—Tengo veintidós.
—Viejo.
—Ahora el que se va soy yo.
—¡No! Perdona, perdona. Si eres un chaval. Qué digo un chaval: un bebé.
—¿Te ríes de mí, Paula?
La chica no sabe ocultar una sonrisa de oreja a oreja en la soledad de su habitación. Le gusta más en cada frase que escribe.
—Por supuesto que no me río de ti. Me río contigo.
—Eso está muy visto.
—¡Oh! Perdone usted, señor originalidad.
Una nueva pausa. Un minuto. Dos. Tres. ¿Pero dónde se ha metido?
Regresa.
—Intento serlo. En mi profesión me lo exigen.
—¿Sí? ¿A qué te dedicas?
—Soy periodista.
¡Dios, un periodista! ¡Qué interesante!
—¿Eres uno de esos
paparazzi
?
—¿Por qué todo el mundo cuando se entera de que soy periodista me pregunta eso?
Mierda, otra vez ha sido poco original.
—Quizá porque tropiezas solo con chicas tontas como yo.
—Tú no eres tonta. De hecho, creo que eres bastante inteligente.
—Ahora el que se ríe de mí eres tú.
—No me río de ti. Me río contigo.
¡Qué capullo! El tío que va de original y ahora hasta usa sus topicazos.
—Copión.
—Y tú, ¿a qué te dedicas?
¿Bromea? ¿Qué quiere que haga con solo dieciséis años?
—Pues imagino que a lo que casi todos con mi edad: estudio en el instituto.
—¿Qué curso?
—Primero de Bachiller.
—Es fácil.
—¡Qué sobradito!, ¿no? No es nada sencillo. Hay que estudiar mucho.
—¿Y tú lo haces?
Paula enrojece. Este no juzga por el aspecto físico, pero el tío no se corta con lo demás.
—Sí. El último día. No me concentro antes. Apruebo como puedo, pero hasta ahora no he repetido curso.
—Algo es algo.
—¡Hey! Te repito que no es fácil. Muchos han repetido alguna vez con mi edad.
—Tranquila.
—¿Tranquila por qué?
—No me importa si has repetido. Todos tenemos épocas malas, se nos atraviesa alguna asignatura, algún profesor… No te voy a juzgar tampoco por tu expediente académico.
—¿Tú repetiste algún curso?
—No. Pero tuve un segundo de Bachiller complicado. Al final, un profesor me ayudó. Me aprobó una asignatura que tenía suspensa para poder hacer selectividad en junio.
—¡Qué cara!
—Llamémosle ser buen relaciones públicas.
Paula vuelve a reír, en el MSN y en su dormitorio. Es tardísimo, pero se siente tan a gusto con aquel chico misterioso…
—Eres un caso, Ángel.
Pero el periodista no escribe. En esta ocasión pasa más tiempo que las veces anteriores en las que se ausentó. Sin embargo, ella no dice nada. Teme ser una pesada.
Diez minutos más tarde por fin da señales de vida.
—Perdona.
—No te preocupes. Si estás hablando con más gente, lo entiendo.
—No hablo con más gente, solo salí a la terraza.
—¡Con el frío que hace! ¡Estás loco!
—Es que… mira por la ventana.
Paula descorre las cortinas. Detrás del cristal, pequeños copos de nieve aterrizan despacio en el suelo de la ciudad.
—¡Está nevando!
—Sí. Me encanta la nieve. Me hipnotiza.
Es precioso. Nieva.
Aquello sensibiliza a Paula. Tiene ganas de reír, de cantar, de saltar… Pero sobre todo de seguir conociendo a aquel chico tan extraño. Y sí, nunca hay que decir nunca. Porque quién sabe si alguna vez quedan para verse en persona y descubre todos los secretos de aquel periodista enigmático.
Los siguientes días transcurrieron muy lentos para Paula.
Pasó casi todo el tiempo estudiando los exámenes del segundo trimestre. Sin embargo, todo lo que le sucedió le afectó demasiado y suspendió dos asignaturas: Filosofía e Historia.
Ángel la llamó tres veces. El sábado para preguntarle qué tal estaba y si había pensado ya en lo que tuviera que pensar. Paula le respondió que era pronto y que le dejase un tiempo para reflexionar. El martes, para lo mismo, con idéntica respuesta. Y el viernes también, cuando estuvieron muy fríos. Ángel entonces sacó el tema de que si estaban rompiendo y Paula le respondió que no lo sabía.
De Álex no sabe absolutamente nada. Ni siquiera le respondió al mensaje del hotel. Estuvo varias veces tentada de llamarlo, pero finalmente decidió no hacerlo.
Con Mario no fue fácil. El lunes en clase ella lo miró, pero él no quiso saber nada. Así hasta el jueves, cuando Diana intercedió entre ambos y hablaron un poco de temas intranscendentes. El viernes fue mejor e incluso hubo alguna broma entre los dos.
Diana aprobó Matemáticas con un 8.25 y Miriam suspendió con un 0.5. Cris también salió indemne del segundo trimestre en la asignatura.
Un día de abril, en Disneyland-París.
—¡Mira! ¡Allí está Mickey! —grita Erica, nerviosa.
—¿Dónde? No lo veo —pregunta Paula, que lleva buscando todo el día al ratón de Disney para hacerle una foto con él a la pequeña.
—¡Allí!
La niña se suelta de la mano de su hermana y sale corriendo.
—¡Erica! ¡Espera, que te vas a perder!
La hermana mayor se ve obligada a correr detrás de la niña hasta que por fin se para. Y sí, allí está Mickey.
—Hola, guapa, ¿cómo te llamas? —pregunta el ratón, que habla un curioso español con acento francés.
—Erica.
—Qué bonito nombre. ¿Y la chica que viene contigo?
—Es mi hermana, se llama Paula.
—Es muy guapa.
—¿Te gusta? Podrías casarte con ella.
Paula no oye nada de lo que hablan Mickey y su hermana.
—Oye, Mickey, ¿podrías agacharte un poco? Es que no te consigo enfocar la cabeza —comenta Paula mientras prueba con la cámara en vertical.
Mickey obedece. Se inclina y abraza a la niña.
Clic. Clic. Clic.
—Claro que me gusta. Dile a tu hermana que si le gustaría cenar conmigo esta noche.
Erica corre hasta Paula.
—Dice Mickey que si cenas con él esta noche.
—¿Qué?
—Eso. Que si quieres cenar con él esta noche.
La chica sonríe, coge a su hermana de la mano y se alejan de allí.
Pero si hay alguien que tiene capacidad para conseguir lo que quiere, ese es el ratón más famoso del planeta.
¿Sabes que te quiero? puede sonar a melodía si la escuchamos de la persona a la que amamos; pero también puede a llegar a romperte los esquemas y desbaratar toda tu vida si no es algo esperado o somos nosotros quien lo pronunciamos.
Blue Jeans
Blue Jeans; pseudónimo con el que se conoce a Francisco de Paula Fernández, nació en Sevilla aunque reside en Madrid donde se licenció en Periodismo en la Universidad Europea de Madrid. Escribir fue siempre su gran pasión, utilizando un lenguaje actual, fresco y dinámico, con un estilo muy personal. Canciones para Paula es su primera novela publicada, una historia que cientos de seguidores comenzaron a leer en diferentes redes sociales de Internet.
http://www.cancionesparapaula.com/.