientos kilómetros de ellas, Chewbacca desplazó su peluda manaza a los controles del hiperimpulsor.

[Haz detonar la ristra], ordenó.

Shoran envió la señal activadora, y mientras la primera de las minas estallaba espectacularmente detrás de ellos, Chewbacca lanzó la nave hacia el hiperespacio, compitiendo con la luminosidad de la explosión en una vertiginosa carrera para decidir quién llegaría antes a N'zoth.

La necesidad obligaba a que el plan fuera la esencia de la sencillez: tenían que golpear lo más duro y lo más deprisa posible, y eso harían.

Cuando el
Halcón Milenario
surgió del hiperespacio a mil cien metros de la curva de estribor del
Orgullo de Yevetha
, el intenso estallido de luz y radiación emitido por la primera mina acababa de saturar los sensores de la parrilla defensiva yevethana, cegando momentáneamente a los operadores y sembrando el caos en los sistemas de análisis. Las minas siguieron explotando a intervalos de diez segundos, ocultando de manera muy efectiva la radiación Cronau emitida por los dos extremos del microsalto que acababa de llevar a cabo el
Halcón
.

Mientras tanto, Chewbacca hizo que el transporte describiera un brusco medio giro y lo dejó en posición vertical sobre la cola con los motores funcionando a máxima potencia. Esa maniobra eliminó rápidamente toda la velocidad adquirida por la nave, aunque exigió un precio tan elevado en fuerzas gravitatorias que puso a prueba los límites incluso de una fisiología tan resistente como la de los wookies. Para las dotaciones artilleras del navío insignia yevethano, la experiencia resultó muy parecida a alzar la mirada hacia la furia subatómica de un reactor de fusión. Durante los segundos siguientes, ni siquiera las baterías mejor posicionadas pudieron ver con la claridad suficiente para localizar a su objetivo.

Aquellos segundos eran preciosos para el
Halcón
. Chewbacca desvió la potencia de los motores a los escudos de combate, alterando su trayectoria tan deprisa como iba frenando la nave y reservando únicamente la potencia suficiente para dar la vuelta al
Halcón
y adaptar su velocidad orbital a la del gigantesco Destructor Estelar. Cuando los primeros haces desintegradores surgieron del flanco del
Orgullo de Yevetha
y de los dos cazas tri-alados que se estaban aproximando a toda velocidad, el
Halcón
ya se encontraba dentro del perímetro de los escudos, y Chewbacca ya había localizado el sitio donde iban a descender.

Siguiendo sus instrucciones, Jowdrrl y Dryanta iniciaron un salvaje contraataque con las tórrelas cuádruples de la nave prácticamente en el mismo instante en que el
Halcón
se halló bajo el fuego enemigo. Chewbacca lanzó un rugido de deleite cuando vio cómo un caza yevethano desaparecía entre una bola de fuego, y ordenó a Shoran con un seco gruñido que lanzara las minas restantes. Cuando las minas hubieron salido del conducto, Chewbacca lanzó el
Halcón
en un veloz picado hacia el casco multifacetado del Destructor Estelar.

[Ve al anillo cortador], le ordenó a Shoran mientras pilotaba el
Halcón
en una trayectoria a baja altura sobre el flanco del navío insignia.

Cuando Shoran llegó a la escotilla del módulo a la que habían unido el mecanismo para atravesar las planchas, Chewbacca ya había depositado suavemente al
Halcón
sobre el casco del navío enemigo, permitiendo que las agarraderas magnéticas del anillo cortador encontraran un asidero al que adherirse. Cuando Chewbacca se reunió con Shoran en la escotilla, el anillo ya se había abierto paso a través de medio blindaje de plastiacero.

Lumpawarump también estaba allí, sosteniendo tanto las armas de Chewbacca como las suyas y preparado para asumir la misión de defender la entrada del
Halcón
que se le había asignado.

[¡Chewbacca!], gritó Jowdrrl desde el túnel de acceso.

Chewbacca cogió el rifle desintegrador que le estaba alargando Lumpawarump y después puso una enorme mano peluda sobre el hombro de su hijo. [Ve a relevar a Jowdrrl y ocupa su puesto.]

[Padre...]

[Date prisa.]

El nitrógeno a hiperpresión llenó el hueco entre las dos naves antes de que el último estallido de calor de los quemadores hiciese que el disco metálico atravesara el casco del
Orgullo de Yevetha
para salir disparado hacia el interior del navío enemigo como un espectacular proyectil de media tonelada de peso.

Chewbacca y Shoran irrumpieron por la abertura unos momentos después, cada uno empuñando un desintegrador pesado en cada mano. Los dos wookies se colocaron espalda contra espalda y eliminaron rápidamente a la media docena de yevethanos que llegaron a la carrera atraídos por el sonido de la irrupción.

Mientras pasaba por encima de los cuerpos Chewbacca vio que ninguno de los yevethanos estaba armado.

[Tripulantes], le dijo a Shoran. [Los próximos que encontremos serán soldados.]

Sin dejar de mantener unidas sus espaldas, los wookies fueron a toda prisa por el pasillo 278 y se dirigieron hacia el bloque de detención número tres.

Lin Prell, jefe de cuidadores de los reproductorios del virrey Nil Spaar, no prestó ninguna atención a las alarmas que habían empezado a sonar en la consola de vigilancia. Esas alarmas dependían de asuntos que tenían lugar fuera de su reino, y el receptáculo que acababa de ser colgado en la alcoba número cinco necesitaba su baño de sangre.

Después de eso, comprobaría la temperatura de todas las alcobas activas, anotaría en sus registros el crecimiento de los otros receptáculos fertilizados y limpiaría la alcoba numero siete con una manguera para que estuviera en condiciones de acoger al nuevo
maranas
que llegaría un poco más avanzada la noche. Y cuando no pudiera encontrar más trabajo en aquel reproductorio, había cuatro más que podía inspeccionar. Lin Prell estaba dispuesto a hacer cualquier cosa con tal de mantener ocupadas sus manos y su mente y conseguir que sus pensamientos se mantuvieran alejados del cuchillo de castración que había sido traído a sus habitaciones aquella mañana, y del ejemplo que se esperaba que proporcionara a través de él.

Dado su estado de ánimo, Lin Prell casi agradeció la interrupción que supuso el que dos enormes alimañas de hirsuto pelaje se abrieran paso a través de la pared de la sala de observación entre una erupción de haces desintegradores y empezaran a destruir las consolas.

«Habrá mucho trabajo que hacer..., mucho trabajo», pensó mientras corría por el angosto pasillo hacia la fuente de todo aquel estrépito.

—¿Qué ocurre? ¿Qué queréis? —preguntó a gritos mientras corría, viendo cómo uno de los invasores se dirigía hacia el compartimento exterior.

La única respuesta consistió en un horrible gruñido y una segunda salva de disparos desintegradores que llegó desde el otro lado de la embocadura del pasillo. Lin Prell reexaminó rápidamente su compromiso de proteger a la progenie de Nil Spaar y después empezó a retroceder lo más deprisa posible por la pasarela metálica.

Al parecer los monstruos no podían hablar, por lo que Lin Prell no hizo más intentos de comunicarse con ellos. Cuando una de las criaturas apareció al final del pasillo lanzando rugidos llenos de furia salvaje, el jefe de cuidadores se metió a toda prisa en la alcoba vacía más cercana y bloqueó la puerta detrás de él. Mientras se acurrucaba en un rincón y se disponía a esperar, Lin Prell se consoló con el pensamiento de que tal vez nunca volvería a ver aquel cuchillo de empuñadura negra.

[¿Dónde están?], rugió Chewbacca. [¿Dónde están los prisioneros? ¿Qué son estas cosas asquerosas?] Chewbacca alzó el rifle desintegrador y disparó contra el saco de aspecto carnoso que colgaba de la pared de la celda, produciendo una explosión de pulpa rojiza. [¡Hermano de honor!], rugió.

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