Al subir a bordo te encuentras con una cámara cerrada, cuyas paredes te recuerdan el interior de una bañera. Piensas que los seres que controlan esta nave espacial pueden tener algún medio para dominar el tiempo. Quizá la Cueva del Tiempo sea creación suya. Ocupado con tus pensamientos, empiezas a sentir sueño y te quedas dormido.
Te despiertas a oscuras, preguntándote si estarás viajando por el espacio en la extraña nave. Percibes una luz y echas a andar en esa dirección. Entonces te das cuenta que estás ante la entrada de la cueva. Te apresuras a salir y, con gran alegría, descubres que estás en el Cañón de la Serpiente donde nada ha cambiado. Has vuelto a tu época.
Pasa mucho tiempo antes de que tengas deseos de volver a visitar esos parajes. Cuando lo haces, descubres que la entrada de la Cueva del Tiempo ha sido cubierta por un desprendimiento de rocas. Quizá haya sido mejor así.
FIN
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